La visita de mi hermanita de 9 años 05 la primera vez por detras

Está vez experimentamos con el sexo anal.
La visita de mi hermanita de 9 años 05 la Primera vez por detrás

En la anterior parte les contaba sobre la vez que mi hermanita y yo empezamos a tener sexo sin mucha contención, pues ella al parecer había ganado cierta resistencia, por lo que yo no necesitaba ser tan cuidadoso.

Pues fíjense que ese fue el comienzo de una racha de experiencias que fueron sumamente placenteras para ambos. Después de eso, nuestras vida sexual compartida era bastante regular, teníamos sexo cada dos días, pues ella quedaba sumamente satisfecha con una sesión normal nuestra de 2 a 3 corridas suyas, me pedía bastante que me bañara con ella, al parecer al mismo tiempo que yo encontraba su cuerpo hermoso y excitante, ella encontraba el mío de la misma manera, y aunque la mayoría de las veces, no pasaba nada, si hubo varias en las que empezamos a chuparnos mutuamente y hasta hacíamos un 69, por lo que podía concluir que mi hermana es bastante activa sexualmente, y esto lejos de disgustarme, me correspondía totalmente. Yo la verdad, antes de que ella llegara me masturbaba cada 2 o 3 días.

Y sobre eso hay algo de lo que les quiero contar, ya habían pasado 6 semanas desde que mi hermanita llego, por lo que calculo que llevábamos 4 y media semanas teniendo nuestra relación incestuosa, habíamos tenido sexo varias veces, también nos habíamos masturbado mutuamente y hecho felaciones, pero un día, en el cual llevábamos tres sin tener sexo, pues era lunes, los sábados y domingos no podíamos pues mi familia estaba en casa, y el viernes anterior tampoco lo habíamos hecho. Ese día, ella no me dijo nada para follar, así que yo lo deje pasar (Cabe señalar que en absolutamente todas las veces, ella era la que me lo pedía), pero ese día en particular sentía el síndrome de abstinencia de sexo, ¿Que esperaban? yo era un adolescente virgen que se pajeaba y luego de tener sexo con una niña de 9 años y hacerlo continuamente, que de repente no lo hagas provoca ansiedad ¿ok?, bueno, ese día, yo estaba bastante… ansioso, incluso en la noche, no podía dormir bien, menos con mi hermanita ahí, tenía una erección que yo preferí ocultarle a ella, y decidí, ir al baño a pajearme, eran como las 11 de la noche, fui al baño haciendo el menor ruido posible, teléfono en mano a ver cualquier cosa, me desvestí (Tengo la costumbre de desvestirme completo si voy al baño a cagar o a masturbarme)  puse esta vez el segundo episodio de un anime Hentai de lolis que se llama «Shoujo Ramune» si, veo Hentai de lolis, me gustan las jodidas lolis ¡¿YOU GOT A FUCKING PROBLEM WITH THAT, BRO?!, el punto es que estaba ahí, tranquilo, tratando de hacer el menor ruido posible, incluso tenia audífonos a un muy bajo volumen, pero el verdadero problema, era que el sonido de mi pre-cum, y la fricción con mi mano generaba un ruido muy característico de alguien jalándosela, y yo estaba muy preocupado por no despertarla. A pesar de eso seguía en lo mío. Estuve como por 5 minutos ahí, hasta que de repente siento como la cortina del baño se abre lentamente, no había escuchado los pasos pues tenía audífonos. ¡Era mi hermana! Yo deje lo mío, me quite los audífonos, y me guarde el miembro entre las piernas.

-¡Michelle! ¡Pensé que estabas dormida!-Le dije.

-¿Que estás haciendo?-Decía ella mientras entraba al baño y acomodaba la cortina detrás de ella.-¿Acaso sabes qué hora es?

-Perdón, es que me dieron ganas de ir al baño.-Le dije, tratando de excusarme, aunque lo que estaba haciendo era más evidente que Norcorea es una dictadura.

-¿Si?….hmm…Yo creo que no.-Dijo ella, con voz sarcástica haciéndose la tonta.

-No, E-En serio.-Le trataba de justificar.

-Ya en serio, te estabas masturbando. ¿Y que estabas viendo?-Me dijo ella, mientras se arrojaba sobre mí, para quedar sentada en medio de mis piernas, así que los dos quedamos encima del inodoro con la tapa puesta.-Ah ver.-Me dijo mientras cruzaba los brazos, y se acomodaba ahí.

