La esposa de mi hermano
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Alejandro de 26 años.
Soy alto (1.82 mt), delgado y la naturaleza me dotó de un buen miembro de 9 pulgadas y gruesa.
Tengo un medio hermano (solo de papá), que vive en la ciudad.
Yo soy como dicen la oveja negra de la familia, no tengo trabajo, fui casado y divorciado para mi corta edad.
Me gusta la parranda y beber con mis amigos me encanta.
Además tengo tatuajes en varias partes del cuerpo, lo cual me ha causado problemas con mis padres y hermanos.
Y por cuestiones de buscar trabajo, tuve que visitarlo, casi no lo veo.
Solo sé que tiene una esposa muy hermosa, ya madurita, pero tiene unas piernas y muslos increibles, además se sabe vestir muy sexy, además tiene un trasero redondo y grande.
Almorcé con ellos y me invitó a quedarme en lugar de pagar hotel.
Pensé que era casualidad, pero las veces que voltee a ver su esposa que llamaré Karla me estaba viendo y me sonrió de forma rara.
No le tomé importancia.
Pero durante la comida le hice un par de cumplidos a mi hermano, por la mujer que tenía a su lado, que se conservaba tan linda como hace muchos años.
Karla me dijo que me podía acompañar a algunas entrevistas de trabajo que tenía que hacer.
Al otro día, me levanté temprano para las entrevistas, esa noche me jalé la pija pensando en Karla, tremenda hembra.
Karla sacó el auto y la vi, llevaba una falda negra pegada a su cuerpo, no tan corta, pero las medias negras la hacian lucir como una modelo o actriz.
Le tiré varios piropos.
Ella me pidió que manejara, ella se sentó a mi lado.
Durante el recorrido, charlamos de varios temas, pero siempre le tiraba yo lo hermosa que se conservaba y los hombres que tendría locos por ella.
-ayy no, como crees, yo soy casada y amo a tu hermano- me decía, pero cada vez con menos seguridad.
Luego de un par de entrevistas fallidas.
Almorzamos en el camino.
El restaurante estada lleno, asi que nos sentamos en una mesa para dos, muy pegados, tanto que a veces chocabamos las rodillas el uno con el otro.
Alli fue donde con una mano le toqué las piernas, con el pretexto de sentir la tela de sus medias, ella se sintió incomoda, pero conforme lo hacía, ya no dijo nada.
Los toques se volvieron caricias.
Pero, -que haces?, si eres un chaval apenas- y me retiró la mano.
-perdoname por favor, me dejé llevar, es que eres tan hermosa y un cuerpo de angel, que quise soñar un poco- le dije
Eso pareció caerle muy bien.
En el auto igual, con pretextos, le tocaba las piernas, ella me retiró la mano en dos ocasiones, en la tecerera me dijo -eres intratable, qué quieres hacerme?, recuerda que soy la esposa de tu hermano- me dijo ya molesta.
Sin embargo no me retiró la mano, yo la dejé en su rodilla.
Segui manejando, y mi mano la fui subiendo hasta llegar al limite de la falda negra que usaba.
Para mi sorpresa, ella abrió las piernas.
Metí mi mano y estuve en su entrepierna a escasos centimetros de su panty.
La miré, ella me miró y luego me sonrió, eso era un si sin hablar.
Mis dedos tocaron su panty sobre su rajita, tenía un calzoncito de encaje delgadito, sentí sus labios vaginales y le acaricié delicadamente, suave y ella entonces me acarició el brazo.
Eso significaba que aprobaba lo que hacía y le gustaba.
Busqué la línea de su panty y metí mi mano, ella se acomodó mejor en el sillón y abrió otro poco más sus piernas, pude sentír su sexo piel a piel, sus labios vaginales y su clitoris.
Seguí en lo mio, acariciando y explorando ese bello coñito.
Ella emitió un gemido en voz baja.
Llegué a una cola de autos, había tráfico, pero era mi suerte, pues casi nos fuimos muy despacio, lo suficiente para concentrarme en su rajita e intentar meterle un dedo en su vagina.
Lo fui insertando y me sorprendí lo mojada y caliente que estaba mi cuñadita madura.
No se cuanto tiempo estuvimos asi, es decir con mi mano acariciando su sexo y mi dedo dentro de su vagina.
Pero puedo decir que unos diez minutos aproximadamente.
El tráfico se hizo menos intenso y recibí un mensaje, al lado de la calle había un motel, de esos que se usan hoy día para hechar un palo con la novia o amante.
Giré el auto y entré, tenía estacionamiento para autos cada cuarto.
Entre y automaticamente la persiana de la entrada se cerró.
Hasta ese momento Karla se dio cuenta de lo que había hecho.
-que te pasa?, crees que soy una de tus putas!!- estaba molesta.
Y dije lo que se me ocurrió en ese momento.
-solo es para descansar un rato, por favor no te molestes.
Además eres tan bella y desde hace tiempo me quitas el sueño, solo quiero estar contigo a solas, un rato, nada de sexo- todo lo último que dije eran unas mentiras enormes.
