La Tía Sara
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Sociableimaginador.
Sara es una bella mujer de 42 años ama de casa, de estatura media, con un cuerpo voluptuoso, de caderas grandes y gordas, posee un par de senos grandes como melones, de ojos azules, piel blanca, cabello negro liso y largo que le llegaba hasta la mitad de la espalda y un rostro de muñeca, que aunque presentaba algunas arrugas leves es muy bello. Sara no es una belleza como las modelos de la tele, su cuerpo voluptuoso tiene algunos pliegues de grasa, aunque estos no desmejoraban en nada su silueta, es lo que podríamos decir una cuarentona muy sexi. Aun así sus encantos no fueron suficientes para su ex esposo, quien busco placer con otra mujer y al final acabo con 12 años de matrimonio. Sara nunca tuvo hijos porque su ex marido era estéril.
Y cuando se encontró sola y desconsolada busco ayuda en su familia. Su familia cercana era su hermano mayor Alejandro, viudo de 45 años que vivía en una casa grande a las afueras de la ciudad de dos pisos con su hijo Fernando de 15 años, en el centro de la ciudad en un barrio muy lujoso vivía su hermana menor Alexandra de 40 años casada con Mauro quien trabajaba con Alejandro en la misma empresa, tenían 2 hijos maría la universitaria de 18 años y su hijo Javier de 16 años, también tenía una prima soltera, Lucia era su nombre de 38 años que vivía al otro extremo de la ciudad en un apartamento pequeño. Todos los hermanos y Lucia eran muy cercanos, y trataban de reunirse frecuentemente en la casa de Alexandra. En una de esas reuniones cuando se enteraron del divorcio de Sara, le aconsejaron a ella que debería ir a vivir con Alejandro, para no sentirse sola mientras superaba su pena amorosa y Alejandro la convenció diciendo que debido a su trabajo que le obligaba a salir de viaje varias veces al mes necesitaba a alguien que cuidara de su hijo Fernando y se encargara de las labores de su casa. Sara entonces vendió todo lo que pudiera recordarle su matrimonio fallido y se mudó poco después a la casa de su hermano mayor y de su dulce sobrino Fernando a quien le tenía mucho cariño.
En las primeras semanas que Sara paso en la casa de su hermano la pena fue poco a poco desapareciendo y un nuevo sentimiento ahora invadía su mente y su cuerpo, “deseos sexuales reprimidos”. Cuando su hermano trabajaba y su sobrino se encontraba en el instituto, Sara comenzaba a disfrutar de su cuerpo con las más salvajes masturbaciones y cada día descubría nuevos placeres que su cuerpo recibía dichoso. Después compro un ordenador para su habitación, que se encontraba en el primer piso de la casa al lado de las escaleras y se hiso adicta a todo tipo de páginas que contuvieran cualquier material erótico que le excitaran y la llevaran a los orgasmos más fantásticos que se producía ella misma con sus dedos mágicos.
Videos porno, imágenes y relatos eróticos, todo era bien recibido por su morbosa mente. Día a día ella era la mejor tía y hermana que realizaba las labores del hogar cuidando al mismo tiempo a sus adorados familiares. Pero cuando estaba sola esa mujer buena desaparecía y se transformaba en una diosa sexual con un apetito lujurioso que cada vez era más difícil de satisfacer. Poco a poco comprendió que lo que la complacida totalmente era ver y leer material en el que los protagonistas fueran mujeres maduras sexis como ella que follaban apasionadamente con jovencitos parecidos a su sobrino,
Su interés por los relatos incestuosos en los que un sobrino follaba con una tía provocaban en ella los mejores orgasmos. Y es que en el fondo ella deseaba a su sobrino Fernando, ese gran cariño que le profesaba y que siempre había sentido hacia él no era más que una manifestación del deseo inconsciente que este joven le provocaba, pero estos deseos no solo eran por Fernando su otro sobrino Javier el hijo de Alexandra tampoco le era indiferente y más de una vez también había gozado pensando en él. A pesar de que una parte de ella se avergonzaba de tan terribles deseos, en el fondo lo disfrutaba.
