Las aventuras de Blanquita I
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por MonoLiso.
Mi nombre es Rubén, blanco, con algo de pansa pero bien conservado, cabello corto negro, tengo 50 años, soy doctor, felizmente casado con Susana mi mujer que me regalo a mis dos preciosos hijos, que son la luz de mi vida. Tomy de 27 años, cuerpo de gym y ya cursando lo ultimo de su carrera medica y Blanquita, una nena de 10 añitos, pelito hasta los hombros, negro igual que yo y su hermano. Blanquita apenas si tiene téticas, pero es su culito de manzana su mayor virtud.
Y es Blanquita la protagonista de esta historia, y muchas historias que me hacen perder la razón cada vez que las recuerdo.
Blanquita siempre fue una niña sexualmente activa, con solo 5 años ya la sorprendíamos tocándose la vaginita, con mi mujer lo considerábamos normal, pues no le dimos mucha importancia. No fue hasta que la sorprendí llevándose el pene de su hermano (que estaba dormido) a la boca que decidí tomar cartas en el asunto.
Eran ya las 4 am de un jueves cuando me despierto para ir a tomar agua, bajo a la cocina tomo un poco de agua y regreso a mi recamara. Camino a mi cuarto paso por la habitación de Tomy que había llegado de la universidad para pasar las vacaciones de verano. Pase por el cuarto y vi de reojo algo que me dejo tieso, de los pies a la cabeza: Tomy estaba acostado boca abajo con los pantalones y el calsonsillo hasta las rodillas y Blanquita le estaba haciendo una paja. Volvie a ver y casi exploto, pensé rápido, entre a la habitación, tome a Blanquita del brazo y la baje de la cama, fue ahí cuando me percate de que Tomy estaba dormido, lo cual me dejo mas tranquilo.
-Que hacias Blanquita?
-Queria probar el pipi de Tomy.
-Pero estas loca acaso? Eso no lo puede hacer, es tu hermano! Y tu eres una niña de 10 años Blanquita, de donde sacas esas ideas!?
-Lo vi en las revista que Tomy tiene debajo de su cama. Quiero probar un pene papá.
-No hija, no vuelvas a decir eso, ven vámonos.
La dirigí a su recamara, ya adentro le explique que una criatura de su edad no podía tener esos pensamientos en la cabeza, no era correcto y debía de esperar hasta ser mayorsita para realizar todas esas cosas en las que pensaba.
-Pero papi, yo ya vi varios penes! Solo que nunca chupe uno.
-como es eso Blanquita? Que penes has visto?
-el de varios compañeros y chicos mas grandes que van a la escuela, a mi y mis amigas nos enseñan sus penes, nos dicen que les hagamos masajes hasta que le saquemos la lechita. Pero nunca se los chupe, me da cosita, pero mis amigas se tragan todo! Y yo también quiero!
Creí desfallecer cuando escuche esto, inmediatamente quería saber quienes eran esos degenerados que abusaban de la inocencia de estas niñas, incluida mi hija.
-Oye papi, porque no me enseñas la tuya, puedo pasarle la lengua? Solo para probar y ver a que sabe…
-NO BLANCA, como se te ocurre tal cosa. Soy tu padre!
-pero la tienes dura, mira.
Y era cierto, me había excitado con la confesión de mi hija. Tenia la verga dura como nunca, 23cm de carne al tope. Como pude me cubrí con mi bata y abandone la habitación.
-Ya hablaremos de esto Blanca.
– le diras a mamá?
-no, por ahora mantengámoslo entre nosotros dos.
-gracias papi.
No pude conciliar el sueño. Ya entrada la mañana de cambie y con mi mujer salimos para el trabajo. Blanquita se quedo desayunando, su hermano la llevaría al colegio.
Despues de pensármelo toda la mañana, decido hablar al colegio de Blanquita para hacerle saber al director lo que me había contado mi niña. Mi secretaria me comunico con el despacho del director.
– Si?
– Hola señor director, le habla Rubén Mateo, soy padre una alumna de la institución.
– Si, el padre de Blanquita. Hoy la extraños a Blanquita, siempre es una de las candidatas a izar la bandera, supongo que habrá caído enferma por eso no asistió hoy.
– Como?
– Que Blanca siempre se ofrece para izar la bandera a la entr..
– Si, si ya oí, Blanca no fue a la escuela hoy?
– No señor, eso le dije. Pasa algo?
Me hice la idea en un segundo, Blanca se había quedado en casa con Tomy. Pequeños picarones.
-Todo bien señor director, si, Blanca se encontraba enferma hoy temprano, seguramente se habrá quedado en casa después de que yo partiera para el trabajo.
-seguro… que se ofrecía señor Mateo?
-pues nada, solo quería cerciorarme, hasta luego señor director. Buen dia.
Colgué y sali disparado a mi auto, tenia que llegar a casa y sorprender a esos dos. Mil imágenes cruzaban por mi mente, me imaginaba a Tomas con su fornido cuerpo d 27 años encima de su pequeña hermana Blanquita y me exitaba, tenia la verga al máximo, me di asco y me sentí culpable, pero a la vez me super calentaba y me sorprendi rogando a todos los dioses por encontrarlos haciendo algo. Deseaba a mi pequeña de 10 años, no tenia forma de escapar de ese sentimiento.
Aparque una cuadra antes de mi casa y me dirigí a pie, entre por la puerta trasera sin hacer ruido. Estaba todo en silencio. Subí a la planta de arriba donde están los cuartos y fue en la escalera cuando escuche los gemidos…
-uuuug… ohhhh hermanito… uff aai aaaaaaaai NOOO TOMYY
-mmmm blanquita, aguanta, te dije que te iba a doler, mas que en tu puchita, pero insististe.