Ella se calmó, nos bajamos y subimos a la habitación.
Yo me senté en la cama, ella se quedó parada con las manos cruzadas.
En eso me dijo que iría al baño.
Yo me quedé sentado, prendí la tv y puse noticias.
Ella se tardó, pasaron cinco, diez, quince minutos y no salía.
hasta me preocupé.
En eso salió y tremenda sorpresa, venía en ropa interior, con las medias puestas y sus zapatos de tacón, toda una reverenda hembra.
Se metió entre las sabanas y me dijo,
-bueno que esperas, vas a ver televisión todo el tiempo-, eso fue música para mis oidos.
Me avalancé sobre ella, la besé y ella correspondió.
Yo le tocaba sus senos y mis besos fueron pasando por su mejilla, luego el cuello y sobre el sosten que era delgado y casi transparente.
Lo hice a un lado y mamé sus senos, me imagino que le puse mucha emoción a mis chupadas pues me dijo que me relajara que no fuera tan brusco.
Ella se quitó el sostén y tomando cada teta con sus manos, me las puso a mi disposición, chupé y mamé cada teta de sus manos, me la intercambiaba a cada momento para degustar a las dos por igual.
Ella comenzó a cerrar sus ojos por espacios de tiempo, era una señal que se estaba excitando y que le gustaba como se las mamaba.
Metí una de mis manos entre su panty y le acaricie el sexo como lo hacía en el auto, asi que mientras mamaba sus tetas, le tenía un dedo en su raja caliente.
Luego de varios minutos asi, ella tomó el control me empujó hacia atras, poniendome acostado boca arriba en la cama, me quitó los zapatos, calcetines, luego el pantalón y por último el boxer, cuando vio mi erección y el tamaño de mi verga, se llevó la mano cerrada a la boca, -chico, que vergón te andas, uuy que grande-.
Pero eso no le importó mucho, pues la tomó me pajeo un poco y luego comenzó a darle besitos y lenguetazos a mi verga, luego la metía a su boca y la chupaba, al rato la sacaba y me decía -ayy no que vergota, no lo puedo creer-, definitivamente la verga de mi hermano debe ser pequeña.
Luego se quitó el panty y subiéndose encima de mi verga se la clavó todita, hasta que desapareció en su vagina, la cual estaba hecha una agua, mojadisima y caliente, las más caliente que había sentido en mi vida.
Luego se puso a cabalgarme, en pocos segundos subió su ritmo de lento a muy rápido, la cama hacia ruido de la fuerza que Karla le ponía a sus movimientos de caderas.
Además ella pegaba cada gemido y quejido, que crei que estaba poseida.
-ayyy que rico cuñado, como me coges, qué rico, assiii dame verga.
que ricoo, cógeme.
y es que yo la tenía agarrada de sus nalgas y me movía para que cada ingreso a su raja fuera duro y profundo.
Entonces le vino un orgasmo, ella lo anunció y lo gritó a todo pulmón.
Yo aún podía aguantar otro rato.
Lo que hice fue empujarla hacia atras y ahora yo me monté encima de ella, le abrí las piernas y poniendo mi verga en su raja la comencé a coger duro, yo me levantaba y caía mi cuerpo sobre el de ella, mi verga entraba y salía duro de su raja, sentí lo mojada de su eyaculación, ella me abrazó con sus piernas y entramos a un vaiven riquisimo, ella anunció otra corrida y yo no pude más y comencé a soltar esperma dentro de su raja, los gemidos de ambos se entrelazaban por turnos.
-qué rico estuvo.
– me dijo ella cuando hubo calma.
No he terminado le dije y la puse en cuatro, tuve la belleza de su enorme culo de frente a mi, no pude contenerme y comencé a besarle y a lamerle su culo y su raja por detras, le metí dos dedos a su raja dilatada y me puse a chuparle el ojete del culo.
La quería calentar de nuevo y no tardé mucho en lograrlo.
Ella misma me pidió que se la metiera de nuevo.
Asi que saqué mis dedos mojados de su raja y colocandome atras, tomé mi verga con la mano y se la puse en la raja.
Empujé y se la metí todita.
Luego comencé a moverme, suave pero bien profundo.
Ella comenzó a dar de gritos, más que la primera vez.
Se volteo hacia mi y me dijo que era la pose que le gustaba más, ser poseída en la posición canina.
Llegué a darle tan duro en la raja en esa posición, que se desplomó en la cama cuando le embargó otra venida, yo seguí encima de ella cogiendola, no paré de moverme dentro de su vagina hasta que comencé a sacar nuevamente esperma ante los gritos de Karla.
Que rica mi cuñadita madura.
Sabe lo que es coger rico.
Salimos del motel como dos horas después de haber ingresado.
Fuimos a las otras entrevistas y conseguí por fin un empleo.
Me mudé a la ciudad, alquilé un apartamento pequeño y saben quien fue mi primera visita, adivinaron, mi cuñada.
Le di otra recordada cógida.espero relatarla también.
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