La luna de miel con mi hija «I» (6)
Les dejo mi sexto relato de esta erotica aventura con mis hijas..
Ha pasado un año desde la última vez que hice el amor con mi hermosa niña, para mi no ha sido fácil, no se si para ella sea igual porque no le he preguntado, no me atrevo hacerlo, el temor me acompaña y me impide hacerlo.
Cada día la veo mas linda, pronto cumplirá sus 14 añitos y yo mis 35 años, siento que puedo perderla, cada vez mi amor por ella crece sin control, debo contentarme con verla todos los días, abrazarla, sentirla por un momento cuando no hay nadie cerca, decirle que la amo y que deseo que pronto podamos estar a solas los dos, ella siempre me mira, sonríe, me da un beso en la mejilla y me dice que también me quiere.
La sonrisa es como si se burlara de mi, hace como dos meses, se entro a bañar y no tenia toalla, como su hermanita no se la alcanzo, lo hice yo, golpeé la puerta del baño para decirle que iba a entrar y me dijo que pasara, solo que cuando entré, estaba fuera de la ducha desnuda, casi me desmayo del susto, pero no pude ocultar la alegría que me dio verla así, estaba mas linda, sus senos habían crecido un poco y su vello puvico también, estiró su mano para que le pasara la toalla, pero yo no entre, se la lance y salí, todo paso por mi mente en ese momento, abrazarla, besarla para sentir a mi niña, solo que el miedo me congelo.
Pronto serán las vacaciones de fin de año y espero poder tener la oportunidad de estar con mi niña. He intentado poder estar a solas con ella, pero siempre pasa algo, es como si el destino se opusiera a que podamos estar los dos, me he distanciado de mi esposa, cuando hacemos el amor estoy pensando en mi bella y hermosa niña.
He decidido que no puedo dejar pasar estas vacaciones la oportunidad de volver a probar todo el amor de mi niña.
Hemos decidido con mi esposa que este año pasaremos una semana en la finca de un tío de ella, mis hijas son felices cuando van, se divierten mucho.
Se que no va ser fácil que podamos tener tiempo para estar solos con mi niña, pero debo buscar la manera de tener un día para los dos, ver cómo la convenzo para que me ayude a conseguir ese día.
Mis suegros van con nosotros y esa puede ser una excusa para lograr que mi niña esté conmigo otra vez, ellos siempre viajan primero con las niñas y nosotros viajamos unos días después, por eso he pensado que puede ser nuestra oportunidad.
Al terminar las clases de fin de año le dijimos a las niñas que iban a pasar vacaciones donde el tío de la mami y que viajan a mitad de semana con los abuelos, que nosotros viajaremos el fin de semana para estar todos, ellas quedaron encantadas, entonces aproveche un momento a solas con mi niña, para decirle que necesitaba que se quedara y no viajará con los abuelos a mitad de semana y viajará con nosotros, necesitaba que habláramos sobre algo importante que me estaba pasando y que yo quería que supiera; se quedó mirándome y con su sonrisa picarona me dijo:
Papi, qué es eso tan importante que tienes que decirme que no puede esperar a que lleguemos del viaje?
Me dejo perplejo con su respuesta, no pensé que me fuera a responder eso; tomé sus manos y le dije:
Hija, es sobre lo que tu mama no sabe que pasa entre los dos.
Esta bien, pero no se que puedo hacer para no irme con ellos y que me crean.
No te preocupes, esperamos hasta el día del viaje y cuando vengan a recogerte tus abuelos vas ha decir que te sientes mal para viajar así.
Había logrado la primera parte de mi plan, ahora esperaba que nos creyeran y viajara mi hija menor con sus abuelos.
Llegó el anhelado día, me levanté temprano para hacerles el desayuno a mis hijas y que no se fueran sin comer nada, solo que sabía que mi hermosa niña se quedaría.
Llame a mi hija menor para que se alistara pronto, después llamé a mi niña, pero ella me dijo que se sentía mal, que no tenía fuerzas para viajar, disimulando le dije:
Hija, pero estabas bien, qué fue lo que te paso;
No se papi.
Llamé a mi esposa y le dije que la niña había amanecido indispuesta y que decía que así no viajaba; mi esposa se fue enseguida al cuarto de mi niña.Que tienes mi bebe.
Mami, me siento muy mal, no se que tengo y no quiero viajar así, porque de pronto daño las vacaciones.
Pero hija, entonces debemos aplazar el viaje, si sigues enferma.
Esperemos que no sea algo malo, de pronto sea un malestar nada más, dejemos que descanse y veamos luego, que los abuelos viajen con la hermanita para que no pierdan el viaje y ella que viaje con nosotros.
Me parece bien, el problema es que no hay quien se quede con la niña y va estar sola en el apartamento dos días, dijo mi esposa.
Pues yo puedo faltar a la empresa por un día y cuidarla para ver cómo sigue y cualquier cosa la llevaría al médico.
Mi esposa aceptó, yo feliz, por fin podía estar a solas con mi niña hermosa.
Llegaron los abuelos por las niñas, pero se sorprendieron cuando les dijimos del cambio de planes, ellos dijeron que era mejor aplazar el viaje hasta que ella estuviera bien, me asuste, porque ellos insistían mucho y podían convencer a mi esposa y todos mis planes se terminarían.