Yo con mucha vergüenza, (¿A quién no le daría vergüenza que un familiar lo encuentre masturbándose como un campeón?), Agarre de nuevo el celular y puse de nuevo el video. Ella primero se sorprendió de que hicieran anime con esa temática, y luego se quedó viéndolo prestando mucha atención.

-Espera, ponle pausa, ponle pausa.-Me dijo mientras se levantaba un momento.

Yo le puse pausa, y abrí ya las piernas, dejando mi pene mojado y erecto libre. Ella se empezó a desvestir rápidamente, y yo le pregunto que por qué, ella simplemente se termina de quitar la ropa, y se ubica de nuevo sentándose en mi entrepierna, mi  pene queda justo sobresaliendo de su vaginita y ella ubica una de mis manos ahí.

-Ahorita no podemos hacer el amor, creo que gritaría muy fuerte, pero por ahora, hacer esto, nos hará pasar desapercibidos. Ella tomo mi pene entre sus dos manitas, mientras ubicaba mi mano que tenía el teléfono en frente de ambos.-Ahora sí, quítale la pausa.

Yo continúe el video, y mientras veíamos a un señor dueño de una tienda follando analmente a una niñita, nos masturbamos el uno al otro, ella ahogaba sus propios gemidos bastante bien, al parecer ella también estaba sensible, pues no pasaron ni dos minutos y ella termino, despues de otros 15 segundos, yo también. Ver Hentai de lolis juntos, será para mí una de las experiencias más valiosas de mi vida.

-huh…oye… ¿a ti te gustaban ver esos animes de niñas antes de que yo llegara, o fue que te gusto desde que hacemos estas cosas?- Me pregunto aun con respiración acelerada, y diminutos espasmos por su cuerpo.

-yo… Lo había visto de antes, pero…desde que llegaste solo puedo imaginarte a ti, así que creo que ahora, es mi genero favorito hehehe…-Le dije.

-hahaha… Y era raro… ¿Porque el señor le metía el pene por el trasero? ¡Creo que se equivocaron de agujero los que dibujaron eso, hahaha!-me dijo inocentemente.

-hahaha, eso se llama «Sexo anal» por tu trasero también puede entrar el pene al tener sexo.-Le dije

-¿Y no les molesta que este sucio de caca por dentro? además… ¿No les duele?-Me preguntaba mientras ella misma se tanteaba su anito con una mano.

-No…Es que antes de hacerlo, obviamente se limpian, y además, por si lo olvidas, por ahí salen cosas bastante grandes hahaha…-Le dije.

-hahaha, la caca…Oye…creo que un día, tu, te despertaste con una erección…y la pasaste por mi trasero…tu… ¿Quieres intentarlo conmigo?-Me pregunta un poco nerviosa.

-¿a ti…te gusta?

-No sé. Nunca lo hemos probado, ni yo tampoco…

-hmm…bueno, si realmente estas dispuesta…-Le decía con los ojos entrecerrados.

-¡Esta bien, entonces está decidido! ¡Mañana tendremos sexo anal!-Dijo alzando la voz bastante.

Yo le hice la seña de silencio, recordando que mi familia estaba en la casa, que era de noche, que lo que dijo era bastante escandalizante, y que el silencio del ambiente hacia que cualquier escandalo se escuchara fácilmente. Ella dijo que ok, que durmiéramos por ahora. Yo limpie con papel higiénico su vaginita mojada, mi pene, el semen que cayó en el piso y sus líquidos, y nos acostamos.

Pero, al parecer ambos estábamos muy ansiosos, así que más que dormir, empezamos a hablar en voz baja, mientras la abrazaba de cucharita como siempre. Hablamos sobre animes que le gustaría ver, sobre juegos que tenía y que podíamos jugar, sobre series de televisión, sobre películas de Pixar, todo mientras estábamos abrazados, podía sentir como su respiración y latidos no se calmaban para nada, y los míos estaban igual, definitivamente esto era como las veces que uno sabe que mañana nos iremos de viaje, y no puede calmarse la noche anterior.

-Oye… ¿En serio no duele?-Me pregunta repentinamente.

-¿El qué?

