LA VIDA REAL DE UNA MADRE, INCESTO?
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por CarmenMalaga.
Hola a todos/as.
No se por donde empezar, pero mi vida esta cambiando mucho últimamente, y con cosas que jamás podía imaginar. la curiosidad por estos temas y lo que les haya podido ocurrir a otras personas y buscando en internet, me han llevado a esta página. He leído varios relatos y al final he decidido escribir lo que me está ocurriendo en la actualidad. Porque la verdad esto es una desesperación y tengo muchos miedos.
Escribiré lo que me va ocurriendo en el día a día, mis pensamientos, etc. Y en los ratos libres que pueda lo iré relatando y enviándolo a ustedes. Espero que esto me ayude a encontrar el camino.
Bueno me llamo Carmen, soy española, tengo 36 años , estoy separada, tengo dos preciosos hijos, niña y niño. No se si puedo decir la edad de ellos aquí o no, pero si es así la diré mas adelante y sus físicos. Físicamente soy morena, pelo largo, mas bien rellenita, con pechos grandes al igual que las aureolas y pezones. No muy alta, con barriguita de una madre que ha tenido niños, un poquito de culo y toda natural.
Ahora vivo sola con ellos y un perro y mi vida la verdad esta siendo bastante dura, difícil y complicada. Sola para trabajar, para educarlos y llevar la casa, ayudar a mis padres. Trabajo ahora limpiando casas, e incluso tengo tan mala situación que hice una cuenta paypal de esas y poder enseñar mis pechos en una cam como he visto algunas aquí que lo hacen para sacar un dinerito extra y sirva para los estudios de mis hijos y la casa. Pero no lo he hecho todavía, creo que eso sería lo último.
En cuanto a mi vida sexual, es un desastre, desde que me separé no he tenido ninguna relación, no quiere decir que no haya tenido ganas y deseos de hacerlo, pero me resulta difícil pensar en traer otro hombre a mi casa, porque no se como se sentirá mis hijos y por su puesto poco tiempo para mi misma. Y lo único es que a veces me satisfago a mi misma como cualquier ser humano.
Y en referencia al incesto, la verdad es que estos temas nunca se me han pasado por la cabeza cuando ya he tenido uso de razón. Si es cierto que cuando una está en la adolescencia es normal que se fijen en las personas que están mas cerca de ti, que suelen ser los padres, hermanos, primos, etc. Pero nunca pensaba que algo de esto me iba a suceder a mi.
La relación que tengo con mis hijos es como de cualquier madre criándolos, una relación cordial, de mucho cariño y ahora más que no tienen a su padre cerca, intentar ayudarles en lo que pueda con las tareas del colegio. En los temas sexuales, la verdad no me daría reparo en hablar con ellos siempre que lo necesitaran o estuvieran dudosos de algo. Nunca he tenido vergüenza que me vieran desnuda y me han visto desde que nacieron, y a su padre también lo vieron pero mucho menos que a mi. Tampoco es que esté en casa siempre sin ropa, pero he sido curiosa por el nudismo aunque no lo he practicado mucho. Por donde vivo hay playas nudistas y muchas familias que lo practican. De adolescente siempre me dio curiosidad de ir y fuí un par de veces con amigas. Mi exmarido siempre fue reacio de ir a esos sitios por su físico y fui con el una vez, no le gustó y ya no he ido más. Pero si me gustaría ir y además con mis hijos para que no vieran en la desnudez algo tabú. Quizás también porque me ha dado miedo de que algún conocido/a o amigo/a de mis hijos pudieran verme desnuda en la playa y darme vergüenza. Pero en fin, quizás algún día lo haga.
