La Payasita STEFY (Parte 2)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ProfeRicardo.
Después que se fue el payasito chispita, me quedé un poco triste, pero aún quedaban algunos niños, primitos, vecinos, con los que me puse a jugar en el patio.
Poco a poco se iban yendo, y solo quedaban personas adultas, que tomaban cerveza, vino y otros tragos, y comenzaban a bailar.
En un momento de la noche, llegó mi tío Oscar, un señor muy lindo, algo parecido a mi papá pero más alto, igual de corpulento y algo panzón jeje.
Pocas veces lo veía por mi casa, así que lo saludé con mucho cariño.
Mi papá le dijo: – Carajo Oscar, pensábamos que ya no regresabas – Y se unió rápidamente al baile y al trago.
La fiesta continuaba y mi mamá por fin llevó a mi hermanito a dormir y cada cierto tiempo me pedía que fuera a chequear si estaba bien.
En una de esas oportunidades entró mi tío Oscar, entonces:
– HOLA STEFY, SOBRINITA, ¿CÓMO ESTAS? ¿HACIENDO DORMIR A TU HERMANITO?
– Siiiii tio, pero ya se durmió jeje.
– AH QUE BUENO.
Se sentó en la cama, muy cerca de mí y me dijo:
– MIRA, TE TRAJE UN REGALITO, CIERRA LOS OJITOS.
(Yo obedecí, estaba de pie frente a él.
Cuando abrí los ojos, noté que me había puesto con una liga, una nariz roja.
Yo me sorprendí, y él me dijo:
– ¡VES! AHORA YA ERES TODA UNA PAYASITA LINDA.
(Acariciando mi mejilla).
– ¿¿que??????? ¿¿Tú eres chispita, tío Oscar????? (jajajaja él se rió).
– ¿¿¿QUÉ, NO TE HABÍAS DADO CUENTA, CHIQUITA? JAJAJAJA.
Si, así es.
Recién me había dado cuenta que mi tío Oscar era el payasito chispita; si, el mismo que me había dado de mamar su rica verga en la azotea, así que nos reímos, y al abrazarlo, él abrió sus piernas y pude sentir otra vez su rico bulto en mi vientre; él me besaba la frente, mis mejillas, mis labios, y yo le correspondía.
– MMM HOY ME QUEDARÉ A DORMIR EN TU CASA, SOLO PARA ESTAR CONTIGO, ¿OK AMORCITO?.
(Yo me puse feliz, le dije que siiiiiii).
Escuchamos un ruido en el pasillo, y él se apuró en salir, al abrir la puerta yo me escondí detrás de ella, y escuché que en el pasillo, mi padrino de bautizo le decía: – oye Oscar ¿dónde te habías metido?, vamos a seguir jaraneando, la comadre nos está retando a un bailecito de cumbia – Y se lo llevó, al rato salí yo.
Pasaba la fiesta, la bulla, algunos señores ya se les notaban borrachos jeje, incluso un viejo me sacó a bailar y me daba vueltas, todos se reían, pero a mi tío Oscar lo noté celoso jejeje.
Eran ya las 11 de la noche, y se iba el último niño con quien yo jugaba el patio, se fue con sus papás.
En total, solo habían 7 personas: mi mamá, mi papá Juan, mi padrino Hugo, un vecino y su esposa, mi tío Oscar y yo.
Cada vez que yo salía a la sala, ellos ya bailaban poco y más se dedicaban a conversar y tomar mucha cerveza, y cuando entraba por el pasillo hasta la habitación, mi tío Oscar me miraba, y me guiñaba el ojo discretamente.
Yo sabía que al entrar a mi habitación, donde compartía cama con mi hermanito, el entraría después para abrazarnos tras la puerta, besarme, y dejarme agarrarle su bulto.
Eso me encantaba.
– MMMM ESTAS CALENTITA MUÑECA.
(Un rato después llegó con un vaso de vino, y me dio de probar, la verdad me gustaba, y él aunque ya se le notaba borrachito, me trataba muy rico, por supuesto, me daba de chupar su verga gruesa por ratos).
Entonces, obviamente mi mamá, por ratos, también iba a ver si mi hermanito estaba bien y me veía mirando tv.
– Ya duérmete Stefy, es tarde, apaga todo, por tu hermanito.
– Está bien mamá pero un ratito más y ya me duermo.
– Le conté eso a mi tío y él me dijo que apagara todo y que vaya al baño del fondo del pasillo de vez en cuando y que me escondiera detrás de la cortina de la ducha; era perfecto porque había otro baño chiquito en la casa donde todos los de la fiesta estaban yendo.
