La historia de Jorgelina
nena abusada desde pequeña, 3 añitos, 5 añitos, preñada, incesto, abuso, oyakodon.
El principio
Jorgelina de 23 años, toda una puta pervertida. Ella no estaba segura sobre quien era el padre de la criatura en su vientre pero seguramente era fruto del incesto. Jorgelina fue entrenada desde pequeña por los hombres de la familia, que se la compartían y a veces la disfrutaban en grupo. Cuando Jorgelina quedo finalmente preñada fue un momento de mucha alegría y gozo, sobre todo al saber que es su panza crecía una niña. Jorjelina era una pervertida, durante su embarazo todo se vio potenciado. A los 6 meses su panza era muy notoria sus tetas habían crecido y su concha estaba hinchada y siempre muy húmeda. Era una mujer pequeña, menos de un metro y medio y compacta. En ese estado su propio padre se la cogía duro casi todos los días aunque era más bien un tipo que gustaba de lo tradicional. Era rudo pero de gustos simples.
Su abuelo sí era más sofisticado, él la usaba generalmente los fines de semana. Se la llevaba a lugares extraño o a veces traía gente a la casa para hacer con ese cuerpecito preñado cosas muy pervertidas. También era rudo y agresivo y no le tenia ningún tipo de piedad.
Cuando era pequeña gustaba de llevarla con ropas muy sugerentes y ajustadas a jugar al parque y ver como los hombres la miraban. Algunas mujeres también la veían con ojos de perversión pero eran mucho más disimuladas y distantes. Luego de unas horas exhibiendo a su nieta Adolfo se acercaba a los hombres mas pervertidos y les sacaba conversación. Primero hablaban tonterías pero rápidamente empezaba a hacer comentarios calientes sobre su propia nieta. Hacia notar como la ajustada tanguita se encajaba en la colita de la niña. Lo apretado de su top que dejaba ver su pancita y como resaltaban sus pesoncitos que por tanto abuso estaban siempre erectos y duros.
Rápidamente las intenciones del viejo se hacían patentes y la charla se ponía muy caliente mientras contaba como la pequeña Jorgelina, que en ese entonces tenia 5 añitos chupaba pija a diario y se tragaba toda la leche que le daban.
Cuando los hombres estaban bien empalmados y ya no podrían dar marcha a tras Adolfo llamaba a su nieta y subía a la niña a su regazo restregando esa colita entangada sobre el tronco duro de abuelo mimoso mientras seguía relatando a los hombres que los rodeaban las aventuras de la pequeña zorrita.
En el amplio parque casi nadie parecía notar que en un pequeño sector la perversión se daba cita.
En ese momento el viejo hacia decir a Jorgelina la propuesta especial.
– Soy Jorgelina, tengo 5 añitos y me encanta la lechita. Quiero que me den lechita. Por favor, se las quiero chupar a todos.
La nena se ponía colorada al decir esto, un poco por vergüenza y otro poco porque su abuelo la sujetaba de sus caderitas y apretaba su paquete contra la bulba infantil. Este tipo de exhibicionismo y humillación le encantaban al viejo depravado.
Los cinco hombres estaban atónitos y mudos hasta que uno de ellos reacciono. Se acerco y dando una caricia en el rostro de la niña respondió:
– Sí bebe, te vamos a llenar de lechita.
Miro hacia los lados para corroborar que nadie viera y metió el pulgar en la boquita de Jorgelina y agrego dirigiéndose al grupo:
– Vivo acá cerca, llevemos a la putita esta y la llenamos toda.
Los demás asintieron sin poder articular palabra. El pulgar se movía en la boca de la pequeña mientras se fregaba sobre el paquete duro de su abuelo.
No era la primera vez que el viejo la pervertía así pero era la primera vez que eran tantos. Su abuelo le hizo notar que eran 5 pijas como los añitos que había cumplido hacia poco.
-Shhii aguelito. Dijo la pequeña zorra mientras el dedo adulto seguía jugando con su lengua.
-Shon como belitash.
– Sí mi amor, son como belitas. Todas para vos. Hoy vamos a festejar. Dijo Adolfo.
Su abuelo se levanto acomodando un poco la verga para que no se notara tanto la erección. Miro a su nieta y le dijo:
-Hoy te vamos a usar de recipiente de semen.
Jorgelina asintió. Estaba acostumbrados a esos tratos.
Tomo de la mano a su abuelo y todos se dirigieron al domicilio del extraño que estaba a unos 200 metros.
Apenas entraron los seis rodearon a la pequeña que ya estaba muy excitada y ansiosa. El viejo jalo a la niña y le quito el top y la pollerita mientras el dueño de casa decidió disponer dos cámaras. Adolfo lo miro e hizo un gesto de aprobación, luego beso a la niña metiendole la lengua hasta la garganta mientras en resto comenzaba tímidamente a manosearla y liberaron sus duras pijas.
