La verdad sobre el Padrino (segunda parte)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por MadeInChile.
Primera parte –> http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-30594.html
————————————————————————————————————-
El día se hizo noche, y durante sus horas no paraba de pensar, ¿mi mamá engañó a papá con mi padrino?, ¿se conocían de antes?, ¿cuándo?, ¿cómo?
Durante el almuerzo en el día siguiente, miraba a mamá y no paraba de imaginarla follando con mi padrino, la misma pose que lo hizo conmigo, su cara de satisfacción, mamándoselo, recibiendo el semen…dios, debía saberlo.
Eran las 3 de la madrugada, todos dormían, así que me escabullí a la habitación de mi padrino. Lentamente, no necesitaba ser cuidadosa, era verano, por ende, andaba descalza y ligera de ropa así que mis pisadas no percutían. Crucé pasillos y llegué, abrí despacio la puerta y vi una luz prendida, seguí abriendo más la puerta y veo a mi padrino desnudo sobre la cama, leyendo uno de sus libros.
-Permiso –susurré
-¡Pero…! –Se alarmó- ¿qué haces acá a esta hora? – Cerró rápido el libro, se puso de pie y se dirigió hacia mí- Pasa, pasa – sujetó la puerta y la cerró después de que cruzase su umbral
-Necesito saber sobre tu y mamá –con determinación le dije- por favor.
En ese momento su semblante se ablandó. Por muy fuerte que pareciese, desnudo a la luz de una sutil lámpara
.
-Está bien, te contaré – me dio la espalda, camino hacia su cama y se recostó en ella- si te quedará en pie, ya va tú.
Me acerqué, me senté a su lado, cruzada de piernas. Mi rostro alumbraba nerviosismo, sabía que había un secretismo absoluto en lo que se dijera en esa habitación.
Estira su brazo, abre el cajón y saca una cajetilla de Lucky strikes, saca uno y lo enciende -¿no te molesta? – me pregunta
-No, para nada- le respondo- de hecho, dame uno también.
-¿Debería darte uno? ¿Tus padres saben que fumas? – me reprocha
-¿Mis padres saben que follamos?, además, me diste pastillas abortivas, no me vengas con sermones – paso sobre su cuerpo, cojo el cigarro de entre sus dedos y lo llevo a mis labios. –Ya va – le beso la mejilla –no te enojes y cuéntame – Inhalo el humo amargo para luego exhalarlo delicadamente hacia el techo.
Mi padrino se pone de pie, abre el ventanal que da al patio y se vuelve a acostar a mi lado.
-Fue hace unos 17 años, casi 18 años más menos. Fue luego de la fiesta de cumpleaños de tu abuela. Decidimos pasarnos al departamento de tus padres, de ese entonces. Compramos cosas para beber, cigarros y bue, algo para la mente –entornó sus ojos hacia mí en señal de “tú sabes, ¿no?”
-Sí, entiendo –le hablo mientras fumo-
-Bueno, empezamos a tomar, estábamos los cuatro, tus papás y yo con Sole. Siempre había encontrado exquisita a tu mamá, sensual, sus curvas eran divinas. Muchas veces pensaba en ella mientras follaba con Sole, la imaginaba a ella entre mis brazos, gimiendo gracias a mi… -se detuvo- emm ¿muy explícito? –me sonríe nervioso-
Le dedico una mirada absurda -¿en serio preguntas eso?, ¿a mí?
-Ok, ¡ok!, entiendo…ejem, allá hay un cenicero –me indica el velador de soledad- Prosigo
-Empezamos a beber, demasiado diría yo. Vaso tras vaso, botella tras botella. El alcohol hacía efecto y empezaban a aflorar las bromas en doble sentido, caricias juguetonas, risas explosivas, cosas de borrachos.
