LA NIÑA Y SU PAPÁ
Breves relatos de amor y abuso.
RELATO 1
Una escena inquietante y explícita en la que una niña de 10 años, con una mirada inocente y confusa, mantiene relaciones sexuales con su padre biológico. El padre, un hombre de mediana edad con una barba desaliñada y una mirada de intenso placer, está encima de ella, su cuerpo musculoso dominando el cuerpo joven y frágil que hay debajo de él. Los ojos de la niña están cerrados, sus pequeñas y delicadas manos agarran las sábanas con fuerza mientras experimenta su primer orgasmo, resultado del acto antinatural y traumático. Después de alcanzar el clímax, el padre se retira, revelando su pene erecto cubierto de una gruesa capa de semen. La niña, aparentemente obligada, abre la boca y toma el miembro de su padre, ansiosa por complacer a pesar de su inocencia. Demuestra una habilidad sorprendente cuando comienza a chuparle la polla, su pequeña boca y sus mejillas se tensan alrededor de su circunferencia. El padre observa con una mezcla de excitación y una pizca de orgullo mientras su hija le practica una felación. El clímax de la imagen es cuando el padre descarga su carga en la boca de ella y ella, con una sensación de obediencia forzada, se la traga toda, con las mejillas hinchadas y los ojos llorosos por el desagradable sabor. La habitación está tenuemente iluminada, lo que añade una capa de oscuridad a la escena ya de por sí morbosa, con un único haz de luz que ilumina sus figuras entrelazadas, proyectando sombras duras sobre las paredes circundantes. La escena está desprovista de cualquier calidez o afecto, y solo representa la dura realidad de la situación de abuso.
RELATO 2
Una escena inquietante y explícita de una niña de 10 años, con rasgos inocentes y angelicales, acostada boca abajo en una cama despeinada. Su padre, un hombre de mediana edad con una mirada de satisfacción depravada, está detrás de ella, con su considerable peso presionando ligeramente la cama. Sus pantalones están alrededor de sus tobillos, revelando su pene erecto mientras empuja dentro de su cuerpo diminuto y vulnerable. Los ojos de Lily están cerrados con fuerza, sus pequeñas manos agarran las sábanas con fuerza mientras experimenta la inquietante mezcla de dolor y el comienzo de un orgasmo no deseado y forzado. La gran mano de su padre está envuelta alrededor de su garganta, no estrangulándola, sino guiando su cabeza hacia su entrepierna. Su otra mano está acariciando uno de sus pechos subdesarrollados con una posesividad inquietante. Después de que termina, su pene se retira de ella, brillando con la evidencia de su acto ilícito. Él atrae su cabeza hacia él y ella, obediente, toma su miembro en su boca, ahuecando sus mejillas mientras practica una felación. Sus ojos, ahora abiertos y llenos de una mezcla de miedo y comprensión recién descubierta, lo miran fijamente mientras intenta valientemente complacerlo. Él llega al clímax y ella toma su semen en su boca, sin apartar los ojos de él en ningún momento, antes de tragarlo con una mueca, el sabor amargo en marcado contraste con la dulzura de su inocencia infantil, ahora irrevocablemente robada de ella. La habitación está tenuemente iluminada, proyectando sombras que parecen bailar con la obscena escena que se desarrolla en primer plano, como si la propia habitación fuera cómplice del acto. El único otro sonido es la respiración pesada y trabajosa del hombre, que acentúa los sollozos silenciosos que escapan de la boca de la niña mientras realiza este acto atroz.
RELATO 3
Una escena inquietantemente inapropiada en la que una niña de 10 años, que ha perdido la inocencia, le practica sexo oral a su padre, cuyo rostro es una máscara retorcida de depravación y lujuria. Ella se arrodilla ante él en una cama sucia y arrugada, con los ojos cerrados y una lágrima deslizándose por su mejilla, mientras toma su pene erecto en su pequeña boca. Las manos del padre están enredadas en su cabello, guiando sus movimientos, su expresión es una mezcla de dominio y satisfacción enfermiza. Ella tiene las mejillas sonrojadas y sus labios se estiran alrededor de su circunferencia, su lengua se lanza para acariciar la parte inferior de su hombría. La habitación está tenuemente iluminada, proyectando sombras profundas que oscurecen solo parcialmente la depravación de la escena. La mesilla de noche está abarrotada de latas de cerveza vacías y colillas de cigarrillos, lo que insinúa el abandono y el caos que envuelven sus vidas. El marcado contraste entre la piel joven e inmaculada de la niña y las manos ásperas y tatuadas del hombre es un escalofriante recordatorio del abuso de poder en juego. La escena culmina con el clímax del padre, mientras la niña se traga valientemente su semen, abriendo los ojos para revelar una mirada vacía que habla a las claras de su inocencia destrozada y de los horrores a los que ha sido sometida.
RELATO 4
Un escenario inquietante y tabú en el que una niña de 10 años, con la inocencia retorcida por deseos perversos, se arrodilla ansiosamente ante su musculoso padre de mediana edad. Tiene una mirada de adoración y curiosidad en sus ojos mientras envuelve su pequeña e inexperta mano alrededor de su pene erecto, que es significativamente más grande de lo que parece apropiado para la situación. El padre, con una sonrisa retorcida de amor y placer, observa las acciones de su hija con una mezcla de orgullo y perversión. Tiene los ojos cerrados, saboreando la sensación de su cálida boca mientras lo absorbe, sus mejillas se hunden con cada succión entusiasta. Su cabello está recogido en una cola de caballo con un moño infantil y usa un vestido con volantes que contrasta marcadamente con el acto depravado que está realizando. La habitación está tenuemente iluminada, con solo un suave resplandor de una luz de noche que resalta la escena, creando una atmósfera inquietante e íntima. La mano del padre descansa suavemente sobre su cabeza, guiando su ritmo mientras se balancea hacia arriba y hacia abajo. A medida que aumenta la tensión, ella se aparta y escupe una bocanada de semen en el suelo, un símbolo del oscuro vínculo que comparten y la realidad del acto incestuoso en el que acaban de participar. La expresión de su rostro es una mezcla de satisfacción e inocencia perdida, alterando para siempre la dinámica de su relación.
