LA HERMOSA MUJER DE MI SOBRINO
Lo que les voy a compartir, hasta el momento ni yo me lo creo, porque jamás imagine que me sucediera algo así, y menos se diera tan fácilmente. Yo tengo cincuenta y dos años, estoy casado con una maravillosa mujer de cuarenta y ocho, que aún se conserva muy bien después de dos embarazos. Mis hijos y.
Lo que les voy a compartir, hasta el momento ni yo me lo creo, porque jamás imagine que me sucediera algo así, y menos se diera tan fácilmente. Yo tengo cincuenta y dos años, estoy casado con una maravillosa mujer de cuarenta y ocho, que aún se conserva muy bien después de dos embarazos. Mis hijos ya son mayorcitos porque mi esposa fue madre a los veintiún años y ellos están viviendo en el exterior. Nuestra relación íntima es muy buena y no necesito de aventuras.
Pero sucedió que hace un mes asistí con mi esposa a una reunión familiar y estando allí llego mi sobrino y cuando volteé a verlo me encontré que llego con su esposa Adriana vestida toda de negro con un pantalón y una blusa pegada al cuerpo que insinuaba su espectacular cuerpo, y digo espectacular, porque es absolutamente proporcionado, un rostro hermoso, ojos grandes, nariz respingada y sus labios gustosos, todo ese conjunto me llamo la atención y un pensamiento fugaz quedo solo en mi interior.
Me llamo la atención que durante toda la reunión existiendo otros sitios libres buena parte del tiempo se sentó a mi lado haciéndome conversación. Al verla recordé que dos días antes me había pedido un concepto sobre un tema financiero y la verdad lo había olvidado, pero ella no me dijo nada al respecto, cuando regrese de la reunión me ocupe de hacer lo que me había solicitado y se lo envié a través de un correo y al día siguiente recibí un efusivo agradecimiento.
Una semana después recibí una llamada de ella solicitándome una asesoría que deseaba fuera personal para aclarar algunos temas. Revisé que día podía atenderla y mientras lo hacía se mencionó que mi esposa estaba de viaje, así que le di tres días de opción y ella escogió.
En la fecha y hora que acordamos me avisaron de la recepción que la señora Adriana había llegado, le dije déjele entrar el auto y que suba.
Volví a mi trabajo y cuando sonó el timbre fue a la puerta, abrí y me encontré a Adriana cubierta con un abrigo largo, nos saludamos efusivamente y directamente le propuse ir a mi estudio y ver en la computadora los cálculos de la pretendida inversión.
Cuando le ofrecí asiento, ella dijo que tenía calor y se quitó el abrigo apareciendo su maravilloso cuerpo, esta vez con una super minifalda, que al sentarse, por centímetros, no quedo a la vista su ropa interior.
A continuación, estando ella a mi lado, percibí que su pierna rozaba la mía, pensé que hubiera sido algo casual y me retiré un poco, pero nuevamente volví a sentir el roce y ya no pensé que fuera algo casual y para ver su reacción le dije… Tienes unas piernas hermosas. Su respuesta fue… ¿Y te gustan? Le respondí… la verdad seria ciego si dijera que no. ¿Y te gustaría tocarlas? Cuando me dijo esto ya comencé a pensar morbosamente y mi respuesta fue… Eres la esposa de mi sobrino.
Y ella rápidamente dijo… que importa nadie lo va a saber.
La verdad esta situación me fue excitando, y decidí acariciar su pierna y sin pensarlo mucho fui subiendo mi mano hasta desaparecer mis dedos por debajo de su minifalda alcanzando a rozar su concha.
Ella me dijo… Te autorice solo mis piernas.
Le respondí… que puedo hacer, si todo está pegado.
Y sin más preámbulos me dio un beso en los labios y dijo… Bobito no te das cuenta que te estoy deseando y se rió.
Rápidamente pensé, si esto es así, este no es el lugar adecuado. Me levante la tome de la mano y nos fuimos a mi habitación. Allí cerré las cortinas y nos fundimos en un largo y apasionado beso, durante el cual no pare de acariciar sus senos y sus caderas.
Minutos después comenzamos a desnudarnos, y cuando apareció el cuerpo de Adriana cubierto solo por un diminuto sujetador y una tanga que solo le cubría su concha, mi verga se dilató a su máximo tamaño. Enseguida fui directo a acariciar sus tetas, las puse a la vista y empecé a mamarlas con efusividad, con esto escuché los inicios de su respiración agitada. Luego deslice mi mano bajo su tanga encontrando su concha super lubricada permitiéndome deslizar dos dedos dentro de ella. Esto aumento su excitación y ella misma sugirió nos desnudáramos totalmente.
A continuación, ella se acostó y al separar sus piernas yo comencé desde las rodillas a darle besos y lentamente fui subiendo hasta llegar a su concha y allí mi lengua y mis labios hicieron maravillas al punto que ella disfruto de su primer orgasmo y al concluir el placer, me dijo… mi esposo jamás me hizo sentir el sexo como tú los has hecho.
