La primera vez con mi suegra 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Desde ese día en que me había cogido a mi suegra y le dije que me encantaría tenerla a ella y a su hija en la cama a las dos juntas, siempre que teníamos relaciones sexuales, salía el tema, pero ni mi suegra se animaba a decirle o insinuarle nada a su hija, ni yo tampoco, por temor a la reacción que podía tener mi mujer, ya que si bien mi mujer en la cama es muy complaciente conmigo, se deja hacer todo lo que a mi se me ocurre, no estaba seguro que le gustara compartirme y menos con su madre. Como mi mujer y yo tenemos nuestro propio negocio, cuando ella va a quedarse un rato para que yo descanse, voy a casa y mas que descansar, me cojo a mi suegra, ella siempre me espera con su bata o le hablo por teléfono y esta completamente desnuda. Mas de una vez, le estaba cogiendo el culo y le decía si no le gustaría tener a su hija desnuda frente de ella con sus piernas abiertas y chupando su concha, lo que a mi suegra eso la excita mucho, "si, me encantaría", me responde, moviendo su culo con fuerza.
Esa fantasía nos comía a los dos, pero no sabíamos como hacer, para decirle a Julia, que así se llama mi mujer lo que queríamos hacer. Yo notaba como mi suegra hablaba mas de sexo con Julia, mi mujer me contaba como su madre tocaba temas sobre sexo que jamás había hablado, sobre el sexo anal, le contaba como había sido ella con su marido, o sea su padre, le había contado algo, que no se si lo había inventado o fue cierto, pero le dijo como su padre le había propuesto hacer un trío con una hermana de mi suegra, la verdad que la estaba sondeando muy bien, mi mujer me contaba todo eso muy preocupada, no entendía el cambio que había tenido su madre al abrirse así con ella, contándole todas esas intimidades, hasta le había preguntado a su hija si habíamos echo el amor por atrás, que sintió la primera vez, y que siente ahora.
Lo que yo percibía era que mi mujer dentro de su sorpresa, se excitaba cuando hablábamos de esos temas, como siempre terminábamos haciendo el amor con mas intensidad, yo se lo dije a mi suegra y ella seguía hablando de sus cosas íntimas con su hija. Y como bien dice el refrán, que el diablo sabe por diablo, pero mas sabe por viejo, una noche en que estábamos haciendo el amor con mi mujer, ella es bastante gritóna cuando se calienta, la había echo poner de rodillas para que me chupe la pija, cuando entra su madre en la habitación sin golpear, que realmente nos sorprendió a los dos, mi mujer saca mi pija de su boca y la quedó mirando mas que sorprendida, "hay hijita, perdóname, pero te escucho disfrutar tanto que no pude aguantar, comparte conmigo, si hijita, por favor", dijo mi suegra viendo a su hija completamente desnuda de rodillas frente mio, y yo también desnudo con mi pija dura, poniéndose de rodillas ella también, pero en vez de meter mi pija en su boca, abrazo a su hija y le dio un beso en su boca, acariciando sus tetas, mi mujer estaba como en estado de shock, no podía creer lo que estaba haciendo su madre, la miraba con los ojos muy abiertos, como después de haberla besado en la boca, agarraba mi pija y se la metía en la boca chupándola, le agarra la parte de atrás de la cabeza a Julia, y sacando mi pija de su boca, se la ofrece a su hija, empujando su cabeza hacia mi pija
Yo casi grito de placer al sentir como mi mujer abría su boca y dejaba entrar mi pija y me la chupaba, mientras mi suegra se sacaba el camisón, quedando tan desnuda como estábamos nosotros, así se pusieron las dos a chupar mi pija, mi suegra pasaba sus manos por todo el cuerpo de su hija, le acariciaba las tetas, metía sus manos entre las piernas de mi mujer acariciando su concha, como mi mujer gemía aceptando las caricias de su madre y lentamente le devolvía las caricias a su madre, eso me hizo calentar tanto que sin poder aguantarme me empecé a acabar en la cara y la boca de las dos, viendo como se lamían la cara la una a la otra sacando toda la leche que les había quedado, como se miraron a los ojos, y sin decir nada se fundieron en un beso apasionado, "hay mamá, esto es una locura", le decía Julia a su madre, "comparte tu marido conmigo, deja que disfrute yo también de vez en cuando hijita, te lo pido por favor", le decía mi suegra, besando los labios de su hija y pasando su mano por el cuerpo de mi mujer