En un momento, Sole fue al baño y tu mamá se levantó a buscar otra botella de Ron. Con tu papá quedamos hablando, la vida, cosas así, a lo que llega Sole y sin percatarlo se sienta sobre las piernas de tu papá y le da un beso rápido en la mejilla. Ambos quedamos sorprendidos y le digo
-Sole, estoy acá, y levanto mi mano haciéndole señales
-Bah!! Perdón, perdón jajaja –se ríe estrepitosamente- No sabía jajaja
En eso llega tu mamá y los ve:
-¿si? ¿Qué pasó? – se coloca ambas manos en las caderas simbolizando un reproche teatral-
-Nada amor –responde tu papá- nada…Se confundió…
-Tranquilo amor –tu mamá le responde- si no me molesta, de hecho, se ven bien- Tu mamá deja las botellas sobre la mesa de centro y de sorpresa se sienta sobre mis piernas – Se ven divertidos juntos jajaja –ríe- ¿o no Sergio? – me pregunta para luego posar una mano sobre mi entrepierna…hasta ahora no sé si habrá sido premeditado o fortuito, pero, el alcohol, el tener a esa mujer que me prendía sobre mí, hizo que se me erectara de inmediato. Y ella, lo sintió.
-¡Salud por las parejas mezcladas! – Gritó Sole, a lo que todos respondimos – ¡SALUD!
Tu madre, mantuvo su mano sobre mi entrepierna. En ese instante vestía un pantalón deportivo de tela, por ende, la erección se me notaba y ella, la cubría con su mano. Pero no hacía nada para impedirla, al contrario, apretaba y soltaba, movía sutilmente para mantenerla.
Estaba incomodo, pero excitado. No quería que pasara el momento.
-Escuchaba el relato de mi padrino con ahínco, fumaba ese cigarro cuando le digo – Hey, padrino – y le indico con la boca- Parece que te emociona el relato –su pene se estaba erectando
-Já! Qué cosas ¿no? – se reía bajo pero avergonzado- después de años aún me pasa lo mismo…Bueno, ¿sigo o hablaremos de mi erección?
-Ok, lo siento, sigue –le digo
-Bien. Seguimos bebiendo y tu madre sacó un tema:
– Ricardo – le hablaba tu mamá a tu papá- ¿recuerdas la película qué vimos el otro día, en la que varias parejas se acostaban con las del otro?
-Si…-tu papá bebía- si me acuerdo, ¿por?, ¿quieres hacerlo?
Todos reímos, pero sabía que había preguntado en serio.
-Pues – tu mamá siempre que duda tiene la misma expresión que tú, sensual, tierna- Si, o sea, sería divertido. Estamos entre amigos de hace tiempo, gente de confianza. Sería algo para recordar, o, eso pienso…sería, agradable –al terminar esa frase, se lleva el vaso a la boca, bebe un sorbo y me mira de reojo para apretar con fuerza mi pene por sobre el pantalón.
-Si, por qué no –responde tu papá
-Que son locos, pero, ¡qué va! –se expresa Sole
-Ya, pero hagámoslo bien, cada quien en piezas distintas y con protección –nos dice tu mamá- así disfrutamos a full.
¿De acuerdo? –mira a tu papá y Sole a lo que ambos responden positivamente.
Desde ese momento, lanzamos una moneda para elegir qué pareja utilizaría la pieza matrimonial y pues ganamos tu madre y yo.
Todos nos pusimos de pie, dudamos un segundo pero luego nos dirigimos a las distintas habitaciones. Tu papá con Sole y yo con tu mamá.
Caminamos hasta su habitación, recuerdo muy bien:
Ella me cogió de la mano, me guió por un corto pasillo que separaba la cocina de su habitación, me empujó delicadamente por la espalda para que entrara y ella cerró la puerta. Se apegó de espaldas a esta y me dijo:
-Ahora sí, solos…estoy nerviosa, pero, tocarte me inspiró a tomar la decisión –se mordió con erotismo el costado del labio inferior- Sácate la ropa y acuéstate, yo me pondré cómoda- Dijo esto y sacó ropa de un cajón, salió de la pieza y cerró la puerta. Bue, cuento corto, me saqué la ropa, me acosté en la cama pensando en qué pose esperarla. Probé mil formas de poner mi cuerpo…cosas estúpidas que con el tiempo te das cuenta que sirven para reír.