Abuelos, no quiero que dañen el viaje por mi, es mejor esperar un poco y yo viajo con mis papas, ustedes viajen tranquilos con mi hermana, dijo ni hermosa niña.
Para no dejar a mi tío esperando, es mejor que viajen con Diana y nosotros el fin de semana con Marcela, dijo mi esposa.
Por fin aceptaron y viajaron los tres, mis suegros y mi hija Diana, quedé feliz cuando ellos salieron de viaje, todo había salido como lo planeamos, un día completo para los dos.
Mi esposa salió al trabajo y se despidió de nuestra niña, yo le dije que estaría pendiente de su salud si veía que no mejoraba la llevaba al médico.
Espere en mi cuarto como media hora, después de haberse ido mi esposa, no me apresure y espere a estar seguro que ella regresaría hasta la noche.
Me levanté y fui a su cuarto, aun estaba en piyama, quería estar cómodo, solo que estaba un mar de nervios, aunque mi niña me había ayudado eso no quería decir que deseaba estar conmigo otra vez.
Abrí su puerta y miré de reojo, ella estaba despierta, al verme sonrió, papi nos creyeron todo, ahora si me puedes decir eso tan importante.
Me senté sobre el borde de su cama y la tome de las manos, las apreté un poco, ella hizo lo mismo, en ese momento sentí por todo mi cuerpo un corrientazo y me puse nervioso, había planeado todo tan bien, pero no sabía cómo empezar.
Me quedé mirándola a sus ojos, suspire y le solté todo, sin pensar que ella me entendería, pronto cumpliría sus 14 años, aun era mi bella y hermosa niña.
Marcela hija, quería que estuviéramos a solas por un día y poder hablar de lo que ha pasado entre los dos, como tu no me dices nada, necesito saber que piensas de todo lo que nos ha pasado.
Cada día que pasa, mi amor por tí crece lo mismo que el deseo por estar contigo y no logro calmarlo, es más difícil, con decirte que tu mami me dice que yo tengo otra mujer, te imaginas mi niña hermosa.
No la soltaba de mis manos y ella solo me miraba, aunque se puso un poco seria no me quitaba su mirada, mi niña eran más bella ahora, era una mujercita y la imagen de ella cuando la vi desnuda en su baño no se borraba de mi mente, había crecido y eso me enloquecía más.
Papi, tú has hecho lo mismo con mi hermanita.
Me dejó perplejo con su pregunta, siempre me sorprendía con sus preguntas.
Claro que no mi vida, jamás, porque solo te amo a ti y eres tu quien despiertas toda esa locura en mi, dime porque me lo preguntas mi niña hermosa, quiero saberlo.
Como ella también es virgen como era yo y muy bonita, pensé que tú querías también que ella te diera su virginidad.
No digas eso, solo te deseo a tí, además te prometí que tu serías la única mujer virgen con quien estaría, por eso puedes estar tranquila, no me digas que tienes celos de tu hermanita mi niña hermosa.
No papi, yo te creo lo que me dices y con mi mama, como lo hiciste la otra noche.
Por Dios hija, comprende que solo te amo a ti, deseo que estés conmigo, con tu mami hace meses que no estoy, pero debes comprender que si no estoy con ella se va a enterar de lo que pasa entre los dos y tu sabes que eso acabaría con todo y nunca podríamos estar juntos otra vez.
Quiero que me digas todo lo que sientes cuando estamos los dos, cuando te abrazo, cuando acaricio tu cuerpo y tocas mi cuerpo, me muero por saberlo, que me digas que es lo que más te gusta.
Papi, eres todo lindo, hiciste todo esto para que tu y yo pudiéramos estar a solas y hacer el amor verdad otra vez, es muy loco todo.
Era difícil para mi ese momento, escuchar lo que decía, era de no creer, hablaba como una mujercita, se estaba creciendo y eso podría significar perderla por siempre.
Como sabes que es hacer el amor mi niña hermosa.
Papi ya no soy una niña, es cuando dos personas que se quieren hacen lo que hemos hecho los dos.
La solté de las manos y me levante, que pena con ella, mi pene estaba erecto, se notaba demasiado por el pantalón de mi pijama, que locura, ella no pudo disimular y se quedó mirándolo, disimule y me subí a su cama, le dije que se levantara un poco, me senté colocando mi espalda sobre el espaldar de la cama y separe mis piernas quedando su cuerpo en medio de ellas,se notaba mucho mi pene erecto, le dije que se recostara sobre mi pecho que deseaba consentirla como nunca lo había hecho.
Ella se quedó mirándome a los ojos e hizo un gesto afirmativo, no sin antes ver cómo estaba mi pene erecto, al sentir su espalda en mi pecho, fue peor, no se que me pasaba con ella, el deseo era muy fuerte, la abracé y la estreche contra mi cuerpo, luego baje mis manos y las coloque sobre sus muslos, se sentía caliente su camita y el aroma de su cuerpo era delicioso, me encantaba, por primera vez lo podía sentir, algo nuevo para mí.
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