LA CURIOSIDAD (MI PRIMER ORGASMO)
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Paso ya el invierno y volvimos al verano.
Se me hizo eterno pensando en que volviera a estar todo el día en mi casa con mi hermano.
Justo acabo el colegio, volvimos a retomar la costumbre de pajearle todas las tardes y los ratos que nos quedábamos solos en casa. Incluso 2 o 3 veces algunos días. Eso si tomándomela toda siempre.
Una mañana vino mi amiga Celia a casa a bañarse a la piscina. Ella sabía que yo pajeaba a mi hermano, a la vez que yo sabía que ella también se lo hacía al suyo. Cosas que solo sabíamos nosotras al ser intimas amigas.
Celia era un poco mas gordita que yo. Tenía unas tetas que para nada se adaptaban a una niña de 10 años y un culo tan grande como el mío. Aparte que ya le salía vello en su coño.
Estábamos bañadnos cuando llego mi hermano y se metió. Me fije que no le quitaba ojo a mi amiga, ya que como he dicho era tetona para su edad. Mi madre se asomo por la ventana para decirme que iba a casa de mi abuela, para llevarla a comprar. Por lo que nos quedemos solos.
Una picara sonrisa apareció en la cara de mi hermano.
Se aproximo a mí y me dijo que fuéramos a su habitación, yo le dije que si podíamos llevarnos a Celia, el me contesto que si venia no podía decir nada. Se lo dije a Celia y allí fuimos.
Cuando entremos las dos, estaba totalmente desnudo y su polla ya morcillóna.
Me tumbe en la cama y Celia se sentó en un borde. Empecé a masturbarle, mientras el solo miraba a Celia que estaba igual que yo en bikini.
Celia me dijo que si no nos desnudábamos. Yo le dije que nunca me había desnudado para él. Me dijo que lo hiciera que era mejor. Me desnude y Celia también lo hizo, sin decirle nada, se puso al lado de mi hermano y mientras yo le masturbaba, él le tocaba sus tetas. Esa situación parecía agradarla. Mi hermana estaba tan excitado que no llego a avisarme y antes de que nos diéramos cuenta su polla empezó a soltar su leche fuertemente, los tres quedemos pringados de ella.
Pese a acabar de haberse corrido. Celia empezó a jugar con su polla, pasando su lengua por el capullo y acercando la polla a sus tetas, en apenas unos minutos mi hermano volvía a tener su polla completamente erecta y esta vez fue Celia la que empezó a masturbarle, mi hermano solo jadeaba a la vez que nos tocaba el culo a ambas, de repente su gemidos aumentaron y Celia me dijo que si quería bebérmela a lo que acepte. Lleve mi boca al capullo mientras ella seguía meneándola, de pronto sentí el calor de la leche en mi boca, esta vez en menos cantidad, pero igual de sabrosa que antes. Mi amiga y yo nos fuimos otra vez a la piscina mientras mi hermano se quedo en su cama sin apenas poder moverse del placer que le acabábamos de dar.
Una semana más tarde nos fuimos de vacaciones a la playa. Mi padre alquilo un piso y fuimos a pasar 15 días.
En la playa conocieron a una familia e hicieron amistad con ella. Todos los días nos juntábamos con ellos. Era un matrimonio con un hijo de 16 años, solo un año mayor que el mío. Mi hermano y el hicieron también una gran amistad. Una tarde estando en la playa mi hermano les pidió a mis padres si podían ir a ver una película que echaban por televisión. Mis padres no se opusieron. Mi hermano me pidió que les acompañara.
No sabía que ellos ya habían planeado lo que iba a ocurrir. Mi hermano le había contado las maravillas de las pajas que le hacía y quería que su amigo las probara.
Me encontré desnuda en el salón del piso de rodillas y ellos dos sentados. Tenía una polla en cada mano y las masturbaba al unisonó. Mi hermano fue el primero en correrse y me bebí su leche, su amigo no tardo muchos más y pude también probar la leche de él, sabia un poco más amarga que la de mi hermano pero me la bebí igual.
Tras acabar ambos siguieron desnudos hablando y yo sentada en el suelo. Mi hermano se asomaba de vez en cuando a la ventana para ver que mis padres seguían en la playa.
Su amigo me pido si me podía comer el coño. No sabía ni que significaba pero no sabía decir que no. Se bajo de el sofá, me tumbo, abrió mis piernas y empezó a lamerlo. De pronto empecé a notar una sensación única, estaba sintiendo un placer que nunca había tenido, no sabía describirlo, el estomago me daba vueltas, se me nublaba la vista y solo sabia jadear, de repente una electricidad me recorrió todo el cuerpo. Mi primer orgasmo acababa de ocurrir. Estaba exhausta tras correrme. Mis piernas temblaban.
Ambos se tumbaron cada uno a un lado de mi, con su pollas erectas y yo desde el suelo nuevamente les masturbe a los dos, esta vez viendo como salía la leche de cada uno cayendo sobre sus cuerpos.
Excelente… me dio mucho placer tu narración 🙂