La luna de miel con mi hija «IV» (6)

Les dejo mi cuarto relato, el siguiente es el final..
Después de hablar con su mami, se acercó y me abrazó, papi tu eres muy lindo y te amo mucho, me haces feliz y quiero que seas para mi solita, mi mami no se imagina lo que estamos viviendo hoy y menos que ahora soy tu nueva mujer.

Sabes papi, estoy feliz por estar hoy contigo, ella te tiene todos los días, pero no te hace feliz como yo verdad y eso me gusta saberlo, porque solo me amas a mi y a ella no.
Te he dicho que no puedes sentir celos de tu mamá, así son las cosas mi niña hermosa, si ella nos descubre se acabará todo y me alejen de ti para siempre, eso lo debes tener claro.

Le dije que se vistiera con la ropa que me fascinaba.
Papi, quiero probar tu semen para saber a qué sabe antes de vestirme me dejas.

No sabía que decir, me daba miedo que a ella no le gustara y después no quisiera estar conmigo.

Mi niña hermosa, si lo haces y no te gusta, ya no vas  a querer hacer el amor conmigo y no quiero que eso pase.

Papi, si yo me como tu semen puedo quedar embarazada?

Mi niña hermosa, cuando te comes mi semen con tu boca o tu anito no pasa nada, es cuando tu vagina se come mi semen, por eso después no podrás probar mi semen por tu vaginita, para evitar un embarazo.
Papi, tu quieres que yo pruebe el semen por mi anito, quieres meter tu pene por mi anito, pero eso me va a doler mucho verdad papi?
No te preocupes mi niña hermosa, que mas quisiera yo en estos momentos que me dieras el virguito de tu anito también y llenarlo de mi semen para que disfrutes aún más, pero debes esperar un poco por favor.

Tomo mi pene con sus manos y empezó a acariciarlo, no me dejó acostar, estaba excitada y deseosa de probarlo.

Quiero acostarme para sentirme un poco más cómodo y quiero que tú lo hagas también mi niña hermosa, así disfrutaras mas.

Me acosté en la cama boca arriba para que ella pudiera hacerlo mejor.

Lo que vas hacer, es sexo oral, o a mamar mi pene, quiero que sepas, que hace tiempo deseo vivir una experiencia asi me encanta que me hagan sexo oral mi niña.

Papi, tu no haces sexo oral con mama, quiero saberlo.

No, a ella ya no le gusta, pero a mi me encanta y si tu quieres probar yo dejo que me consientas y espero que disfrutes y te guste, para que lo volvamos hacerlo.

Papi, si quiero mamar tu pene y quiero que disfrutes y seas feliz, porque yo lo deseo así.

Se recosto sobre mi y con sus manos empezo a acariciar mi pene, era una locura total, no aguantaba tanto placer al mismo tiempo, llevamos dos horas solos y ya lo ibamos hacer por segunda vez, mi hermosa niña, toda una golosa para el sexo.

Papi quiero comerme todo el semen que sale de tu pene, dime cuantas veces te puede salir semen de tu pene en un día.

Mi niña hermosa hoy puede salir hasta unas tres o cuatro veces, no puedo mas porque me agoto.

Papi, quiero que salga cuatro veces, para que no le des nada a mi mama esta noche.

Eso no se dice ya sabes que no puedes celar a tu mamá, disfruta ahora de mi pene y comete todo mi semen que hoy, solo soy para tí.

Llevó su boca a mi pene, probó su cabeza y la besó, lo hizo de una manera que por poco estalló en ese momento, sus manos en mi pene y su boca también, era como si supiera lo que hacía, no podía creer lo que veía, me tenía loco.

Tome su cabeza con mis manos y la empujaba para que se lo devorara todo, sentir su pequeña boca saboreando mi pene era de muerte, no sé cómo explicar lo que ella me estaba haciendo sentir, solo deseaba que siguiera ahí, mamando mi pene y haciéndome feliz, lo lamía con su lengua, eso me dejo intrigado.

Mi niña hermosa como sabes hacerlo de bien, acaso lo has visto hacer a alguien?

No papi acaso no te gusta o lo hago mal?

Me tienes loquito, hazlo así, mama hasta que sientas que te sale mi semen, no te vayas a asustar porque es calientico.

No puede aguantar más de 10 minutos así, con intervalos cuando ya no aguantaba, solo que mientras ella mamaba mi pene, mis manos recorrían sus piernas y llegaban hasta su vaginita y metia suavemente mis dedos, estaba mojada, se había excitado mamando mi pene.