Un día se encontraba sola, era viernes 3 de la tarde y su hermano había viajado nuevamente el día anterior por trabajo y estaría fuera de la ciudad varios días, mientras Fernando, estaba en el instituto y no regresaría hasta las siete de la noche, ya que normalmente Fernando salía con sus amigos a jugar futbol soccer los viernes por la tarde. Sara disponía de muchas horas sola para disfrutar de sus salvajes masturbaciones, así que comenzó, lentamente se despojó de su ropa, se quitó su minifalda que resaltaba mucho sus muslos grandes y no muy bien torneados pero si muy deliciosos, luego se desabrochó su blusa y la tiro hacia su cama, se quitó sus zapatos de tacón y jalo con fuerza sus medias que le llegaban a las rodillas. Ahora solo tenía el sujetador de encaje y unas sexis bragas tipo tanga ambos de color negro, se admiró en el espejo.,
“No tenía nada que envidiarles a las modelos porno que veía en sus videos o que describían en los relatos ella era una mujer, tan bella, que estaba segura, hasta su sobrino desearía follar”, con algo de pena aparto esos pensamientos de su mente que no consideraba correctos y se despojó de sus prendas que le quedaban, ahora estaba desnuda, con esas tetas grandes un poco caídas pero muy sexis que se bamboleaban al compás de sus movimientos, esas nalgas grandes fofas blancas y su concha depilada sintieron el fresco aire del ambiente y poco a poco la habitación se llenó de un aroma a sexo, de los labios vaginales de Sara líquido empezaba a brotar a montones deslizándose por su entrepierna. La cuarentona y calenturienta mujer necesitaba masturbarse, y ahora tenía una idea morbosa que quería hacer realidad, se levantó y se dirigió rápidamente al segundo piso decidida por su calentura, tal vez no pueda follarse a su sobrino pero si podría masturbarse en el lugar que él dormía, en la habitación de Fernando, pensó de nuevo esta vez sin sentir la más mínima pena de lo que su mente fantaseaba, se masturbaría en la habitación de Fernando.
Abrió la puerta del cuarto de Fernando entro, sin dudar se acostó sobra la gran cama de su adorado sobrino. Con las piernas abiertas de par en par y sin pudor comenzó a acariciarse lenta pero fuertemente sus tetas, luego con la mano derecha, mientras su mano izquierda seguía consintiendo sus suaves y enormes tetas, comenzó a bajar acariciando su abdomen no plano por los pequeños pliegues de grasa que no le quitaban para nada belleza , deslizo su mano un poco y al fin sus manos alcanzaron su mayor tesoro, esa deliciosa concha depilada que ahora era un mar de fluidos lubricantes, con su calentura al máximo no perdió tiempo e introdujo su dedo anular en su concha. huuuuuuuummmmmmm, un suave gemido fue su reacción al sentir como su dedo la invadía por dentro, entonces empezó su placentero ritual,
Saco y metió una y otra vez su dedo en su vagina, mientras con la otra mano se acariciaba las tetas imaginando, aunque no lo quisiera que era Fernando quien estaba sobre ella follándola de la forma más apasionada posible, sus suaves manos le daban montones de placer. Oh si, si, si, sigue así, así no pares aaaaaaghhh seguía Sara masturbándose clavando su dedo lo más hondo posible que podía, una y otra vez, sobando esas enormes tetas, ahora sus gemidos eran cada vez más fuertes, y esto no le preocupaba, total estaba sola o eso era lo que creía.
Afuera de la habitación recostado contra la pared se encontraba Fernando, quien tímidamente asomaba su cabeza por una lado de la puerta y veía como su tía se masturbaba totalmente desnuda, acostada boca arriba y abierta de piernas, con los ojos semicerrados, de su boca salían fuertes y excitantes gemidos, y para más sorpresa del joven todo esto ocurría sobre su cama. La buena fortuna le había sonreído a Fernando, sus amigos habían cancelado el juego de futbol y sin más que hacer había decidido ir a su casa sin pensar otra opción, porque la verdad era que le gustaba la compañía de su tía, y es que Fernando secretamente deseaba a su tía, a su edad ya sabía lo que era el sexo y sus hormonas ya empezaban a pedirle que debía estar follando hasta el cansancio con una mujer.