-Pues que te metan el pene por atrás pues.-Me dijo, tal vez un poco apenada.-Es que en el anime ese que estabas viendo, a la niña parecía que le gustaba.

-¿Eh?…mmm…-La verdad no me esperaba que retomara así el tema.-Bueno…no si usas el suficiente lubricante y vas con la suficiente delicadeza.-Le digo.

-¿Pero, y como es que se siente bien? si es…el trasero, nunca sentí nada así.

-En realidad, cuando tu…haces popo, ¿Acaso no se siente bien cuando sale?-Le digo.

-Bueno, sí, se siente como alivio, pero no me refiero a ese tipo de «Sentirse bien», sino al otro.

-Lo que pasa, es que en el caso de las chicas, se siente bien, porque cuando introduces algo por ahí, eso roza con la pared vaginal interna tuya, pues, lo que tienes adentro, y eso es lo que hace que se sienta bien, porque ambos agujeros están pegados.-Le digo.

-¿En serio?… ¿Y los chicos también sienten bien por el trasero?-Mi hermana llego a un tema que encuentro sumamente incomodo, pues, como buen internauta, conocía lo del punto P, aunque yo nunca le había prestado atención, pues nunca me atrajo meterme nada por ahí, así que hablar de estas cosas con ella era bastante ,bastante penoso. Estuve unos segundos sin decir nada, y ahí fue cuando me di cuenta, de lo vergonzoso que pudo ser para ella que yo le hablara tanto de su propio cuerpo, tanto, y yo solo le había dicho pocas cosas del mío, del de los hombres, así que decidí, contestar a sus dudas lo más «Discreto» posible.

-S…Seh…si…los hombre si pueden llegar a sentir placer por atrás….veras…es que hay algo…que se llama Próstata y…-Le decía.

-Ahh…la «Protáta»…creo que leí de eso en el libro de biología, ¿no es lo que produce los «Espermacozoides»?-me pregunto.

-Sehh…la «Próstata» hace varias cosas, además de producir los espermatozoides, pero resulta, que se encuentras justo al lado del recto, y…. justamente es una zona sumamente sensible.

-¿Cómo sensible?

-Bueno, que si la *cof, cof*…estimulas, pues se siente bien.

-Ahhh… ¿Y tú te la has tocado?-

-Pffff, claro que no.

-¿Y porque no? ¿No se supone que se siente bien?-Me pregunto mientras volteaba un poco su rostro hacia mí.

-Sí, pero es que eso no es…para todos…

-¿Que, te da miedo? ¿Quieres que te la toque yo?

-NO.

-Pero…-Me trataba de decir.

-No. No es que me de miedo, es que no me atrae tocarme ahí, no te preocupes por eso.-Le dije rotundamente

La conversación volvió de nuevo a temas triviales, hasta que vimos que eran ya las 12:45, así que decidimos tratar de dormirnos, al final si nos dormimos, y despertamos bastante tarde, eran las 11 de la mañana, como era casi la hora de almuerzo, decidí hacer no un desayuno, sino un pequeño abrebocas para el almuerzo, así que hice una ensalada de frutas bastante básica, y comimos, luego hice el almuerzo. Como siempre en la casa éramos solo nosotros dos, así que estábamos hablando con total libertad. Ese día no teníamos nada que hacer ninguno de los dos, así que teníamos bastante tiempo entre manos. Llego el momento, como casi siempre después de almuerzo. Tanto ella como yo nos dirigíamos a mi cuarto, ella estaba algo nerviosa, como quien va de camino a una cita médica, yo estaba más que nervioso, ansioso. ¡Iba a follarme a mi hermanita por el culo! Ya desde hace varias veces, teníamos los suplementos necesarios en mi propio cuarto, lubricante, toallitas húmedas, los condones, una toalla, etc. Pero esta vez yo llevaba un par de guantes de látex y un marcador de esos de pizarra acrílica. Ser un pervertido, al menos al ver porno, me había enseñado un par de cosas.

Ella se acostó automáticamente en la cama, y se quedó tendida, mientras yo me desvestía y le decía que primero nos teníamos que bañar. Ella se quedó un poco sorprendida, pero yo le dije que era necesario limpiarnos primero esta vez.

-¡Oye, si esto es porque es por el trasero, Yo siempre me lo limpio bien!-Me dijo, como ofendida.

-Lo que uno se limpia es el ano, pero no el «Recto» ¿o qué? ¿Acaso te metes el papel para adentro hahaha?-Le dije.

