LA PLACITA DE AL LADO tercera parte mas bonus track
Papá había cambiado por completo, faltaba a su trabajo solo para esperarme en la placita..
LA PLACITA DE AL LADO (tercera parte)
Papá había cambiado por completo, faltaba a su trabajo solo para esperarme en la placita.
Dos veces fueron inútiles sus esperas, la primera era por un grupo de artistas que hacían exhibición en la plaza y estaba llena de gente. La otra las bancas estaban todas ocupadas, en la tercera, mi mamá me esperaba en la puerta de casa, porque necesitaba unos condimentos urgentes, solo alcance a besarle la verga, aunque el insistía en que me subiera para cogerme.
En casa no me sacaba la vista de ensima, mientras se acariciaba la bragueta, incluso me desperté una mañana y estaba parado en la puerta, con la verga afuera, masturbándose, en ese momento acabó y dejo el charco de leche en el piso de mi habitación. No lo pude recoger, estaba lleno de suciedad del suelo.
Se desahogaba con mamá (que estaba feliz) Un día le hiso chupar la verga en el comedor, sabiendo que yo los veía…y en general tenían sexo todas las noches, mamá cuando se entusiasmaba no podía dejar de gritar cosas, anteriormente mi papá la hacía callar, ahora parecía que quería que yo escuchara lo que decía…recuerdo una vez escucharla decir
“¡Me encanta que me cojas por el culo!”
Él filmaba casi todo con su celu y luego me los pasaba por chat a mi celular.
Debe haber tenido algún inconveniente en su trabajo, porque dejó de ir a la placita.
Un día al atardecer, tuve que ir a hacer compras y vi al chico que nos habia observado, se me dio por hablar con él, pero me rehuía, lo seguí y aunque lo llamaba, seguía yéndose.
Lo corrí y lo alcancé, lo detuve agarrándolo por el hombro, parecía muy asustado, le hice algunas preguntas, como su nombre y porque huía…me respondio con señas y recien me di cuenta que era sordomudo.
Entre torpes señas le di a entender que quería ser su amiga, cuando estuvo más calmado, lo llevé a la famosa banca de la placita.
Él leía mis labios, así que le recordé lo del día que nos vio a papá y a mi…me hacia señas con su mano de que fue un momento bravo y se reía.
Le pregunté si le gustó lo que había visto y sin lugar a dudas me dijo que sí.
Le pregunté si se había masturbado ese día (Aunque yo ya sabía que sí).
Miré su entrepierna y vi que tenia la verga dura, le pregunté si me la podía mostrar, me hiso señas que primero le mostrara mi vagina…me quité rápidamente la bombacha, me levante la pollera y me puse frente a él.
Me tocó tímidamente los labios externos, esa caricia me hizo acabar, le moje la mano, pero en lugar de retirarla hiso mas presión sobre mi vulva.
Yo le agarré la verga por sobre el pantalón y se la empecé a mover, el me quiso detener, pero era tarde, una mancha apareció en su bragueta, me recosté sobre su falda y me puse a lamer la tela, tenia el olor y el sabor a una leche distinta a la del viejo y a la de mi papá, quice sacarle la verga fuera del pantalón, pero el se paró, me hiso señas de que otra vez sería y se fue.
Papá no tenia limites, estaba sacado de calentura, mientras mamá hacía alguna tarea, el sacaba su verga y me la mostraba…
Se arriesgaba apropósito, parecía que lo calentaba el peligro que mamá se diera cuenta.
Una madrugada me desperté cuando el se metía debajo de mis sabanas, me opuse enérgicamente, lo que menos quería era que mamá nos encontrara cogiendo.
Me levanté y tuve que huir por el cuarto, hasta que se dio cuenta que no le permitiría hacer nada.
Volvió al dormitorio y a los pocos minutos escuche a mi madre como gozaba.
En la mesa durante el almuerzo, buscaba tocarme la entrepierna, me cambié de lugar, ya no me gustaba su actitud, con él ya no le tenía ganas.
