La princesa Sofía
Historia alterna..
LA PRINCESA SOFIA I
Actualmente radico en México, soy diseñador gráfico y tengo un negocio de impresión, me case joven con una chica que conocí en la preparatoria y hace un par de años nos divorciamos en buenos términos quedando en qué mi hija me visitaría los fines de semana y yo me haría cargo de sus gastos, la vida era sencilla y normal los fines de semana buscaba a mi hija y la regresaba el domingo por la tarde muy rutinario todo.
Lo que mi ex mujer nunca supo es mi gusto prohibido por las niñas pequeñas esto en el índole sexual, siempre fui un asiduo consumidor de p** i**, me gusta ver videos y leer relatos por lo que cuando nació mi hija decidí que más adelante sería mi amante cosa que ya he conseguido.
Esto comenzó a partir de mi divorcio, para este entonces Sofía, nombre de mi hija estaba cumpliendo 6 años, según yo la edad perfecta para iniciarla en estos temas.
Desde las primeras semanas puse manos a la obra para conseguir mis propósitos así que inicie por tocarla simulando estar jugando, ella en su inocencia no imaginaba que en realidad yo lo hacía con fines sexuales, al principio fue raro para ella acostumbrarse a sentir mi verga dura en sus nalguitas cada que la sentaba en mis piernas y preguntaba las cosas lógicas cómo que qué era eso refiriéndose a mi verga pues la veía con curiosidad y sin entender nada, ahí me valí de su inocencia he inicie a manipularla diciéndole que era algo para jugar y que las niñas buenas lo hacían con papá esto en el más estricto secreto, poco a poco dejo sus dudas y yo fui avanzando, para cuando tenía 5 años ya se bañaba sola.
Sin embargo después de mi divorcio y estando solos en mi casa inicie a manipularla diciéndole que en mi casa eran otras reglas y que cada que se bañara lo debía hacer conmigo esto desde luego sin decirle nada a nadie, en nuestro primer baño juntos al ver por primera mi verga en todo su esplendor se sorprendió mucho pues ella al ser niña no tenía uno así que le expliqué que los niños tenían uno y que era para divertirse, una vez más diciéndole que esas cosas solo las podía hacer conmigo.
En fin la fui convenciendo de que no era algo malo, y cada que nos bañarnos lo haríamos juntos, yo me aprovechaba de su ingenuidad para poco a poco irle metiendo la idea de que no era malo que jugara a esas cosas conmigo.
Así paso casi un año y poco a poco Sofía fue generando una especie de curiosidad pues yo notaba que seguido buscaba cada que nos bañábamos entrar en contacto con mi verga dura.
Decidí ir despacio a fin de no confundirla e ir paso a paso, la seguía subiendo a mis piernas por lo regular usando ropa ligera para que la sintiera lo más posible.
Así paso un año en esta dinámica, se acercaba su cumpleaños número 7, el seria de disfraces ella al ser muy fan de la película Frozzen obviamente quería ir disfrazada de la princesa Sofía le compré su disfraz y los preparativos fueron sin mayor inconveniente, llegó el día de la fiesta y todo fue normal, un juego inflable, comida, un payaso y demás, al ser una fecha tan importante supuse que ese día no iba a ir conmigo a casa pues era sábado, finalizó la fiesta y yo decidí retirarme, cuando yo ya me despedía de su mamá y sus abuelos la niña me sorprendió diciéndome que se quería ir conmigo, nadie se opuso y su mamá le preparo una pequeña maleta añadiendo que el lunes no iba a la escuela pues no recuerdo por qué motivo se cancelaron las clases eso alegro mucho a Sofi quién daba saltitos de felicidad, así pues quedamos en que la llevaría hasta el lunes.
Salimos de su casa rumbo a la mía y supongo que por el cansancio del día poco a poco se quedó dormida en el asiento de copiloto, por lo regular buscaba la manera de tocarla cuando iba en ese lugar disimulando decirle algo pero lo que yo quería era manosearla lo más posible, a veces subía la falda de su uniforme casi a la altura de su entrepierna y para que no pensara algo malo la distraía con alguna tontería, esto me funcionó y poco a poco Sofía se fue acostumbrado a estos tocamientos que no tenían nada de inocentes al contrario estaba ante un depredador que gustaba de manosearla y sentir su suave piel lo más posible.