Estaba desnudo sobre la cama de tus padres cuando siento que abren la puerta y entra ella, tu madre, hermosa, semi desnuda, vestida con un conjunto negro de encaje que mostraba sus pezones rosados, marcaba cada una de sus curas, tenía senos turgentes, una cintura minúscula, caderas prominentes y unas piernas bien marcadas y sutiles que al caminar enamoraban.
Se acerca hacia la cama, caminando sensualmente. Se sube a esta por la parte baja, empieza a gatear cual felina y sin decir nada, coge mi miembro entre sus manos suaves y lo introduce en su boca. Dios, qué placer me dio esa mujer…aún siento sus labios masajear mi falo, su pelo rubio acariciar mi abdomen, el tacto celestial de su piel. Me erectó instantáneamente.
Se coloca de rodillas sobre mí, primero, se desnuda la parte superior dejando al descubierto dos hermosos y blancos senos que en sus centros nacían hermosos pezones rozas con una aureola delicada. Eran dos gotas de leche, blandas, suaves, hermosas. Luego, se coloca de pie sobre mí para desnudar su parte inferior y quedando parada para dejar su entre pierna frente a mi cara: era sin igual, un vello semi rubio poco frondoso, labios rosas tiernos…fue instintivo, ella acercó su entrepierna a mi boca luego que pusiera su mano en mi cabeza y me hiciera lamerla. Como se movía, logró que mi lengua tocara cada uno de sus rincones, gemía de forma delicada, se movía naturalmente, su sabor, aquel magnífico sabor.
-Y volviendo a lo mismo –le dije a mi padrino- no me molesta verte el pene, de hecho, es lindo –le decía- pero, es raro que se te erecte hablando de mamá – sentía que estaba roja – y yo escuchar y ver…
-Bue, ¿qué más quieres? , eres idéntica a ella y el solo recordarla me prende –me mira son malicia-
-Ok ok, mejor sigue y dame otro cigarro
-Ok, continúo la historia:
Se colocó de rodillas sobre mí. Toma mi pene con su diestra y lo coloca a la entrada de su humanidad. Estaba muy húmeda, lo sentí de inmediato.
-Ahora, hazme tuya, quiero sentirte dentro mío, hazte lo que quieras por favor – al terminar la frase sentí como la tibies de su interior se propagaba por el rededor de mi pene, me rodeaba. Su rostro se transformó de felino a placentero, cerró sus ojos, abrió su boca de par en par y soltó un profundo y prolongado gemido hasta que estuve totalmente dentro de ella.
Empezó a subir y bajar, la cogí por la cintura y ella puso sus manos en mi cuello. Levantó sus hombros y contrajo su cuello en señal de dolor, apretaba sus ojos y gemía muy fuerte
-¡SI¡ ¡SI¡ ¡ESO¡ ¡QUE RICO, ME DUELE PERO ES RICO¡ -gritaba de placer mientras aumentaba la velocidad en la que me montaba. El vaivén de sus senos me hipnotizaba, el clachear de sus muslos chocar con los míos se mezclaba con sus gemidos e inundaba la habitación.
Decidí tomarla por la cintura fuerte, bajar y acostarme por completo, subir un poco mis caderas y empezar a embestirla de abajo hacia arriba. Empecé con brusquedad, la embestía fuerte, rápido, sin control. Años de ganas de follármela se estaban liberando entre esas cuatro paredes, cuatro paredes que no eran las mías al igual que la mujer que en ese momento estaba follandome, sabía que no era mía y por eso, rabia sentía y con más ahínco la follaba.
La hacía rebotar sobre mí, afirmándola por las caderas la follaba, sus senos rebotaban, su liso pelo rubio se empezaba a pegar en su frente sudada, su pecho al igual que su cuello y rostro estaban rojos: era un espectáculo divino, verla a ella, blanca como la leche, sudada, roja, pelo alborotado, gimiendo.
De un momento a otro, tu mamá empezó a hacer presión, sola se movía sobre mí, apretó mi pecho de forma animal, abrió su boca pero no omitió sonido alguno. Su vagina se empezaba a contraer, su abdomen se apretaba y sus piernas hacían fuerza en mi cuerpo, hasta que gritó y convulsionó de placer: tuvo un orgasmo.