Desde que su tía había llegado a vivir con ellos , la alegría de Fernando fue muy grande, la mujer que tanto deseaba se había separado del odioso de su esposo y ahora era libre para hacer lo que quisiera con quien quisiera ,cada vez que podía no hacia otra cosa que admirar el bello cuerpo de su tía sin que esta se diera cuenta, admiraba ese enorme culo que se le marcaba cuando usaba esos pantalones ajustados que tanto le gustaba ponerse a Sara, esas tetas enormes que se podía adivinar en sus grandes escotes que revelaban las blusas que normalmente vestía su tía, cada noche Fernando se pajeaba en su honor pensando que la follaba de más y una manera por toda la casa, Fernando soñaba que un día tal vez podría cumplir su fantasía y follarse a Sara, tal vez un día que su padre estuviera de viaje, y este día había llegado, al fin la oportunidad se presentaba de la forma más inesperada.
Ahora Fernando pegado a la pared asomaba la cabeza y se deleitaba mirando como la cuarentona mujer que era su tía Sara se masturbaba, salvajemente, se masturbaba en la cama con desesperación y mucha pasión. El joven en su entrepierna tenía una fuerte erección producto de la lujuria que le producía la situación en que se encontraba, su polla pedía a gritos que debía entrar al cuarto y tomar a esa diosa sexual que estaba en su cama y follarla con todas sus fuerzas, pero otra parte le decía que no debía, que era su tía y que lo que deseaba no estaba bien. Pero al fin la cachondez pudo más cuando a su mente le regalo un grato recuerdo que hiso más fácil su decisión. Recordó el día en que mientras su tía y su padre habían decidido ir a visitar a su tía Alexandra, él había decidido quedarse y pedir prestado el ordenador de su tía para realizar una tarea que era muy extensa, con la excusa que su ordenador estaba dañado, fue entonces cuando su curiosidad pudo más y pronto descubrió los videos, imágenes y relatos que su tía tenía ocultos, en sus carpetas personales, le sorprendió ver que en todos el contenido era el mismo una mujer madura se follaba a un jovencito de la forma más salvaje, y lo que más le llamo la atención era aquellos relatos que hablaban de relaciones incestuosas entre sobrinos y sus tías.
Fernando ahora afuera de su habitación recordó ese momentito y sabía que esta era su oportunidad, lo sabía, su tía deseaba follar con un jovencito, más precisamente con él, y si lo dudaba en un principio, ahora no tenía duda, la prueba, su tía se estaba masturbando en su habitación en su propia cama, la hora de la verdad había llegado, esta tal vez sería su única oportunidad si deseaba cumplir sus fantasías. Lentamente se despojó de su ropa de instituto hasta quedar completamente desnudo, con su polla manifestando una grande y considerable erección, decidido avanzo con paso no tan firme por los nervios y entro en su habitación donde su tía seguía gimiendo como loca y masturbándose alcanzando cada vez lo que sería un espectacular orgasmo.
Débilmente Fernando solo pudo decir unas palabras con un hilo de vos, su garganta estaba seca, -ti ti tía Sara.
Sara al escuchar la vos de su sobrino reacciono al instante asustada, de pronto al ver a su sobrino rápidamente recogió sus piernas y tapo con sus manos sus tetas, retrocediendo hasta la cabecera de la cama con pudor y vergüenza de verse descubierta por su sobrino, en tan descarado estado.
-Fernando, creí que no llegabas hasta tarde, solo pudo decir, con voz temblorosa
Fernando de pie frente a la cama desnudo y con una erección que apuntaba a la cachonda cuarentona, solo puede avanzar hacia ella lentamente y en silencio, su garganta víctima de la excitación no le permite articular palabra, en sus ojos solo se podía distinguir la llama del deseo que reinaba sobre mente del joven, Fernando solo era una máquina para follar en esos momentos. Sara en el fondo de su mente una parte de ella, una muy pequeña le sugería que debería salir corriendo, huir de la habitación, dejar todo así, y tal vez con una charla arreglar este bochornoso momento, pero no, sus instintos sexuales eran más fuertes nuevamente y dominaban su cuerpo por completo, ahora ya había pasado el susto de ser sorprendida por su sobrino. Ha llegado el momento de follar con su sobrino pensó, que mejor oportunidad que esta, era la hora de sacar a flote ese deseo prohibido que a tratado de evitar por mucho tiempo. Despacio ella empieza entonces a recorrer con la mirada el cuerpo bien formado de Fernando y no puede evitar relamerse al ver la enrome polla del jovencito, una polla que desea tener en su interior, una polla que es más grande que la de su ex esposo y que ahora se la ofrece su sobrino, sonríe picara y lujuriosamente, y finalmente piensa, qué más da hagámoslo, ya se arrepentirá después.
