LA FIESTA COSTUMBRISTA III (FINAL)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por hot_3814.
FIESTA COSTUMBRISTA III ( final).
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Luego de aquella mamada espectacular que Esteban le propinó por vez primera a su cariñoso padre, la que le dio un placer infinito que tanto necesitaba, se quedaron abrazados por un rato en la cama.
Miguel pensando en lo ocurrido y con un dejo de remordimiento ya que si bien lo disfrutó a plenitud y, según observó su hijo también lo hizo, no dejaba de rondar su mente el hecho de estar cometiendo una aberración, algo contra natura ya que a fin de cuenta se trata de su hijo.
Desechó rápidamente esos pensamientos.
Se levantó y se metió a la ducha,ya que con la excitación había sudado y aún tenía restos de semen, que necesitaba quitarse.
Estaba preocupado de jabonarse y ensimismado en sus pensamientos que no se dio cuenta que Esteban había entrado al baño y prontamente estaba a su lado bajo el agua tibia que le recorría el cuerpo.
Lo miró y una sonrisa amorosa le saludó y se acercó a él y le pidió que le enjabonara, dándole prontamente la espalda para que iniciara esa labor lo que se apresuró a hacer, y lentamente sus manos fueron bajando por su espalda hasta las zonas más íntimas con lo que involuntariamente nuevamente empezó a tener una erección.
Dejó de lado sus remordimientos anteriores y se dejó llevar nuevamente por los sentidos.
Su hijo prontamente sintió contra su espalda algo que le hacía presión en un punto, por lo que se dio vuelta y rápidamente le tomó el pene a su padre y se lo metió en la boca.
¡Miguel nuevamente exclamó un OOOOH! al sentir esa boca que abrasaba su pene que ya estaba a mil y prontamente se inició un mete saca que mostró el rápido aprendizaje de su hijo que ya le mamaba como un experto.
Rápidamente, lo toma y lo lleva nuevamente a la cama, donde lo empezó a devorar a besos en todo su cuerpecito y buscando con ansias su huequito anal, pasando su lengua en especial ahí e introduciendo un dedo el que era lubricado con una crema que convenientemente estaba en su velador.
Poco a poco el dedo fue entrando en el virginal hoyito el que a poco andar ya estaba siendo invadido por un segundo dedo, no sin cierta dificultad.
Lo acomoda entonces boca abajo en el centro de la cama, con una almohada bajo su vientre lo que dejaba su culito en pompa y acercó su pene ansioso que ya exudaba el líquido preseminal que apoyaría la labor de lubricar.
Puso su pene a la entrada del huequito deseado e hizo presión…………sin embargo, nada se consiguió, que era muy estrecho para el volumen de su verga, bastante más gruesa.
Tomó más crema e inundo el ano deseado, así como su pene y nuevamente intentó, pero no fue posible, ni siquiera entraba el glande y a pesar de la emoción del momento estaba consciente que debía ser cuidadoso de no ocasionar una lesión que después le hiciera arrepentirse.
Esteban se movía con intención de ayudar, pero nada ocurría.
En una idea de lograr el objetivo, se acuesta de espalda y le dice al niño que trate de sentarse sobre su hirviente verga, lo que el niño trata de hacer con no poco esfuerzo, pero sus gestos de dolor indican la imposibilidad del cometido.
Miguel reacciona y se limpia la verga y nuevamente pone en ella la boca de su bebe en una posición 69 lamiendo sus huevitos, su penecito y su huequito introduciendo sus dedos a lo que prontamente y como efecto de la ya experta mamada de su hijo, nuevamente empezó a lanzar chorros de leche en aquella boquita ávida, entre gemidos y espasmos.
Luego de aquella segunda dosis de placer con amor, se quedaron dormidos abrazados, no sin antes Miguel dar vuelta en su mente los hechos ocurridos y que cambiaron su vida para siempre.
