LA PEQUEÑA JULIANA 5
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Volviendo a la realidad mientras july y yo nos acariciábamos tiernamente, me incorpore tome el papel higiénico y procedí a limpiar su vaginita y ver su estado, para mi sorpresa si habían manchas de sangre y mi semen saliendo de ella pero no parecía haberla lastimado mucho, ella me dijo que le ardía un poquito pero que no mucho, la bese tiernamente en los labios y le dije que se quedar allí mientras yo iba a llamar a su a su madre.
Sandra me dijo no podía venir a almorzar porque el día estaba muy ajetreado y que lo haría allá, me pregunto que como se estaba comportando july y mi respuesta fue que se estaba portando súper bien, después de hablar de algunas cosas triviales colgamos, quedando que nos veríamos en la noche.
Volví al cuarto y mi pequeña hermosura estaba viendo caricaturas, le propuse que si quería salir a comer un helado o algún parque y me dijo que se quería quedar allí conmigo, mientras ella veía tele yo me puse a hacer algo para el almuerzo, tenerlo listo cuando nos diera hambre.
Entre al cuarto de nuevo y july estaba dormida, imagínense la imagen de una niña hermosa de 8 añitos desnuda con las piernitas medio abiertas, todo un poema, la admire por un rato fijándome sobre todo en su vaginita, no para hacerle algo, sino, para ver cómo se encontraba pero me tranquilice al ver que estaba normal, entonces puse un canal de deportes y me acosté a su lado teníamos todo el día para los dos.
Inevitablemente me había quedado dormido pero me despertó una sensación conocida, cuando abrí los ojos july me estaba besando, acomodada encima de mi pecho mordisqueando mis labios con los suyos, me miraba con deseo, le devolví el beso abrazándola y haciendo que nuestras lenguas danzaran, tome su cabecita acariciando su cabello con las dos manos, baje por cuello suavemente, quería acariciarla y que se sintiera bien, cuando mis manos llegaron a su espalda empezó a dar brinquitos y de su boquita salían gemidos que mi lengua ahogaron, baje hasta sus nalguitas para deleitarme con ellas, las acaricie, apreté y separe a gusto, continúe por sus piernitas y volví a subir entreteniéndome de nuevo en sus nalguitas, las separe de nuevo pero estas vez un dedo jugueteaba en su anito, presionándolo suavemente y haciendo círculos al su alrededor, sin dejar de besarnos july expresaba mucho placer, ella se movía en mi pecho como queriendo frotar su vaginita contra mi piel, lo que me animo a llevar mi otra mano hasta su clítoris, cuando ella sintió el tacto separo su boca de la mía para dar varios gemidos largos y sus ojos expresaban total placer.
Esto me dio a entender que july era igual de ganosa que su madre pero tenía miedo ya la había desvirgado y quizá la lastimaría más, entonces le pregunte que si quería hacerlo otra vez, y sin pensarlo me respondió que si, por la vaginita, no te duele volví a pregunta, un no rotundo me dio vía libre a seguir. Le propuse que me besara igual que la primera vez, desde mi pecho hasta mi pene, ella no demoro en empezar a besar mi pecho, me daba piquitos y también utilizaba su lengüita se sentía muy bien, cuando empezó a bajar su vaginita roso mí ya erecto pene y la detuve para sentir la humedad y el calorcito de esa exquisita vulva, la tome de la cintura y estuvimos en ese rose un buen rato, cuando le dije que continuara hacia mi pene
Subí mi cuerpo quedando sentado, en esa posición ella me besaba de una manera deliciosa alrededor de mi ombligo y sin decirle nada ella llego a mi pene, lo tomo con las dos manitos y empezó a engullir sin preámbulos, la tibieza y la textura de su lengua son algo indescriptible, cada que separaba su boquita movía sus manitos masturbándome uff, me quedo corto en describir lo que es ver una niña haciendo eso, excita más, abrí mis piernas y le dije que se acostara bien en la cama para que me diera una buena mamada y ella estuviera cómoda, en esa posición sus manitos tenían que soltar mi pene pero cuando ella lo metió a su boquita la tome suavemente de la cabecita para guiarla, la hacía bajar hasta producirle arcadas unas tres veces y decidí que ya era hora.
La hice parar y la atraje hasta mí, quedando su vaginita en mi boca la cual devore sin contemplaciones
July se apoyaba en mi cabeza, mi lengua azotaba su clítoris y con una mano empecé a tocarle el anito con la mano, lubrique un dedo con los flujos y mi saliva para hacer que una parte de mi dedo entrara en su anito, july bailaba frente a mí del gusto, apretaba mi cabello y tenía los ojos cerraditos, los ahhh ahogados inundaron el cuarto combinándose con los sonidos del canal de deportes, primero saque mi dedo de su anito para luego separar mi boca de su vaginita, la tome de las caderitas y la hice bajar diciéndole que lo haríamos así, mientas bajaba se apoyó en mis hombros, me acomode para que mi pene empezara a abrir sus labios vaginales, lentamente fue entrando, july empezó a gemir y yo siempre miraba su carita para ver si había alguna molestia, cuando entro la mitad con mis manos la hacía subir y bajar muy lentamente, cada que la bajaba hacia que le entrara un poco más
Cuando estaba totalmente dentro de ella, me quede quieto para que se acostumbrara, su cara ya expresaba solo placer, entonces le dije que pusiera sus piernitas al lado de mi cadera y que me abrazara por el cuello, lo hizo despacio y se me quedo mirando, allí nos empezamos a besar con pasión, la tome de las nalguitas y la hacía subir y bajar sin dejarla de besar, que sensación tan hermosa, de nuevo estaba dentro de mi amada july, en esa posición mi pene llegaba a un punto dentro de ella donde se sentía que tocaba algo, ella también lo sentía porque cuando la movía para meterlo todo ella gemía fuerte, después de unos minutos mi pequeña tuvo una orgasmo increíble, a pesar de que el momento era mágico mi acabada era inminente entonces la abrace con fuerza haciendo que mi pene entrara hasta donde más podía, la tome de la cabecita para que me mirara y me deje llevar del placer, un orgasmo increíblemente delicioso, mientras terminada de venirme le daba besos y le decía que la amaba mucho, ella siguió abrazándome mientras yo con mis manos acariciaba su carita, mi pene cuando se puso flácido se salió solito acompañado de mi semen con pintas de sangre de nuevo.
Nos tumbamos en la cama y allí más tranquilos le dije que recordara que no debía decir absolutamente nada de lo que hacíamos, después de un rato la limpie con el papel y le propuse que nos ducháramos de nuevo.
El resto del día solo fueron besitos y caricias, mi niña antes de que llegara su mami me dijo que le dolía y que no quería que su mama se diera cuenta, entonces le dije que si la notaba extraña acusara de un dolor de panza, que yo la cubriría, le di unas pastillas para el dolor y la tranquilice.
Es muy excitante todo lo que hemos hecho july y yo, a su tiempo les contare más.
Continuara…
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