La tía Rita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo vivo con mis padres y desde que recuerdo, siempre cuando venía la tía Rita, me alzaba a upa y metía mi cara entre sus tetas, haciendo que me ría a carcajadas.
Ella es una mujer grande, de enormes tetas, un culo de nalgas grandes, muy simpática.
Yo la adoro a mi tía.
Mi abuela vivía en el campo, sola desde que murió mi abuelo, y al tiempo ella enfermo y la tía la fue a cuidar, así que deje de verla por bastante tiempo, hasta que mi abuela también murió.
Mis padres le dijeron que si ella se quería quedar a vivir en casa de la abuela que lo haga, que no iban a vender ni los campos ni los animales, que los explote ella, ya que fue la que se comió toda la enfermedad de mi abuela, así que mi tía Rita se quedó a vivir en el campo y la veía solo en vacaciones cuando iba a pasarlas a su casa.
Cuando termino el secundario tendría unos 15 años y mi madre le preguntó si podía ir con ella a pasar las vacaciones, a lo que mi tía le dijo que si encantada.
Yo me llamo Leonardo, pero me dicen Leo.
Cuando llego me estaba esperando la tía en la estación del tren, nos abrazamos, nos besamos con mucho cariño, y nos fuimos a su casa, me instalé y me dedique a disfrutar.
La tía Rita sigue igual que siempre de loca y simpática.
Una tarde estaba yo jugando en el galpón donde guardan el forraje y escucho a mi tía venir riendo con alguien, así que yo me escondí entre los atados de alfalfa y la veo entrar con un hombre, "acá vamos a estar mas cómodos, mi sobrino creo que esta durmiendo", le dijo la tía besando a ese hombre y aflojando su pantalón, sacando su pija y ella agacho el cuerpo y se la empezó a chupar, el hombre le empezó a levantar la pollera y a bajarle la bombacha, dejando la enorme cola de la tía al aire y él le apretaba y le abría sus nalgas, dejando que de donde yo estaba le viera un montón de pelos de entre sus piernas y un enorme ano, escuchaba el ruido que hacía mi tía con la boca chupando la pija de ese hombre.
Ese tipo la hizo poner de pie y le sacó la comisa y el sujetador dejando sus enormes tetas al aire y se las empieza a chupar, entre gemidos de mi tía, mientras le seguía acariciando la pija.
Yo estaba viendo eso, y me estaba haciendo la paja, despacio, viendo como se la iban a coger a mi tía.
El hombre la hace apoyarse contra una columna de palo que había, haciendo que se agache y saque la cola bien para a fuera, veo como le acomoda la pija entre las nalgas y el grito que dio mi tía cuando se la metió de una, "despacio mi amor, sabes que la primer entrada tiene que ser despacio, así no me duele la cola", le dije mi tía con sus nalgas pegadas al cuerpo de ese hombre, y metió su mano entre sus piernas, acariciando su concha mientras el hombre sacaba y volvía meter su pija entre las nalgas de la tía Rita.
Sus tetas iban y venían a medida que tipo la cogía, sus nalgas hacían un sonido raro cuando chocaban contra el cuerpo de ese hombre, los gemidos de ambos eran como gritos de placer, yo me estaba haciendo flor de paja de ver como la cogían por la cola a la tía, "Rita, te voy a llenar el culo de leche", le dije el tipo moviéndose mas fuerte y mas rápido, "si mi amor, llena bien mi cola de leche, dame toda la lechita bien adentro de mi colita", le decía mi tía sin dejar de acariciar su concha, gritando de placer y ese hombre se la mete bien adentro y empiezan a gritar los dos.
Así se quedaron un rato pegados, hasta que el hombre saca su pija de la cola de la tía, y ella se da la vuelta y se la mete en la boca, yo veía como le salía leche de entre sus nalgas y me terminé de hacer un pajazo de campeonato.
"La semana que viene me doy una vuelta", le dijo el hombre, arreglando su ropa, "si mi amor, cuando quieras", le dijo la tía Rita, arreglando la suya.
Yo no podía creer lo que había visto.
Yo estaba como loco detrás de la tía, la quería coger, pero no sabía como, no tengo ninguna experiencia, iba a todos lados con ella, volvía al galpón donde la había visto coger y me hacía la paja pensando en lo que había visto.
Otro día me levanto de dormir la siesta y por la ventana la veo salir del mismo galpón con otro hombre y mi tía salía limpiándose la boca, yo me quería matar, no vi que habían echo y porque mi tía salía limpiando su boca.
Yo le olía sus bombachas sucias, me hacía la paja y me limpiaba la pija con las bombachas que ella tenía para lavar.
