LA NIÑA BONITA cuarta parte
“Tu hija es una verdadera belleza, parece una mujer en miniatura”.
LA NENA BONITA cuarta parte
Un nuevo día, hacía mucho calor, pero el agua del mar estaba extremadamente fría.
Mary quería refrescarse, se visitó para ir a la pileta, dejó que Vilma siga durmiendo…
En la pileta solo estaba la rubia, en el quincho estaba su marido con la beba en brazos.
Mary se sorprendió cuando la rubia le habló en perfecto español…
“Tu hija es una verdadera belleza, parece una mujer en miniatura”
Mary feliz de lo que oía, se dio cuenta que no habia visto a la beba de la rubia,
Sentía remordimiento por haberle puesto los cuernos…
La rubia de alguna manera sabía que Mary y el moreno habían tenido sexo, por eso le preguntó:
“Sin que te ofendas, por favor, tengo curiosidad de saber si el pene del moreno es tan grande como dice su mujer”
“¡SI!” dijo Mary de inmediato, sin dudarlo, le mostro con las manos el largo aproximado, la alemana dijo “¡HOOO!” y luego tuvo que usar sus dos manos para señalar el grosor.
“¡Mi Dios, eso debe doler!” dijo la rubia y no pudo evitar relamerse con solo usar la imaginación.
Entonces la alemana se desahogó con Mary.
“Mi marido la tiene muy pequeña, como la de un niño, y no se puede aguantar, acaba muy rápido, para tener a nuestra beba, tuvimos que usar su semen y hacer inseminación artificial, porque cada vez que me la estaba por meter, acababa,”
Mary tenía ganas de decirle que ya lo sabía.
“Que lindo debe ser tener toda la libertad de acostarte con quieras” dijo con tristeza.
Mary se compadeció, ella también había sufrido “abstinencia de sexo”.
Entonces para ver que pensaba la rubia le contó que la morena era bisexual y que era hermosa desnuda. La cara de la rubia demostró por las claras que le calentaba la conversación,
Mary se fue acercando, las dos estaban paradas dentro de la pileta, el agua le daba a la altura de sus pechos.
Mary la miro directo a los ojos, y tocó suavemente el monte de venus de la rubia, que dio un saltito por la sorpresa y le dijo “¿Eres lesbiana o bisexual?”
Como única respuesta Mary acarició a lo largo del pequeño tajo de la rubia, que la dejó hacer.
Corrió con una mano la parte de la entre pierna de la maya y metió dos dedos en su vagina…
La rubia cerró sus ojos y abrió una de sus piernas, así estuvieron unos segundos, cuando las burbujas que subían demostraban que habia tenido un squirt debajo del agua.
La alemana ahora era roja en vez de rubia “Yo…lo siento, pero no te puedo hacer los mismo”
Se disculpó, Mary comenzó a nadar y le dijo sonriendo “No te preocupes, yo estoy bien”
Mientras Mary estuvo muy entretenida, Ñoño entro a la pieza de Vilma, sin despertarla le bajo la bombachita, la nena estaba de costado…él se mojó el dedo índice con saliva y lo fue metiendo lentamente en su conchita…Vilma no se despertaba, pero jadeaba, hablaba en media lengua y movía su cola de atrás para adelante…
El gordo comenzó a mover su dedo en todos los sentidos…
Vilma de pronto dijo “¡Me orino!” Ñoño la levantó rápidamente y las puso por sobre su cabeza, la vagina apuntando su cara, abrió su boca y casi que se tomó toda la meada de la nena, muy poco cayó en el suelo,
Vilma lo miraba asombrada, no podía creer que alguien pudiera hacer eso, pero la sensación que tenía la ella, era que algo hermoso le acababa de pasar. Para colmo, para terminar de secar las gotitas de pis que le quedaban en la cotorra, el gordo le paso varias veces la lengua, dándole más sensaciónes de las que le estaban empezando a gustar.