Quita sus manos de sus tetas, y Fernando al fin puede admirar esos pechos grandes blancos tan deseosos de ser chupados y acariciados, y su ya de por si grande polla crece un poco más, luego Sara abre sus piernas revelándole a su sobrino el semiabierto coño, húmedo y delicioso.
La cuarentona se levanta de la cama y de pie frente a su sobrino acerca de la forma más sexi su rostro maduro de muñeca al del joven sobrino y sin más le da el más maravilloso beso a Fernando, sus labios son juntados con los de Sara, ambos amantes unidos por un dulce beso, permanecen quietos por poco tiempo, luego poco a poco la mujer con su lengua empieza a invadir el interior de la boca de su sobrino, este al principio no sabe qué hacer, pero pasados unos breves momentos, por instinto comienza a corresponder con su lengua, las lenguas se amasan una contra la otra, danzan en sus bocas, se entrelazan una y otra vez, y el beso dulce se convierte en un apasionado beso. Ambos amantes se abrazan y comienzan a acariciarse con lujuria, las manos de la tía y el sobrino se mueven como serpientes acariciando cada rincón que pueden del cuerpo del otro, sin dejar de besarse, el joven comienza entonces con sus manos a sobar descaradamente esas gigantescas nalgas de ensueño, mientras que la madura tía, comienza a tocar tiernamente la espalda del joven, este guapo joven que es más alto por 10 cm, y con su otra una mano empieza acaricia esa enrome polla que se le clava en el vientre.
Fernando entonces separa sus labios de los de la mujer y baja su cabeza hasta los enormes melones de Sara, y comienza a chuparlos. aaaghhh, solo puede gemir la cachonda tía hundiendo la cara de su sobrino sobre sus pechos, el chico lame, chupa y mordisquea esos pezones como si se le fuera la vida en ello, estruja manosea y lame también esos suaves senos, esa tetas de ensueño deseando que ese momento dure para siempre, juega con los pezones, soba las tetas en su totalidad, y Sara solo puede gozar.
Oh si, si, si, Fernando chúpame las teas así así, hummm
La cachonda mujer está en el limbo, disfrutando de las caricias que su tan deseado sobrino le propina, y ahora desea devolverle el favor, así que alejando suavemente la cara del joven, se pone de rodillas entre las piernas de su sobrino y empieza a masturbarle la polla, y rápidamente acerca sus dulces labios a esa enorme polla. Aghhhhhh tia siii, es la respuesta que da Fernando al sentir como la boca de Sara rodea su glande, lentamente Sara comienza a meterse lo que puede en la boca de esa polla tan deliciosa. slurp slurp slrup, comienza la succión de la cuarentona que le realiza una espectacular mamada a Femado. El joven no puede creer lo que ocurre está desnudo con su tía de rodillas también desnuda, y realizándole su primera felación de su vida. Descargas de placer recorren su cuerpo mientras la mujer chupa una y otra vez esa polla deliciosa, hasta que llega el momento clímax y Fernando se corre a borbotones.
aghhhh tia tia me corro, me corro grita Fernando. Chorros de semen se descargan sobre la boca de Sara, quien trata de tragar lo que puede, pero aun así parte se le escapa y se desliza por la comisura de su boca.
Sara le sonríe a su sobrino una vez este ha terminado de correrse y se limpia con la mano, los chorros de semen que se deslizan por sus labios, para luego lamerlos. Luego se levanta y vuelve a besar a su sobrino, sus lenguas se entrelazan nuevamente provocando una catarata de emociones que embargan los sentidos de ambos amantes incestuosos. Luego se separan y Sara tiernamente lo toma de la mano, lo dirige a la cama, se acuesta boca arriba abriendo sus piernas de la forma más provocadora posible y cuando su coño está a la vista de Fernando, la calenturienta mujer solo puede decir:
-Fernando por favor chúpame la concha, lo deseo tanto. Fernando no dice nada y como el buen sobrino que es, acerca su rostro a ese húmedo coño, aspira ese aroma a sexo que desprende, y comienza a lamer esos lindos labios vaginales, saboreando esos jugos salados que le ofrece su tía. El placer se extiende por el cuerpo de la bella mujer a cada lametón que le propina el joven a su concha y como premio le regala apasionantes gemidos al chico. hummm si, si, si, no pares Fernando sigue así.