-Mmmm…-Ella dudaba un poco.

-Hey, no te preocupes, dime ¿Cuando he dejado de ser amable contigo? Yo te cuido.-Le dije

-Mmmm…Bueno.

Yo, en la mañana, mientras comíamos, veía un tutorial sobre como tener sexo anal por primera vez con tu pareja mujer, y aunque una buena cantidad de ellos hacían énfasis en la necesidad de un enema por lo de la limpieza, encontré uno que no lo necesitaba, así que procedí a preparar el baño.

Primero que nada, puse agua tibia, nuestro baño funciona de tal manera que tapas el desagüe, se crea como una mini-bañera, de unos 10 o 15 centímetros de profundidad. Perfecta para lo que iba a hacer. Según el tutorial, el agua tibia relajaba los músculos, incluyendo los del esfínter, además haría más fácil que se limpiara por dentro la…caca. Por lo que yo me senté en el piso, en la mini-bañera, mientras que le dije que se sentara delante de mí. Y nos empezamos a dar un baño normal, la verdad estábamos bastante relajados ahora, ella me reclamo de que porque no le había dicho que se podía hacer eso con la ducha. Después de limpiarnos como normalmente hacemos, le dije:

-Bien…Supongo que podemos comenzar… ¿Aun quieres?

-Si.-Le dijo con una cara llena de iniciativa.

Le dije que se pusiera en cuatro, alzando su culito hacia mí. Ella lo hizo muy lentamente, aun con cara de pena, pero sin detenerse. Finalmente, por la posición quedaba en frente de mí, tanto su vaginita aun cerradita, y su hoyito. Definitivamente era una vista muy excitante, lo tenía muy apretado, era rosadito claro, casi que no se distinguía entre la blancura de sus nalguitas abiertas. Daba pequeñas contracciones cada vez que mi hermanita respiraba, y esto no hacía nada más que aumentar mi calentura. Yo tome un guante, me lo puse, y luego empecé a rociarme con el lubricante en todo el guante. Como ella parecía estar algo nerviosa, mientras tanto sobaba un poco su vagina y su clítoris, a lo que ella empezó a dar gemiditos y a acelerar su respiración.

Yo empecé la estimulación de su culito dando pequeñas caricias alrededor de los pliegues, más en las nalgas que en el ano en sí, y me iba acercando lentamente hasta llegar a los primeros indicios del huequito rosa. Primero llene bien de lubricante esa zona, al mismo tiempo que seguía estimulando la vaginita de mi hermana, Según el tutorial que leí, esto se podía hacer para relacionar de manera psicológica el placer vaginal con el anal, no sé qué tan cierto sea, pero si estimular a mi hermanita como siempre lo hacía aliviaba un poco la incomodidad de la primera vez por el ano, pues shido. Seguí en eso, hasta que llegue al principio del ano y le dije a Michelle que respirara más despacio, y que relajar sus esfínteres, para evitar resistencia. Ella hizo lo que pudo, y yo ya estaba introduciendo mi dedo dentro del culito de mi hermana, podía sentir la calidez, la estrechez, la suavidad…A pesar de solo tener metido hasta el segundo nudillo del dedo índice, sentía como me recorría esa sensación tan morbosa de hacer algo nuevo, excitante y prohibido. Le pregunte a Michelle como se sentía, mientras seguía estimulando su vaginita mientras tenia dentro de su culo parte de mi dedo.

-Hah….Bien…hah…sigue, sigue…-Me dijo, al mismo tiempo que sentía como su respiración producía pequeños apretones tanto en su ano como en su sexo.

Yo esta vez decidí introducir el dedo completo, al sentir que a pesar de estar sumamente estrecho, el lubricante y la relajación de mi hermanita hacían fácil la introducción. Ella gimió un poco más fuerte, yo seguía estimulándola por ambos lados. Entonces empecé a acariciar desde adentro la pared que daría hacia su vagina, ella respondió a esto dando un brinco, al parecer la sensación la sorprendió, estuve un rato más estimulándola hasta que saque el dedo, evidentemente tenía algo de caca, simplemente lo limpie un poco en un balde de agua con jabón que había preparado, lo deje limpio, lo volví a lubricar y se lo volví a meter dentro del ano a mi hermana, esta vez ni siquiera necesitaba que le estimulara la vagina, empezó a gemir simplemente por mi dedo en  su ano. Cuando sentí su agujero lo suficientemente dilatado, le sume el dedo medio, ella pego otro brinquito, se le erizo la piel y empezó a gemir muy fuerte, yo poco hacia el movimiento de mete-saca, simplemente dejaba mis dedos ahí y acariciaba gentilmente dentro la pared que daba a su vagina. No hace falta decir, que con toda esta situación yo estaba como dicen, empalmadisimo. Mi pene solo de la experiencia parecía querer estallar, pero era obvio que me tenía que contener, el momento no era ese.

