La segunda vez con mi tío
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Zooguy28.
Como ya les conté en mi relato anterior, mi primera vez fue con mi tío y fue increíble así que, obviamente, eso teníamos que repetirlo y vaya que lo hicimos.
Al principio nos costó bastante volver a coincidir ya que, por un motivo u otro, no lográbamos quedar pero, tras muchos mensajes, finalmente logramos acordar que nos veríamos en su taller de mecánica una noche cualquiera ya que no podíamos hacerlo nuevamente en la camioneta y arriesgarnos a que nos descubrieran así que mejor quedamos así para facilitarnos las cosas y vaya que fue una buena decisión ya que, aparte de que su taller era más cálido y estaba mucho mejor iluminado que el auto para así poder ver a mi machote en todo su esplendor, también tenía ese olor tan característico de los talleres y que me prende bastante, a aceite y a trabajo rudo así que, apenas llegar y saludar a mi tío con excitación al ver que vestía únicamente una playera, un short y chanclas que me calientan bastante, me envolví nuevamente en sus brazos mientras él me acariciaba lentamente la espalda levantando mi playera para poder tocar mi piel directamente, algo que yo imité de inmediato y, tras preguntarle si se había asegurado de que nadie nos interrumpiría ahí y recibir una respuesta afirmativa, sin poder aguantar más, le quité la playera que llevaba prendiéndome de inmediato al ver su amplio pecho, sus deliciosos pezones y su prominente barriga, misma que empecé a acariciar de inmediato a la vez que me prendía de su pecho con mi lengua como niño hambriento, algo que le fascinó ya que, sin pena alguna, con una mano sujetó mi cabeza para que chupara más mientras que con la otra, desabrochaba mi cinturón para así poder agarrar mis nalgas que, aunque no tengo muchas, a él le encantan y más cuando, como ese día, están húmedas por el sudor, un extraño fetiche que él tiene y que apenas es adecuado con los míos, jaja.
Casi enseguida y antes de que consiguiera bajarme el pantalón, aproveché para besarlo primero en el cuello, en las orejas, en sus rasposos cachetes y por último, en los labios, mismos que él abrió para darme unos besos de lengua riquísimos al mismo tiempo que me quitaba la playera y me acariciaba mis diminutos pezones ya que, opuesto a él, yo soy delgadísimo pero eso le encanta y es que, de esa forma, con una sola mano puede abrazarme de la cintura mientras me besa y arrimar su enorme paquete que fue lo que hizo en ese momento y que, aún con los pantalones y su short de por medio, podía sentir junto a mi verga en toda su dureza y eso fue lo que causó que ya no pudiera resistirme más y empezara a acariciarla directamente sobre el short, notando sin disimulo alguno que no traía calzones ni nada por el estilo, mi tío sonrió y me explicó que era una noche muy calurosa a lo que yo le di la razón de inmediato sin dejar de tocar su enorme verga al mismo tiempo que me preguntaba cómo podía ser que me la metiera con tanta facilidad pero, antes de encontrar una respuesta, mi tío se separó de mí de golpe y, sin más, se sentó sobre un viejo escritorio que tenía dentro de su taller levantando sus enormes pies aún con las chanclas puestas y preguntándome si no quería darles un masaje a lo que le respondí que eso y más y, sin dudar, me puse de rodillas y empecé a acariciar sus patotas para luego ponerlas contra mi pecho desnudo y enseguida, meterme sus dedos a mi boca mientras mi tío, perdiendo todo disimulo, gemía suavemente sintiendo cosquillas y excitación al mismo tiempo, algo que me hizo sonreír mientras comenzaba a lamer sus pies sin pena alguna y enseguida me seguí recorriendo sus piernas con mi lengua hasta llegar nuevamente al short, mismo que en ese instante decidí que ya me estaba empezando a estorbar y jalé para quitarlo de un tirón mientras mi tío sonreía otra vez al ver que su circuncidada y enorme verga, libre de toda atadura, inmediatamente se levantaba en todo su esplendor para, segundos después, desaparecer en mi boca y llegar hasta mi garganta sintiendo el sabor salado y delicioso del precum que mi tío derramaba a raudales y más al sentir mi lengua recorriendo de ida y vuelta su moreno mástil concentrándome principalmente en la roja cabeza sobre la cual comencé a hacer círculos con mi lengua provocando que saliera aún más precum, mismo del que no dejé escapar ni una gota y es que, en verdad, sabe riquísimo.