Adolfo mira a la pequeña mientras dedea su conchita sobre la tanguita y le ordena que abriera la boca y no la cerrara. El viejo, ante la mirada absorta del grupo, escupió dentro de la pequeña boca de Jorgelina y en un rápido movimiento metió su venuda verga en esa boquita tierna.
Tenia que flexionar un poco las rodillas para quedar a la altura adecuada ya que la niña era muy pequeña.
La pija de su abuelo entraba y salia velozmente y el sonido en la habitacional era exquisito. Cada tanto se detenía y forzaba hacia lo profundo de esa garganta, por la que ya había soltado lechazos tantas veces. La pequeña se dejaba hacer a pesar de atragantarse y toser. Jorgelina era muy sumisa.
El viejo bombeaba la boca de su nieta mientras le indica a uno de los tipos que le atara las manitos por detrás de la espalda a lo que la nena automáticamente llevo sus bracitos hacia atrás quitándole un suspiro a todos que se conmovieron y claro, pusieron más calientes aun si se podía. El viejo estaba muy orgulloso.
– Eso putita, sos la mejor. El abuelo esta muy orgulloso de vos, sabes? – Dijo Adolfo
Mientras decía esto introducía la verga hasta la base y daba cachetadas al rostro de la niña que ya tenia sus manitos atadas.
Su abuelo dio unos bombazos duros más mientras decía a Jorgelina que abriera los ojitos y lo mirara. Ella lo hizo y los chorros de leche comenzaron a fluir por su garganta. Los demás se masturbaban y decían groserías admirados por la actitud de la pequeña.
– Que pedazo de puta, y tiene 5 añitos recién. Dijo uno.
– Que hermosura, bebe! Ya quiero coger esa boquita. Dijo otro.
Adolfo volvió a cachetear a la niña sin sacarla y hablo dirigiéndose al resto:
-Sí, es un amor. Ya ven de lo que es capaz. Quiero que la usen bien. Denle duro pero no se zarpen. Acabenle en la boca, que quiero que saboree la leche antes de tragar.
– Sí! Dijeron todos al unisono. Ya eran un equipo.
Saco la pija de la boca de su nieta, le soltó el pelo y la niña cayo de rodillas.
Sin darle mucho tiempo el que estaba a su derecha la levanto del pelo y la puso a chupar. El resto tomo confianza y volvieron a manosearla pero con más perversión. Mientras engullía verga le pasaban los glandes por la carita y uno se puso a nalguearla con fuerza mientras le decía asquerosidades.
Pasaba de una pija a otra, Jorgelina estaba como en un trace y con la boca siempre llena.
Su abuelo, que miraba la escena con cara sonriente, orgulloso y caliente, tomo una de las cámaras y se acerco para hacer algunas tomas en primer plano. Sería un hermoso recuerdo. Su nietita de 5 añitos chupando cinco pijas a la vez. Era un sueño hecho realidad. Desataron sus manitos solo para que pajiara mientras chupaba. Cuando uno anuncio que estaba por acabar Adolfo ordeno a la niña que pidiera.
– Quiero lechita de pija. Dijo la zorrita con una voz y una actitud de puta que volvió a sorprender a todos.
La baba escurría por su pechito cuando los chorros de semen comenzaron a acumularse en la boca infantil. Su abuelo filmaba de cerca. La imagen era muy excitante. Ver a una pequeña de 5 añitos ser tratada de esa manera hizo empalmar nuevamente al viejo.
– No la tragues – Le indico. – Abrí la boca y mostrame.
La nena obedientemente hizo lo que se le pedía.
– Tenela ahí hasta que yo te diga, saboreala. Agrego Adolfo.
El viejo se acomodo detrás, paso la cámara o otro y tomo a la nena con una mano del pelo mientras que con la otra guiaba su verga al anito de su nieta. Hizo bastante fuerza hasta que la cabeza entro.
– Ahora traga.
La nena trago y soltó un grito que rápidamente fue ahogado por otra pija que entro hasta su garganta mientras su propio abuelo seguía enterrando carne por su anito.
Ella gemía fuerte y parecía no controlar su cuerpo. Estaba completamente entregada. Desde lejos la niña no se veía, era muy pequeña, solo se veía un grupo de hombres adultos sudados y amontonados. Cada tanto dejaban su boca libre cara escucharla gemir y gritar de placer. Su abuelo la penetraba brutalmente mientras la insultaba y nalgueaba. Quedaba claro que Jorgelina era una nena muy especial y la imaginación no alcanzaba para pensar por todo lo que la habían hecho pasar dentro de su familia para a los 5 añitos coger así.