Entonces seguí jugando un rato con su ano, de vez en cuando rociaba un poco más de lubricante ahí, no quería para nada lastimar con la fricción el esfínter de mi hermanita. Entonces, cuando de nuevo lo sentí bastante dilatado, saque mis dos dedos, esta vez estaban menos manchados que antes, los volví a lavar y supe que solo una vez más sería suficiente para que estuviera limpio. Entonces volví a metérselos, esta vez le sume un tercer dedo, el índice de la otra mano, y estuve otro ratito jugando ahí adentro. Mi hermanita gemía fuertemente, su cuerpo tenia espasmos y de su vagina escurrían sus jugos. Supe que estaba a punto de hacer a mi hermana correrse solo estimulando su ano, así que aumente la rapidez de mis caricias y llego, Michelle soltó un buen grito, a la vez que un chorro salía de su vagina empapada. Ambos estábamos un poco agotados, pero no quería terminar su «Baño» aun. Ella respiraba recuperando el aliento, y yo me estaba quitando el guante, que esta vez había salido limpio, y decidí probar algo que siempre quise hacer. Abrí la llave de la ducha y puse el guante en el chorro, este se llenó de agua tibia y cuando sentí una cantidad suficiente cerré la llave.

-¿Que…que vas a hacer ahora?..-Decía mi hermana con una sonrisa llena de curiosidad y expectativa.

Tome la boca del guante lleno de agua y se la introduje en el culito a mi hermana, ella sintió eso lanzando un gemidito. En ese momento hice que el agua bajara entrando a su ano.

-Uhhh….Ahhh…Ahh…Uf…Esta…caliente…siento mi barriga tibiecita…-Decía me hermana, mientras el agua entraba lentamente en ella, al mismo tiempo que hacia un sonido como si un recipiente se llenara de líquido.

Ese sonido me excito demasiado. Termine de verter el líquido casi de un tirón, le saque el guante, tome el marcador de pizarra y se lo metí hasta la mitad en el culo, como si fuera el corcho de la botella y le dije que ahora pujara.

-Ok…Mmmm…Uhhh…-Decía ella haciendo fuerza de esfínter.

Pude ver como el marcador se deslizaba afuera, como si fuera un tronquito para luego de la presión golpear el agua de abajo, justo antes que el agua de adentro salía despedida como un chorro a presión de las entrañas de mi hermanita, cualquiera diría que se estaba corriendo analmente.

Terminamos nuestro baño, le pregunte que como se sintió, ella me dijo que muy bien, sentía que llegaba muy profundo dentro de ella y que se sentía muy rico, yo con eso tenía ya la aprobación para penetrarla analmente, y esta vez podría meter mucho más de lo que metería en su vaginita estrecha. Sentí con mis dedos la capacidad de dilatación que tenía su culito, con el suficiente lubricante no sería problema, y ella lo disfrutaba ¿Entonces que tendría de malo? Nos secamos, salimos del baño y fuimos primero por agua, luego nos dirigimos a la cama. Le dije que se pusiera en la misma posición, en cuatro con las nalgas paradas y la cara casi pegada a la cama. Ella obedeció y pude ver de nuevo ese agujerito delicioso, esta vez un poco más rojito y abierto, podía ver un poco del interior del recto y todo estaba muy limpio. Entonces no dude ni un segundo y empecé a lamer su ano, tanto su culito como su vagina estaban totalmente a mi disposición, y no iba a desaprovechar el darle el máximo placer posible.