Como decía, he ido ligera de ropas o sin ella delante de ellos. Lo normal, estar en la cocina preparando la comida con los pechos al aire, hacer las labores de casa en braguitas, O usar solamente una camiseta corta, etc.. He procurado taparme más cuando han venido amigos/as de ellos a comer aquí, a estudiar, jugar y a veces a dormir. Con los amigos de mi hijo si he procurado que no me vieran en braguitas, pero como son niños, si he estado en camisetas largas y sin sujetador y quizás alguna vez con algo de transparencia pero nunca haciéndolo por algo morboso , si no que he estado lo más cómoda en mi casa como cualquier madre. Al contrario que con las amigas de mi hija que si ha habido mas libertad, ya que como sabéis entre mujeres es mucho mas diferente. No todas, pero si algunas me ha visto en braguitas e incluso mis pechos. Yo las he visto denudas cuando se han duchado en casa mientras le he dado una toalla o les he ayudado a secar sus cuerpos, al igual que he hecho con mi hija y como si fueran propias mías.
En cuanto a roces con mis niños pues las cosas normales en una familia, abrazos, besos, jugar a luchar en el suelo o en la cama, con o sin ropas, si es cierto que muchas veces duermen conmigo porque tienen miedo a la noche y si se sienten mas cerca de mi como protección. En el baño nunca cerramos la puerta, me han visto ducharme, hacer pis, yo a ellos igual, Si hemos tenido que ducharnos juntos lo hemos hecho y alguna que otra vez sigo lavándolos y muchas veces nos ayudamos por la espalda.
Bueno, para contaros como empezó mi historia, todo ocurrió hace unos días, después de cenar, mis hijos se acostaron en la cama como de costumbre y yo estuve recogiendo la mesa y luego fui a ducharme como hago la mayoría de las noches.
Cuando volví al dormitorio ellos estaban jugando en mi cama, siempre los he premiado cuando se han portado bien en dormir conmigo porque a ellos les encanta y se siente mucho mejor y protegidos sintiendo el calor de una madre.
Como suele hacer calor en esta zona de España, y más si estamos 3 en la cama, mi hija siempre suele dormir con sus braguitas nada más y nunca le ha importado que le veamos en casa sus pequeñitas tetitas recién empezándoles a crecer ahora y mi hijo en calzoncillos. Yo llegué con la bata de baño después de la ducha, me la quite y me puse mis bragas y aquella noche me puse unas tangas para dormir como siempre. Unas veces me las ponía mas grandes y otras mas pequeñas, me daba igual, no pensaba nunca en que ponerme.
Les dije a ellos que dejaran de jugar que íbamos a dormir, me hicieron caso y yo me metí en la cama en medio de ellos como siempre he hecho.
Siempre me acuesto boca arriba y ellos se ponen de lado y se abrazan a mí para acurrucarse conmigo con sus brazos encima de mí para dormirse. Y al tener mis pechos grandes nunca me ha importado que lo hayan podido rozar en algún momento. Siempre con normalidad y ninguna situación fuera de lo normal.
Al rato mi hija se volvió para el otro lado para dormirse y me pidió que la acurrucara pero estaba tan cansada que me dormí em la misma posición en la que me acosté,. La verdad que estaba bastante cansada del día que había sido muy duro de trabajo.
Pero al rato noto una sensación de algo estaba rozando mi cuerpo y aquello me hizo despertarme y cual fue mi sorpresa cuando me di cuenta que era mi hijo que me estaba tocando el estomago con su mano izquierda con movimientos circulares y a veces con su dedo lo metía en mi ombligo como jugando en el agujerito.
Al principio no lo tome a mal, porque pensé que él estaba soñando o algo por el estilo ,o simplemente tocar por tocar como alguna vez mis hijos han tocado mi pezón jugando con él con los dedos para dormirse. Algo muy normal y natural que los hijos hagan a sus madres para coger el sueño, si duermen con ellas, aunque las madres no lo digan. Pero en poco tiempo bajo su mano y note sus dedos desplazándose muy lentamente y hurgando por debajo de mis tanguitas como buscando tocar los pelitos. Aquello me dejó petrificada, no me lo podía creer lo que estaba sucediendo y el porqué estuviera haciendo aquello.
El no dejaba de tocar mis bellos, pero sin llegar a los labios vaginales . Yo no sabía que hacer, si cogerle la mano y quitarla de allí, si reñirle o qué, pero todo aquello era muy confuso para mí.