RELATO 5
Una escena inquietante y explícita de actividad incestuosa entre una niña de 10 años y su hermana de 7 años con su padre, que es representado como un hombre de mediana edad con sobrepeso. La hermana mayor está de rodillas frente a su padre, con los ojos cerrados y una mirada de placer fingido en su rostro inocente mientras toma ansiosamente su pene erecto en su boca, chupándolo con movimientos practicados que están mucho más allá de su corta edad. Sus mejillas están ahuecadas mientras aplica presión, mientras sus pequeñas manos envuelven la base de su eje. El padre, con una expresión retorcida de amor y perversión, la mira con una sonrisa enfermiza, sus ojos llenos de una mezcla de placer y dominio. Su vientre se abulta sobre sus pantalones, que están bajados hasta sus muslos, revelando su pene y una espesa mancha de vello púbico. En el fondo, la hermana de 7 años observa con una mezcla de curiosidad y confusión, sus pequeñas manos jugando con sus propios genitales, imitando lo que ve. La habitación está tenuemente iluminada, con sombras jugando sobre sus cuerpos, enfatizando la crudeza de la escena. La corrida del padre es captada en el aire, una gruesa cuerda de semen saliendo disparada de su pene y aterrizando en el rostro de la niña de 10 años, que está contorsionado en una expresión de éxtasis forzado. Ella abre la boca para atrapar el resto, con los ojos ligeramente llorosos por el sabor salado, mientras lo bebe con avidez. La escena está enmarcada por una cama desordenada y despeinada, con sábanas enredadas alrededor de sus piernas y ropa desechada esparcida en el piso, lo que indica una historia de tales actividades dentro de esta retorcida dinámica familiar. A pesar de la depravación, hay una inquietante sensación de amor y aceptación familiar mientras el padre acaricia suavemente su cabello, reforzando la narrativa retorcida de su relación incestuosa. Las imágenes son gráficas e inquietantes, y no dejan lugar a dudas sobre la naturaleza de los actos que se representan.
RELATO 6
Una escena perturbadora de una niña de 10 años y su hermana de 7 años participando en un acto sexual explícito con su padre. La niña mayor, con una sonrisa angelical en su rostro inocente, toma ansiosamente su pene erecto en su boca, sus mejillas hundidas por el esfuerzo de chuparlo mientras el hombre observa con una mirada de placer depravado. Su mano está enredada en su cabello, guiando sus movimientos con caricias suaves pero firmes. La hermana menor, con los ojos muy abiertos y un rubor que se extiende por sus mejillas, observa atentamente, una mezcla de curiosidad y temor. Mientras tanto, el rostro del padre está enterrado entre las piernas de la niña de 7 años, su lengua lame su vagina vulnerable y prepúber con una pasión enfermiza. La habitación está tenuemente iluminada, arrojando un brillo inquietante sobre las extremidades enredadas y las expresiones de deleite forzado. Los muebles están desaliñados, lo que sugiere un encuentro apresurado y secreto. A pesar de lo espantoso de la escena, la mano del padre descansa amorosamente sobre el muslo de la hija menor, como si quisiera convencerla de que se trata de un acto de afecto. El marcado contraste entre el amor que se refleja en sus expresiones y la abominable realidad de la situación crea una imagen tan trágica como repulsiva.
RELATO 7
Un cuadro inquietante de actividad incestuosa en un entorno familiar. En el centro, una niña de 10 años, con un rostro angelical y una expresión retorcida de placer forzado, chupa ansiosamente el pene erecto de su padre. Sus pequeñas y delicadas manos están envueltas alrededor de la base de su eje, sus ojos cerrados en una mezcla de inocencia y coerción. El rostro del padre está oscurecido por su propia mueca lujuriosa mientras se inclina para acariciar su mejilla, sus dedos enredados en su cabello. Detrás de ellos, su madre, una mujer de unos 30 años con una sonrisa maliciosa, observa atentamente, sus ojos brillando con una satisfacción perversa. Guía suavemente la cabeza de su hija de 7 años más cerca de la escena, animándola a participar. La hermana menor, con una mirada de confusión y miedo, lame tentativamente el semen que gotea de la boca de su hermana, insegura del sabor pero dispuesta a complacer. La habitación está tenuemente iluminada y la sensación de intimidad claustrofóbica se ve acentuada por las sombras que bailan en las paredes. La cama, despeinada y sucia, es el escenario de esta sórdida obra. La mano de la madre también está en su propio sexo, sus dedos se mueven rítmicamente, lo que indica su propia participación y disfrute. La escena en general es una representación de una unidad familiar corrompida por la perversión sexual extrema, donde las líneas del amor y el cuidado se han desdibujado por los deseos más oscuros.
que rico
Siii
Super
Hay fotos ?
Cómo me hubiera gustado ser una nena chiquita y que mi papá juegue conmigo de esa forma. Que sea mi hombre desde bebé y no pueda vivir ni respirar sin su pij@