Los gemidos de mi hermanita desde hace ya tiempo que eran más sueltos y naturales, ya tenía mucha confianza en sí misma, y para nosotros ya era costumbre que hiciera bastante ruido, pero como estábamos solos, pues poco importaba. Yo continuaba estimulando ambos orificios y ella empezó a mover sus caderas de una manera que no había visto antes, parecía ubicar ella misma el lugar que quería que le lamiera. Varios espasmos y varios gemidos después, ella ya estaba bastante bien lubricada de su vaginita, pues pequeñas gotas se escurrían por sus muslos. Yo detuve mi actividad y me disculpe mentalmente con esa pequeña cueva de los deseos, pues esta vez ella no sería la protagonista. Tome el bote de lubricante, que para ese tiempo ya estaba a menos de la mitad (No sabría como explicarle a mi madre el porqué de la disminución de algo como un lubricante) Entonces, vertí un chorro sobre el culito de mi hermana.

-Uyyy…. ¡Esta frio!..-Dijo mientras yo empezaba a masajear tanto sus nalgas como su agujerito.

-Perdón, perdón, debí echármelo en la mano primero hahaha…-Le dije.

-Migueeel…. ¿Ya lo vas a meter?…

-Un momento…

Empecé a echarme también lubricante en mi pene erecto.-¿Esta vez tampoco usaras condón?-Decía mi hermana con una sonrisa bastante prominente.

Desde hace ya un tiempo, que yo a veces no usaba condón para tener sexo, pues la principal función de este en nuestras relaciones, era hacer mi pene más liso y resbaloso para que entre fácilmente, pero como ya mi hermanita podía recibir gran parte de mi miembro sin problemas, entonces paso a ser innecesario, además que las existencias de condones llegaron a números rojos XD. Yo le dije que si a mi hermana y ella volvió a ponerse bien en posición, dispuesta a recibir mi pene en su culo bien alzado, ya había llenado de lubricante mi pene y lo estaba ubicando en la entrada de ese rosado agujero palpitante.

Empecé a introducirlo lentamente, sentía como el pequeño anillo de carne del ano apretaba mi glande, una sensación magnifica recorrió mi espina dorsal, mi hermana empezó a relajar su parte inferior, respirando hondo, le dije que era bueno para este tipo de sexo. Ya como 4 centímetros estaban dentro, y podía sentir como si una burbuja de malvavisco húmedo y calientito abrazada mi pene ¡Era glorioso! Podía sentir como mi hermana empezaba a acelerar su respiración, podía sentir sus latidos a través de su ano, era increíble, ya 7 centímetros estaban dentro y podía seguir. La última vez que tuvimos sexo, hasta 10 centímetros pudieron entras en la vaginita de mi hermana, pero esto era totalmente diferente, a pesar de que la estrechez y la calidez me abrasaban, podía sentir que el agujero era más hondo, podía sentir que todo mi pene entraría.

-¡Mmmm!…Haahhh…-Decía mi hermana mordiéndose el labio.

Yo estaba sorprendido de lo mucho que entraba, ya había 10 centímetros de mi pene dentro de su culo y yo, mas emocionado que nunca, con el corazón a mil, le pregunto:

-¿Estas bien? ¿Cómo te sientes?

-Huuuhh…Se siente bien. Huh…Pero… ¿Puedes meterla más?

Cuando escuche eso salir de la boca de mi hermana, una alegría inmensa inundo mi alma, yo sin dudarlo seguí metiendo mi miembro en ese agujero celestial, podía ver como dos tercios ya estaban dentro, y al percatarme que Michelle no tenía síntomas de molestia, simplemente de una estocada lo metí todo. Mi hermana pego un brinco, su culito dio un pequeño espasmo y empezó a gemir profundamente, me imagino que se sentía llena. Por mi lado, estaba en el mismísimo cielo, al menos mi pene lo estaba. La estrechez, el calor, la humedad, lo resbaladizo, sentía como si un pegajoso musculo con forma de tubo estuviera estrujando mi pene, queriendo sacarle hasta la última gota de semen, que bueno, en efecto eso era lo que estaba pasando. Pude ver como por primera vez todo mi pene había desaparecido dentro del cuerpo de mi hermana, el anillo del recto rodeaba la base, y se sentía exquisito, mientras que mi hermana se empezaba a acostumbrar a la sensación de llenura.