De ahí en adelante todos los días se repetían las dosis de abundante leche para Esteban, lo que ya pasó a ser parte de su dieta alimenticia, varias veces al día y que él siempre recibía ansioso y sonriente.
No obstante, lo anterior, en la cabeza de Miguel seguía rondando la idea de una penetración en el culito de su hijo, que hiciera total su entrega, y a pesar de nuevos intentos, ello no fue posible a pesar de los esfuerzos de ambos.
Ante ello se decidió a algo que en otras circunstancias le hubiera resultado impensado y se puso en campaña.
El día domingo fueron juntos a ver los partidos de futbol que cada semana se desarrollan en la localidad, lo diferente fue que Miguel llevó a Esteban a los vestuarios al finalizar cada uno de ellos y en especial a la zona cercana a las duchas donde pudieron ver a los jugadores en su desnudez.
Todos conocidos, que lo saludaban afectuosamente y le comentaban lo grande que ya está Esteban.
Lógicamente podían ver el tamaño de las vergas de casi todos ellos, las que eran de distintas tamaños y colores.
Esteban miró a su padre quien le respondió con una sonrisa cómplice, pero sin decir palabra, pero ya entendiendo cual sería la idea.
Miguel hizo una “preselección” mental entre los jugadores que pudo mirar.
los que eran de más confianza y de una verga no tan grande que pudieran servir a su objetivo.
Ya con ello claro, regresaron a su casa donde apenas llegados lo llevó al dormitorio a darle su dosis de vitaminas e idealizando lo que prontamente realizaría.
El día lunes apenas salió del trabajo se dio una vuelta por un lugar donde sabía encontraría a Juancho, uno de los futbolistas preseleccionados y le invitó a una cerveza.
Juancho es un buen tipo de 29 años que vive con su madre, de contextura normal, lampiño y a quien le vio un pene de menor tamaño que serviría para sus requerimientos, le gusta que siempre ha sido un tipo introvertido y que no se le conoce pareja y que podría servir a sus intenciones.
No se anduvo con rodeos, al primer trago le preguntó si le gustaría comerse un culito virgen, que necesitaba un pene urgente.
Juancho abrió tamaños ojos y le preguntó porque no lo hacia él mismo y le dijo que para primera vez el suyo era demasiado grande, que él lo tenía de tamaño ideal para después seguir en segundo tiempo.
Lo que si le pidió encarecidamente Miguel a Juancho que todo debía ser muy discreto y que lo había elegido a él porque sabe que es una persona muy confiable.
Juancho agradeció los elogios y le dijo que le encantaría probar un culito virgen, sin siquiera imaginarse que estaban hablando del propio hijo de Miguel, pero que acorde a lo que de él se esperaba, no hizo mayores preguntas.
Partieron entonces rápidamente hacia su casa, donde Esteban no imaginaba la sorpresa que su padre le traía y Juancho ya empezó a imaginar de que trataba todo, pero guardó silencio.
Apenas llegaron a la casa, Miguel llamó a viva voz a Esteban quien rápidamente llegó y le presentó a Juancho.
Este le saludó y dio una mirada inquisidora a Miguel quien le tomó del hombro y le tranquilizó diciéndole que todo bien, que el chico sabia todo y que estaba de acuerdo.
Dicho eso le dijo a Esteban que Juancho haría primero con él lo que habían tratado antes y luego seguiría él que así resultaría.
El niño sonrió y dijo inmediatamente que SI dirigiéndose prontamente al dormitorio.
Sin perder tiempo, Esteban empezó a desnudarse seguido por su padre, quien le dijo que ayudara a Juancho que tímidamente no hacía nada.
Esteban se fue a la cremallera del pantalón bajándosela y metiendo su mano buscando la fruta que sabía encontraría.
Juancho se dejaba hacer sin mediar palabra.
Apenas la encontró la sacó y la metió ávido a su boca y le empezó a mamar causando una inmediata erección.
