La Isla de las Parafilias.

Un hombre se muda a una isla sin reglas, dónde todas las parafilias son legales. Su sueño es casarse con una niña y buscará concretar su sueño. .

Capitulo 1

Aitana, la pequeña Angelito.

Concerté un casamiento con Aitana, una niña de 9 años en la Isla Filia. Vivo acá hace 10 años, llegué cuando apenas tenía unos 20 años. Lo encontré por curiosear en la Deep Weeb, en un foro se hablaba de ella como si fuera un mito, una leyenda para los fanáticos de cualquier parafilia. Vendí todos mis objetos materiales y emprendí mi búsqueda, hablé con gente poderosa y peligrosa, pero finalmente di con la isla.

La Isla Filia es un pequeño sitio donde vivimos alrededor de 500 personas. Con nuestras tradiciones y costumbres propias, una de ellas es la posibilidad de casarte con una niña. Ellas son criadas para eso, para casarse con un macho que les llene el interior de semen y les de placer. Muchas son violadas y ultrajadas, usadas meramente como objetos, de hecho, mi vecino se casó hace 2 años con una niña de 9 años, actualmente tiene 11 y solo la usa como un objeto, como un trozo de carne. Todas las noches escucho los gritos de esa niña “Detente, por favor no, ¡Me duele!” A decir verdad, me excita mucho escucharla, siempre me masturbo con sus gritos o llantos. Él fue quien me presentó a la comunidad de PeFree o los PF. Su comunidad se centra en casar a sus niños con extranjeros a cambio de favores o dinero. Estuve trabajando para ellos por un par de años, hasta que por fin me concedieron el permiso de escoger a una de sus niñas o, como la comunidad de PF le dice, una de sus pequeños angelitos.

Me fijé en Aitana desde antes de trabajar para la comunidad PF, al llegar tenía muy metido en la cabeza tener una niña como una esclava sexual, lo quería a toda costa y el hecho de pensar en cómo quebrantar su mente y romper sus agujeros hacía que mi pija explotara. Al ver esa niña jugando junto a otras niñas, usando vestidos blancos y tiaras en sus cabezas, me volvía loco. Todas eran muy lindas, pero más lo es Aitana. Una niña de baja altura, en ese momento de 7 años, con la piel blanca, delgada, rubia y de ojos claros brillantes. Una niña de manos pequeñas, delicada y con una gran sonrisa. La niña perfecta para mí. Imaginar el color de su conchita me hacía vibrar la verga y no podía esperar a tenerla en mi cama. Sin embargo, entre todas las niñas, Aitana era la más cara. Los PF son una especie de secta aria y empoderaban a quienes más arios se parecían y, Aitana, tenía todos los rasgos arios posibles. Recuerdo que la vi cuando era un bebe y vi como iba creciendo y volviéndose una mujer.

Me hice de valor para acercarme a la comunidad, el líder de ellos me saludo de forma muy cálida, me hizo sentir cómodo a pesar de mis gustos por las niñas. “Acá no existen los prejuicios, puedes cogerte una yegua y violar una niña, o ser meado por mujeres o sodomizado” Tras sus palabras recordé el nombre de la Isla y le agradecí mucho por aceptarme, le comenté que miraba mucho a la niña blanca y rubia, la de baja altura y de ojos brillantes. Si bien había otras niñas blancas, rubias o de pelo negro o de tes morena, Aitana era la niña de mis sueños. Esa niña por la que me dejaría matar en la cárcel con tal de hacerla mía. Casi cualquier precio era justificado solo por tocar su cuerpo desnudo y sentir mi verga dentro de ella, metérsela con tanta fuerza que la sangre sea un lubricante más.

Me decepcionó mucho conocer el precio de Aitana, me dijo que había muchos detrás de su pequeño culito redondo, que están juntando dinero y para poder hacerla de ellos. Un hombre quiere violarla y empalarla en la plaza solo por diversión. Sentí tanta repulsión, tanto odio y resentimiento que lo demostré en mi mirada. El líder me pidió calmarme, no era para tanto, en este sitio es normal el empalamiento de los objetos o el ahorcamiento. Hombres y mujeres suelen hacerlo por diversión y luego compran otros. Le comenté que pienso comprar a Aitana, ella será mi esposa y de nadie más. Mi deseo es cuidarla, hacerle el amor y tener una vida feliz en la Isla Filia. El líder se puso a reír, no esperaba que le dijera eso ¿Cómo alguien quiere tener una vida feliz con una niña? Más siendo de la isla Filia. No lo culpo, todos desatan sus demonios en este sitio. Pero no es mi caso, aunque me excite escuchar al objeto de mi vecino, planeo algo totalmente diferente con Aitana.