El joven chupa una y otra vez los húmedos labios de la madura tía, y después más osadamente le introduce la lengua en esa linda cuevita, saboreando ese agridulce y salado néctar que la hermana de su padre le regala, explorando el interior de las paredes vaginales con su lengua. Lame una y otra vez esa concha maravillosa hasta que Sara no puede más y explota derramando sus abundantes jugos, empapando el rostro del joven que no para de lamer, el orgasmo que siente Sara es maravilloso, y recorre hasta la última célula de su cuerpo, aaaaaaaaaaghhh que rico que rico, nunca había disfrutado tanto, eres maravilloso Fernando, te mereces un premio ohh siiiiiiiiii.
Ahora ya recuperada de ese brutal orgasmo que acaba de realizar su sobrino, Sara abre sus piernas, y le dice a Fernando entre gemidos, Ven aquí y penétrame por favor te lo suplico, necesito sentir esa polla dura dentro de mí. Fernando entonces ya con el pene recuperado de su anterior corrida se acerca a su tía y se acomoda sobre el cuerpo de la madura mujer, ahora entre las piernas de su tía coloca la cabeza de su polla en la entrada de la concha espera un momento y entonces empieza a empujar su pene, hasta que esta se pierde en el agujero caliente y penetra hasta el fondo desgarrando el interior de su adorada tía Sara, hummmmmm oooh si, Fernando siiii sigue así. Fernando comienza a meter y a sacar la polla en ese rico coño, sintiendo el más grande e intenso éxtasis, que le provoca estar dentro del interior de esa belleza de mujer. plap plap plap se oye como los huevos del chico chocan contra la vagina, mete y saca, esa polla y vuelve y la mete, la introduce de nuevo y una vez más lentamente.
El calor en los cuerpos desnudos se comienza a manifestar en gotas de sudor, tía y sobrino entre gemidos disfrutan del bello acto de hacer el amor, Fernando la penetra una vez y otra y otra, ganando poco a poco velocidad y su tía mueve sus caderas ayudando que la penetración sea más profunda, y más y más deliciosa. Plap plap plap plap plap plap, Ambos amantes se mueven al mismo ritmo de las envestidas, juntan sus bocas de nuevo para entrelazar sus lenguas deliciosamente, mientras se besan apasionadamente Fernando no para de penetrar a su tía, Sara entonces entrelaza sus piernas a la espalda de Fernando con fuerza como no queriendo que se escape, el joven sigue dándole placer a su tía una y otra vez, y entonces entre gemidos, Sara siente que un nuevo orgasmo la invade de nuevo, un segundo orgasmo. ooooh si, si, si, eres increíble Fernando oohhhhhhhh. El joven siente como su verga se moja con los jugos que de nuevo se derraman por la dulce concha de su tía. Sara entonces como poseída por la lujuria se separa de Fernando, lo toma por los hombros, lo acuesta boca arriba sobre la cama, y se sube sobre él, quiere cabalgarlo, quiere hacerlo sentir el poder del movimiento de sus caderas y lo hace, lentamente se sienta sobre Fernando
E introduce ese hermoso pene en su interior, ahora completamente empalada comienza a bajar y a subir a un delicioso ritmo que lleva a su joven sobrino a la locura. Oh,ho,ho,ho,ho, si iii, siempre había querido follarte dice, la excitada Sara mientras continua moviéndose frenéticamente , sus blancas y grandes nalgas se mueven de la forma más morbosa posible y tiemblan como gelatinas, a lo que Fernando las agarra y masa con fuerza, sus enromes tetas por su parte saltan arriba y abajo, sugestivamente y Sara con una mano se las acaricia las estruja, sin para de moverse sobre el joven, cabalgando con muchas ganas a su sobrino , una y otra vez y otra vez, metiendo esa deliciosa polla en su concha, sintiendo como invade sus mojadas paredes, gozando y gozando.
