La higiene es importante
Pía tiene 11 años y es bien alta para su edad aunque recién está en desarrollo cuenta con unos pechitos como dos medios limones, pero con un culito redondo y respingón, además de suave según comprobé..
La higiene es importante.
Hola queridos amigos de SST.
Hoy les traigo una historia que me paso con mi sobrina nieta de 11 años llamada pía (obviamente no es su verdadero nombre).
Yo soy Carlos y tengo 47 años y pía es hija de mi sobrina.
Pía tiene 11 años y es bien alta para su edad aunque recién está en desarrollo cuenta con unos pechitos como dos medios limones, pero con un culito redondo y respingón, además de suave según comprobé.
Resulta que mi hermana enfermó y mi sobrina debió hacerse cargo de su hospitalización, por lo que debía distribuir su tiempo entre su trabajo y cuidar de mi hermana. Al no poder además hacerse cargo de pía, me pidió de favor cuidarla en mi casa mientras mi hermana mejoraba.
Al llegar a casa le asignamos un cuarto junto al de mi esposa y mío para tenerla cerca en caso de cualquier emergencia.
En casa acostumbramos a andar ligeros de ropa, pijamas cortos, bóxer, batas etc. Y no se nos pasó por la mente cambiar nuestra rutina por la presencia de pía en casa ya que estábamos acostumbrados tanto nosotros como nuestros hijos.
Yo paso mucho tiempo solo en casa ya que trabajo en faena minera y paso 20 días en la mina y 20 días en casa, mi esposa trabaja de lunes a sábado de 10:00 a 22:00 hrs. Y mis hijos también se la pasan fuera por su trabajos y la universidad.
Entrando al tema: quedamos solos mi sobrina y yo en casa la mayor parte del día y ella de vacaciones no tenía tampoco nada que hacer.
Al principio veíamos televisión, en la sala, películas, YouTube y videos. A veces inventábamos juegos, cosquillas o cosas que a ella le divertían. Teníamos mucha confianza, pero como se dice en la confianza esta el peligro. Yo soy muy aseado y tengo la costumbre de que cada vez que voy al baño me lavo. No cuento con videt en casa, por lo que lavo mi pene en el lavamanos cada vez. Como solía estar solo no soy muy cuidadoso con los seguros de las puertas y aveces incluso olvido cerrar las mismas, solo las empujo y la mayor parte del tiempo quedan entre abiertas.
Un día jugábamos pía y yo en la sala habíamos tomado refrescos y yo unas cervezas. Entre las risas de las cosquillas me dieron ganas de orinar por lo que me dirigí hacia el baño, entro y empujo la puerta la cual quedo a medio camino y sacando mi pené flácido comienzo a orinar. Nunca me percaté qué pía venía tras de mi con las mismas intenciones y mientras esperaba su turno vio todo mi ritual. Yo con los pantalones bajados a la altura del culo orinando y luego lavándome el pene en el lavamanos. Cuando iba a tomar una toalla de papel para secarme con su infantil y traviesa vos me pregunta
– Tío que haces? Yo me sobresalto un poco pero ya con la toalla en la mano le respondo. -Me lavé el pene- y me pregunta:
P- y para que?
C- pues para que esté limpio, para que va a ser? Siempre hay que lavarse después de hacer pis o popó, porque si no después te huele feo.
P- yo también me tengo que lavar mi cosita?
C- claro bebé
Pero yo no alcanzo ahí- me dijo señalando el lavamanos.
Pues yo te cargo le dije.
Así ella se bajó sus calzas que llevaba puestas y se puso a orinar y mientras lo hacía me miraba fijamente la entrepierna y ahí caí en cuenta que no me había cerrado el pantalón y es más, ni siquiera me había guardado mi pene que seguía colgando a todo su largo.
Al notar su mirada también yo clavé mi mirada en esa conchita pequeña y peladita mientras un chorrito salía de entre sus labios vaginales.
Cuando terminó me pregunta.