Por supuesto no os voy a mentir y una no es de piedra y hacía mucho mucho tiempo que nadie me tocaba ahí, todo mi cuerpo tuvo una sensación de escalofríos, sudores y mis pezones se pusieron de puntas y muy duros, noté mi clítoris hincharse y crecer, pero sabía que aquello no podía continuar y decidí moverme y me puse de lado y abracé acurrucando a mi hija.
Cuando mi hijo se dio cuenta de que me moví y me volví para el otro lado, de momento quitó su mano rápidamente y dejó hacer aquello.
Yo no podía quedarme dormida y solo pensaba por qué él había hecho aquello, pensaba en todo, en su pubertad, en que se estaba haciendo mayor y tenía curiosidad en tocar a una mujer, en fin, pensaba en todo.
No paso más de 10 minutos cuando mi hijo me abrazó por detrás y rodeó su brazo en mi cuerpo y pensé que se iba ya a quedar dormido y a su vez él pensaría que yo ya estaba dormida pero no lo estaba.
Bajo su mano otra vez entre mis muslos y empezó a tocar con su mano mi culo desnudo, ya que al llevar tanga de hilo solo me tapaba el agujero. Por un segundo quise darme la vuelta y darle un guantazo y reñirle, pero tampoco quería asustarlo, crearle un trauma y además en el interior de mí pensaba de que era normal que el quisiera descubrir cosas y que su curiosidad le hacía hacer aquello. Y la que mas cerca tenía era su madre. Pensaba que todos hemos pasado por cosas parecidas e incluyo me venia a la mente que alguna vez de pequeña yo lo había intentado también.
Notaba como tocaba con sus dedos por entre mis nalgas y uno de ellos rozaba curioseando por el agujerito de mi ano, aquello me daba unas cosquillas que era difícil aguantarlas, después bajaba buscando mi vulva y los bellos que habían alrededor de ella. Yo ya no podía contenerme y una enorme excitación iba recorriendo cada parte de mi cuerpo, se apoderaba de mí, no sabía que hacer. No sabía si estaba haciendo bien en dejarme hacer aquello pero mi calentura era tan grande que subí la pierna izquierda sobre mi hija para dejar más libre toda la zona y que él pudiera tocar mejor. Bien o mal? Error o no error? Pero eso fue lo que hice.
Cuando él notó que me moví de nuevo quitó su mano corriendo como asustado de que yo me diera cuenta de lo que me estaba haciendo, pero no tardó ni dos minutos en volver a poner su mano. Estaba claro que el no sabía nada de sexo, por la forma en que lo hacía, solo estaba curioseando por toda aquella zona, me tocaba con sus dedos y hacía como midiendo la anchura y largura de mis labios exteriores superiores, tiraba de ellos, los cogía con 2 dedos, los pellizcabas para notar su blandura , los unia y al estirarlos se le resbalaban y volvían a su posición original. Tocaba mis bellos vaginales que sobresalían por arriba de la tanguita como el que se arrasca los pelos de la cabeza muy suavemente y en círculos. Pero yo aquello no lo podía soportar más, me iba a morir, internamente estaba deseando que me apartara la tanga y me metiera los dedos, que me follara con sus dedos, pero tampoco quería que lo hiciera. ni lo iba a hacer porque no entendía de eso, Yo estaba como loca, quería usar mis manos en mi, pero no quería moverme, estaba como una estatua en lo que podía, y el seguía y seguía tocando.
Intentaba contener mi flujo vaginal apretándome internamente porque no quería que se diera cuenta de aquello, pero mi excitación era tan grande que sabía que pronto iba a mojar mis braguitas y que mi hijo lo notaría. Y efectivamente no tardó en salir todos mis jugos hacia fuera, y mi clítoris seguía creciendo e hincharse más, noté perfectamente como mi hijo pasaba el dedo y como se le manchaban de fluidos, los limpiaba en mi pierna o muslo una y otra vez. Estaba segura de que no sabría que era aquello, pero él no dejaba de tocar, pensé que él imaginaría que aquello era un poco de pis y que se me salía dormida. Mis pezones estaban durísimos y daban en la espalda de mi pequeña.
