La nena de la feria
Mi corazón late a mil por hora, no sé qué podrá pasar ahora….
LA NENA DE LA FERIA
Tengo algo más de cincuenta años, tengo un puesto en la feria, fabrico artículos artesanales y los vendo.
Mi hija tuvo una nena de soltera, ahora la nena que se llama Guísela acaba de cumplir siete años, mi hija se fue a la mierda, me dejo a Guisé y se borró, no supe nada mas de ella.
Mi nieta ayuda en casa, dentro de sus posibilidades, por suerte se arregla bastante solita, es muy higiénica y servicial.
Esto empezó un domingo que lloviznaba suavemente, había pocos clientes…
Se acercó al puesto una señora muy linda y elegante a preguntar precios.
Guísela estaba guardando cosas en una caja y para hacer esto se tenía que agachar, La señora se acercó adonde estaba ella y pude ver claramente que le metió la mano en la cola.
Gusie la miró sorprendida, pero antes que pueda decir algo, le regaló un chocolate en barra, preguntándole si le gustaba y por supuesto que lo aceptó y dijo que si, chocha.
El tema es que me compró por seis mil pesos, me pagó con un billete de diez mil y cuando le estaba por dar el vuelto, me hizo señas que me lo quedara y con la cabeza me señaló a la nena, que seguía agachadita acomodando objetos en la caja.
Se acercó y le volvió a tocar la colita, me saludó amablemente y se fue.
Cuando estuve a solas con mi nieta, le pregunté que era exactamente lo que había hecho esa señora, me respondió:
“Me toco las colas, la de adelante y la de atrás” le pregunté si las dos veces habían sido iguales y me dijo que si…
Si hubiera sido un hombre el que hizo eso, le hubiera cortado las manos con mí machete, pero esto que pasó no me enojaba, me daba más curiosidad que otra cosa.
El domingo siguiente volvió, me dijo que le habia traído “ropitas” que se las tenía que probar por si habia que cambiar el talle.
La hice pasar y detrás de una mampara le sacó la remera y le puso una hermosa blusita que se veía que era de muy buena calidad.
Después le saco la pollerita y le dio un vestidito, también muy lindo, a mi nieta le brillaban los ojitos, (En general la pobre siempre usa ropa usada)
Entonces le quiso bajar la bombachita, Guísele la retuvo y me miraba un poco asustada, la señora también me miró, con una mirada como diciendo “no pasa nada”
La autorice con la cabeza, total yo estaba atento y veía todo lo que pasaba.
Le sacó del todo la bombacha, algo vieja y con manchas.
Sentí un escozor, por primera vez veía la cotorrita de mi nieta.
La mujer agarro y sacó uno de esos paños húmedos y diciéndole que era para que no manchara la bombacha nueva, comenzó a pasar el paño por el papito de la nena.
“Abrí un poquito las piernas” le pidió la mujer, Guise estaba tan entusiasmada que obedeció al instante.
Le pasó un segundo paño húmedo y finalmente como corroborando algo, le paso sos dedos con las yemas para arriba…
No sé si me pareció o qué, pero mi nieta en ese momento cerró los ojos como disfrutando esas caricias.
Le puso la bombacha nueva, era perfectamente blanca, solo tenía un corazón donde empezaba la cotorrita.
Antes de bajarle el vestido la señora le dijo que le quedaba hermosa, arrimo sus labios al corazón de la bombacha, le dio un beso ligero y me mostró como quedaba así vestida de estreno.
Ese beso que le dio me hizo “cosas” sentí dentro de mi pantalón que la pija se había vuelto dura.
“Dígame su dirección, don, así le arrimo algunas cositas que tengo juntadas”, dicho esto. Saludo y se estaba retirando.
Le dije a mi nieta que agradeciera, corrió, la señora se agachó para estar a su altura y le dio un piquito en la boca y se fue.
La feria cierra a las tres de la tarde, entre que guardamos todo, llegamos a casa a las cinco.
Mi nieta ostentaba su nueva ropa, estaba feliz.
Cuando llegamos ya estaba la señora esperando, fue verla y me puse al palo de nuevo.
La hice pasar, pidiendo disculpas por el desorden, hablamos de mi situación, y de que vivíamos solos, en un momento pregunto cómo era para mi convivir con una mujercita, era obvio que quería saber si pasaban cosas sucias.
Cambié de tema, se ofreció a sebar unos mates, mientras Gisele y yo acomodábamos y tratábamos de limpiar, para que la casa pareciera un poco mejor.
Al rato le dijo “Vení Guísele, que te muestro lo que traigo”, y la hizo sentar en su falda.
Lo primero que extrajo de su bolsa eran un par de zapatillas, totalmente nuevas y de marca.
La nena saltaba sobre las piernas de la mujer, le señaló su mejilla como para que la nena le agradeciera con un besito, pero cuando mi nieta quiso hacerlo, giro rápido su cara y termino siendo apropósito un beso en los labios.
El siguiente objeto era una especie de top infantil, le dijo que se lo tenía que probar, así que la dejo desnuda de la cintura para arriba, yo metí mi mano en mí bolsillo, tenía necesidad de masajearme la pija.
Mientras le ponía el top, le hacía cosquillas en sus tetitas, pude ver que le crecían sus pequeños pezones y le quedaban paraditos.
Después sacó un culote de color rosa brillante y dijo:” vamos a ver cómo te queda éste”
Guise estaba embobada y muy contenta, se paró sobre la mesa y se quitó la bombachita blanca, se la dio a la señora, que la toco un poco y me la dio diciendo como si nada “Esta mojadita y no es pis”
Cuando vi por segunda vez la conchita de mi nieta casi acabo en seco.