Así lo hice, y claro mi tío llegó dizque a mear, yo estaba escondida detrás de la cortina de la ducha, pero no escuchaba ninguna voz, así que espié y vi a mi tío con una sonrisa pícara y mordiendo sus labios y meneando su verga dura, a lo que yo salí a lamer y chupar su rica verga, yo ya estaba con mi faldita de tirantes de dormir y por primera vez él me dio vuelta, me subió la falda y me amasaba mis nalguitas.
Nunca nadie me había manoseado así, pero me gustaba, él me jalaba el calzoncito de costado y me rosaba su dedo, yo me sentía muy caliente aunque recién tenía 9 añitos, y me puse más caliente cuando él se arrodilló y pasó su lengua en mis agujeritos, aun con algo de incomodidad, luego un dedo mojado ahí mismo.
Que rico me sentía.
Al rato se fue, me dijo:
– EN 10 MINUTOS VUELVO, AMORCITO, YA SABES.
No sé qué pasaría en ese tiempo, pero al rato, otra vez estaba yo escondida tras la cortina de la ducha, y lo escuché entrar, hacer ruido con la hebilla de su correa, y escuche el sonido típico de alguien meando.
Vaya, tal vez mi tío si quería mear esta vez, pero me dio curiosidad de verlo meando así que abrí un poco la cortina.
¿Pero? Un momento, es otro color de pantalón (pensé), alcé de a pocos la mirada, era una verga más morena y más gruesa, y sentí rico en mi panochita al ver como salía ese líquido dorado; alcé más la mirada y waoooooo que sorpresa, ¡era mi padrino! Nunca pensé que mi padrino fuera así de vergón, y además por primera vez sentí atracción por él, quien era muy mayor, unos 50 años tal vez, más panzoncito, poco pelo y además canoso, él estaba fumando un cigarro mientras meaba y no notó mi presencia, o eso creí.
Eran ya las 2 de la madrugada y yo no podía dormir, a cada rato yo iba a atender a mi tío al baño, y la mayor parte del tiempo en mi habitación había pensado en él y también en mi padrino.
Escuché ruidos afuera, salí al pasillo sin hacer ruido y espiar en la sala, eran los vecinos que se despedían.
Y vi a mi mamá bien dormida en un sillón y a mi padrino en otro sillón, mientras que mi papá y mi tío seguían conversando en la mesa.
Yo supuse que la diversión para mí había acabado, así que me fui a mi cama a acurrucarme y tratar de dormir pero la verdadera acción comenzaría después en apenas unos minutos.
Estaba yo echadita de costado, mi hermanito a un rincón de la cama y me desperté cuando sentí que alguien se echó detrás mío, olía a alcohol y tabaco, sentí que me apretó de mi barriguita y me jaló un poco hacia él, sintiendo en mis nalguitas su bulto, yo me sobaba solita, que rico se sentía eso, luego me jaló un tirante y me besaba mi hombro, y puso su mano en mis pechitos, subió mi falda y me bajo el calzoncito, noté que chupaba sus dedos y los pasaba por mi conchita, a lo que yo abría mas mis piernas.
Escuché que desabrochó su correa y que se bajó el pantalón y su verga muy mojadita y dura la sobaba en mi conchita y mi anito.
Yo estaba muy calientita, en eso se incorpora, y me da vuelta, y lo que encontré fue su verga chocando mi carita.
Yo sabía que hacer, lo agarré con mis manitos y me lo metí a la boca.
Yo solamente disfrutaba de esa rica verga a pesar que estaba oscuro y casi no se podía ver nada pero finalmente escuche su voz:
– MMMMM STEFY.
¡QUE RICO! ¡QUE BIEN LA CHUPAS! ¿¿¿QUIEN TE HABRA ENSEÑADO? (Waoooo, estiré la mano y prendí la lamparita de la mesa de noche.
¡¡¡¡¡Era mi padrino Hugo!!!!!! Yo no sabía que pensar o que hacer más que seguir chupando esa verga caliente de mi padrino, mientras él se desabotonaba la camisa y me daba ligeras cachetaditas en mi mejilla).
– AHHHH PERRITA, ¡¡¡¡IGUAL A MI COMADRE SALISTE!!!! (Me sacó la verga de mi boquita, me atrajo más hacia el borde central de la cama, me bajó totalmente los tirantes y me chupó mis pezoncitos, me lamia mi barriguita, me jaló todo la falda hasta sacarla por mis tobillos.
Volvió ahora por mi calzoncito, y también me lo quitó.
Levantó mis piernas y procedió a lamer mi conchita, mientras lo hacia metía su dedo con harta saliva en mi agujerito anal, y a veces turnaba su lengua entre mi conchita y mi culito, y yo bien obediente no oponía resistencia.
