La delicia de Alicia 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
-Quitate la ropa, le dije a Alicia mientras mantenía fija la cámara de mi celular.
Llevábamos casi media hora en su habitación, intentando, en vano, de tomarle algunas fotografías.
-Baja la cámara, no quiero fotos, me pasé la mano por el cabello un tanto disgustado, ¿Para que quieres fotos mías?, me has visto desnuda muchas veces.
-Quiero algo que llevarme a la universidad, cuando no estás necesito quitarme la urgencia, Alicia volvió a negarse y se cruzó de brazos, te prometo que no las mostrare a nadie, esas son solo para mi, la chica se recargó contra la pared cerca de su cama y estiró sus piernas, si alguien las ve no me vuelves a hablar en tu vida, mi joven prima suspiró un tanto vencida por mi cara suplicante, de ató el cabello en una apretada cola de caballo y tomó una cómoda postura contra la pared.
-Solo para ti, ¿Está claro?, Asentí rápidamente, ¿Que quieres que haga?
-Posa para mi cámara, sólo eso, Alicia se encogió de hombros viendo la simpleza de mi petición, veamos, quítate la camisa y el sostén, mi prima obedeció un tanto malhumorada y se desnudó despacio, ahora cruza tus brazos sobre tus pechos, le tomé una foto en vertical y otra en horizontal.
-Genial, eres más fotogénica de lo que pensé, ahora pon tus manos en la nuca y dame una sonrisa, Alicia lo hizo pero su boca de torcia en una mueca apática, dije sonriendo, que parezca que disfrutas de esto.
-No lo disfruto, me parece muy desvergonzado, logré que me diera una pequeña sonrisa.
-Ahora aprietate los pechos, un poco menos convencida, la chica me obedeció de nuevo, apretó con fuerza sus firmes pechos y yo tomé al menos tres ángulos diferentes de aquella maravilla.
-Bien, gracias por las fotos, Alicia me sonrió de medio lado, ahora quiero un vídeo de ti masturbandote, la petición le cayó como un balde de agua fría.
Alicia me negó casi de inmediato con la cabeza y se cruzó de nuevo de brazos, un tanto molesta.
-No me voy a masturbar frente a la cámara, estás loco, suspiré para evitar perder la paciencia.
-Te he visto tener un orgasmo muchas veces, sólo quiero filmarlo eso es todo, sólo para mi, Alicia desvío la mirada hacia las sábanas rosa pastel de su cama, quiro ver cómo te masturbas, ¿Podrias hacerlo para mi por favor?, tuve que ponerle cara de perro pateado durante un rato que de me hizo eterno hasta que por fin accedió con un suspiro mineras se sacaba los pantalones y su ropa interior blanca de encaje amarillo.
-!Si alguien ve est vídeo te prometo que voy a patearte tanto las balas que vas a tener miedo de que se te vuelva a parar de nuevo!, asentí e hice un aumento hacia su cuerpo desnudo que tiritaba por el frío colándose en la habitación.
Comencé a grabar e hice una seña para que empezara.
Estuvo unos cuantos segundos sin moverse, más luego comenzó despacio, masajeando sus tetas en círculos, de ves en cuanto, se daba un apretón en los pezones o acercaba su lengua para que sus labios besaran las areolas de sus erectos pezones apuntando hacia el vigilante ojo de mi cámara.
Seguí sus manos mientras se acariciaba el vientre y llegaba directamente a su vagina, usó ambas manos aparato expandir sus labios vaginales y yo pude hacer un acercamiento al interior de su lugar más sagrado, luego deslizó dos de sus dedos dentro para poder dedearse con tranquilidad.
Sus espalda se arqueaba suavemente meintras sus dedos empujaban hacia arriba, llevandose al cielo con mi cámara registrado cada detalle.
Su cara de deseo mer recordó a nuestra primera vez y no pude evitar ponerme duro mientras la veía lamerse el pezón derecho y expandir su vagina con la otra mano.
Sus piernas la empujaban contra la pared y ligeros gemidos de escapaban de sus labios.
Sus manos, ágiles y expertas, me mostraban cada uno de sus puntos débiles.
