las chichotas de vannesa 4 – semana de vaciones (link a la foto)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por drogon.
El tiempo pasó particularmente rápido ese año.
Para cuando me di cuenta ya era verano y había pasado más de 6 meses follando con vanesa en cada oportunidad que teníamos, sin duda era por eso que el tiempo volaba, nunca antes había experimentado tanta pasión, tanta excitación y tanta adrenalina con cada cogida.
Con carlos habíamos llegado a un acuerdo en cuanto a lo que hacíamos con vanesa, el aprovecharía el tiempo que pudiera conseguir con mi nena, siempre usaría protección y no pediría que fuera su casa a escondidas a verlo.
Por lo demás mantuve en secreto las cámaras que tenia ocultas y guardaba un registro con los mejores videos.
Me di cuenta que por lo general solo lograba concretar uno o dos encuentros sexuales por semana, y muy de vez en cuando otros más cuando lo invitaba a la casa a petición de Vanesa los días que mi mujer salía de la ciudad.
Carlos me contaba que había días que salía de las clases tan caliente que de inmediato se iba a algún prostíbulo o llamaba a alguna guarra, pero que rara vez quedaba igual de satisfecho que con vannesa.
Jajaja el pobre cabron me llegaba a dar pena, porque para mí era todo lo contrario.
, lo que más me sobraba eran oportunidades para follar con vanne, eso y las ganas de montármela.
por las mañanas tenía todo el tiempo del mundo para hacer lo que quisiera, mi mujer normalmente llega en la madrugada, rara vez se levanta antes de las 12 y desde siempre había sido yo el que despertaba a la nena.
Me gustaba darle besos que a veces me respondía al tiempo que se despertaba, también abrirle el pijama y chuparle los pezones, pero el método favorito de vanne era que la despertara dedeandole la rayita.
después del desayuno teníamos bastante rato libre, había mañanas en la que me sentaba en el sillón a ver las noticias, sin ninguna otra intención y ella solita llegaba a sentarse sobre mi paquete.
Esos momentos eran los mejores, el saber que mi hija deseaba que me la comiera era la mayor satisfacción del mundo.
En esa posición empezaba a mover su culito, estimulando mí verga al tiempo que yo llevaba mis manos a sus senos y se los apachurraba, le besaba en el cuello y ella daba miraditas atrás para que le diera besitos en la boca.
A veces la excitación me ganaba, en arranques de deseo le bajaba los calzones y se la metía ahí mismo.
Vanne, para no hacer ruido, se cubría la boca con las manos o mordía la parte del abierta del pijama, mientras yo penetraba su vagina a gusto, dándole sendas bombeadas que la hacían dar saltitos hasta venirme dentro de ella.
Luego de esas veces apenas nos tranquilizábamos.
Con mi mujer por lo general hacíamos el amor una vez y con eso nos bastaba, pero debido a lo excitante de la relación con vannesa, volvía a calentarme al poco tiempo de haber follado y me daban ganas hacérselo de nuevo, no era raro que en un dia lo hiciéramos 3 veces.
Vanne por su parte tampoco se quedaba atrás con la calentura, no sabría si era por las hormonas de su condición o porque le pasaba lo mismo que a mí, pero le daban ganas muy seguido.
se me arrimaba y mostraba cada vez que quería tener sexo, me mostraba las tetas furtivamente o se apoyaba en algún lado para menear las caderas de forma sexy, era tan osada que en algunas ocasiones con su madre cerca fingía chocar conmigo para tomarme el pene y hacer una seña de complicidad.
Estuvimos así por todo el año, fue entonces que llegaron las vacaciones.
Antes teníamos la costumbre de ir a un retiro turístico, pero debido a los problemas que había tenido vanne con la macromatia, los últimos 2 años lo habíamos dejado, pero ahora que ya estaba más grande y mostraba confianza nos pareció buena idea volver a hacer una escapada familiar.
Compramos unos pasajes y hicimos una reservación para una semana, por ese tiempo supuse que no podría tener ningún momento a solas con mi hija, pero valía la pena para que la familia se divirtiera.
Hicimos las maletas y partimos todos juntos a la playa.
