La sobrinita
Varios gemidos de intenso placer me indicaron que se estaba corriendo y cuando lo hizo mi polla se quedó dentro moviéndose en círculos por todo su coño arrancándole gritos de placer..
Este verano la hermana de mi mujer llamó diciendo que nuestra sobrina vendría a pasar unos días con nosotros. Lorena es encantadora, muy juvenil y alegre, con lo que a nosotros, que no tenemos hijos, pues nos distraería sin lugar a dudas. Fuimos a recogerla al aeropuerto. Las puertas se abrieron y la vimos tirando de un trolley buscándonos con la mirada. Al localizarnos nos saludó alzando la mano efusivamente, corrió hacia nosotros y nos dio un fuerte abrazo. Lucía una hermosa melena rubia, una blusa semi abotonada dejando entrever un generoso escote y unos shorts que realzaban su culito respingón.
Teníamos un apartamento alquilado en la playa y allí nos pasábamos horas, jugando, tomando el sol, charlando… He de confesar que de vez en cuando le metía un buen repaso visual de arriba abajo admirando ese cuerpo escultural. Ella se daba cuenta, por supuesto, no era tonta.
Aprovechando un rato que estábamos solos me dijo que no sabía que su madre y yo habíamos sido novios un tiempo.
-Y lo de la cocina con mi madre… fue muy atrevido.- Me dijo en tono picarón.
-¿Y cómo sabes eso?- Pregunté extrañado.
-Mi madre y yo tenemos confianza, nos llevamos MUY bien. Me contó que la tita os pilló en la cocina follándote a mi madre encima de la mesa de la cocina…JAJAJA…¡UAU!
-Yo…-Comencé a explicar medio ruborizado- Bueno, tu madre llevaba toda la comida provocándome cuando tu abuela no miraba. Me enseñaba una teta, se mojaba el dedo y se lo metía en el coño, me tocaba el paquete… Yo no podía más. Así que después de comer ella dijo que iba a fregar los platos, la abuela se quedaría viendo su programa de la tarde favorito y yo dije que la ayudaría a fregar. Nada más entrar en la cocina me abalancé sobre tu madre, la tumbé encima de la mesa, la abrí de piernas y tras apartarle las bragas, me la saqué y se la metí toda. Se nos olvidó el pequeño detalle de que sobre esa hora llegaba la que hoy es tu tía, mi mujer. Entró en la cocina y allí nos pilló en plena faena. Tu madre le dijo que vigilara que no viniera la abuela mientras yo no paraba de follarla. Ella miraba desde detrás de la puerta hacia el comedor y de vez en cuando nos miraba a nosotros. Con los años, recordando ese momento con tu tía, me confesó que esa noche se masturbó varias veces pensando en la escena.
-¡Puf! ¡Qué morbo! Yo me hubiera masturbado allí mismo, fijo.
Mi polla estaba dura en aquel momento y ella lo tuvo que notar en su carnoso culito, cosa que me inquietó un poco en aquel momento.
-¿La tita te coge el móvil?
-Bueno, a veces lo coge si necesita llamar por algo o entrar en internet por no coger el suyo, a ver, que no pasa nada, no tengo nada que ocultarle ni ella a mí.
-Lástima, porque te podría enviar unas fotos y así me ayudabas a elegir cuál me pongo de perfil de Instagram. Me gusta ir cambiando.
Sacó su móvil y me fue enseñando algunas. Unas normalitas y otras que iban subiendo de tono.
-En tu opinión como hombre…¿Con cuál te harías una paja? Me interesa saber qué excita a un hombre al ver la foto.
Elegí una en la que ella estaba desnuda sobre una almohada, de perfil, con el culito un poco en pompa, como esperando ser penetrada y la boca semiabierta. Se percibían sus tetas sobresaliendo por la almohada.
Al día siguiente compré un móvil prepago y le envié un Whatsapp. Ella estaba dando un paseo con mi mujer. Al rato recibo la foto con la que se me había puesto la polla a reventar acompañada de una pregunta:
-¿Te la vas a hacer?