Que sorpresa sentir su vaginita que con sus vellos me hacían cosquillas y su pequeño huequito se sentía increíble, ahora entendía porque mi pene entraba tan forzado.

No descansaba, no sacaba mi pene de su boca, el apetito que tenía por él era enorme, pero ya no aguantaba mas y le dije:

Mi niña hermosa voy a venirme, ya no aguanto mas, comete toda mi semen; empuje un poco mi pene mas en su boca, ella no lo soltó de sus manos, mi semen salió dentro de su boquita, estaba aterrado, mi hermosa niña no quería soltarlo.

Tome su cabeza para que no sacara mi pene de su boca mientras me venía dentro de ella, lo que me estaba haciendo sentir era una locura total, algo nuevo para mi, ni siquiera su mami me lo había hecho así.

Saco mi pene de su boca y vi su boca llena de mi semen.

Papi, es calientico tu semen pero no sabe muy rico, quieres que me coma tu semen o no?

Haz lo que tú desees.

Ella se devoró mi semen, me demostraba que solo deseaba complacerme.

Quiero que sigas mamandolo,  lamelo otro poquito hasta que se quede pequeño.
Fueron los mejores minutos de sexo oral en mi vida y la mejor mamada que había recibido.
Papi no pense que fuera tan rico hacerte sexo oral me encanto, tu pene en mi boca se sentía delicioso, me gusto mamartelo como tu dices y me gusto comerme tu semen también, quiero volverlo hacerlo.
Ves que si me quedo gustando y tu asustado porque depronto no me gustara.
Tan solo la mire y nos abrazamos hasta quedar dormidos.
Que miedo sentí al despertar, habíamos dormido 2 horas, si alguien hubiera llegado, nos hubieran encontrado en la cama, desnudos y dormidos, no tuve cuidado de habernos colocado la ropa para no ser tan evidentes, yo desperté primero, la deje dormir un poco más.

Pensaba en que ella cambie en nuestra relación y sea más evidente con el trato hacia mi, si de pronto cambia con su mami, o, peor aún, si cuenta lo que ha pasado, todo eso pasaba por mi cabeza, es como si después de todos lo bello que había pasado, despertara para afrontar mi realidad.
Me levanté y me fui a mi cuarto para vestirme, me coloque la ropa con la que ella deseaba verme, pero pensé si me colocaba o no mi bóxer, ella dijo que no, porque yo le dije que hiciera lo mismo.

Salí de mi cuarto y pase a la sala, no entre a su cuarto, estaba angustiado, no podía creer lo que me pasaba, por primera vez sentía un miedo intenso, no podía hacerle esto a mi niña, pensaba que si ella estaba enamorada de mi, seria mas difícil para ella manejarlo, no quería romper su corazón, muchas cosas pasaban por mi cabeza y el miedo estaba dañando el momento que siempre quise vivir con ella.

Papi, papi, donde estas, escuché, ya había despertado.
Estoy aqui, te deje dormir un rato mas, por poco nos quedamos dormidos hasta la noche mi hermosa niña.
Papi, que rico dormir a tu lado desnuda me diste calorcito.

Ella ya estaba con su linda pinta, me fascinaba verla con su shorcito y su blusa, la tela era liguera y eso permitía ver plenamente su cuerpo, sobre todo sus senos y la colita.

Te ves hermosa con esa ropa, me encanta verte así, ven para donde tu papi, que deseo abrazarte.
Papi, tú me haces feliz con todo lo que me dices y además estoy asi de linda para ti papi, porque te amo.
Me dio un abrazo que sentí hasta el fondo de mi ser, sentía el amor que me decía tener.
Baje mis manos acariciando su espalda hasta llegar a su colita y se la apreté fuerte, se dejó coger bien, le sobresalía mucho para su edad, le encantó lo que hacía con su colita, apretó su cuerpo más con el mio.
Mi niña hermosa tu colita me mata y tocarte asi, enciende mi pasion.
Papi, te ves sexy, sentí que tu pene ya se paró y me encanta sentirlo.
Había pasado medio día y le dije que le iba hacer un delicioso almuerzo y luego veríamos una buena película, le pareció una buena idea y aceptó mi propuesta.
Estaba logrando que no todo fuera sexo ese día, queria compartir otras cosas con ella, aunque no niego que verla con esa ropa, me despertaba deseo.

Nos fuimos para la cocina y empezamos a preparar nuestro almuerzo, hicimos pescado acompañado de verduras, frutas y un delicioso jugo.