Ahí ya entro en confianza y empezó a desnudarse, Miguel ya estaba desnudo mostrando su mástil en plena erección y entendió a que se refería al pedirle su participación.
Empezó a sacarse los pantalones y mirando la desnudez de Esteban, ese cuerpito blanco, menudo y lampiño pero que tenía un culazo que bien merecía ser atendido.
Miguel acostó en la cama a Esteban y le empezó a lamer el cuerpecito y le indicó a Juancho que se acercara a la boca del niño con su pene, a lo cual no se hizo repetir y ahí sintió la experta mamada del chico mirando al padre como lo devoraba a besos, lamidas y caricias con ambas manos.
Que Rico! Exclamo Juancho, ante cuya reacción Miguel tomo al niño y lo acomodo en 4 sobre los almohadones ubicados bajo su vientre, tomó la crema lubricante y le dijo a Juancho que tomara posición entre sus piernecitas, lo que hizo prontamente.
Embarduno con crema su hoyito introduciendo sus dedos y le dijo a Juancho hiciera lo mismo con su verga, y en seguida la puso en posición de ataque a la entrada del aun virgen huequito.
Puso la punta a la entrada y empezó a hacer presión entrando prontamente un par de centímetros.
Le pidió que fuera con calma y a Esteban que relajara su ano y así fue entrando poco a poco.
El pene de Juancho no era tan pequeño, quizás unos 16,5 o 17 cms, pero si delgado lo que facilita la penetración.
En poco tiempo ya estaba la mitad dentro del culito y si bien el niño emitió algunos quejidos se vio que lo soportaba sin problemas.
Miguel pregunto a Esteban si duele mucho a lo que respondió que no.
Juancho inicio un mete saca suave que poco a poco fue dejando en el interior la totalidad de la verga.
A poco andar en esa función cuando su respiración agitada anuncio una pronta eyaculación que fue real en medio de espasmos y gemidos de placer dejando todo su contenido al interior del niño.
Miguel sin perder tiempo le pidió le dejara su lugar y se instaló en la espalda del niño apuntando con su pene al huequito ya violado y dilatado que estaba rojo y chorreando semen poniendo su cabeza peneal ahí y empezando a introducirlo poco a poco.
Esta vez Si entró si bien igual se notaba que el mayor tamaño estaba presente.
El niño se quejó y apenas había entrado unos 4 o 5 cms lo que hacía patente que no solamente es más largo sino más ancho que el de Juancho.
Aun así, le metió otro poco hasta aproximadamente la mitad, pero sintió por un lado que el niño se quejaba mucho y por otro que su clímax ya venía, lo que se dio a los pocos segundos y le inundó nuevamente de semen caliente.
Por fin había conseguido entrar en la grutita anal de su hijito, para placer propio, de su hijo y curiosidad de Juancho.
Se acostó al lado de Esteban, en el otro lado, Juancho miraba y se masturbaba, demostrando que lo que estaba viendo le había gustado a rabiar.
El olor a sexo inundaba la pieza y el culito de Esteban, chorreando el líquido blanco muy irritado por la doble penetración que lo dejo de un color rojo, daba cuentas de lo recién ocurrido.
Le pregunto a Juancho que pensaba y dijo que había sido espectacular, y que si querían podía volver cuando fuera.
Y así fue esa primera vez, a la que siguieron otras más con Juancho y después con otros futbolistas, a los que ambos visitaban en los vestuarios de las canchas y elegían en común.
No obstante que ya con la participación de otros amigos se consiguió la penetración total por parte de Miguel con sus 20 cms de verga gruesa, el placer de compartirlo siguió adelante llegando a la situación en que yo tuve la suerte de conocerlos, y que me permite relatar a ustedes estas vivencias.
Me gusta recibir comentarios, para así relatarles otras vivencias y que creo les puedan gustar.
Los espero.
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