-Yo también siempre he querido estar contigo tía Sara oh si, siiiii, dice, Fernando excitadísimo con su tía sobre el moviéndose rápidamente, cabalgándolo rápidamente.
-te gusta cómo me muevo?
-sí, sí, si no pares
La mujer se mueve a un delicioso compas, y una y otra vez cabalga sobre su sobrino, su mente está en el limbo, y en ese limbo de placer de su boca sale algo que nunca pensó ser capaz de pronunciar, una petición que jamás pensó siquiera pedir a nadie, ni a su ex esposo.
-oh Fernando te gustaría darme por el culo?
Fernando, no lo podía creer, lo que le estaba pasando, por si no fuera suficiente estar follando con su tía apasionadamente, ahora esta le ofrecía su delicioso culo en bandeja de plata, lo que más le gustaba a Fernando de su tía, ese bello culo grande blanco y fofo que más de una vez en sus fantasías había follado, la fin seria suyo en vivo y en directo.
-Si tía deseo darte por el culo, fue su respuesta inmediata.
Sara se baja de su sobrino entonces y se acomoda a su lado en cuatro patas, levantando ese enorme culo, esa nalgas grandes y fofas, ofreciéndole su esfínter, ese dulce agujero negro qué jamás le fue entregado a su ex marido y que ahora su sobrino disfrutara. Con sus manos separa un poco sus nalgas y ese lindo ano que da a la vista de Fernando, El joven sabe lo que tiene que hacer, pues en sus sueños lo ha hecho muchas veces, poco a poco acerca su cara al culo de su tía, y sus labios se posan sobre ese lindo anillo negro dándole un beso suave y dulce muak, seguido, con su lengua lame el ano una y otra vez, una corriente eléctrica, corre por el cuerpo de la cuarentona tía proporcionándole un placer indescriptible. El joven comienza a lamer besar y chupar con mucha pasión ese agujero que es suyo por fin, lame introduce su lengua y besa una y otra vez, mientras Sara gime de placer sin creerlo mucho que ha disfrutado con su sobrino ese día, Y al fin otro orgasmo, su tercer orgasmo llega a la mujer, y aún se derraman jugos por su ya muy lubricada concha, Después el joven dirige su verga hacia ese pequeño agujero, lentamente su glande presiona el elástico del ano quien se resiste un poco, pero al final cede dejando que esa enorme tranca su hunda entre las entrañas de la cachonda tía, Sara siente un pequeño dolor pero está a tal grado de excitación, que el ardor genera más bien placer, lentamente la polla de Fernando al fin se clava por completo en el ano, hayyyy, solo puede gemir Sara sintiéndose toda llena.
Métela suave por favor, amor, suplica Sara entre gemidos, y Fernando inicia a moverse lentamente, primero saca la mitad de su polla para volverla a hundir, después la saca por completo y despacio la hunde en ese lindo esfínter negro devorador de pollas, Sara siente como es partida por la mitad por la verga de su querido sobrino, una y otra vez esa verga folla ese gigantesco culo, ganado cada vez más velocidad, y al ritmo de las embestidas, tremendos gemidos de placer salen de la boca de ambos amantes. Plap plap Plap Plap Plap Plap suena en la habitación, el sonido de las nalgas blancas chocando con el cuerpo de Fernando Plap plap Plap Plap Plap Plap el joven sodomiza a la cuarentona cachonda con pasión Plap plap Plap Plap Plap Plap la verga se pierde en ese mini agujero negro. plap Plap plap Plap Plap Plap Plap, las nalgas empiezan a temblar de nuevo como flanes y chocan con la entrepierna de Fernando plap Plap plap Plap Plap Plap Plap ambos amantes gimen y disfrutan de esa maravillosa sesión de sexo anal.
Ohhhhhhhhh, si, si, así dame más más Fernando no pares. Fernando siente como su orgasmo tan postergado al fin llega, y sin avisarlo, se corre en el culo de su tía, Sara siente como chorros de leche inundan sus entrañas y un nuevo orgasmo la invade, un orgasmo largo y placentero que la hace gritar. Ambos amantes incestuosos, ese sobrino adolecente de 15 años y esa tía madura de 42 años caen rendidos en la cama, satisfechos de haber cumplido sus tan anheladas fantasías sexuales, su incestuosa fantasía sexual.
