La sobrinita bailarina de mi mujer
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La sobrinita de mi mujer, que llamaré Sasha, tiene 12 años, hija del hermano de mi esposa y de Lucía, Sasha es una chiquilla muy linda como su mamá, super delgada, debido a el ejercicio que hace en sus entrenamientos, tiene ojitos color miel, piernas largas y un culito compacto que se ve durito. Yo fui profesor de nivel secundario, por eso fue que me pidieron tratar de nivelar a Sasha en sus estudios.
Hace como cinco años, Lucía, la mamá de Sasha tuvo una aventura conmigo, ella en ese momento se había separado unos meses de mi cuñado por problemas propios del matrimonio, y ella se fue a vivir con una amiga y en una visita que le hice terminamos teniendo sexo, Lucía tiene unos senos hermosos y un culito de pelicula que hice mio en lo que duró esa aventura que tuvimos, fueron unos tres meses de rico sexo con ella, debo decir que fue solo sexo entre ambos, no hubo corazones rotos cuando ella regresó con el hermano de mi mujer, sin embargo todavía nos hacemos ojitos y hemos estado a punto de volver a tener otro encuentro, pero no ha sucedido por algunos motivos. Creo que podría hacer un relato de lo mejor de esos tres meses.
Pero volviendo a la historia, mi mujer es enfermera y trabajo en el hospital nacional y hace turnos dos o tres veces por semana, y cabalmente Sasha llegaba dos días que mi esposa no estaba en casa. La pequeña llegaba después de sus entrenamientos, o sea que en ocasiones llegaba en shorts y playeras que usaba para practicar, en ocasiones llegaba mojada de sudor y en otras llegaba recien bañada, dependiendo si le daba tiempo. Sasha era muy platicadora, pero noté que su tema principal era el sexo, me dio que había tenido ya dos novios, para sus doce años pienso que era demasiado.
Apenas en la segunda sesión con Sasha, había un problema que ella no entendía bien, asi que vino ella y se sentó en mis piernas completamente, bueno eso se puede tomar como normal, pero la pequeña se movía sobre mi paquete y comencé a reaccionar, mi verga se fue despertando y estaba poniendose dura, yo sé que ella lo notó y se movia como acomodándose, estuvo alli casi todo el resto de la clase, mi verga estaba ya erecta y dura, en eso la llamarón a su movil, era Lucía, ya estaba esperándola afuera en su auto, asi que me dejó duro y tuve que masturbarme para bajarme esa erección. A partir de alli, Sasha recibía sus clases en mis piernas, siempre que no estuviera mi esposa, yo podía sentir el aroma de su cabello y de su cuerpo.
Cada vez movía mejor sus nalguitas sobre mi bulto en los pantalones, me dejaba bien duro. Una de esas veces, ella llevó vestido en vez de short, pues no había ido a practicar baile, de nuevo se sentó en mis piernas, yo la abracé de la cintura y pegué y froté mi verga en sus nalguitas, me puse tan cachondo que poco a poco fui levantando su vestidito, de modo que mi verga debajo de mis pantalones se pegaba a su cuquita solo cubierta por su braguita, ella sintió muy bien el bulto pegarse a su trasero, que cuando hablaba le temblaba la voz, estando los dos muy calientes, entonces decidí jugarmela.
Le estaba explicando y metí mis manos debajo de su vestido, ella sentada en mis piernas, le tomé su calzoncito y lo fui bajando, ella lo sintió y lejos de resistirse, se levantó un poco y me dio tiempo para bajarselo a los muslos, luego yo me bajé el cierre del pantalón y saqué mi verga de los pantalones, asi nuestros dos sexos tuvieron contacto, el tronco de mi verga se pegaba y frotaba contra su rajita, yo podía sentir lo calientito de su coñito, luego la tomé de la cintura y nos frotabamos los dos con tal impetú que luego de varios minutos en esa frotada, ella comenzó a gemir y yo también, en eso comienzo a eyacular, me mojé los pantalones y una buena parte de mi esperma impregnó los labios vaginales de su cuquita. Estabamos limpiandonos, cuando sonó su móvil, su mamá ya estaba afuera.
Se me hizo eterno esperar un par de días para ver a Sasha de nuevo. Pero llegó el día y alli estabamos, Sasha de nuevo estaba en vestido, eso me hacía pensar que le había gustado lo del otro día, apenas empezamos ella se subió en mis piernas, le volví a bajar su braguita y a sacar mi verga que ya estaba empalada, ahora el movimiento fue más lento, la sangre me subió a la cabeza, yo estaba muy excitado en pocos minutos, entonces comencé a besarle el cuello por atras, luego la espalda, ella gemía como una gatita. Nuestros sexos se frotaban de nuevo, pero ya era hora de intentar metersela, además yo estaba muy excitado. Le dije -levantate un poquito!-, ella obedeció y levantó su trasero, mi verga ya estaba mojada, la puse parada, no completamente, y cuando ella se sentó, mi verga la penetró, bueno más bien mi glande entró en su cuquita, ella gritó y se tapó la boca con ambas manos, la tomé de la cintura y aprovechando que mi glande estaba adentro, la comencé a mover arriba y abajo, su rajita fue cediendo, me apretaba la verga, pero yo sentía que iba entrando, poco a poco mi verga se fue metiendo en su estrecha vagina, ella no dejó de quejarse todo el recorrido y luego de dos o tres minutos asi, mi verga estaba casi totalmente metida en su rajita.
Luego tomándola de la cintura, la fui levantando y bajando, mi verga entraba y salía de su cuquita lentamente, ella gemía, pero con las manos en la boca, su rajita me apretaba la verga, sentía como si me la estuviera pelando. La estuve cogiendo unos diez minutos como si fuera camara lenta, mi verga entraba y salía muy despacio de su cuquita, después de ese tiempo, al parecer su rajita se dilato y pude empezar darle un poco más duro y más rápido, mi verga pareció liberarse y se movia más dentro de su vagina, la oí llegar a un orgasmo alli ensartadita. Estaba tan apretadita que no pude aguantar más, eyaculé en su interior y yo pegué un gran grito. Le llené su coñito de lechita. Luego la bajé de mis piernas y pude notar que había sangre en mi verga, hasta ese momento supe que yo había sido el primero. Ella corrió al tocador a limpiarse, se tardó unos quince minutos, luego regreso y me abrazó, luego me besó en los labios y yo correspondí, me dijo que yo había sido su primer hombre y que había dejado de ser virgen.
A la siguiente vez, ya no perdí tiempo, la tomé de la mano y la llevé al dormitorio, alli le quité su traje de ejercicio y la dejé en cueritos, le abrí sus delgadas piernas y le comí su rajita, Sasha se movía en la cama como una lombriz mientras yo le comía su cuquita, la hice correrse alli en mi boca. Luego la puse a comerme la verga, la chica hizo un fabuloso trabajo, me hizo casi llegar a un orgasmo, tuve que detenerla para no eyacular en su boquita, porque quería cogerla, luego me puse arriba y ella abajo, le levanté sus largas piernas y las puse en mis costados mientras comenzaba a penetrarla, ella me apretó con sus piernas y entramos en un delicioso mete-saca, la cogí delicioso, ella me arañaba la espalda con sus pequeñas uñas, se corrió una vez más estando alli abajo, yo no aguanté más y sacándosela eyaculé en su vientre plano.
Sin planearlo tanto, he tenido sexo con la mamá y con la hija.
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