Ese día en particular fue especial pues yo pese a que le lleve un regalo a la fiesta el cual eran unas muñecas guarde lo mejor para el final con la idea de sacar provecho de esto.
Fui a una tienda de ropa intima para mujer y compré varios conjuntos todos en la talla más chica argumentando que mi mujer era muy bajita de estatura, Sofía al medir apenas 1.18, obviamente le quedarían grandes pero mi mente pervertida pensaba en todo menos en si le irían bien o no, mi idea era replicar algunas de las cosas que había visto en tantos videos y fotos que había visto, desde luego no era tonto y no me dejaría ir al cien de inmediato, el segundo regalo que le tenía preparado era un celular para que pudiera jugar y demás sin necesidad de pedirle el suyo a su mamá está era una absoluta trampa.
Tranquilamente me acerque a ella y le dije que ese teléfono era para que pusiera todos sus juegos y lo que deseara ver, pero agregue para seguir con mi plan que además era para que siempre estuviéramos comunicados y que me avisará lo que hacía o si quería ir por ella cuando quisiera, la cara de felicidad de mi niña no la cambiaría por nada, ahí empezó la tercera parte de mi plan.
La llame al sillón y le dije que sacará la ropa que le había comprado obviamente esto era nuevo para ella y puso cara de intriga, le dije que no se asustara que las niñas bonitas y bien portadas utilizaban esas cosas con sus papis y que no era malo siempre y cuando fuera un secreto entré los dos.
Trague saliva y eche a andar definitivamente mi plan, le expliqué que el celular además de ser para jugar y demás era para tomarle fotitos, así que saque de mi pantalón mi teléfono y le mostré algunas fotos de niñas en poses muy sugestivas y sexuales, su mirada fue de obvia extrañeza pero una vez más la trate de convencer de que esto no era malo, preferí no insistir y decidimos irnos a dormir, agrego que siempre dormimos juntos cuando se queda conmigo y yo aprovecho la ocasión para tocarla mientras duerme, al tener el sueño pesado nunca se despierta y he logrado varias veces bajar sus calzoncitos y tocar con mis dedos su cerrada vagina, teniendo el cuidado de no despertarla, pero la excitación esa noche era más fuerte por lo que me anime a hacer algo que no me había atrevido hasta entonces.
Su pijama era un pequeño vestido de tela muy fina, así que no me dio mucho trabajo subirlo a la altura de sus nalguitas y comenzar a tocarla desde sus piernas, quise bajar un poco sus calzoncitos pero me fue inútil, pues al estar acostada de lado no lo logré y me conforme con tocarla por encima de su ropa, estaba tan excitado que perdí la cabeza e inicie a masturbarme a lado de ella tocando con mi mano libre sus nalguitas, perdí la cabeza e hice algo que cambiaría para siempre las cosas.
Me puse de pie y camine lentamente por el cuarto sin hacer ruido, me masturbaba furioso y jadeante frente a Sofi viéndola dormir inocente y profundamente, de pronto el espasmo de la corrida me hizo disparar varios disparos de semen caliente, por un momento creí que la niña se había despertado pues se movió un poco pero casi al instante volvió a dormir profundamente, pensé por un momento en limpiarla pero recordé que estábamos solos y decidí dejarla así.
A la mañana siguiente yo me levanté antes que ella y decidí bajar a la cocina a prepárale una de sus comidas preferidas que eran los hot cackes con la idea de sorprenderla, de pronto la vi bajar inocentemente las escaleras tallándose los ojos pues recién había despertado enseguida note en su rostro que aún tenia restos de mi corrida en su cara y cabello, me acerque a ella le deposite un tierno beso en la cabeza y la envié a lavarse la cara para desayunar, esa imagen me dio buenas ideas para lo que seguiría.
Uff qué linda princesita! Jugaras con ella y algún vibrador a control remoto en un parque infantil? O quizás irla acostumbrando a ricos platos con salsa blanca para que vaya acostumbrando su lenguita al sabor de la leche