Ambos amantes desnudos y sudorosos se abrazan jadeando y se funden en un amoroso beso, sintiendo sus cálidos alientos, sus labios que una y otra vez se encuentran en dulces besos, hasta que Fernando habré su boca y con su lengua busca la de su tía quien le corresponde, sus lenguas se entrelazan una y otra vez apasionadamente, después fatigados los amantes se separan, la mujer con ternura acaricia el rostro de su sobrino y este le besa una mano, acostados frente a frente como están se admiran sus cuerpos desnudos y se sonríen el uno al otro, los grandes pechos de Sara suben y bajan al ritmo de la agitada respiración, mientras que en su entrepierna la polla de Fernando pierde volumen.
Ohh, Fernando, lo que hicimos fue maravillosos pero creo que…,
Fernando le pone un dedo en la boca, sabe que su tía le dirá que todo es un error y que no debería repetirse, pero sería mentira, él sabe que ambos volverán a compartir el lecho y cada vez será mejor, también en su mente ha surgido una nueva fantasía, en su mente se encuentra su tía a Alexandra, y la prima lucia, esas bellas mujeres con las que también se ha masturbado, y se pregunta,¿ serán todas como Sara?, podrá fallárselas algún día, solo el tiempo lo dirá. Tiernamente besa a Sara, mientras le susurra “descansa”. Ambos amantes cansados por su encuentro sexual, abrazados cierran los ojos y lentamente caen dormidos. Todo termina, la noche se acerca y la deliciosa tía madura y el joven sobrino ahora duermen sobre la cama de este último, desnudos y con una expresión de satisfacción en su rostro, sus necesidades sexuales han sido satisfechas por ahora.
Bonus:
La noche también cae en casa de Alexandra, la hermosa casa un poco más grande que la de su hermano Alejandro parece solitaria, con Mauro de viaje, maría la hija mayor decidió irse el fin de semana con sus amigas a una finca fuera de la ciudad, en el interior las luces están apagadas y no se oye nada en el primer piso del hogar, aparentemente está vacía, sin embargo en el segundo piso, de repente se siente movimiento, más exactamente en la habitación matrimonial, se escuchan sonidos, son sonidos como gemidos, gemidos cada vez más fuertes de una mujer madura, son gemidos de la cuarentona mujer llamada Alexandra.
Ella está en la cama en cuatro patas con su enorme culo casi igual al de Sara temblando a cada embate que la polla de su amante el introduce en su concha, con su cabello suelto teñido de rubio moviéndose al compás de las envestidas de esa polla, esa linda polla que la está llevando al orgasmo, sus tetas grandes, no tanto como las de Sara pero aun así grandes, se bambolean subjetivamente una y otra vez. Alexandra gime y sigue gimiendo, su vagina es penetrada una y otra vez hasta que al fin alcanza su orgasmo y se corre a montones chorreando jugos que salen por su vagina y caen manchando las sabanas de la enorme cama, su amante tampoco resiste y pronto se corre también llenándole su vagina de semen, una y otra vez Alexandra siente como chorros de semen, se deslizan por su concha y al fin cae rendida en la cama, su amante cae junto a ella y la besa, su amante es joven está bien formado y tiene una buena polla que ahora pierde volumen, su amante es su hijo Javier dde 16 años con quien ya lleva varias semanas teniendo sexo prohibido cada vez que tienen oportunidad.
Fatigados ahora se abrazan, Javier acaricia a su madre y le dice: Eres la mejor mama. Tú también lo eres le responde Alexandra y lo mejor tenemos todo el fin de semana para nosotros solos. La respuesta de su madre hace que la excitación vuelva a Javier y esta besa apasionadamente a su madre, su polla con todo el poder de la juventud vuelve a tomar vida y Alexandra se prepara para ser penetrada por su hijo como muchas otra veces ya lo ha sido a lo largo del día. La noche cae y los amantes incestuosos una vez más comienzan hacer el amor apasionadamente, y es que después de todo tiene el fin de semana para ellos solos…
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