Miró por la ventana y vio que Mary, seguía charlando con la alemana, así que la acostó suavemente y paso un trapo donde quedaban rastros de orín.
Cuando se estaba por ir Vilma lo llamó…” ¿Ñoñito, me metes tu dedito?”
“Luego princesita, te lo prometo”
Mary salió de la pileta y fue a la barra, justo llegaba Ñoño, tenía su gorda pija endurecida, apenas le cabía en el pantalón…
“Quiero dos hamburguesas para llevar” le dijo mientras no podía dejar de mirar lo que parecía un tubo de aerosol en su bolsillo.
Ñoño le hizo señas que pasara detrás de la barra, mostrándole un billete de veinte.
El gordo sacó su vergota y le mostró otro billete de cincuenta.
Mary no entendía lo que el gordo quería, entones él le dijo al oído.
“Veinte por solo chuparme la pija, setenta si te comes mi hamburguesa especial”
“Quiero los setenta” dijo Mary sin dudarlo
Mientras el gordo cocinaba la carne y cortaba verduras y el pan, Mary le hacía una paja, dándole una chupada cada tanto.
Puso un tazón cerca de su pija y le hizo señas a Mary que allí debería caer todo su semen.
“Ahora” dijo el gordo, dejó lo que estaba haciendo para gemir y gruñir mientras eyaculaba dentro del tazón… era mucha cantidad de semen….
Mary ya de pie, observaba al gordo preparar las hamburguesas.
Ponía hojas de lechuga, rodajas de tomate, una rodaja de carne…y sobre esta, esparcía una cucharada colmada de semen prolijamente cuidando que no se derramara y luego una feta de jamón y el pan.
Preparo una segunda…” ¡No! ¡A esa no le pongas nada que es para Vilma!” El gordo hizo oídos sordos, solo le mostró los setenta pesos que estaban arriba del mostrador.
“Esta te la comes aquí, la otra se la llevamos a la nena a la habitación”
Mary dudó un momento, pero accedió, se comió en cuatro bocados su hamburguesa, estaba tan bien condimentada que no sintió ningún sabor extraño…
EL gordo abrió la segunda hamburguesa y puso el resto del semen que quedaba en el tazón, esta vez desbordaba por los costados,
Ñoño tomó un plato, puso la otra hamburguesa y se encamino para la pieza de Vilma.
Estaba sentada en su cama y recibió con alegría el desayuno,
“Si no te gusta, no la comas, te preparamos otra cosa” le dijo apresurada su madre.
Vilma mordió el primer pedazo, mientras era observada por los dos, un poco de semen escapaba por un costado y Vilma lo lamio, así hasta que no quedaba más que restos de semen en sus manitos, las lamió y también se tragó.
Mary le dijo en voz baja al gordo
“Mi hija acaba de tomar una dosis de semen” el gordo riendo le respondió
“¡Y se nota que le gustó!”
Habrán pasado un par de horas y la rubia golpeó la puerta, estaba con su beba, le preguntó si podía hablar con ella…salieron al patio, a la rubia le costaba contar porque habia venido.
“El moreno me invito a ir detrás de la cabaña, y necesito que me cuides a la beba”
Mary se tentó en advertirle sobre lo que hacía el moreno, que no se dejara hacer la cola, pero iba a tener que dar demasiadas explicaciones, así que se calló.
“Por supuesto, déjanos la beba que nos encargamos Vilma y yo de cuidarla”
Supongo que por lo que pasó en el agua, habrá pensado que Mary era lesbiana, así que le agradeció con un pico en la boca y se marchó.
Les había dejado dos juegos de pañales y un biberón.
Apenas estaba mojada, pero decidieron cambiarla, Mary puso una toalla sobre la cama y le quitaron el pañal…
Las dos admiraban el papo de la beba, era enorme comparado con el resto de su cuerpito.
Vilma preguntó si podía tocar “Hazlo con mucho cuidado”
La nena acarició con sus deditos los bordes de la vagina de la beba, suavemente, la beba comenzó a reír…mientras hacían eso Mary sintió que se le mojaba la entrepierna, de no haber estado su hija, se hubiera prendido a chupar esa vaginita.