Papi estuvo genial la idea tuya de hacerme la enferma, no viajar con mis abuelos y pasar todo el día contigo, sabes, me he sentido muy bien y no quisiera que este día se acabara, me encanta estar así contigo no me arrepiento, me haz hecho sentir cosas muy bonitas y hemos hecho el amor sin tener miedo a quien alguien nos vea, además me has enseñado otras cosas nuevas y saber lo que sientes por mí me hace feliz papi, de verdad que estoy muy feliz.

Mi niña hermosa, eres tu quien me hace feliz, me has regalado tu tesoro mas preciado y me complaces como toda una amante experta, solo espero ser el primero en saber cuando decidas tener novio.
No papi, no quiero tener novio, si tu me das todo lo que un novio me puede dar, además te tengo todos los días cerquita a mí y me complaces con todo lo que yo quiero.

Que maravilloso escuchar lo que ella me decía, no compartiría el amor de mi pequeña.
Había escogido una película que tenía un poco  de drama, pensaba que eso ayudaría a no despertar tanto deseo y podríamos estar más tranquilos, quién lo creyera, yo deseaba bajar las revoluciones mías y las de mi niña hermosa.

Nos acostamos en el sofá a disfrutar de nuestra película, ella se recostó sobre mi pecho.
Papi, te gusta como estoy para ti, quiero ponerte loquito y que no dejes de quererme y amarme nunca.

La tomé en mis brazos y la senté sobre mis piernas, se recostó de medio lado, colocó su cabeza en mi pecho, su aroma impregnaba lo más profundo de mi ser, la abrace fuerte y con mis manos empecé a acariciar su cuerpo, no podía controlarme, mi mano masajeaba su colita y con la otra sus senos, que sensación tan poderosa e incontrolable, apretaba su colita con mi mano y la deslizaba hasta sus muslos, la excitación aumentaba cuando tocaba sus senos, mis dedos los exploraban y  apretaban un poco, ella soltaba risitas picaronas, que aumentaban mi excitación, era maravilloso todas esas sensaciones.

Papi, hoy tienes mucho deseo de mí, te gusta mucho acariciarme porque sabes que me gusta, siento que tienes tu pene grande y duro, rico sentirlo porque me encanta, vez que yo te pongo asi siempre, soy tu niña hermosa y tu mujer y tu mi papi lindo y mi hombre como dice mi mami.

Si tienes razón tu eres eso y mucho más, dime que sientes mi niña hermosa cuando acaricias mi pene quiero saberlo.

Cuando cojo tu pene con mis manos, empiezo a sentir cositas en mi vaginita y en mi estomago, me gusta sentir lo duro que es y lo rico que me hace sentir y me dan deseos que lo entres en mi vaginita, me gusto mamartelo como tu dices papi.
Por cierto porque me dijiste que era sexo oral y despues me dijiste que deseaba que te lo mamara?
Es un poco fuerte hija decirlo así, produce un poco más de excitación y además es como si estuvieras tomando tetero, porque de tanto chuparlo con tu boca al final sale lo que tu quieres, la lechita.
¿Cómo así la lechita papi?
Si es otra forma de decirle al semen, suena más excitante, por eso me gusta que mames mi pene y te devores toda la leche que salga de él, te das cuenta que excita más, no te parece?
Si papi suena mejor y a mí me gusta también, de ahora en adelante lo diremos así, hay otra forma para decir hacer el amor, mejor dicho quiero saber como se dice de una forma fuerte como dices tu papi.
Si hay otras formas, pero la verdad no me parecen bonitas y contigo quiero usar solo lo bonito, me siento mejor así y como eres aún mi niña hermosa, es mejor, pero acepto lo otro.

Levante su cara hacia mí y empecé a besarla, respondió con mucho deseo, entraba su lengua en mi boca y una de sus manos masajeaban mi estómago, despertaba deseo en mi con sus caricias y con su modo de besarme, todo era una locura, mis manos entraron por debajo de su blusa y su short, buscando sus senos y su vaginita, deseaba sentir su piel y la humedad de su vaginita, no me podia controlar, deseaba penetrarla otra vez.

Entre mi mano por detrás de su short y la lleve hasta el medio de sus piernas, al sentirla, las abrió, estaba super excitada, estaba mojadita, lista para que yo la penetrara, pero deseaba más caricias antes de penetrarla, llevarnos hasta el límite y luego hacerlo en el sofá, una locura total.