La siguieron usando de esa manera un buen rato. Uno a uno fueron descargando leche en la pequeña que todo se trago. Ocho acabadas fueron a parar a su pancita mientras su abuelo le taladraba la colita. Ella siempre muy obediente saboreaba y luego tragaba el semen y, en momentos de mucha calentura, daba las gracias por la lechita haciendo que Adolfo se pusiera más agresivo aún. Increíblemente todo esto parecía gustarle a Jorgelina.
Su abuelo le daba muy duro por su anito y la pequeña Jorgelina comenzó a mearse. Adolfo la levanto en el aire y sin dejar de bombear comenzó a sobar su conchita con fuerza mientras le decía:
– Sos una cerdita, te measte toda bebe. Sos una nena muy mala.
Adolfo intercambiaba las sobadas con cacheteos en la conchita de la pequeña Jorgelina que gritaba y gemía ante la mirada de aquellos 5 extraños que ya tenían nuevamente sus vergas como mástiles al ver como el viejo sacudía ese pequeño cuerpecito sin piedad.
La nena se combulciono y pareció correrse. Se corrió mientras le daban muy duro, se notaba que así le gustaba aunque estaba como desmallada.
Su bulba estaca colorada e hinchada mientras su propio abuelo seguía entrando y saliendo de su culito. La habitación era un asco y todos estaban cada vez más calientes.
Adolfo, caminando con la niña ensartada fue y se acomodo en un sillón. La besaba y chupaba una de sus orejitas mientras le hablaba.
Adolfo- Te tragaste toda la lechita bebe. Te gusto? Está toda acá, en tu pancita…
Jorgelina estaba muy bien ensartada. Contestaba y le seguía la pervertida conversación a su abuelo. Era toda una putita incestuosa.
Jorgelina- Sí Abu, estuvo riquísima. Gracias por toda esa lechita. Soy una putita Abu?
Adolfo- Si bebe, sos una nena muy muy putita. Por eso te vamos a dar mucha más lechita. Te acordás lo que hicimos con tu papá el día de tu cumpleaños?
Jorgelina- Si Abu, me ensartaron entre los dos. Una doble penetración.
Adolfo- Si mi amor, muy bien, una doble penetración. Una pija por tu culito y otra por acá, por tu conchita, dijo, mientras abría la inflamada bulba infantil.
Jorgelina- Pero Abu, me dolió mucho, casi me rompen ese día…
Adolfo- Shhh putita. Vos sos una chanchita incestuosa y es lo que tenes que recibir. Así que hoy te vamos a dar bien duro y después le vas a llevar los videos a tu papá. Sí? A vos te gusta que te coja tu papa? Contale a los hombres…
Jorgelina- Sí Abu, a mi me encanta que mi papá me coja. Mi papá me coge desde que soy re chiquita, yo no me acuerdo pero tiene fotos y videos que me muestra o pone cuando me coge.
Uno de los que miraba no se hizo esperar y se acomodo sobre la niña, apoyo la punta en la pequeña entrada y comenzó a hacer fuerza. Jorgelina se agitaba asustada pero la sostenían con firmeza, era inútil intentar zafarse. Esa segunda verga entro y allí estaba la pequeña Jorgelina, empalada por dos pijas a sus tiernos 5 añitos. Pronto las tenia a las dos bien a dentro. Se sentía extraño y le dolía pero eso parecía no importarle ni a su abuelo ni a ninguno de los cinco extraños que la fueron taladrando sin piedad, rotando y cambiando lugares. Intentabas usas su boca al mismo tiempo, para aprovecharla mejor, pero era incomodo porque su cuerpito era muy pequeño y todos los hombres eran de gran complexión.
La cerdita combulciona otra vez en una de estas ocasiones, donde estaba siendo penetrada por sus tres orificios a la vez a lo que su abuelo reacciono emocionándose apretando con mucha fuerza los pezoncitos de la niña mientras le bombeaba la colita y le gritaba que era una puta, que era mucho mejor puta que su propia madre y que la amaba mientras aceleraba la velocidad de las envestidas. El viejo le largo toda la leche en el culito, en el que ya se habían corrido los otros varias veces. Seguido, las pijas de la boca y la conchita, al ver tal manera de tratar a una nena de 5 añitos también soltaron su leche bien a dentro. Jorgelina estaba desmallada. Luego de un momento la vaciaron de sus vergas y la dejaron sola en el sillón. Tenia espasmos y balbuceaba cosas inentendibles. Los hombres la miraban muy contentos y charlaban entre ellos.
-Waw, esto fue increíble, que perrita. Así que el padre se la coge desde bebe? Pregunto uno al abuelo.
Adolfo- Sí, nació para ser cogida. También se la cogen un par de tíos y unos primos. La hacemos coger con otras nenas chiquitas, una que es su media hermana y otras dos que son primitas, dos gemelitas. No sabes el morbo que da eso. Se chupan todo y también tienen sus juguetitos jeje.