Quedó mirándome un buen rato, respirando muy agitadamente, sudando, su rostro rojo- Una delicia, una delicia, una maravillosa delicia lo que me provocaste –me decía mientras sonreía y comenzaba a besarme. Sin aviso, muy artísticamente, se enrolla con las piernas a mi cadera, se gira hacia un costado y me hace quedar sobre ella – Ahora, termina tú, te lo mereces mi dulce amor – Si me entendieras: tenía entre mis brazos a un ángel, sus ojos profundos, sus pecas tiernas, su piel celestial, su cabello revuelto pegado a su rostro sudado. No dudé. Tu mamá empezó a gemir al instante en que empecé a moverme. Me acerqué, nos besamos. Entre beso y beso gemíamos, entre beso y beso respirábamos, entre beso y beso el mundo se detenía.
La embestía, la embestía. Ella puso sus manos en mi cuello, yo, la cogí por la parte trasera de las rodillas para pasar mis brazos por allí, dejando sus piernas en mis hombros, encorvando su espalda y mis brazos en la cama: Penetración perfecta. Lo hundí hasta su último centímetro. Ella gimió hasta lo más alto que pudo.
Embestía, empujaba, penetraba. Era placer sin igual, su rostro de placer y dolor, su aroma dulce. La mezcla de todo me estaba haciendo llegar al límite, lo sentía, mi abdomen se apretó, agudicé la penetración, aumenté la presión, embestí con fuerza hasta que salió: la explosión en todo mi cuerpo al eyacular. Mi pene bombeaba, ella sonreía. En cada bombeo más empujaba y mi semen más la llenaba.
Nos quedamos mirando un rato en esa posición, reímos. Solté sus piernas y luego saqué mi pene húmedo por ella y por mi semen. Me levanté para limpiarme pero ella me detuvo –Espera –me dijo. Se sentó en la cama, cogió mi pene semi erecto y se lo llevó a la boca para lamerlo profundamente. Sentí un poco de dolor, pero ella se había tragado cualquier resto de humedad. Ahora solo era su saliva.
-Listo –me decía con una sonrisa picarona, mientras se acostaba para luego estirarse en señal de satisfacción – fue DE-LI-CIO-SO – muerde su labio y me guiña un ojo.
Le sonrío sorprendido y luego recuerdo que no usamos condón. Se lo hago saber pero me dijo que no era de importancia.
-Descuida, está todo controlado –me sonríe-
Pasaron los minutos, ambos nos vestimos y salimos al living. Allí estaba tu papá y Sole fumando.
-Ya vez –me decía mi padrino mientras miraba su pene erectísimo. Era grande, venoso.- Eso fue lo que sucedió
-Entiendo…pensé que mamá había engañado a papá, pero…si fue mutuo acuerdo – apagaba el cigarro- creo, que fue mucha información por una noche – miré al reloj de pared y serían las 5:43 am
-Así es cariño – me miraba Sergio- sinceramente, ayer descubrí que eres igual a tu madre. Hasta la punta de tus dedos – me empezaba a acariciar la pierna.
Me levanté de la cama, para serles sincera, quería quedarme y que me siguiera acariciando, pero, fue mucho por una noche.
Salí de la habitación, llegué a la cocina y me preparé un café. Mientras empezaba a beberlo recordaba las palabras de mi padrino, a mamá y el haciéndolo ¿se seguirán viendo?, bleh, ya no va al caso. Ella es libre y si no daña a papá. Fue hace mucho tiempo, antes que naci…espera, No, ajaja –me puse nerviosa- si no usaron preservativo ¿puede ser? No, osea – en un momento se me congeló la piel, quedé sin respiración y se me aceleró el pulso-
Fue casi un año de mi nacimiento, si mi abuela cumple el tres de junio y yo nací el…siete de abril del siguiente año que mencionó…
-Feña ¿tan temprano? – la puerta de la cocina se abrió, era mi mamá ¿debía preguntarle?
Chicos, chicas
Acá les entrego la segunda parte de este relato. Me han dado mucha felicidad y energía para seguir escribiendo, muchas gracias por tomarse el tiempo y leerme, de verdad gracias!!
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!