Un día que mamá no estaba, me buscó para desvestirme, no se lo permití, cuando se dio cuenta que no podría hacer nada conmigo, empezó a enojarse, a gritarme “Puta de mierda, te cogiste al viejo y yo te cogí en la plaza, no te hagas la virgen, putita barata”
Mientras le esquivaba los manotazos yo solo lloraba de tristeza.
Buscaba mi diario, me decía que, si yo no le daba lo que él quería, se lo mostraría a mi madre.
Pero no lo iba a poder encontrar.
Otro día me desperté sintiendo melosa mi cara, se habia masturbado en mi rostro.
Me dio mucha bronca e impotencia, me levante y le dije que, si volvía a hacer eso o algo parecido, sería yo la que le contaría a mamá.
Eso lo calmó por un buen tiempo.
Me encontré con el sordomudo en otra cuadra, le dije si quería que fuéramos a la placita y fuimos caminando tomados de la mano, como dos noviecitos.
En vez de sentarnos en el banco, nos acostamos en el suelo en el espacio que habia entre el banco y los ligustros, me quité la bombacha y levanté mi pollera, el saco su verga del pantalón, me la metió rápidamente y empezamos a coger… Una señora se sentó en la banca, no nos vio, nos quedamos quitos, tratando de no respirar, nos causaba gracia la situación, por suerte la vieja se levantó a los pocos minutos y se fue, hicimos unos movimientos más y acabamos los dos.
Nos sentamos en la banca y nos pusimos a besarnos, yo besaba con los ojos cerrados, sentí que alguien me tocaba suavemente mi hombro y me llamaba por mi nombre
“¿Inés?” era la voz de mi madre, de verdad me asusté mucho, pero no estaba enojada ni nada (Claro que solo nos vio dándonos besos)
“¿Me presentas a tu novio?” me dijo con ternura y más ternura le dio cuando supo que era sordomudo.
Le preguntó un par de cosas, como se llamaba (Me entere recien que se llamaba Carlos) y donde vivía, finalmente, mamá conocía a sus padres, que según ella eran de buena familia.
“Inés, invitalo a casa, no te quedes en la plaza que puede ser peligroso”
Volvimos los tres, me temblaban las piernas, acababa de tener relaciones, y mamá aceptaba al muchacho.
“Vayan a tu pieza, pero dejen la puerta abierta chicos” nos dijo mi madre, nosotros nos reímos…
Le mostre algunas de mis cosas, le dije sobre mis gustos de musica y otras cosas más…Vi que mi madre estaba ocupada, puse una almohada sobre su falda y mientras lo besaba le metí la mano por debajo del pantalón.
Mamá nos llamo al comedor, había preparado una merienda para nosotros, Carlos se negaba a levantarse, yo pensé que era por timidez, así que lo arrastré tironeando de una de sus manos…
Pero no, no era timidez, me di cuenta al ver la mirada de sorpresa de mi madre, mirando la entrepierna del muchacho, tenia una muy importante erección…
Mamá carraspeo para salir del momento y nos invitó a sentarnos.
Cuando papá se enteró me hiso un escándalo, me amenazó para que dejara de ver al chico, solo le mostré mi chat con él y los videos que me habia pasado, para que se quedara tranquilo y no me molestara más.
De cualquier manera, el lugar ideal era la placita, podía mamar la verga de Carlos y disfrutar de alguna que otra cogida,
A veces alguien nos veía, pero seguían su camino, otros como un vendedor callejero, se quedaba mirando y se masturbaba frente a nosotros.
No seguí mucho tiempo con Carlitos…
Pero seguí pasando por la placita, ya habría nuevas oportunidades.
FIN
BONUS TRACK
“La venganza de papá”
Antes de mi cumpleaños número diez, mis padres celebraron sus primeros 10 años de casados, hicieron una gran fiesta en un salón privado, celebraban también una mejora en sus trabajos y estaban muy felices, no escatimaron en nada, hubo mas de cincuenta invitados, ya hacía la madrugada, mi mamá, que no está acostumbrada a beber mucho, estaba algo mas que mareada, papá también estaba algo borrachito, pero no tanto.