– ¡MMMM PERRITA ERES! ¡¡¡¡¡¡BIEN PERRITA!!!!!! (Me decía, mientras se sacaba los zapatos, el pantalón, con todo y calzoncillo y la camisa, quedando totalmente desnudo, excepto las medias, igual que yo).
Volvió a lamer y dedear mis agujeritos, cuando de pronto se abrió lentamente la puerta, y ambos nos sorprendimos.
Era mi tío Oscar, quien cerró la puerta muy despacito, haciendo la señal con su dedo de que mantengamos silencio, y se agarraba su bulto, mientras se acercaba y le escuché decir:
– ¿¿¿QUE TE DIJE??? ¿¿¿¿VERDAD QUE ES UNA NIÑA BIEN CALIENTE TU AHIJADA???? UFFFFF.
(¡Siii! decía mi padrino.
Mira que ricos huequitos… Esta toda mojadita esta putita, uffff.
Mi tío se desnudó rápidamente y se subió a la cama para darme de mamar verga, mientras mi padrino seguía lamiendo mi conchita.
Luego, me levantaron de la cama, y mi tío se sentó, me hicieron inclinarme a seguir mamándole la verga, mientras que mi padrino, atrás mío, acomodaba su verga en la entradita de mi conchita.
Uffffff ¡Ayyyyyy! me hizo doler al primer empujón).
– ¡AHHHHHH CHIQUITA! ¡COMO APRIETAS!
Yo no tenía escapatoria, por ser una niña bien arrechita, ya tenía a mis 9, la verga de mi padrino en mi conchita y la de mi tío en mi boquita.
De tanto movimiento frenético de mi padrino, terminé en el piso siendo follada por esa verga gorda y dura.
– ¡AHHHHHH AHIJADITA! ¡¡¡ME CORRO EN TU CONCHITAAAAA!!!! (¡¡¡Y lo hizo!!! Sentí sus espasmos bien adentro, luego se salió de mí y se acostó en el mismo piso, quedando rendido; inmediatamente, mi tío me levantó y me echó en la cama, casi al borde, boca abajo, quedando mi culito bien paradito, a lo que él escupió y acomodó su verga gorda en mi anito.
– ¡UFFFFF SOBRINITAAAA QUE RICO CULITO! ¡MI PAYASITA LINDAAAA!
– ¡Ufffffggg! ¡aaaaaghhhhhh! ¡Ahhhh! (Me la empujó por el culito, yo gemía pero aguantaba, me quemaba el anito, pero yo estaba tan arrecha que aguantaba todito, y sacaba fuerzas de no sé dónde para no gritar; mi tío me jalaba de los pelos.
– ¡AHHHHH ME CORRO CHIQUITAAAA! ¡¡¡AHHHH TOMA TU LECHITA AMORRRRR!!! (Y también sentí sus espasmos pero claro en mi anito.
Yo quedé quietecita, mientras mi tío botaba sus últimos chorros de lechita en mi culito.
Entonces se desprendió de mí y se acostó, así desnudo en la cama.
Yo estaba agotada pero seguía caliente, quería mas leche pero mis dos amantes estaban dormidos.
Yo no sabía qué hacer, volví a chupar sus vergas pero ya no se ponían duras.
Entonces yo solita me metía los dedos en mi vagina y culito y saboreaba los mecos.
Si, así de cochina y caliente me puse, y de pronto se me ocurrió algo más en medio de los ronquidos de mi padrino y mi tío, así que salí de la habitación, así desnudita y chorreando leche, me dirigí hacia la sala, mi mama dormía completamente sola y el reloj marcaba las 3:30 am; fui a la habitación de mis padres y ahí estaba mi papá juan, como siempre lo vi varias veces, pero esta vez solito en boxers, también roncando, la luz del patio estaba encendida así que por la ventana entraba bastante luz, lo que me permitía verlo en su esplendor.
Sin dudar más, me acerqué y con algo de esfuerzo le bajé su boxers.
Y metí su verga en mi boquita, yo siempre quise agarrársela, era mi sueño pero ahora no solo hacia eso sino que también me la metía y sacaba de mi boquita, y poco a poco se le ponía durísima, hasta que puso su mano en mi cabeza.
– ¡¡¡AHHHHH FABIANA!!!! ¡¡¡¡UFFFFFF SIGUE AMOR, SIGUEEEEE!!!!