Ya tras varios minutos de delicioso sexo oral, mi tío al fin dejó de gemir y se puso de pie frente a mí para volver a besarme al mismo tiempo que volvía a acariciar mis ansiosas nalgas y me susurraba que quería cogerme a lo que yo acepté de inmediato ayudándole a terminar de desabrochar y bajar mis pantalones junto con mis calzones mientras él se ponía detrás de mí y, untando su verga aún con más saliva, me la empezaba a pasar por la raya de las nalgas, algo que en lo personal me encanta pero, cuando al fin hizo el intento de meterme la enorme cabeza, yo le pedí que parara así que él, extrañado, me preguntó qué pasaba a lo que le dije que esta vez quería ver su cara mientras me cogía y es que, cuando lo hicimos de perrito, no pude hacerlo y moría por observar su excitación y placer a lo que él reconoció morbosamente que también le gustaba la idea y, sin dudar un minuto, me cargó y me sentó en el escritorio para enseguida quitarme del todo pantalón, calzones e incluso mis zapatos, que salieron volando mientras él, aprovechando que yo no traía calcetines, me acariciaba mis pies y les daba una suave lamida para enseguida, jalarme de ellos suavemente para así lograr que yo quedara recostado sobre mi espalda en su escritorio, con las piernas abiertas y el culo bien expuesto frente a él, una visión que lo excitó sobremanera ya que, sin dudar un momento y aprovechando su nuevo derrame de lubricante, me la dejó ir hasta el fondo mientras yo, asustado y adolorido, le pedía que lo hiciera despacio ya que, como recordarán, todavía no tenía mucha experiencia en ese aspecto, sin embargo mi tío supo cómo hacerlo adecuadamente ya que, una vez adentro, se quedó sin moverse hasta que notó que yo me había relajado lo suficiente para aguantar sus embates, momento en el que, sin más, comenzó a moverse de adentro hacia afuera primero lentamente y ya posteriormente más rápido haciendo que yo sintiera escalofríos de placer cada que su verga entraba hasta el fondo y sus huevos chocaban contra mis nalgas, algo que sin duda notó ya que de inmediato me preguntó si me gustaba mientras me veía directamente a los ojos reflejando un rostro impresionantemente excitado y caliente con unas gotas de sudor en su frente
Yo asentí asombrado y, sin dejar que saliera de mí un instante, aproveché la breve pausa para enderezarme un poco, movimiento que él entendió de inmediato ya que me ayudó a prácticamente sentarme sobre su verga al mismo tiempo que yo lo abrazaba con mis brazos y piernas sintiendo como nuestro sudor se mezclaba y nos dejaba pegajosos pero eso no nos importó en lo más mínimo sino que, por el contrario, nos prendió aún más y así, sin dejar de moverse en mi interior, aprovechó para besarme nuevamente mientras yo gemía suavemente y le pedía que no parara, que me encantaba como me cogía y que lo único que deseaba era seguir sintiendo su verga en mi interior, algo que terminó de excitarlo por completo ya que enseguida, mientras aún recorría mi rostro con su lengua, me susurró que estaba cerca de venirse a lo que yo le contesté que no podría soportar que no lo hiciera adentro de nuevo ya que me encantó sentir su esperma en mi interior la primera vez a lo que él asintió sonriendo y, acelerando aún más su vaivén de cadera
Finalmente dejó salir un gemido al mismo tiempo que su verga, en mi interior, se hinchaba aún más y me derramaba toda su leche en mi interior con una sensación de calor y satisfacción que terminó por provocar lo que fue mi primer orgasmo anal ya que, en ese mismo instante y estremeciéndome con una serie de temblores, yo también empecé a eyacular con fuerzas ante la mirada de asombro de mi tío, quien, aun abrazándome con su vergota dentro de mí, me dijo que jamás había visto algo como eso a lo que yo reconocí que yo tampoco aunque había leído en internet que podía pasar cuando uno es estimulado en la próstata a lo que mi tío sonrió satisfecho y, sin salirse aún, tomó mi propia leche con sus dedos y la puso frente a nuestras bocas para que así la compartiéramos mientras nos besábamos por última ocasión al menos por esa noche ya que, desde luego, con esa impresionante cogida, obviamente tendríamos que repetirlo tan pronto como fuera posible y por supuesto que lo hicimos pero ya se los contaré en otra ocasión.
Sin más me despido dando las gracias por el interés que despertó el primer relato y esperando que este, un poco más largo y descriptivo que el anterior, también les haya sido de su agrado y, si desean seguir leyendo de mis aventuras con mi tío y con algunos otros, no duden en ponerlo en los comentarios, recordando una vez más que todos mis relatos son cien por ciento reales y asegurándoles que aún tengo muchos más que contar o incluso, si así lo desean, podemos crear nuestro propio relato, video o lo que se les antoje, todo es cuestión de que me convenzan, jajaja, saludos!
gran relato como sigye