Un coche de alquiler nos llevó a casa, papá prácticamente tuvo que llevar en andas a mi madre hasta su cama…la cual balbuceaba como una niñita, sobre lo feliz que estaba.
“Ven Inés, ayúdame a desvestirla” me pidió papá, le sacamos la ropa y papá le quito también el corpiño y la bombacha, ella solo se reía y de a ratos me acariciaba mi cabeza, diciéndome “Mi chiquita adorada”
Papá también se desvistió y a pesar de lo borracho la tenia bien parada. Me quice ir, pero me pidió por favor que no me vaya…
Me acostó entre los dos y comenzó a quitarme la ropa, esta situación me cachondeaba, me dejé desnudar, el comenzó a acariciar toda mi parte delantera, la cara, el cuello, el pecho la panza, el vientre y mi entrepierna, mamá miraba y le decía “No le hagas eso, la vas a calentar”
Papá la callaba con besos en la boca, me empezó a meter un dedo en la vagina, mamá le intentaba sin muchas fuerzas quitarle la mano de allí, él le tomo una mano y le hiso que le agarre la verga…” Estás muy caliente mi amor, no sabes lo que haces, deja que la niña se vaya y metemela” suplicaba mi madre.
Mi padre me empujo cerca de su verga y me la apoyo en los labios, yo miré a mamá y me la metí en la boca…
“Noooo, querida, no chupes eso! Esa pija es de tu padre, naj, esa pija es mía, no la puedes chupar chiquita” decía torpemente mi madre.
Pero él puso su cara al lado de mi cara y le convido la verga, entonces ella se la metió en la boca, hacia señas con el dedo que yo no debía, pero se la quitaba y se la devolvía, de pronto lanzo una gran carcajada “¡Le estamos chupando la pija entre la hija y la mamá!” agregó “¡lo único que falta es que nos coja a las dos!”
Esa fue la señal para que mi padre se subiera arriba mío, apuntara su cañón y lo enterrara casi al fondo de mi vagina…
Mamá le pegaba cachetadas tiradas al aire sin dirección “No te cojas a mi hija amor, por favor”
Empujaba para sacarlo de arriba mío, él la tironeo a mamá hasta que tuvo su cara entre sus piernas y le empezó a chupar la concha, mientras me la metía y sacaba.
Mamá medio se sentó apoyando su espalda en la almohada, disfrutaba de la lengua de papá, pero no dejaba de hablar.
“¡Se la estás metiendo a Inesita!, la estas desvirando amor, ¿La estas violando?”
Me colmó la paciencia y le grité “¡Me está cogiendo y estoy gozando igual que vos mamá, cállate y gozá!”
“Haaaa” dijo “Si estas gozando es otra cosa” le apretó la cabeza a mi papá para que hunda su lengua en su tajo y acabó, después se arrastró y se puso cerca de nuestros sexos, con la mano tocaba el tronco y me tocaba el clítoris.
Papá se movía a lo loco, el alcohol no le permitía acabar…
Mamá empezó a lamer mi concha y la parte de la verga de mi padre que quedaba accesible…
Mi padre acabó, parte dentro de mí y parte sobre la cara de mi madre, la que no solo lamio lo que tenia sobre si, si no que espero pacientemente la leche que me salía de a poco de mi concha, lamiendo hasta que no salió más.
Prácticamente se tiró en la cama, panza arriba y me tironeo de una mano, para que me acostara arriba de ella, me acariciaba la espalda y los cachetes de la cola, se estaba quedando dormida…” Mi pequeñita ya sabe coger, ¡Que bien!” y se quedó dormida…
Papá me dio un beso en la boca, largo y dulce y me dio las gracias…
Le dije preocupada “¿Y ahora que va a pasar?”
“No sé, mañana veremos que pasa” dio media vuelta y se durmió de espaldas.
Yo me bajé de mi mamá y en lugar de irme a mi pieza, me quedé a dormir entre los dos…
¡Mañana será otro día!
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