Fabiana era el nombre de mi mamá, así que supuse que él pensaba que era ella quien le mamaba la verga, pero yo me sentía tan arrecha que ya no me importo nada y le dije:
– ¿¿¿te gusta papi???? Uhmmmm ¿¿¿te gusta???? (Entonces él reaccionó, terminó de despertar, creo que se le pasó la borrachera en un instante, se acomodó mejor, se apoyó en sus codos, para apreciarme mejor y con toda la seriedad del mundo, me respondió:
– ESO NO SE HACE PRINCESA.
(Pero jamás me hizo a un lado, al contrario, seguía disfrutando de la rica mamada que le daba su hijita… Se volvió a echar, agarrándose el rostro, no podía creer que su hijita fuera tan calentita.
– ¿QUÉ SI ME GUSTA??? ¡SIII MI NIÑA! ¡¡¡¡¡SIIIIII!!!!!.
ME GUSTAA, ¿¿¿¿Y A TI TE GUSTA LA VERGA DE TU PAPI???? ¿¿¿AHHHHH???? (Mientras me jalaba la cabeza y me hacia mamar hasta el fondo.
– ¡ASIIII! ¡CHUPA! ¡CHUPA HIJITA! ¡CHUPALA TODITAAAAAAAA! (Y yo me levanté y me acomodé encima de él).
– ¿¿¿¿QUÉ HACES HIJITA????? UHMMMMM ¿¿¿QUIERES QUE TE LA META??? ¡¡¡¡ERES MÁS ARRECHA QUE TU MAMA, PENDEJITA!!!!! (Y yo me ensarté solita, es decir me senté de golpe, dejando ir toda su verga en mi conchita.
– ¡Aishhhh Papito! ¡Uyyyyy que rico!
– ¡ASIIII! ¡ASIII! ¡UFFFFF QUE RICO! ¡TE ENTRÓ TODAAAA HIJITA! ¡SIIIIII! UFFF (Y yo rebotaba encima de él, ambos gozábamos de lo más rico, yo ponía mis manitos en su pecho y barriga, era bien peludo, y él acariciaba mis muslos, mi cintura, me pellizcaba mis pezoncitos, cuando de repente, se abre la puerta y prenden la luz de la habitación; y eran mi padrino y mi tío, ambos desnudos y masturbándose, mirándonos follar.
Mi papá me levantó apresuradamente y me aventó a un costado, casi caí de la cama, y se subió velozmente su boxers, para hablarles a ellos:
– ¿QUÉ PASA? ¿COMPADRE HUGO? ¿OSCAR, HERMANO? ¿QUE PASA? ¿QUE HACEN AQUI? (Ambos rieron, ¿qué no piensas compartir a la beba? le dijeron.
Se quedaron en silencio por un momento que pareció durar una eternidad; así que yo por iniciativa propia fui a mamarles la verga a ellos, incluso intentaban metérmelas a la vez en la boquita jiji.
Mi papá no lo podía creer pero yo notaba que él estaba con la verga aun dura.
Mi padrino levantaba la voz:
– ¡¡¡¡AHHHHH QUE RICO CHUPAS STEFY!!!! – Uffff si – decía mi tío, mientras me colocaba mi nariz roja que seguramente encontró en mi cama; mi papá rogó que no hicieran bulla.
Mi tío volvió a reír y dijo que no se preocupara pues le había puesto una “pastillita soñadora” a mi mamá en su vaso, y dormiría hasta el día siguiente, jajajaja.
Mi papá salió a cerciorarse, y yo volví a follar en la cama de mis padres.
Esta vez mi tío se echó, y yo encima de él, mi conchita comiéndose su verga, y mi padrino atrás mío, me la clavó en mi culito.
¡Uffffffff mi primera doble penetración! Y yo me sentía en las nubes.
Todos gemíamos de placer cuando regresó mi papá.
– ¡AHHHH QUE PENDEJOS! ¡UFFF QUE RICO! ¡¡¡¡AHH PERO COMO TE GUSTAN LAS VERGAS, STEFY!!!! (Dijo él, mientras se aproximaba hacia nosotros, se quitaba el boxers y me ponía su verga bien dura en mi boquita).
Ahí estaba yo, bien putita con mis 3 machos (mi papá, mi tío y mi padrino), mientras mi mamá dormía en la sala.
No tardaron mucho en llenarme mis agujeritos con más lechecita.
A mis 9 añitos apenas, sentí rico por primera vez en mi vida.
En un tercer y último relato les contaré como convencí al payasito chispita de ser su asistenta, animando muchas fiestas infantiles, donde aproveché para hacer muchas travesuras más.
Besos de Stefy!
Este relato está inspirado en hechos reales descubiertos por mi buen amigo Ricardo, sobre una de sus alumnas Stefy.
Atte DON PATO
Que relato más delicioso y que golosa la nenita cuenta más, quienes otros le dieron verga