La Cofradía XlV
La terapia dió resultados insospechados..
Mi hermano me contaba como iban las terapias que hacia.
– Con el chico de leucemia ya estoy terminando – me dijo un día que le pregunté.
– Está bien? – le pregunté.
– Bueno, bien dentro de las condiciones que tiene –
– Entonces no está bien del todo ? –
– No, sigue con su tratamiento de drogas, pero ya no puedo hacer nada más por el –
– No vas a seguir con el tratamiento –
– No, porque se está transformando sólo en coger –
– Te lo coges cada vez que vas ? –
– Si, y eso es lo que no quiero –
– Y qué vas a hacer? –
– Me estoy alejando, al principio comencé a ir dos veces por semana. Después de dos meses sólo una vez a la semana. Ahora voy una vez al mes y creo que es el último mes –
– El lo sabe –
– Si, se puso a llorar cuando le dije, me dio mucha pena, casi lloro con él –
– Pobrecito, a mi también me da pena, no sólo estaba acostumbrado que te lo cogieras, sino que va a tener que buscar quien se lo coja, así pasa con los gay –
– Entiende, el no es gay, le gusta el sexo anal, pero no le gustan los hombres. Además coge con su hermana, yo les dije que lo hicieran, que iba a ser bueno para ambos –
– Si, tienes razón, a nosotros nos ha hecho muy bien – dije riendo.
– Si, les ha hecho bien a los dos. Tuve que explicarle a la hermana como hacerlo –
– Cómo que le explicaste? –
– Si, un día conversado le dije cómo hacerlo, pero no me entendió, así que la hice entrar a la pieza y le dije que me prometiera que nada de lo que iba a pasar podía contarlo. Me lo prometió, entonces me desnudé e hice todo el protocolo de carga de energía. Después le dije que se desnudara, la iba a penetrar parada, lo que ella quería, pero su hermano se levantó y nos dejó la cama. Ella se acostó con las piernas mirando mi erección y la penetré suave mente, exaló un quejido largo hasta que llegué a fondo. Me abrazó, cruzó sus piernas por mi espalda y me besó con pasión. Después del orgasmo me bajé y de espaldas quedé descansando. El chico miraba encendido mientras se masturbaba, nunca me había fijado en su pene, no era grueso pero era largo, 16 o 17 centímetros para su edad. Ella se me subió encima para una segunda vez. Le pregunté si no le molestaría que su hermano, que se estaba masturbándo, la penetrara por atrás, me dijo que no y le hizo señas. Le dije dónde tenía el lubricante y después la penetró.
– Es tu primera vez anal? – le pregunté. Me dijo que si, nunca se le hubiera ocurrido hacerlo así.
– Te duele? –
– No, está rico –
Claro, si el de su hermano era delgado. Así que seguimos así por un buen rato, antes de nosotros acabar, ella había tenido dos orgasmos.
Nos quedamos descansando un rato.
– Estas bien? – le pregunté a ella que estaba entre nosotros dos.
– Nunca he estado mejor – dijo casi riendo.
– No, no te muevas, quédate así un rato más – le dijo a su hermano que quería bajarse.
Yo seguía con mi erección dentro de ella y seguramente por eso no quería que todo terminara.
– Ya llevamos mucho rato los 3 en la pieza, qué vas a decirle a tu mamá si pregunta?
– No sé, no quiero pensar en eso, me siento tan feliz así. Mis amigas me habían contado que hacer un trío era rico, pero nunca imaginé que tanto sería –
– Que bueno que te gustó –
– Me encantó, la próxima vez que vengas lo vamos a hacer igual –
– Bueno, pero ya tengo que irme – le dije.
Se levantó el chico, se levantó ella y yo quedé de espaldas lleno de semen. El mío, que se le había salido a ella y el del muchacho que había chorreado hasta mi pelvis y testículos.
– No te muevas – me dijo ella y comenzó a limpiarme con papel higiénico. El chico ayudaba y tomaba mi erección y lo acariciaba. Ella hacía lo mismo, lo compartían. De pronto ella se agachó y lo metió en su boca. Después lo hizo él, les dije que ya estaba bueno, que tenía que vestirme. Me vistieron entre los dos. Me despedí de los dos con un beso en la boca. Nunca había besado a un hombre, pero no me importó. Después de éso ellos se fueron al baño, me despedí de la mamá, esperando que no sintiera el olor a sexo que tenía impregnado y me vine.
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– Wao, que rico sonó éso – le dije.
– Te gustaría hacer un trío? – me preguntó mi hermano.
– Si, creo que sí, pero quién sería el tercero? – le pregunté.
– Quién te gustaría que fuera ? –
– No sé, no he pensado en eso – pero si tuviera que escoger, sería el papá –
– Te gustaría coger con el papá? –
– Para qué preguntas si siempre te lo he dicho –
– Si, pero un trío? –
– Tendría que preguntarle… – mi hermano se río.
– Ya, y volviste a hacer el trío con ellos? –
– Sí, la segunda vez, que fue al mes siguiente, ella le dijo a su mamá que yo le iba a enseñar la terapia porque ya no podía ir yo. La mamá estuvo de acuerdo. Así que cogimos los tres, primero el por atrás y después me pidió que lo hiciera yo. No sé cuántos orgasmos tuvo ella, perdí la cuenta, pero yo acabé dos veces y el hermano, tres veces. Y como ahora estoy viendo a otro chico, tengo poco tiempo para ellos. No sé si voy una vez más y talvez no vuelva. En todo caso ella lo hace muy bien, ella va a seguir con la terapia con el consentimiento de la mamá, que yo creo que se da cuenta de lo que pasa, si tampoco es tonta. Pero ella está feliz, su hijo se recuperó y volvió al colegio.
– Y qué pasa con el otro chico, del que me dijiste? –
– Ah, ése. Bueno, en realidad no es tan chico, tiene 17, se llama Esteban, es más alto que yo, buen estado físico, pero últimamente ha tenido ataques de asma que lo dejan sin respiración. Antes usaba un inhalador para dilatar sus bronquios, ahora además tiene que andar con un balón de oxígeno –
– Oh, que terrible, y ya comenzaste la » terapia » con él? – le pregunté con sarcasmo.
– Sí, pero éso te lo cuento otro día, ya es tarde –
– Si, vamos a acostarnos que me tienes muy mojada –
– Pero antes tienes que soltar mi pene – dijo con una sonrisa.
En realidad había estado durante toda la conversación jugando con su erección, a ratos me lo llevaba a la boca. Cómo no iba a estar mojada.
Una vez desnudos en la cama, me dediqué a hacer todo lo que mi imaginación dijera.
– Te amo hermano, me gusta sentirte adentro — También te amo hermanita, me gusta sentir como me montas –
Me gusta decirle hermano o hermanito cuando cogemos, me pone más caliente el tratarnos de hermanos, exita mi morbosidad.
– Mete tus dedos por mi ano, quiero pensar que es otro pene…
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