La Payasita STEFY (Parte 1)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ProfeRicardo.
Esto que les contaré, sucedió cuando yo tenía 9 años.
No era un sábado cualquiera pues era cumpleaños de mi hermanito Josh quien cumplía 2 añitos y mis papás le habían hecho una fiesta muy divertida; con música, golosinas, globos y hasta contrataron un payasito muy divertido.
El payasito "chispita" utilizaba un microfonito que le hacía cambiar de voz, y su maquillaje le hacía ver bien chistoso, además era alto y un poco barrigón.
Al terminar su show y romper la piñata, algunos invitados empezaban a irse, pero otros se quedaban para cenar pues continuaría la fiesta y celebración de los adultos, es una tradición que se hace aquí en mi país, jejeje.
Chispita también cenaría pero en la cocina, antes de ello, él le pidió a mi mamá un lugar para asearse, pero no en el baño para no ensuciarlo, a lo que ella me pidió que lo guiara hasta la azotea y pudiera lavarse en la lavandería.
Cuando llegamos, él se sacó su nariz roja, los tirantes de su overol, y también la camisa, fue cuando noté que era muy velludo, lo que me causó gracia jijiji
– ¿DE QUE TE RÍES, TRAVIESA? – Me preguntó, mientras se aseaba.
– De nada jijiji, es que me acordaba de tus chistes jejejeje.
– AH PERO TU TAMBIÉN ERES BIEN GRACIOSITA, SOLO TE FALTA TU NARIZ ROJITA PARA SER UNA PAYASITA JEJE (Entonces se aproximó y con un poquito de pintura de su cara me pasó su dedo sobre mi nariz, a lo que ambos reímos).
– Oye, tienes muchos pelos jijiji.
– PUES SÍ, SOY VELLUDO COMO TU PAPÁ
– ¿Y tú como sabes que mi papa es velludo?
– AH ES QUE ES COSA DE FAMILIA.
– No entiendo pero uyyy mira te está chorreando la pintura por tu pecho, tu barriga.
¡Límpiate!
– SIIIII LO HARÉ, LO QUE PASA ES QUE TU ME DESCONCENTRAS STEFY, Y AQUI NO ME PUEDO LAVAR BIEN, YO SIEMPRE VOY A MI CASA Y ME QUITO TODO PARA LAVARME BIEN, Y QUEDAR LIMPIECITO.
– ¿Y por qué no te quitas todo? (Le pregunte muy inocente).
– MMMMM PORQUE VAYA A SUBIR TU MAMÁ Y ME VE DESNUDO PUES, NIÑA JAJA.
– Uhmmm pero mi mamá no subirá porque está ocupada con la fiesta, está atendiendo a los invitados, además yo cuido aquí la escalera y no dejo pasar a nadie.
– ¡CARAMBAS! DE VERDAD ERES UNA NIÑA MUY TRAVIESA, ¿QUÉ QUERRÁS VER?? JAJAJA.
– Yo, nada, sino que sigue chorreando la pintura y te vas a manchar el pantalón pues.
– MMMMM BUENO, ESTA BIEN, PERO TENDRÁS QUE AYUDARME A BAJARME EL PANTALÓN PORQUE YA ESTOY CON LAS MANOS MANCHADAS.
Yo no lo dudé un instante, pero antes les cuento que a mí me gustaba ver su cuerpo velludo, era así como el de mi papá; a él lo vi muchas veces en short, en calzoncillos o desnudo en la ducha, o varias veces cuando se ponía juguetón con mi mama jijiji pero eso se los contaré luego.
Bueno, fui acercándome al payasito chispita y el volvió a pintarme con su dedo mi nariz y luego la mejilla.
– DE VERAS, DE VERAS ERES UNA NIÑA MUY TRAVIESA PERO SI TE PORTAS BIEN TE DOY UN CHUPETÍN MUY ESPECIAL Y MUY RICO, YA ME PUSISTE MUY CONTENTO.
¡MIRA!
Y yo miré abajo, en su pantalón de tela suave y azul ya se notaba abultadísimo; yo sospechaba de que se trataba y ni corta ni perezosa, me lancé a jalarle de su elástico y le bajé el pantalón hasta las rodillas.
– Mmmmmmmm.
¡¡¡waoooooo!!! (Me quedé sorprendida, salió su verga y estaba dura, era muy peluda, más que la de mi papá, siempre tuve curiosidad de agarrar la de mi papá, pero ahora tenía otra y más grande y peluda delante de mí).
La agarré, la observé y luego subí la mirada y el payasito chispita me jaló un poquito de los pelos, mientras me decía:
– ¡MMMMM AHHH STEFY! YA SOSPECHABA QUE ERAS TODA UNA CHIQUILLA TRAVIESA MMMM.
(y fffggggloooggg ffgloooogggcc glooocccc.
me lo metió en la boquita, y solo me entraba hasta la mitad; era muy grueso, y sus vellitos me hacían cosquillas, pero me gustaba chupar).
– ASIIII BEBITA, ASIIII MMMM QUE RICO LO HACES STEFY.
AHHH QUE RICO CHUPAS, CHIQUITA TRAVIESAAAA.
De verdad me gustaba mamar la verga del payasito chispita, sus movimientos eran más fuertes, casi me atragantaba pero por ratos me sacaba la verga, me miraba la cara, me sonreía y me la volvía a meter.
– MMMM SIGUE, SIGUE QUE SE ME VIENE, SACALE LA LECHE A TU TIO.
Eso ultimo no entendí, pero seguí chupando porque de verdad me encantaba hacerlo; entonces, le escuché sus gruñidos, y noté que me sujetó muy fuerte de mi cabello, y sentí como resbalaba por mi garganta un líquido con sabor saladito, que no me molestó pero al sacar su verga pensé en escupir, pero él me decía:
– TRAGA, TRAGA, QUE ES RICO.
Yo tragué mucho de eso, pero aún no sabía que era, y le pregunté como toda niña ingenua y curiosa:
– ¿Qué era? Estaba salado, chispita.
– PUES, ES LECHITA DE MI CHUPETIN, ¿¿¿TE GUSTÓ VERDAD???
– Siiii…
Él se limpió como pudo, se volvió a acomodar la ropa y bajó rápidamente; yo lo hice atrás de él.
Apenas logré escuchar que mejor se iba a su casa a cambiarse el disfraz y regresaría para la fiesta de adultos.
Así que se fue sin despedirse de mí, a lo que me puse muy triste y él lo notó cuando fui a la puerta a verlo cuando agarraba su taxi, él con sus manos hizo una seña que me indicaba que regresaría pero nunca lo hizo, o eso pensé yo.
Esa misma noche pasó algo muy rico para mí, y no van a creer con quienes fue.
Continuará…
Este relato está inspirado en hechos reales descubiertos por mi buen amigo Ricardo, sobre una de sus alumnas Stefy.
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