La señora antes de ponerle el culote, saco otro vestido y le dijo:
“y te regalo este si me dejas darte unos besitos” Guise gritó que sí y preparo su boquita, pero la tipa le dijo que ahí no, sin importarle mi presencia o mi reacción le dio varios besos en la pequeña vagina, mi nieta cerró los ojos e instintivamente ponía la cintura para adelante, esperando recibir más besos.
La mujer me señalo la entre pierna de la nena y con un gesto me estaba invitando a que yo también hiciera lo mismo…
Se me vinieron mil cosas a la mente, la mayoría era de rechazo, pero tenia la cabeza de mi chota aprisionada con mi mano en el bolsillo, me acerqué, mi nieta me miraba con expectativa, cuando sintió que mi cara se aproximaba a sus piernas volvió a cerrar los ojos, como para sentir lo que yo estaba por hacer… le di apenas un piquito y me alejé.
“Vamos hombre!” me dijo la señora que puso la cara un poco de costado casi por debajo de la nena, sacó la lengua todo lo que pudo y se lo fue pasando por todo el tajito, se retiro y me hizo señas para que lo haga yo también.
Ya el demonio me había dominado, la tomé de las nalgas y metí mi cara, raspándola con mi barba y lamiendo y chupando esa conchita que increíblemente estaba largando juguitos de lubricación.
Mientras hice eso, que no sé cuánto tiempo duró, la mujer se había puesto atrás mío y me estaba agarrando la poronga por arriba del pantalón con las dos manos.
Le dijo a la nena que girara y quedó de espaldas, me empujó suavemente mi cabeza para que la lamiera por atrás, mientras me había desabrochado el pantalón y lo bajaba hasta donde pudo y después también hizo lo mismo con mi slip.
Yo abrí los cachetes del culo de mi nieta y empecé a buscar con mi lengua el agujero de su culito, la tipa me masajeaba con una mano la pija y con la otra los huevos.
“Estoy por acabar” le dije, dejó de mover sus manos, pero no me soltó.
Le pidió a Guise que se de vuelta, se arrimó a su cara, saco su lengua y la fue introduciendo en la boca de mi nieta, al principio apretaba los labios, pero cuando sintió que yo seguía chupando su concha, abrió la boca, se tragó esa lengua carnosa, la chupó y luego pude ver como su lengüita entraba en la boca de la tipa.
Me agarró de la cabeza, me retiro de donde estaba me hizo mirar para arriba, la hizo agachar un poco más a Guise y nos hizo besar…Mi lengua revisaba cada lugar de esa boquita y la nena me mordía los labios.
Así estuvimos un rato, hasta que la tipa me hizo poner de pie, y me quito desde las zapatillas hasta el resto de la ropa, mi pija estaba super dura y chorreaba precum.
Me hizo sentar, puso la nena con las piernitas abiertas sobre mi falda, su tajo quedó apoyado sobe mi verga y la cabeza en el exterior.
Ella se arrodillo frente a nosotros, la nena se movía, para atrás y para adelante, se podía ver que estaba súper caliente, la mujer puso mi glande en su boca y empezó a chupar, con su nariz acariciaba la cotorra de Guise.
No pude aguantar más le grité ¡Voy a acabar, córrete!
La tipa agarró mi chota apretando para evitar que salga mi esperma, apunto al agujerito de Guísele y lo sostuvo haciendo fuerzas contra la vagina hasta que dejé de eyacular.
Levanto a la nena y la puso paradita sobre la mesa mirando de espaldas y la hizo agachar un poquito, se podía ver cómo le salía la leche de la conchita, como si le hubieran acabado adentro.
Cuando el semen empezó a bajar por sus piernitas, la señora se puso a lamer y fue subiendo hasta llegar a su agujerito y ahí se puso a chupar.
“¡Mi nieta tuvo como una convulsión y grito con un grito de placer!
Le caía como agua entre las piernas, no tuve dudas que tuvo un orgasmo.
A mi se me había vuelto a parar (Algo que nunca me ocurría)
Recién entonces la señora se quitó su ropa, solo se dejó el corpiño
Me sentó sobre la silla y ella se sentó de espaldas a mí, sin mucho trabajo me hizo meterle la pija y una vez que estuvo adentro la llamó a Guise, le tomo una manito, le hizo juntar los dedos, apunto así a su concha y le ayudó a que entrara paralela a mi pija, casi la mitad de su ante brazo entró.
Le dijo en voz muy baja y serena “Ahora trata de tocar la pija de tu abuelo”
Pude sentir los deditos de mi nieta buscando y despues su mano agarrando mi chota, todo eso dentro de la concha de la señora, apenas mi nieta me apretó con su mano, se me “escapó” toda la leche que me quedaba.
La tipa mojaba y mojaba la silla y el piso.
Cuando mi nieta saco su manito la tenía embadurnada en esperma, la tipa le lamio la mano y los dedos, se visto, ayudó a vestir a la nena que inocentemente preguntaba una y otra vez “¿Qué me pasó?”
La tipa rápidamente se preparó para irse, me dio un beso de enamorados y dijo:
“Son hermosos los dos” y se fue.
Yo sin darme cuenta, había quedado en pelotas y extrañamente con la pija al palo.
Mi nieta paradita en la silla, mirando mi pene como asombrada.
Me arrimé un poco, le señalé mi pito y le dije “¿Te gusta?” movió varias veces su cabecita diciendo que sí.
La levanté a upa, la cabeza de mi pene le quedaba justo apoyando su vulva, se me paró aún más, le fui dando besitos de lengua y la llevé al dormitorio…
Mi corazón late a mil por hora, no sé qué podrá pasar ahora…
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muy buena historia me exito mucho