P- me ayudas a lavarme?
C- por supuesto bebé- dije tomándola en brazos con las piernas abiertas y posándola en el lavamanos abrí el agua y enjuagué su conchita suave, sin ningún pelito aun. Luego tomé un poco de jabón líquido y lo esparcí por su conchita mientras ella estaba concentrada en lo que hacía mientras esparcía el jabón por su entrepierna y hasta su cerrado culito. Luego enjuague a conciencia masajeando y pasando mis dedos por entre su labios qué se abrían tiernamente ante mis libidinosas caricias.
Cuando noté que su cara estaba roja, seguramente por mis caricias, tomé toalla de papel para secarla y una vez terminado la levanto poniendo mi nariz en su conchita aspirando su olor a limpio y a virginidad.
Cuando la bajé para que se vistiera, ambos nos dimos cuenta de que mi pene estaba duro.
P- tío que le pasó a tu coso?
C- jajajaja se me paró
P- y por qué?
C- pues porque está limpia y sabe que tu conchita también lo está y se pone feliz.
No pasó más ese día, al día siguiente después de desayunar me voy al baño y luego obvio me lavo y me voy un rato a descansar a mi cama. Pasado unos minutos llega pía preguntándome si podía acostarse conmigo a ver tv y le digo que si.
Le abro la cama para hacerle espacio y me ve que llevo un bóxer blanco que marcaba mi paquete aun flácido bajo la tela. Me pregunta si me lo había lavado y le respondo que recién después de orinar, entonces se va corriendo y luego de unos 5 minutos vuelve y se acuesta junto a mi y nos acomodamos de cucharita para ver la tv. Y la posición, el recuerdo de lo ocurrido el día anterior más la suavidad de su culito pegado a mi hizo que tuviera una erección qué fue a parar directo entre sus nalgas cubiertas por la fina tela de su pijama.
Con cara de asombro me dice
P- tío se te paró
C- si mi niña
P- y como sabe tu coso que me acabo de lavar mi cosita?
P- pues habrá sentido tu olor a limpio y se puso contento con ganas de jugar – le decía mientras le pegaba suaves clavadas justo en medio de su culito.
P- y a que juega tío?
C- pues a darle de empujoncitos a tu colita y a tu cosita.
P- Y siempre juega así?
C- si, te gusta?
P- si, se siente rico.
Yo le agarraba sus caderas trayéndola hacia mi y restregaba mi verga desde el culito hasta su conchita sintiendo todo su canal de arriba abajo y viceversa.
La apegué más y con una mano acariciaba sus pechos mientras besaba su cuello.
C- te gusta?
P- sin tioo haaa. Seh sienteh ri ricoo uoh.
C- si te bajas la pijama se siente más rico, a potito pelado.
Y se bajó el pijama dejando a mi vista su culito lindo, lisito, blanquito. Yo me bajé mi bóxer y volví al ataque, mi pene estaba súper duro y ya asomaba el líquido pre seminal. Haciendo la puntada del zapatero iba una puntada al culo y otra a su concha alternando uno a uno mientras con mis flujos y los de ella iba lubricando sus orificios poco a poco.
C- te esta gustando como mi coso juega con tus cositas?
P- si tío, me gusta mucho.
Aprovechando la buena disposición empecé a tratar de meterle de a poquito mi pene, y para esta ocasión elegí su culito. Primero porque no quería que mi calentura terminara en una penetración qué acabara con su himen roto y sangrando, lo que dejaría huellas notorias. Y segundo porque amo el sexo anal y me considero un experto en el tema.
Aprovechando la lubricación de mi precum me fui concentrando en empujar levemente su esfínter haciendo fuerza de manera aleatoria logrando avanzar milímetro a milímetro permitiendo que su ano virgen fuera cediendo y abriéndose poco a poco sin dañarla, Pía gemía suavemente mientras la punta de mi pene se adentraba abriendo su culito.
C- mmmm…te gusta?