-ooohh siii, sigue aseee siii hermanito .
Cuando abrí la puerta de la habitación de Tomy no lo podía creer. Tomas estaba acostado boca abajo y Blanquita estaba arriba de el, recostada sobre su pecho mientras Tomy separaba sus nalgas para facilitar la entrada de su enorme pene en el ano de su hermanita. Era increíble esa imagen, una nena de 10 años refregándose sobre el pecho de su hermano musculoso mientras este la penetra analmente. Era increíble, no podía apartar la vista, las manotas de Tomy separaban las nalguitas de Blanquita mientras el pene entraba y salía a toda velocidad del anito de mi nena, ese anillito de carne se aferraba al pene de mi hijo, esa verga media 20 cm seguro. Era sureal. De pronto Blanquita se sento sobre la pija de su hermano y empezó a cablagarla, guaaauu no podía creer de viciosa que era mi nena. Ya preso de la locura, desabroche mi pantalón y me puse a masturbarme ahí no mas. No me importo hacer ruido. El primero en percatarse de mi presencia fue mi hijo. Se quedo quieto por un segundo, hasta que me vio con el pene afuera y entendió todo.
-Blanquita, tenemos compañía.
Blanca guiro la cabezita y me vio parado en la puerta, con los pantalones en los pies y el pingo en la mano.
-papiii siii! Venii, Tomy me enseño muchas cosas hoy! Me la metió por la conchita y ahora en la colita, la tengo toda adentro, mira- Llevo sus manitas para atrás y separo sus nalguitas, dejándome ver como entraba y salía toda la polla de su hermano en su ano. En un momento Tomy la levanto en los aires, es tan pequeña Blanquita que no cuesta nada manipularla como una muñeca. Tomy se sento al costado de la cama y sento a blanquita dándole la espalda, se la clavo de nuevo por el anito, agarro a blanquita de la cintura y la fue subiendo y bajando.
– acercate papá, blanquita enseñale a papá como mamas una verga.
-ooh oh sii, ven papitoo oohooo ,,,mmmm glup… glup glup, te gusta papi glup..
Era increíble, esta niña tenia un don, nunca me habían dado tal mamada de verga. La chupaba como si su vida se fuera en ello, tenia alma de viciosa mi pequeña. La temperatura de su boquita me tenia a mil. Y el jugueteo con su lengua faaa estaba a punto de acabar.
-Oye pa, porque no pruebas el culito de blanquita, no sabes lo que es.
-solo si blanquita asi lo quiere.
-siii papi, si quierooo!
-bueno hija, a ver, ponte asi, si, en cuatro patas, asi como un perrito. A ver..
Tomy separo las nalgas de Blanquita mientras ella estaba en 4 sobre la cama, lo que vi me hizo perder los estribos… el ano de blanca estaba super dilatado, era increíble lo abierto que estaba el recto de la nena de 10 años! Le tire un escupitajo que se perdió dentro de ese agujero que era el ano de mi niña y procedí a meter mi pene.
El esfínter de Blanquita presionaba mi polla y la soltaba, era como si le diera pequeños mordiscos a mi pija mientras la penetraba, una vez que sentí que había tocado fondo comencé con el mete-saca. Tomy no solto las nalgas de Blanquita en ningún momento. Era un cuadro soñado, ver ese pequeño culito de 10 años tragándose la poronga de un hombre de 50. Estaba loco, tome a blanca por los hombros y se la fui metiendo salvaje mente. Tomy paso adelante y le dio de mamar su verga. Blanquita con 10 años estaba siendo enculada por su padre mientras mamaba la pija de su hermano mayor. No pude mas y me vine en el culo de mi niña.
No aguante y me venci sobre ella, acostándome sobre su espalda, undiendola sobre el colchon con mi pija chorriando en su recto anal.
-aaaaaaooo blanquita, eres genial.
-gracias papiii,,oohh se siente calentito, me dejaste la lechita adentro..mmm se siente rico!
Me hice a un lado como pude, y mi verga abandono el ano de blanquita, cuando mi pene salió empezó a brotar mi semen del culo rojo de mi hija, salía con burbujas producidas por los peditos de mi hija.
-jijijiji mi colita esta loca papi!
-jajaja eso pasa cuando te comes tremenda pija hermanita. A ver ahora me toca a mi.
-hermanito, dejame la leche en mi puchita!
Tomy se acostó boca abajo y blanquita lo monto, dirigió el pene de su hermano a su vagina recientemente desvirgada y comenzó un sube y baja. Tomy no perdió el tiempo y con una mano separo una nalga de Blanquita y con la otra llevo tres dedos que metió de una en el ano acabo de mi hija. Mi hijo mayor se estaba cogiendo a su hermana por la concha mientras le perdia tres dedos por el culo. Esa imagen no hizo mas que darme una idea. Pero ya era tarde y mi esposa estaría por llegar pronto.
Abandone la habitación dejándolos tranquilos para que terminen.
-Chicos cuando terminen se bañan y arreglan esta piesa antes que venga su madre por favor! Si no el quilombo que se arma.
-SI PAPÁ. – respondieron al unísono.
Después de ese día comenzó toda una serie de eventos realmente descabellados. Hicimos un pacto de silencio entre Tomy, Blanquita y Yo. Inmediatamente decidimos organizar un viaje entre los tres, pero teníamos que esperar una oportunidad de deshacernos de mi mujer. Y como favor de los dioses mi suegra cae enferma! Mi mujer tenía que partir al pueblo de la vieja para atenderla. Blanquita se negó a acompañarla y mi mujer se tuvo que hacer a la idea de dejarla con nosotros, con su hermanito y con su papito.
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