Recuperada, le dije que yo quería sexo oral y tuve que indicarle como hacerlo. Ella se esmeró y yo estaba tan excitado que pronto la tuve que detener para no explotar en su boca.
Lo que vino a continuación fue regresar al pasado unos treinta años, penetrar su concha apretadita y luego escucharla decir… desde hace un tiempo deseaba que esto sucediera, eso me transporto a otra galaxia. Ella separo lo más que pudo sus piernas y luego con ellas rodeo mi cintura. Yo estaba fascinado y no quería que esos momentos terminaran, así que nos besamos apasionadamente mientras mi verga se perdía dentro de su concha, su lubricación magnifica, en consecuencia, la penetración fue deliciosa. Pero llegado el momento de meter y sacar, no me apure, porque como les decía antes, deseaba disfrutar al límite y ella tampoco mostro afán.
Pero tarde que temprano teníamos que acelerar el nivel y eso hizo que ella comenzara a dejar salir de su boca abierta, y con respiración agitada los… ayyyy, ayyyy, ayyyy, ayyyy, ayyyy, uhmmm, que placer, sigue, sigue, me gusta, me gusta, eso, eso, así, que bien lo haces. ayyyy, ayyyy, ayyyy, ayyyy, ayyyy y al llegar el clímax, su expresión final…uhmmmmm, uhmmmm y yo por mi parte le dije… me voy a correr, ella dijo si, que rico, hazlo dentro que no hay problema de embarazo y deje toda mi carga dentro de su concha.
Nos quedamos pegados, besándonos hasta que mi verga se recogió y salió de su concha a continuación afloró mi semen y ella puso su mano para detener el flujo, entonces le alcance un pañuelo desechable, se levantó y se fue al baño.
Al regresar la vi que comenzó a vestirse, pero le pedí se detuviera y disfrutáramos una segunda follada, ella acepto y repetimos la dosis. Fue igualmente maravilloso.
Al terminar, me dijo que tenía que irse y antes de hacerlo me comento… que ella había escuchado en la reunión familiar días atrás, que mi esposa iba a viajar, por eso había decidido llamarme con el pretexto de una asesoría, pero lo que ella deseaba era estar conmigo. Le pregunte ¿qué por qué? Me dijo… porque te tengo confianza, eres muy discreto y comprensivo y porque mi marido en temas de intimidad es muy limitado. Por ejemplo, el sexo oral, yo no lo conocía.
Como los dos habíamos transpirado bastante y mi semen se había esparcido por los genitales de los dos, le propuse bañarnos y ella acepto. Se puso una toalla para recoger el cabello y entramos al agua. Yo comencé a enjabonarla y cuando recorrí todo su cuerpo me ubiqué a su espalda, esparcí mucho jabón en sus tetas y comencé a frotar sus pezones con mis uñas y en pocos minutos ella dijo… uhmmm que rico se siente, y tu verga rozando mi culo me están dando ganas que me folles por atrás, pero me da miedo que me duela.
Le respondí… yo se como hacerlo y te va a gustar.
Puse bastante acondicionador para el cabello en mi mano y lo esparcí en medio de sus preciosa nalgas, luego hice lo propio en mi verga. A continuación, le pedí que se inclinara un poco hacia adelante para buscar la entrada a su culito y como no lo pude ubicar ella tomo mi verga y la puso en el lugar correcto y con poco esfuerzo y gracias a la abundante lubricación una vez entro el glande por allí mismo siguió todo lo demás, ella solo dejo salir un pequeño gemido de… oukkkk, cuando ya la tuvo toda adentro. Pregunte… ¿te dolió? No, no, es que es la primera vez, me has desvirgado el culo, Jajajaja-
Me quede unos minutos inmóvil esperando que su cuerpo se habituara a mi verga, entretanto no pare de volver a acariciar sus senos, ahora con las manos engrasadas del acondicionador. Ella recostó su espalda contra mi pecho y decía… uhmmm, que rico, cuantas cosas me he perdido por la falta de iniciativa o de imaginación de mi esposo.
Luego sin esperármelo la fricción de mi verga en su culo y las caricias en sus tetas la llevaron a un nivel de excitación similar a un orgasmo porque comenzó a gemir… ayyyy, ayyyy, ayyyy, ayyyy, ayyyy y al llegar el clímax, su final fue…uhmmmmm, uhmmmm al tiempo que movía sus caderas clavándose una y otra vez mi verga. Yo con estas penetraciones pronto exploté dentro de ella.
Adriana quedo muy satisfecha y dijo… Ya me tendrás que enseñar algo más y riendo me dio un beso en los labios y salió del baño, se vistió y a continuación se despidió diciendo… Adiós y muchas gracias. Hasta aquí mi relato, espero no me vaya a meter en problemas.
sería mucho mejor si nos cuentas la edad de la esposa de tu sobrino