P- mmm..siiihg
C- quieres que siga?
P- siii…despacito así…me gusta tío.
Estuvimos así por un buen rato, yo no tenía prisa y soy de buen aguante, por lo que al cabo de varios minutos su culito cedió y la cabeza de mi pene entro y con un gemido de placer de su parte, sentí como la argolla de su esfínter se cerró alrededor del cuello de mi verga.
Se sentía maravilloso, cálido, ajustado y muy morboso estarme culeando a mi sobrina nieta, de cucharita con su culito empinado y la cabeza de mi chota incrustada en su interior.
P- tío me gusta como se siente tu coso, está duro en mi potito.
C- siiii, ahora viene la mejor parte, mantente así relajada como hasta ahora, disfruta el juego.
C- Mi coso va a empezar a moverse dentro tuyo y va a entrar más. Lo sentirás muy rico te lo prometo.
P- ya tío, si se siente rico…no pare por favor.
Y poco a poquito iba retirando mi verga y volviéndola a empujar suavemente pero avanzando un poco mas en su interior. Al cabo de unos 15 minutos ya tenía tres cuartas partes de mi verga incrustada en su orto y fue el momento en que decidí dar rienda suelta a mi calentura y comencé con un mete y saca más ardiente, mis Recorridos llegaban a sacarla hasta la base de mi cabeza y volver a los tres cuartos.
En este momento ya sus quejidos eran de pasión por lo que estaba sintiendo al interior de sus entrañas, esa maza carnosa y dura que la invadía en su interior y cuya sensación se expandía por todo su joven cuerpo.
P- haaa haaa haaa tío haaa haa que me hace haaa mmm haaa
Yo seguía dándole y mi verga se iba lubricando y entrando cada vez más hasta que mis huevos chocaron contra su conchita provocándole aun mas placer si cabe.
P- tioooo haaa que rico siiii…no pare haaa no pare
La giré sobre su estómago y flectando sus piernas logré ponerla en cuatro diciéndole.
C- mamita que rico, ahora afirmate que viene la mejor parte.
La atraje hacia mi y flectando una pierna para ayudarme a dar más profundidad, empecé a darle fuerte y parejo sacando y metiendo cada vez más rápido y profundo.
Sus quejidos se convirtieron en gritos casi y los sonidos de mi pelvis contra su culo, mis bolas contra su bulla y la cama que se zarandeaba de adelante hacia atrás rebotando contra la pared era una sinfonía de ardor y placer por esa niña a la que me estaba cogiendo con un inventado juego, pero que soportaba verga como una profesional.
Al cabo de un rato y ya con nuestro sudor resbalando por nuestros cuerpos, me vine en una serie de 6 o 7 chorros de blanco y espeso semen qué derramé en lo más hondo de sus entrañas cayendo rendidos y abrazados mientras mi verga aun palpitaba en su interior.
Su cuerpo estaba rojo y su respiración entre cortada.
P- tío…que me hizo? Sentía su coso en mi pancita y muchas cosquillas en mi cosita…creo que me hice pipí.
C- hay mi vida, si supieras lo feliz que me has hecho. A mi coso le ha encantado jugar con tu culito. ¿A ti te gustó?
P- si tío, se sentía raro al principio, como un poquito de ardor, pero después me sentía como si tuviera cosquillas por todo el cuerpo.
¿Cuando volveremos a jugar?
C- pronto bebé, pronto, pero tienes que prometerme que este juego será un secreto entre tu y yo.
P- si tío te lo prometo y sellamos nuestro pacto con un beso de piquito.
Hasta aquí esta historia, espero lo disfrutarán como yo y si gustan podré contarles otras veces que jugamos y otros jueguitos qué le fui enseñando después de lavarnos, porque recuerden, la higiene es muy importante.
Que rico relato. Si alguien de aqui hace roleplay escribame por telegram para hacer roles así de ricos.
@Darkkcupcake
Excitante y.con morbo