Luego de esa conversación trabajé en la huerta, le di el 90 % del patrimonio con el que había llegado, esa suma superaba al de mis contrincantes y se me permitía entrar al jardín de niños para hablar con Aitana. Era la envidia de todos aquellos que quisieran poseer el cuerpo de esta niña, todos me observaban con recelo. Le compraba dulces y golosinas para seguir siendo envidiado. Aitana me contó que su mamá le enseñó cuáles son sus tareas matrimoniales y cómo comportarse como una mujer, aunque en ese entonces ella tenía apenas 7 años, yo ya la veía como toda una mujer. De vez en cuando me queda hipnotizado observando sus piernas descubiertas, dónde sus muslos se asomaban por debajo de su vestido blanco y, ahora que estoy cerca, puedo apreciar cierta transparencia en algunas partes de su abdomen y pecho. Cada vez, luego de verla, tenía que masturbarme pensando en su hermoso cuerpo de piel blanca, con seguramente los pezones rosados y con la conchita bien rosita. No puedo esperar para cogérmela.

Cuando pasaron 2 años me presenté con el líder, había trabajado duramente en sus campos de cultivos y le había dado casi todo mi dinero y ahorros. Él estaba feliz de mi desempeñó y me comentó que nadie había trabajado tanto por uno de sus angelitos, que era digno de casarme con Aitana. Entonces sucedió. Todos los miembros de PeFree se había acercado, me dieron un traje y vistieron a Aitana con un vestido de novia, era blanco, con un corcel ajustado y con una pollera de tul corto, dejando revelada sus piernas y parte de su colita redondita. Su rostro angelical desvelaba un nerviosismo justificado, el mismo rostro que estaba cubierto por un velo transparente. Aitana tenía unos tacones blancos que levantaban su colita.

Un hombre vestido de negro, parecido a un cura, empezó a leernos los votos y juramentos “Como mujer obedeceré a todo lo que mi macho me ordene. Sea doloroso o asqueroso. Mi cuerpo le pertenece, soy un juguete. Un objeto. No sirvo para nada más que no sea satisfacer” Parecía recordarle lo que sería Aitana a partir de ahora. Ella asentía por cada palabra, asimilando su futuro conmigo y lo que le deparará. “¿Aceptas a esta mujer vulgar como su objeto de satisfacción personal?” Me preguntaba el hombre y escucharlo me provocaba salir corriendo de ahí con Aitana en brazos y cogérmela toda la noche y todo el día. “¡ACEPTO!” Grité con fuerza ¿Quién no gritaría por casarse con una niña? Una niña blanca, rubia, de ojos brillantes, virgen, con sus pezones rosas y su conchita esperando por ser abierta por una verga palpitante. Estaba con la verga muy dura. Ya no resistía más. Tenía que meterme dentro de ella. “Puede besar a su objeto” Mencionó, entonces giré algo rápido tomé a Aitana por los hombros y en total locura y desesperación, le arranqué el velo blanco transparente, y empujé mi cara frente a la de ella. Sus ojos claros brillaban por las lágrimas, su respiración acelerada y agitada solo me provocaba más, entonces empecé a besar suavemente sus tiernos y delicados labios, el interior de su boca tenía sabor a caramelos y a pude sentir un poco de chocolate en sus dientes. Sin embargo, antes de poder continuar deleitándome con el sabor de Aitana, el hombre volvió a hablar “Nosotros hacemos las cosas diferentes. El beso no es en la boca. Debes besar su concha, para que el casamiento sea concertado” Mis ojos se expandieron tan grandes como cuencos de agua, entonces me arrodillé frente a Aitana, levanté un poco su vestido corto, ella se lo sujetó para que no se cayera y sentí como mi verga se ponía dura y mucho liquido preseminal era liberado. Su bombachita era rosa claro, también había cierta transparencia y podía ver los pequeños labios de su conchita.

Coloque mis manos sobre la pequeña bombachita rosa clara, mi corazón palpitaba tan rápido como lo hacía mi verga. Empecé abajársela lentamente, viendo como su conchita empezaba a aparecer y revelarse ante mí. Me acerqué con cautela, como un monstruo asechando a una dulce princesa, el olor de su conchita se hacía cada vez más fuerte a medida que me acercaba. Entonces toqué sus labios con mi lengua, un tierno sabor a salado me transformó en algo más que un monstruo. Tomé su culo con mis manos y la empujé a mi cara, metí la lengua entre sus labios y los pasaba rápido, como si lámiela una paleta, quería hacerme de ese sabor. Tener el dulce sabor de su concha en toda mi boca, chupaba su pequeño clítoris y lamía su vagina. Sentí un tierno gemido desprendido de su boca y fue cuando metí mi mano entre sus nalgas, acaricié su ano e intenté meter un dedo, ella tuvo un espasmo involuntario, pero logré meter uno de mis dedos en su ano. Estaba viviendo en la gloria, tenía por fin a una mujer para mí, para poderme coger por siempre. Esta niña de 9 años será mía y siempre mía.