Su dedo resbalaba y la tanguita la echó hacia un lado para tocar mejor y dejó al descubierto todo mi chochito entero, hinchado, mojado, con mis labios internos inferiores que me sobresalían. Seguía jugando con mis labios resbalosos, los internos los cogía con 2 dedos y al estirarlos para ver hasta donde llegaban, se le escapaba y se les resbalaban de lo mojado que estaban, y a veces sin querer rozaba mi clítoris que ya estaba fuera totalmente, pero su juego solamente eran la sensación de los labios vaginales. Se puso a introducir un dedo como con miedo hacia el interior de mi coñito, con mucho cuidado para no despertarme y lo sacaba. Tardaba unos segundos en volver a meterlo y yo pensaba en que seguramente estaría oliendo sus dedos ya mojados y creo que hasta arrugados, o no se que estaba haciendo. Casi no notaba su dedo pero sabía que a veces lo introducía por la rajita. Aquello lo repitió varias veces hasta que dejó de hacerlo. Pensé en si él se estaba tocando pero no observé en ningún momento movimiento de que lo estuviera haciendo. Y en ningún momento noté que intentara rozarme su pollita pequeña que me imaginaba que la tendría erecta.
Al poco tiempo mi hijo dejó de tocarme y noté una sensación de alivio increíble, os juro que no podéis ni imaginar como me encontraba, me volví y me di cuenta de que se había quedado dormido. Mi respiración era muy intensa, pero me sentí mejor porque sabía que aquello no debía ir a mas, sensaciones muy raras, por un lado me había gustado, por otro me sentía culpable de que aquello hubiera seguido.
Abrí un poco mis piernas y toque aquella zona y era increíble como estaba de mojada, efectivamente parecía que me había orinado, era impresionante, en mi vida había tenido una expulsión de fluido de aquella manera sin haber tenido un orgasmo. Mi clítoris que siempre lo he tenido muy desarrollado, estaba totalmente fuera de su capuchón y muy duro. Este es uno de los motivos por los que nunca me he quitado mis bellos púbico, porque siempre me ha dado vergüenza de que me lo vieran fuera porque parece un pene muy pequeñito, y con los bellos siempre se podría ocultar algo.
Me levanté y fui el baño a secarme y cambiarme de braguitas, Tenía una ganas enorme de masturbarme porque todavía estaba excitada, pero no podía hacerlo, pensaba en mi hijo y pensaba en que estaría muy mal en que lo hiciera pensando en aquello. NO PODIA HACERLO!!!!!. NO NO Y NO!!!
Finalmente pude controlarme y volví a la cama, pero aquella noche no pude dormir.
Desde aquél día he procurado que no se volviera a acostar conmigo, para que no volviese a suceder y siempre que ha querido le he puesto alguna escusa, incluso ha llegado a enfadarse y decirme que por qué su hermana si se acostaba conmigo y él no. Y la verdad no se que hacer, si dejar que se acueste otra vez o no.
Pensaba también he pensado que le podría producir un trauma y descubrir que lo que me hizo yo lo sabía, y sentirse él también culpable y mal. No lo se la verdad, todo esto es nuevo para mí y no se que hacer. Quizás si alguien lee esto pueda darme algún consejo. O ir a algún psicólogo. O si queréis preguntarme algo, intentaré responderos a todos/as.
Intentaré seguir escribiendo.
Besos a todos/as
Carmen.
Hola Carmen , Deberías ayudarlo es de lo más común en la adolescencia , vas a ver qué lo vas a disfrutar como ningún otro sexo que hubieras tenido el arrepentimiento viene después capaz pero te vas a sentir más mujer que nunca y lo mismo para tu hijo se va a sentir más hombre que nunca y va a tener mucha confianza