La chica fue golpeada por un fuerte orgasmo cuando el vídeo alcanzó los tres minutos y medio, terminé de filmar unos segundos después mientras tomaba algunos ángulos de su humedecida vagina, chorros de lubricación se agolpaban en un intento de salir todos al mismo tiempo.
No podía más.
Si no tenia sexo de nuevo con ella, ni siquiera iba a poder dormir.
Arrojé mi celular a la cama y tire de mi prima por los tobillos para que se recostara.
Tenía la piel de gallina y acá toque que le daba parecía quemarla pues respingaba violentamente.
-No te apures, yo haré que te deje de doler, saqué mi herramienta pero por unos instantes no me moví, me quedé sobre ella, mirándola a la cara.
-¿Que te ocurre?, yo negué con al cabeza.
-Estas muy sensible ahora, si lo hacemos normal te vendrás casi de inmediato, por eso quiero que me dejes hacértelo analmente, Alicia puso sus manos sobre mis hombros, no me asintió pero tampoco se negó, la petición parecía haberla abofeteado con fuerza, ¿Puedo?, hizo unos segundos de silencio.
-Haz lo que quieras, me dijo, su comportamiento extrañamente dócil me excitó enormemente.
Metí dos de mis dedos a su boca y comencé a jugar con su lengua.
-Regalame un poco de tu saliva, la chica los chupó gustosa hasta dejarlos completamente empapados de una saliva esposa y trasparente.
Luego toqué con cuidado la entrada de su ano.
Nadie la había tocado allí nunca así que mi primer acercamiento envío una violenta reacción por todo su cuerpo.
De a poco en poco, el suave masaje al que sometí a su entrada trasera pareció tranquilizarla, pues se acostumbró rápidamente hasta el punto en el que logré realizar mi dedo índice dentro de ella.
Gritó un poco, más de miedo que de dolor, pero incluso con mis dedos pude decir la enorme diferencia de presión y temperatura entre su vagina y su ano, este último, un poco más estrecho, me apretaba con fuerza y se contraía involuntariamente cada vez que hurgaba profundo dentro de el.
Metí mi dedo anular también y luego los abrí dentro de su ano durante algunos minutos.
Alicia clavaba sus uñas en mis hombros.
-Es hora, le dije, abre bien las piernas y relájate, la chica obedeció, abrió todo lo que pudo sus piernas mientras yo usaba mis manos para apartar sus nalgas hacia los lados.
Desde mi posición, podía ver perfectamente mi objetivo, un tanto enrojecido por.
la fricción con mis dedos.
Apunte mi dureza hasta que la cabeza de mi pene tocó su ano.
Avancé despacio, muy lento, comencé a descender por su ano, asegurándome de qur lo disfrutara, centímetro a centímetro iba acabando con su virginidad anal hasta que en un ligero último empujón, mis testículos tocaron su piel.
La tenía toda adentro, Alicia se mordía los.
labios y me pellizcaba los brazos un tanto adolorida.
– Tu culo es increíble, nunca pensé decirle eso a mi propia prima, pero era la verdad: la presión que ejercían sus intestinos sobre mi pene no tenía igual, sus ano me devoraba entero y comencé a bombearla mientras la besaba.
Le dolía, pero no lo suficiente como para pedirme que parara.
Tenía una sonrisa en los labios que no tenía precio.
Parecía realmente feliz.
-Alicia no puedo más, nunca había tenido sexo así con ella y mis ganas de eyacular eran demasiado grandes, la chica me rodeo con sus brazos.
-Solo hazlo, confío en ti, esas palabras de completa entrega terminaron por derrtir cualquier intento de mi parte por resistir un poco más el embate de du culo, me corrí con fuerza, apuntalando todo mi peso contra su ano, vaciando mis bolas por completo, inundando a mi prima con.
mi semilla.
Salí de su trasero y cai rendido a su lado.
Alicia me acarició el cabello suavemente mientras se acurrucaba a mi lado.
-¿Te lastimé?,
-Quizas un poco peor estoy bien, dijo antes de cerrar los ojos para dormir a mi lado.
FIN DE MA TERCERA PARTE
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