“¿Podemos darle la vuelta? Preguntó Vilma.
Giraron la bebita y pudieron ver su hermosa colita, bien redondita.
Vilma, acaricio sus cachetitos y mirando a su mamá, como pidiendo permiso, fue buscando el agujerito del culo, Mary ayudó abriendo las nalgas de la beba.
Era un agujerito diminuto y apenas marroncito, Vilma apoyo su dedo,
“¡Ten cuidado!” “¡No la vayas a lastimar!”
Vilma empezó a hacer presión y entro un primer pedazo de su dedito, la beba solo reía, supongo que sentía cosquillas. Pero cuando Vilma metió el dedo un poco más, la beba empezó a llorar…
Le dieron vuelta enseguida, como la beba seguía llorando, Mary tuvo la excusa perfecta, comenzó a besar la vulva y resoplar, haciendo ruiditos, la beba enseguida se largó a reír.
“¿Puedo?” dijo Vilma e hizo lo mismo, aunque también se podía ver que le metía la lengüita.
En ese momento escucharon gritos, gritos de mujer, de desesperación y de dolor.
“Tú te quedas aquí mirando la beba, no te muevas” dijo Mary y salió corriendo de la habitación, se escucharon un par de gritos desgarradores más y luego silencio, Mary fue a la parte de atrás de la cabaña….Vio al moreno en bóxer, dirigiéndose a la barra y a la rubia gateando como un perrito,pero con mucha dificultad, llendo hacia la playa, en el suelo cerca de donde había estado ella, habia un charco de mierda humana y mucha sangre, el rastro seguía hacia la playa, pudo ver que en dos oportunidades la rubia desfallecía y quedaba tendida en el piso y luego seguía gateando, pensó que era mejor dejarla sola.
Finalmente, la rubia llego a las olas y se quedó allí sentada, llorando.
Se topó con el marido, que habia escuchado los gritos, le dijo que estaba todo bien, para distraerlo le dijo que la beba estaba en su habitación, quería ir adonde su mujer, pero lo tomó de la mano y prácticamente lo arrastró.
Entre tanto durante este tiempo, Vilma se entretuvo chupando la conchita de la beba, tanto que ya se estaba poniendo roja, pero a la beba le encantaba.
Cuando entraron, Vilma le estaba terminando de ponerle los pañales.
El padre se llevó a la beba, Mary invito a su hija a ir al mar, Vilma le dijo que iría, apenas tuviera puesto el protector solar…” Bueno hija te espero en la playa” y se marchó a ver como estaba la rubia.
Ahora estaba en aguas más profundas, el agua salada le calmaba el dolor.
Cuando estuvieron junta la rubia le contó:
“Me rompió el culo! Tiene una pija enorme, no me entraba e igual me la metió” se largó a llorar,
Mary no sabía cómo calmarla “Mejor que te vea un doctor” le causó gracia a la alemana que me respondió “¿Y que le digo? Que me rompió el culo un negro con una pija enorme” se rieron las dos.
Mientras Vilma había ido a buscar a Ñoño, quien la sentó sobre el mostrador y le sacó la bombachita, olió y la dejó a un costado, le pasó rápidamente bronceador por la cara, por la parte de arriba de su cuerpo y por las piernas…Vilma se habia puesto ansiosa, abría sus piernas esperando…
Finalmente, el gordo mirando donde estaba su madre, se mojó el dedo del medio y se lo empezó a meter, Vilma ponía su cabeza hacia atrás demostrando el placer que le causaba ese dedo grueso, dentro de su conducto vaginal.
Para completar el placer de la niña, Ñoño se inclinó y comenzó a chuparle una de sus tetitas.
Metía y sacaba el dedo cada vez más rápido, pudo sentir que la vulva temblaba, era lo más parecido a un orgasmo de una niña pequeña.
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