El recto de mi hermanita es obviamente un lugar más largo que su pequeña vagina de niña, por lo que esta vez no tenía que preocuparme por dañar el cérvix, o por provocarle dolor. Empecé a bombear, primero lentamente, después aumente hasta llegar a un ritmo decente. Mi hermana estaba casi gritando, nunca había sentido algo tan profundo, decía entre gemidos que sentía que mi pene empujaba sus entrañas y que se sentía increíble. Mis manos buscaron sus pezones y los empezaron a acariciar y pellizcar, mientras que por primera vez veía como Michelle dirigía su manita a su cucharita, se estaba sobando ella misma por primera vez. Su cuerpo se erizaba, daba espasmos leves y ambos empezamos a sudar.

-Ohhh…con que ya aprendiste a masturbarte a ti misma ¿eh?-Le dije al oído sin dejar de bombear.

-Es-s que a-así se s-iente mas r-icoooo Ahhh…-Decía ella entrecortada por las embestidas.

Tocaba la piel suave y tibia de su pecho, mientras mi pene era envuelto en esa masa de suavidad, humedad y estrechez.-Ah…Te amo Hermanita, ¡te amo!-Le dije, casi de manera inconsciente, como pensando en voz alta.

-¡Yoh-o tambieh-en te amoh-o!-Dijo ella volteando, pude verla con la cara sonrojada, con lagrimitas en sus ojos y una sonrisa que era definitivamente producida por un sentimiento lascivo.

Mi cuerpo estaba en modo automático, rápidamente tome a mi hermanita de la cintura y sin dejar de embestir su culito, volteé su cuerpo, que quedo boca arriba, todo esto con mi pene entrando y saliendo. Rápidamente acerque mi rostro al suyo y nos empezamos a besar, de la manera más apasionada que hemos podido. Después de unos segundos separamos nuestras bocas, con un hilo de saliva conectando nuestras lenguas. Pasamos aproximadamente 5 minutos más en esa posición, dándolo todo, cuando sentí que el orgasmo de mi hermanita se estaba acercando ¡Pude sentir su ano tensándose! Sus dedos escarbaban más profundo en su vagina empapada de jugos, mientras que los músculos de su vientre se empezaron a notar, el mío tampoco estaba muy lejos. Ella soltó un enorme chorro mientras que su esfínter apretaba como nunca mi pene, el cual seguía saliendo y entrando de ese agujero, el lubricante se había vuelto espuma mezclada con sus propios líquidos. Después de un minuto más de bombear, vertí una enorme cantidad de semen dentro de mi hermanita, cuyo orgasmo se había alargado hasta ese momento, o quizás tuvo dos orgasmos seguidos.

-Ahhh….esta…tan caliente..-Dijo ella, al sentir mi leche dentro de su culito.

Nos quedamos así por un rato, hasta que mi pene perdió la dureza y salió solo del dilatado y palpitante ano de mi hermanita. Me dijo que aun podía sentir mi semen dentro de ella, y que era lo máximo. Me pidió que la cargara hasta el baño, pues por lo que acabábamos de hacer, le habían dado ganas de hacer popo, así que la cargue hasta el inodoro, y la deje sentada, fui de nuevo al cuarto y me vestí, ella decidió bañarse de nuevo, al final no hizo nada, solo fueron peditos, y expulso el semen que hace unos minutos había depositado ahí.

Resulta que a pesar de que pudo caminar normal después de unos minutos si le quedo algo adolorido el culito, pero que comparado al rato que pasamos valía la pena. Me dijo que al final no hizo nada, solo se tiro unos pedos junto con un poco de mi semen. Esa no fue la última vez que tuvimos sexo anal, pero supongo que serán relatos para otros momentos.

Fin de la 5ta parte.

A estas alturas tal vez haya gente que le moleste que relate las cosas con sumo detalle y que me alargue bastante con cada parte, pero es que sinceramente no puedo hacer como otros que hacen estilo «El día que me cogí a mi hermana, la vi dormida, la agarre, le quite las bragas, le metí mi pene, ella se despertó, me dijo que haces, pero yo le tape la boca y Ahhh me corrí y ella también, ahora cogemos todos los días, fin.» Lo lamento pero si voy a contar lo que ocurrió, tengo que hacerlo a partir de cómo lo recuerdo. En pocas palabras, si no te gusta, no lo leas, si te gusta, pues coméntalo, y si te encanta o si quieren decirme o mandarme algo les dejo mí correo: [email protected] .

Mi hermanita me dijo que quería ver como son otras como ella, no quiere sentirse rara.