En el aeropuerto note que muchos hombres se comían con los ojos a vannesa, antes eso me habría molestado, pero ahora me daba un morbo el saber que ellos solo podrían pajearse imaginando las tetas de mi hija, mientras que yo podia tenerlas cuando quisiera, en mi cabeza me moría de gusto pensando – miren, miren todo lo que quieran lo que nunca van a tener hijos de puta jajajajaj –
Llegamos a media tarde y tomamos un taxi hasta el hotel, alli nos registramos y una señorita nos llevo a nuestra habitación.
como era de esperar, en la subida nos cruzamos con otros huéspedes y personal del hotel, y todos dieron una miradita disimuladas al voluptuoso cuerpo de vannesa.
La habitación era bonita, y la habitación de vanne estaba al lado.
Tras organizarnos fuimos a comer y nos dedicamos a pasear por la ciudad, pasamos al cine y a la costa donde había muchos locales, en unos había volantes promocionando las playas, tome uno llamado Praia para que lo visitáramos en el día, todos nos divertimos muchísimo y volvimos arriba como a las 12 de la noche.
Nuestras habitaciones era contiguas, vanne paso a su cuarto a través de una puerta que lo conectaba con el nuestro, Dijo que estaba cansada y se dormiría de inmediato.
En nuestra habitación mi mujer paso a ducharse antes de dormir, cuando salió se metió a la cama y empezó a acariciarme el pene, yo por mi parte le seguí la corriente y empecé a besarla y acariciar su cuerpo, lamia sus senos y frotaba su clítoris hacienda soltar gemidos, estábamos en lo mejor cuando de repente escuchamos pasos desde al lado, entonces nos detuvimos, poco después vanne entro a nuestra habitación.
– disculpen, necesito usar el baño – dijo mientras soltaba un bostezo corto y desganado.
– hija, tu habitación también tiene baño, tontita – le dijo mi mujer con la respiración agitada al tiempo que se cubría.
– es que la puerta no funciona, ¿puedes venir a abrirla mami? – respondió la niña.
-debe haber una llave por, olvídalo, pasa acá hija, te buscare la llave – acepto al final me mujer.
Mientras vanne se metía al baño, mi mujer busco rápido su ropa y fue al cuarto de nuestra hija a buscar la dichosa llave, por mientras yo había quedado con la verga parada.
Desde la cama podía oír como mi mujer buscaba en la habitación de al lado, sin grandes resultados al parecer.
Al poco tiempo escucho correr el agua y luego veo a vanne salir del baño, me mira con una mirada picara que decía – sé lo que hacían – hecho una mirada rápida hacia la puerta para asegurarse que su madre no estuviera mirando y empezó a pasar la lengua sobre sus labios y a meter una mano entre sus piernas para frotar su vagina.
– Valla con esta – pensé – escucho lo que hacía con su mama y se le calentó la concha.
– ¿vanne? – dijo mi mujer en voz alta, y la niña pego un saltito por la sorpresa, sacando la mano de entre sus muslos.
– ¿si?- le respondió vannesa – ¿Qué pasa mama? – pregunto.
– No encuentro la llave ¿no la guardaste en algún lado?-
Vanne volvió a su habitación y al cabo de un rato se aburrieron de buscar, mi mujer le pregunto si tenía más ganas de usar el baño, vannesa dijo que no, pero que ahora tenía frio por haberse levantado y quería dormir con nosotros.
Mi mujer en un principio se negó, diciéndole que ya era una señorita y que no podía, pero vannesa la convenció hablándole tierno como bebe, no me sorprendió, mi mujer nunca había podido negarle nada a la nena cuando se ponía así.
Dormimos los 3 en la cama; vannesa, mi mujer y yo puestos en ese orden.
Al final el que sufrió con la calentura de la nena fue yo, quien se quedo sin una follada y con la carpa levantada.
Pero ya estaba pensando en que cuando volviéramos a casa me desquitaría.
El dia siguiente lo pasamos yendo a diferentes tiendas y sitios turísticos.
Para movernos por la ciudad más fácilmente rente un auto, y con los folletos que recogíamos en el camino fuimos viendo que lugares visitar, todo iba de lo mejor cuando algo aguo nuestros planes.
Alrededor eso de las 5 de la tarde mi mujer recibió una llamada de su trabajo, era una petición para algo urgente que necesitaban de ella.
Le dije que los ignorara ya que estaba en su tiempo de vacaciones, pero sus compañeros eran muy amigos suyos y no quiso dejarlos solos, por lo que decidió volver a nuestro pueblo.
