La primera vez con mi hijo
Nunca se me hubo pasado por la mente, pero en cierto momento, y debido a las circunstancias, me dejé llevar.
Antes que nada, explicar mi situación, no para excusarme, pero bueno . . . ; yo separada y rápidamente divorciada, aún estando preñada de mi único hijo, tras unos acontecimientos muy poco gratos, con su padre, agua pasada; lo criamos, entre mis padres y yo, yo, buscándome la vida, trabajando fuera, sin ver a mi hijo durante periodos más o menos largos, pero bueno, es lo que tocaba hacer; ya, cuando él tendría unos 11 años, por fin, pudimos vivir juntos, en mi piso, y dejar la dependencia de mis padres a un lado; ya tenía yo ganas, y él también; hablamos mucho, siempre, en cualquier relación tiene que haber mucho diálogo, yo mi carácter, él el suyo; no lo pude criar plenamente desde pequeño, por las circunstancias de la vida, pero al fin, tenía mi hogar, mi hijo conmigo, y en cierto modo, mi familia, y mi intimidad. Una vivienda no muy grande, para nosotros dos, estaba muy bien, salón, cocina, dos baños (pequeños) pero uno con bañera, después, con el tiempo quité la bañera y puse pie de ducha, dos habitaciones, patio de luces, en fin, lo normal.
Yo de vez en cuando, no muy a menudo, la verdad, conocía a algún hombre, y se me quedaba algunas veces en casa, no fueron muchos hombres, lo reconozco, tampoco quería traer a muchos a casa, estando mi hijo, pero bueno, más de una vez, con esos «amigos» acabamos en mi habitación, aunque yo me cohibía bastante, la verdad, pensando en que mi hijo sabía lo que pasaba; intentaba no sollozar fuerte, su habitación está pegada a la mía, con un fino muro por medio; le pedía al chico que estaba conmigo que fuese discreto dentro de lo probable, pero bueno, con el tiempo, eso fue cambiando un poco, y coincidió con que mi hijo, ya no tenía 11 años, ya comenzaba la pubertad.
En casa, estando mi hijo y yo, siempre además de diálogo, en todo momento naturalidad, lo normal creo yo; el me veía en el aseo, haciendo lo que fuera, siempre las puertas abiertas en casa, yo lo veía a él, le ayudaba a bañarse, muy a menudo nos bañábamos juntos, pero lo que pasa, ya llegaba a una edad, que la cosa, quizás no fuese tan natural, no sé; luego pasa, que las personas tenemos necesidades aparte; nunca he sido de masturbarme mucho, pero atravesé un periodo, en que me dio por hacerlo más a menudo, coincidió ya cuando mi hijo tendría unos trece años, edad crítica esa; en verano sobre todo, por aquí hace mucha calor, soy de la región de Murcia, por casa prácticamente desnudos ambos, o en ropa interior simplemente, digo esto, para que se entienda la confianza, complicidad, llámese como sea, que había en casa entre nosotros.
El inicio de la pubertad, descubriendo su cuerpo, me percaté que comenzaba a cerrar la puerta del aseo cuando iba, quería su intimidad o le daba vergüenza, no vergüenza, si no que se daba cuenta de cosas, que hasta hacía poco tiempo antes, ni pensaba, ni él, ni yo tampoco, la verdad; también comenzaba a cerrar la puerta de su habitación, normal; más de una vez yo imaginaba lo lógico, a esa edad, y la verdad, es que al día siguiente, cuando se iba al colegio, mis sospechas se confirmaban; le tenía que cambiar las sábanas más a menudo; yo por las noches, solía dejar la puerta de mi habitación entre abierta, y creo (bueno me lo confirmó después) que más de una vez me espió; la verdad es que, en esa época, mientras yo me desahogaba, más de una vez se me pasó por la mente, que me gustaría que él me viese, y así aprendiese algo de las mujeres, no sé si eso es depravado, pero me da igual, y en aquella época, más aún; lo cierto y verdad es que solo con pensar en eso, me excitaba bastante.
Había surgido una especie de barrera, distanciamiento, por las circunstancias, pero seguimos coincidiendo en el aseo principal, ya no tan a menudo; ya llevábamos meses que no nos bañábamos juntos; siempre me ha encantando que me froten la espalda, uno de mis vicios, entre otros muchos, jeje; estaríamos por primavera, yo metida en la bañera, él entro al cuarto de baño, y le pedí que me frotase la espalda; se desnudó y se metió en la bañera; me lavó el pelo, me gusta mucho que me lo laven, y que me masajeen la cabeza, eso se lo enseñé a hacérmelo hacía tiempo; en la gloria yo, y por circunstancias, me hice un poco más para atrás; mientras me frotaba la espalda y me masajeaba la cabeza, creo que tenía mis dos manos sobre sus piernas; al hacerme para atrás, también noté que él se hizo para adelante, quizás fuese por que la bañera resbalaba o lo que fuese, pero note que estaba erecto; para no cortarle el royo, hice como si me quisiera arrascar la espalda, y le toqué y no sé por qué, susurre un «hummmm»; inmediatamente se separó, le dio vergüenza; creo que le comenté que no pasaba nada, que eso era algo natural; yo la verdad es que, aparte de mis solitarios, ya llevaba meses sin sexo compartido; seguí estirando la mano para atrás, y ya no fue un roce casual, se la agarré, y la moví un poco, noté que casi explota; le pregunté que si se lo estaba haciendo bien, no pudo ni contestar; me puse de pié en la bañera, y me di la vuelta, poniendo mi entrepierna, a la altura de su cara y le dije que mirara de cerca; más de una vez me había visto desnuda y de cerca, pero de modo distinto a ese momento; le dije que me tocara, que me pasase un dedo suavemente; fue algo torpe, la verdad, le guié un poco la mano, pero noté que estaba incomodo, así que me senté en la bañera, frente a frente y le pregunté si quería que los masturbarse, intuí que sí, así que comencé a hacérselo; también se la chupé, la verdad; al final se corrió en mi mano; fue su primer contacto sexual con una mujer, quien mejor que su mamá . . .; podéis pensar que eso no es sano, o es natural, pero a raiz de ahí, hemos seguido disfrutando bastante a menudo.
Felicidades por encontrar la mejor expresión del amor, serás la primera y mejor persona que podrá amarlo en el mundo
A mi me parece algo muy natural y excitante. Todas las madres deberían hacerlo con sus hijos. Se han encargado de inculcarnos que está mal y no es natural . No es verdad. El sexo es una necesidad básica y tan natural como el comer y quién mejor que alguien de confianza para iniciarte
Me parece genial y lo apoyo, padres y madres respectivamente deberian ser el normalisimo primer acostón de sus hijas e hijos para disfrutarse y enseñar / aprender.
Nada de romantizar, hablo de coger con ganas a los chicos, soltarse y disfrutar la pedofilia, el amor, tener sexo bien rico en la casa, en familia, sin demonizarlo. El incesto es algo tan lindo y mas en este siglo donde grabamos todo pudiendo tener los mejores videos sexuales con los peques en casa, donde sea.
Realmente eso no merece su mala imagen, es tan injusto.