Mi suegra agarro la mano de su hija y se la llevó a su concha, yo veía como mi mujer se la acariciaba, le metía los dedos, haciendo que mi suegra gima de placer, como se seguían besando, mi suegra agacha su cabeza y le empieza a chupar las tetas a mi mujer, metiendo también ella sus dedos en la concha de Julia, haciendo que mi mujer grite de placer, yo veía eso y si bien me excitaba mucho, me sentía en segundo plano, estaban mas abocadas a acariciarse entre ellas que a dejar que yo las cogiera, mi suegra saca los dedos de la concha de mi mujer y se los hace chupar, que mi mujer lama sus propios jugos, haciendo que Julia haga lo mismo con ella, los suspiros, los gemidos de madre e hija eran tremendos, yo tenía mi pija dura de nuevo, pero ellas estaban abrazadas, besando sus bocas, acariciando sus cuerpos, me ignoraban por completo, se pusieron de pie y se tumbaron el cama sin soltarse, las manos recorrían sus tetas, sus nalgas, los pies de una acariciaba las piernas de la otra, parecía que estaban haciendo algo que hacía mucho tiempo deseaban hacer, sin dejar de besarse se fueron acomodando una sobre la otra, pero del revés, o sea que la concha de mi suegra quedo sobre la boca de mi mujer y la concha de mi mujer sobre la boca de su madre y empezaron a lamer, a chupar sus conchas
Mi suegra metía su cabeza entre las piernas de su hija, buscando el ano de mi mujer para pasar su lengua por ahí, se lamían toda la una a la otra, los quejidos, los gemidos de placer eran enloquecedores, mi mujer estaba sobre su madre con su culo para arriba, yo me subí sobre la cama y me ubiqué detrás de Julia, apoyando mi pija contra su ojete, empezando a meterla en el culo de mi mujer, sentía la lengua de mi suegra lamer mi pija a medida que entraba por el ojete de Julia, como gemía, como gritaba mi mujer a medida que le iba metiendo la pija por el culo, y su madre no dejaba de chupar su concha y lamer mis huevos, ya hacía entrar y salir mi pija del ojete de mi mujer, cogiendo su culo, disfrutando y viendo como disfrutaban madre e hija de todo lo que estaban haciendo, ya que yo solo era un complemento, así estuve cogiendo el culo de Julia, hasta que las hago dar vuelta, quedando mi suegra con su enorme culo para arriba
Me ubico sobre mi suegra y le meto la pija por el culo a ella, mi mujer estaba muy entretenida lamiendo y chupando la vagina de su madre, casi ni le paso la lengua a medida que le hacía entrar la pija en el culo a mi suegra, era como si yo fuera un juguete que cuando lo necesitaban lo usaban, yo empecé a meter y sacar mi pija del ojete de mi suegra, los gemidos de los tres, ya rayaban en gritos de placer, pero me daba cuenta que sobraba ahí, así que me apure en cogerle el ojete a mi suegra y me acabe dentro de su culo, fue como si me hubiera echo una paja dentro del culo de mi suegra, le saque la pija del culo, y me senté viendo como madre e hija se disfrutaban, como gozaban entre ellas, veía a mi mujer disfrutar de la lengua de su madre, como se acababa con gritos ahogados, su cara pegada a la concha de mi suegra, metiendo su lengua, lamiendo el clítoris de mi suegra, veía como le caía la leche del culo a mi suegra mojando la cara de mi mujer, como mi suegra frotaba su concha contra la boca de su hija, como se acababan la una en la boca de la otra, como succionaban fuerte las respectivas conchas tragando todo, tragando los jugos de madre a la hija y la hija a la madre, era un espectáculo tremendo
Yo mirando eso me estaba haciendo una paja, me masturbaba viendo como gozaban las dos, hasta que me empecé a acabar de nuevo, pero no fue dentro de ninguna de las dos, fue en el suelo pero todo valió la pena, fue algo tremendo, verlas gozar, disfrutarse mutuamente, saber que desde ahora en adelante me iba a poder coger tanto a la madre como a mi mujer, juntas o por separado, y sabía que también iban a tener relaciones entre ellas, pero fue una locura, una hermosa locura.
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