La madre también se la coge, eso es lo mas hermoso. Ver a Jorgelina siendo abusada por su propia madre, que es mi hija, es una verdadera bendición. Mi nieta es así de puta gracias a su mamá.
– Que envidia viejo, vivís en un sueño. Agrego otro mientras se limpiaba la pija.
Jorgelina seguía inconsciente y su cuerpo era recorrido por espasmos mientras de sus hoyitos brotaba semen.
– Adolfo. Bueno, pero no tiren la toalla aún. Miren, acá tengo unas pastillas para las pijas. Yo ahora le doy algo a mi nieta para que despierte y en un rato le hacemos otra ronda.
– Sí, Sí. Dale. La rompemos toda. Opinaban los extraños en comunión.
Los hombres tomaron las pastillas. Un grupo salio a comprar cervezas y algo de comida.
Mientras los demás se pusieron a ver los videos que habían filmado con la hermosa protagonista.
Bebieron mucha cerveza rápidamente. Adolfo les monstro algunos otros videos que tenia en el celular sobre las otras nenas. Videos muy fuertes. En uno se veía a Jorgelina con su mamá. Esta tenia a la niña de los pelos y la obligaba a chuparle la concha. Le estaba cogiendo la boca y la cara a su propia hijita. La mujer estaba muy caliente, como sacada. Se empezó a correr obligando a la nena a tragar y luego la comenzó a mear. También era obligada a tragar meada. Esto les encanto a todos y se decidieron. Adolfo saco un gotero de su bolso y se dirigió a la niña, no dijo que era pero le dio algunas gotas a la niña que unos minutos después estaba súper excitada y espabilada. El abuelo le dijo a Jorgelina que iba a recibir una ducha dorada y la nena comenzó a reír. Tomo a la niña de la mano y fueron todos al baño, la metieron en la ducha e hicieron que se agache, la rodearon y comenzaron a mearla. El abuelo le decía que intentara tragar y la nena obedecía. Estaban bastante cargados por toda la cerveza así que fue bastante intenso. Realmente la bañaron. También la escupían y la nena no le hacia asco a nada… era tan hermosa. Mientras iban terminando decidieron abrir la ducha y dejaron que Jorgelina se lavara un poco y el dueño de la casa le dice a Adolfo:
-Vos sabes que se me ocurrió algo, tengo un ciberiano en el patio, medio cachorro y anda re caliente. Le hicieron probas eso ya?
Adolfo- jajaja, sos un hijo de puta. No, yo no. Pero se que los primos le han hecho hacer algunas cosas con unos perros. Pero es muy chiquita todavía, es medio peligroso.
– Sí, pero la ponemos a petear y que le trague la leche al ciberiano. No te gustaría verla hacer eso?
Adolfo- Sí, la verdad que estaría muy bueno. No se va a olvidar nunca más de este día mi putita. Adolfo – Bueno dale, preparalo que ahora llevo a la perrita esta a la sala. Acomódense para ver.
Adolfo saco de la ducha a su nietita y la seco con delicadeza. Le dio un beso en la frente y le dijo que la quería mucho. Le pregunto si le había gustado? Si la estaba pasando bien. La nena contesto que estaba muy mareada y le dolía todo el cuerpo pero que le había gustado que los hombres la traten así y que cuando la hicieron acabar fue “mágico”. Que amaba a su abuelo y que le encantaba ser una putita. Esta nena era increíble, al viejo se le había parado la pija otra vez.
Adolfo- Mira bebe, quiero que hoy sea muy especial así que necesito que hagas algo. Tus primos me contaron que una vez te hicieron chuparle la pija a los perros que tienen allá.
Jorgelina- Sí Abu, es verdad, era una prenda porque perdí. Pero fue una broma. Solo les di unos besitos. A mí me gusta tu pija y la de papá.
Adolfo- Esta bien mi amor. Es algo muy lindo lo que hiciste. Se llama zoofilia. Es cuando una persona coge con animales.
Adolfo saco el celular y busco algunos videos de zoofilia donde mujeres le chupaban la pija a perros y caballos. Jorgelina estaba asombrada, sobre todo por la cantidad de leche que soltaban los caballos.
Adolfo- Bueno, ves bebe, esta muy bien. Así que quiero que ahora vayamos a la sala otra vez y hagas zoofilia, si? Hay un perro ahí y se la vas a chupar hasta sacarle toda la lechita. Sí mi amor? Lo vas a hacer por el abuelo?
Jorgelina- Sí Abu, yo se la chupo, yo hago todo lo que vos quieras.
Adolfo- ohh, mi amor. Sos la mejor nieta que alguien puede tener. Vení con migo que la vamos a pasar muy bien.
tremendo, seguilo por favor
Ya quisiera un abuelo así
Aunque no me van las mujeres
Hola quiciera hablar contigo