Una noche estábamos cenando, y llovía muy fuerte, "te acordás cuando yo era chico tía?", le dije por hablar de algo, "como no me voy a acordar, te reías a carcajadas cuando metía tu cara entre mis tetas", me dijo riendo, "ahora ya sos todo un hombre y seguro que no querrías que meta tu cara entre las tetas de esta vieja", dijo, riendo y tomando un poco de vino, "y vos, ya tenés novia?", me dijo la tía, "no, que va, las chicas se me dan muy mal", le dije bajando la cabeza, "nunca estuviste con ninguna mujer?, tu padre no te ha pagado aunque sea una puta para que debutes?", me dijo con total desparpajo, "no, ni ahí, nada", le dije, sin levantar la mirada del plato, estaba avergonzado, "que desperdicio, si no fueras mi sobrino sabés como te cogía", me dijo, sin dejar de reír, "pero me puedo olvidar ese pequeño detalle", me dijo, apoyando su pie descalzo sobre mi pija.
Yo abrí los ojos lo mas grande que pude, no podía creer lo que mi tía Rita estaba diciendo y como me acariciaba la pija con el pie.
"Nunca le digas nada a nadie", me dijo, poniéndose en pie y se sacó la camisa y el sujetador, dejando sus dos enormes tetas al aire.
"Chupa mis tetas", me dijo, metiendo uno de los pezones en mi boca, mientras se desabrochaba la pollera y la dejaba caer al piso y se empezaba a bajar su bombacha.
Yo tenía la pija súper dura mientras le chupaba las tetas a mi tía, y ella me agarra la mano y se la lleva a su concha, que estaba mojada y muy caliente, "hay mi guachito tierno, la tía Rita te va a enseñar a coger", me dijo, haciendo que le meta el dedo en la concha, "a ver esa pija como está", me dijo, haciendo que me ponga de pie, dejando de chupar sus tetas y sacando mi mano de su concha, ella se arrodillo frente mio, y me empezó a chupar la pija, y yo de caliente que estaba, me acabé enseguida en su boca, ella siguió chupando, mientras a mi me temblaban las piernas de como me estaba acabando dentro de su boca.
"Vamos a la cama", me dijo, y me di cuenta que se había tragado toda mi leche, "pero manoséame toda, no dejes que me enfríe", me dijo, haciendo que le manosee su cuerpo desnudo, "así, mete tus dedos en mi cola, dame palmadas en las nalgas, manosea mi concha", me decía la tía, dejando que le haga lo que quiera.
Cuando llegamos a su dormitorio, se acostó boca arriba, y me hizo acostar sobre ella, acomodando mi pija contra su concha, , agarrando mi cintura y haciendo que le entre toda la pija, "así, chupa mis tetas mientras me coges", me decía, casi a gritos, mientras yo le chupaba las tetas, ella agarrando mi cintura, me movía para adelante y para atrás, y yo sentía como salía y entraba mi pija de su concha, "tía, que caliente y mojada tienes la concha", le dije, "es que me gusta como me estas cogiendo", me dijo, gimiendo y abriendo sus piernas lo mas que podía, "ahora me la vas a meter por el ojete y le vas a coger bien cogida la cola a la tía", me dijo, levantando bien sus piernas, y con su mano acomodó mi pija contra su ojete, "empuja y clava tu pija bien adentro de mi cola", me ordenó, ya que eso no fue un pedido, y yo empujé, sintiendo como le entraba, parecía como le había entrado en la concha, "así guacho, así, cogeme bien cogida por la cola, como me gusta que me cojan por el ojete", gritaba, mientras a fuera llovía cada vez mas fuerte.
"Que bueno se siente tu pija dentro de mi cola", gritaba la tía, "tía, te quiero coger todos los días", le dije temblando de placer, "me vas a coger todos los días y varias veces por día", me gritaba, acariciando su concha, como se la había acariciado cuando aquel hombre le había cogido la cola en el galpón.
La tía Rita gritaba, estaba como fuera de sí, "te gusta tía?", le dije moviendo mi pija dentro de su cola, "si guachito tierno, me encanta como me estas cogiendo", me gritaba la tía metiendo sus dedos en su concha y gritando como loca, "llena mi cola de leche, llena mi cola de leche, acábate bien adentro de mi cola", gritaba, metiendo los dedos de una mano en su concha y con la otra mano se apretaba los pezones.
Yo creí morir cuando me empecé a acabar dentro de la cola de la tía Rita, gritábamos como locos, la tía cerraba los ojos y fruncía el ceño, "no la saques todavía, deja tu pija dentro de mi cola", me gritaba temblando y mordiéndose los labios.
A mi me temblaba todo el cuerpo, quería dormir, estaba tan cansado, que no podía mas.
"Ahora vamos a dormir bien juntitos y desnudos los dos, que desde mañana me vas a coger todos los días hasta que te bayas y a cada rato", me dijo la tía, y me dejó acomodar en la cama, y ella se pegó bien contra mi, agarrando una de mis manos e hizo que le agarre una de sus tetas.
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