Por la noche mientras cenábamos la noté intranquila, mirándome mientras trataba de aguantar la risa, lo cual me ponía nervioso por si mi mujer se daba cuenta. Cuando ella se levantó a por el postre mi sobrina me preguntó si me hice la paja a lo cual le respondí que sí. Ella se mordisqueó los labios y abrió los ojos con sorpresa. Seguro que su coño empezó a humedecerse imaginado cómo me masturbaba con su foto.
A la mañana siguiente mi mujer y yo desayunamos y ella decidió bajar a la playa antes, me dijo que no tardara en despertar a Lorena y que sobretodo desayunara. Recogí los platos y vasos y fui a su habitación. Estaba tumbada boca abajo, solo vestía un tanga dejando al descubierto su majestuoso culito. Me quedé un momento mirándola mientras me la tocaba por encima del bañador, fue excitante. Me acerqué a ella y la desperté. Ella se giró enseñándome sus pechos y advirtió, por lo abultado de mi paquete, que había estado mirándola un rato. No dijo nada, se sentó sobre la cama, estiró los brazos y bostezó. Sus pezones estaban duros en aquel momento.
-Coge mi móvil.- Me dijo
-¿Para qué?
-Me vas a hacer unas fotos para ver cual elegimos para mi perfil de hoy.
La primera fue sentada sobre la almohada apretándose las tetas con las manos y haciendo como que gemía. La segunda a cuatro patas. La tercera se puso de pie frente al ventanal que daba a la calle, sin importar que los vecinos la vieran semidesnuda. Se apoyó sobre el cristal dejando su culo bien arriba. No pude aguantar tal presión, tiré el móvil sobre el colchón y me puse detrás de ella, le bajé el tanga y le metí los dedos por el coño que lo tenía chorreando, tanto que aproveché su flujo untado en mis dedos para meterle uno por el culo mientras con la otra mano la masturbaba. Sus pechos apretados contra el cristal y sus gemidos empañando el vidrio me pusieron más cachondo. La agarré de las caderas y de un golpe entró mi polla dura como una piedra en su coño estrechito y juvenil. Sus pezones rebotaban contra el cristal, gemía y gemía pidiendo ser follada más y más, sin parar. No sé si algún vecino nos vio, pero si lo hizo seguro que se masturbó bien a gusto. Luego le di la vuelta, apoyé su espalda contra el vidrio, ella levantó sus piernas rodeando mi cadera y la senté sobre mi polla. La besaba y le metía la lengua en la boca a la vez que mi polla entraba y salía a placer de su coño. Me miraba con lujuria mientras cabalgaba sobre mi polla dura, sintiéndola más adentro, como si quisiera que le reventase el coño. Varios gemidos de intenso placer me indicaron que se estaba corriendo y cuando lo hizo mi polla se quedó dentro moviéndose en círculos por todo su coño arrancándole gritos de placer. Después la volví a poner mirando contra el vidrio del ventanal y me la follé bien fuerte por detrás hasta correrme dentro.
A la noche siguiente, entré de madrugada en su habitación mientras dormía, boca abajo, como siempre y me la follé por el culo mientras ella apaciguaba sus gemidos mordiendo la almohada. Otra noche fue ella la que entró mientras dormíamos y me la mamó con el morbo de que mi mujer se podría despertar en cualquier momento, por fortuna no lo hizo y me corrí en la boca de mi sobrina. Ella salió de la habitación con su boca llena de esperma. A la siguiente madrugada, poco antes de que mi mujer despertara entré en su habitación, cogí su sujetador y mientras ella dormía me masturbé con él mirándola, semidesnuda, aquel culito que hacía un par de noches había follado a placer. Le dejé el sujetador lleno de esperma cerca de su cara, para que al despertarse supiera lo que había hecho. Después me dijo que se lo había metido por la raja del coño y se masturbó con él hasta correrse. Me dijo que fue morboso sentir mi esperma sobre el sujetador acariciando su coño húmedo.
Sus vacaciones acabaron y tuvo que regresar, pero me sigue enviando fotos para que elija cuál me gusta más. Sé que cuando la pone en Instagram sabe que me pajeo para ella.
Muy buen relato, saludos.
Muchas gracias!