La sorpresa que me llevé con mi sobrina Agostina

Todos le decimos Gogui. Es poseedora de un par de pechos fenomenal, y en contrapartida tiene menos culo que un palo. .
Gogui, tiene 17 años, y como pude comprobar hasta ayer era virgen. Todo se dio en el contexto de que mi suegra, ya mujer mayor, de 90 años vino a vivir a casa por que no puede estar más sola. Necesita de muchos cuidados, especialmente para bañarse, caminar, y cosas básicas. Entonces como mi esposa se vio desbordada por la situación decidimos ofrecerle a su cuñada, la esposa de su hermano, ya fallecido, que se gane unos pesos haciendo de dama de compañía. Finalmente acordamos que Elena cuidaría de mi suegra por las noches cuatro días a la semana, y su hija Gogui, vendría tres días, de día,  en la semana para acompañar a mi suegra.

Hasta ahora yo siempre había mirado a mi sobrina medio de costado, sin darle demasiada importancia desde el punto de vista de mujer, eso sí, sus tetas siempre llamaron mi atención. Más de una vez soñé con poner mi verga entre esos pechos y hacerme una francesa. Pero ayer, sin proponérmelo y sin propiciarlo se dio todo lo que a continuación narraré. Mi esposa como todos los Lunes, Miércoles y Viernes se va a sus dos horas de Pilates, por ende mi sobrina se quedó con mi suegra. Yo volví de mi entrenamiento en ciclismo y me fui derecho a bañar, o sorpresa cuando voy a secarme, no encuentro toalla. Era obvio que mi sobrina había bañado a mi suegra y no repuso la toalla en el baño. Por lo que alzando la voz le pido que me alcance una. Al minuto se abre la puerta del baño y Gogui entra directamente hasta la ducha, tenemos una mampara de vidrio por lo que se puede ver todo a través de la misma. Y allí estaba yo, en pelotas, con mi verga medio erecta del baño y el ejercicio, y mi sobrina que no quitaba la vista de la misma, me picó el bichito de la líbido al ver su comportamiento e interés, y moviendo la cadera, sacudí mi palo de lado a lado, y comencé a erectarme. Y sin ser un actor porno, gozo de un rabo interesante, no tan largo apenas 19cms, pero es algo grueso,  principalmente en su base, diría que hasta un poco desproporcionado. Llega a los 8cms de lomo. El hecho es que mi sobrina no sacaba la vista de mi verga. Ni lerdo ni perezoso me giro hacia ella dándole un primer plano de mi pija que ya estaba totalmente dura y apuntando al frente. Se me ocurre preguntar, y la Abuela? me contesta, esta haciendo la siesta. Le pido que cierre la puerta, a lo que ella accede sin duda alguna. Y se quedó parada en el medio del baño, como esperando órdenes. Sin dudarlo le pido que se acerque, ella medio reticente lo hace. Vení, tocalo y le pongo la pija al alcance de la mano. Ella sin quitar la vista de mi pija lo toma delicadamente con su mano, la atraigo hacia mí, y al acercarla le doy un beso en la boca, ella no se resiste, y puedo apreciar a través de la tela de su remera, que sus pezones pugnan por salirse del corpiño. Me adueño de sus pechos, ella se pone colorada pero no se resiste. Levanto su remera y ahí están, dos preciosas tetas, contenidas a duras penas por el corpiño. Se lo levanto y las libero, son pesadas, blancas y sus pezones rosados me apuntan acusadoramente. Sin dudarlo me apodero de uno y comienzo a morderlo y a acariciarlo con la lengua. Ella emite un suave gemido y se retuerce, pero no suelta mi tripa, la cual tiene bien agarrada por el tronco. Pongo mis manos sobre sus hombros y lentamente la llevo hacia mi ingle, queda arrodillada, expectante frente a mi verga, suavemente le pido que la chupe, ella duda y finalmente toma entre sus carnosos labios mi pene, haciendo que un disparo eléctrico me llegue hasta el cerebro. La tomé de los costados de su cabeza y comencé un lento y pequeño vaivén, cogiéndomelas por la boca. Mio pija estaba a reventar, mi sobrina a todo esto no había emitido palabra.

Luego de unos cinco minutos de mamada, la hice levantar, y sin preguntarle, ya que estaba totalmente entregada, le saco su remera, su corpiño, bajo su calza de lycra y tomando su calzón de ambos lados se lo bajo, dejándola totalmente desnuda, y me encuentro con una vagina totalmente depilada, de labios gorditos, y que está brillosa de jugos, mi sobrina está totalmente excitada. Con mis dedos acaricio sus labios vaginales, ella cierra los ojos y suspira, mientras me masturba lentamente, hinco un dedo entre sus labios gorditos y encuentro su clítoris totalmente erecto, lo tomo entre mis dos dedos y aprieto, ella gime y se retuerce, la hago sentar en el inodoro, y atrayéndola hacia mí, me adueño de su conchita, mi lengua va y viene, profundiza, me encuentro con su agujerito trasero, apretado, rosadito, meto mi lengua y ella pega un saltito, sigo arremetiendo contra su conchita, chorrea jugos y yo ya estoy muy excitado, la hago parar apoyando su pancita contra la mesada del baño, la hago agachar y me queda su conchita y su culo justo para llevar a cabo mi acto de desfloración, la hice echar la cola hacia atrás, abrir un poco las piernas para darle espacio a mi pija y tomando la misma por el tronco, pincelee lentamente su concha, abriendo sus labios hasta encontrar la fuente de tanto calor, su túnel vaginal. Y suavemente pero firme me interné en su caliente caverna, Ella gimió ante la intrusión de mi badajo, yo seguí penetrándola, llegué a su himen y lo perforé sin miramientos, ella gritó, yo la penetré totalmente, al fin tenía alojado mis 19x8cms de carne dentro de su vagina. Ella gemía, yo la cogía, suave pero firme, al minuto ya se la sacaba toda y ella la buscaba echando su culo hacia atrás para que la penetrara toda, y en ese juego de meter y sacar, de repente se le aflojaron las piernas y tuvo su primer orgasmo producto de una vara de carne. Se la metí mas adentro si todavía quedaba algo afuera, la pistonee con ganas y le saqué otro orgasmo, cosa de no creer, era tanta mi excitación que no podía acabar, y sin tener duda alguna, y sin decirle lo que se venía, tomé gel lubricante, le llené el agujerito del culo metiendo dos dedos y luego tres, ella protestó, se quejó, pero seguía ensartada por mi verga, le abrí bien el orto con tres dedos y mucho gel, y sin mediar palabra alguna, saqué mi pija de su conchita, la apoyé en su esfinter y perforé de una su culo, el aullido que dio fue tremendo, temí que mi suegra se despertara, pero ya no importó, tenía media pija dentro de su aterciopelado túnel trasero, lentamente seguí metiendo mi tripa en su ano hasta que llegar a la parte más gruesa, donde mi palo se hace realmente grueso, y allí ella ya no quiso saber nada, pero yo no estaba dispuesto a renunciar, saqué mi verga, y dentro de su abierto ano puse un montón más de gel, y volví a empernarla, entré, y entré, hasta que ella casi gritando permitió que mi tripa la penetre en su totalidad, gemía y lloraba, pedía por favor que se la saque, yo nada. Se la tenía enterrada hasta los testículos. Pasaron unos minutos y se relajó, entonces comencé con mi ida y vuelta, ella seguía agarrada a la mesada, gemía, lloraba, pero de repente se relajó, y ella misma comenzó a buscar que la verga le entrara más. Había superado el umbral del dolor y le estaba empezando a gustar, al notar esos, la cojí más fuerte, y más fuerte, y a los cinco minutos la pendeja pedía más y más, llego a su tercer orgasmo, y yo le llené el culo de leche con varios chorros potentes. Y mientras estaba echando leche en su culo, se la saqué de golpe y se la enterré hasta el fondo en la conchita, y luego de un ratito de cojerla llegó su cuarto orgasmo. Finalmente se me bajó la tripa, y ella quedó totalmente desparramada en el suelo, recostada en la pared, yo volví a abrir la ducha, nuevamente comencé a bañarme, ella me miraba, la invité a bañarse conmigo, ella se levantó, se metió bajo el agua, y sin pedirme permiso, se adueñó de mi pija, comenzó a acariciarlo con mimos. Y levantando su carita hacia la mía, me dice con voz melindrosa ,e dice,  tío que tremenda cojida me diste, me desvirgaste la concha, el culo y la boca. Por el culo me dolió mucho, es que es muy gruesa. Pero al final me gustó. Cuando quieras podemos repetir. Y yo, en el cielo, había conseguido una nueva conchita donde meter mi palo.