En un principio pensé en que nos volviéramos todos juntos, pero ella insistió en que eso no era justo para nosotros, aparte de que decía que vanne se estaba divirtiendo mucho y no quería quitarle eso ahora que por fin habíamos vuelto a salir todos juntos.
Fuimos al hotel, metimos algo de equipaje en una maleta y la lleve al aeropuerto, por suerte encontró vuelo ese mismo dia.
Nos despedimos y le dije que si terminaba rapido volviera para que pudiéramos seguir vacacionando.
Vanne le dio un beso y le dijo que se cuidara mucho, nos despedimos y la vimos abordar al avión.
Para aligerar el ambiente le pregunte a vanne si quería ir a comer a algún lado, pero me dijo que no tenía hambre, entonces le sugerí ir a ver una película, pero tampoco quiso, solo dijo.
-vámonos-
Íbamos en el auto los dos en silencio, no dejaba de darle vueltas a como subirle el ánimo a vanne, por último solo atine a volver a preguntarle si no de verdad no quería pasar a comer, pero se reclino hacia atrás en el asiento y me dijo.
– no, papi, quiero volver rápido a nuestra habitación – con eso decidí dejar de insistir.
Llegamos al hotel cerca de las 9 pm y nos fuimos directo hacia nuestra habitación, a esa hora la mayoría de la gente aun paseaba, por lo que no se veía a nadie en los pasillos ni en el ascensor.
Vanne seguía sin decir nada y empezó a preocuparme, pero las cosas tuvieron un súbito cambio cuando llegamos a nuestro piso.
En cuanto salimos del ascensor vannesa me tomo de la mano y dijo – vamos a la habitación, ya – caminando tan rápido que casi se echaba a correr, sin captar que pasaba solo la segui sin decir nada, cuando estuvimos frente a la puerta no recordaba en que bolsillo tenia la llave y vanne me apuraba para que abriera la puerta, finalmente encontré la llave y entramos, ella entro primero y yo después, y entonces todo quedo claro.
No había terminado de cerrar la puerta cuando vannesa se me lanzo, me sujeto del cuello y empezó a besarme con una pasión desesperada.
Mas por reacción que otra cosa la tome de la cintura y la traje hacia mí, ya que es tan baja en comparación a mi tuve que agacharme para poder responderle sus besos, nos mantuvimos asi por un ratito hasta que se solto de mi cuello y me abrazo, dando jadeos.
-Papi, hagamos el amor, ya no aguanto, tengo muchas ganas – dijo al tiempo que se desabotonaba la falda y la deja caer al suelo, mostrando sus calzoncitos rosas, se podía ver una línea de humedad de su vagina, debía de llevar un buen rato excitada.
-mira nada mas- dije con una sonrisa- tu mama apenas se fue y tu ya estas toda cachonda, que niña mas putita la que hicimos.
– ay papi, es que desde que los oi anoche no puedo pensar en otra cosa – mientras me explicaba se acerco a mi pantalón y peleaba por sacar la hebilla para poder abrirme el cierre – me toque hasta dormirme pero no es lo mismo, porfa papi, métemela de una vez, se que tu también quieres –
Bueno, en eso no se equivocaba.
La verdad esa vuelta de acontecimientos fue de lo más raro, pero no iba a desperdiciar esa oportunidad.
Tome a vanne por los hombros y la hice ponerse de pie, ella me miro con cara como de consternación.
-Desnúdate y recuéstate en la cama, te voy a dar una buena follada – al escuchar eso en la cara le nació una sonrisa.
Corrió hacia la cama y se quito el chaleco y la blusa tan rápido que me pareció ver que saltaban algunos botones, luego trato de sacarse el sostén, pero con el apuro no llegaba a los ganchos.
Me acerque y se los desabroche yo mismo, dejando libre aquel par de ubres innaturalmente grandes para una niña de su edad.
Al verlos me invadió aun mas el deseo, se los agarre desde detrás y empecé a estrujárselos, me moría de ganas por hacerla mía una vez más.
-eres la zorrita más caliente y rica que he conocido, seguro que por eso diosito te dio estas tetazas.
Todos en la calle te miran con ganas de follarte, pobres imbéciles, no saben que con estas ubres me satisfaces a mi.
-si, papi.
Soy una zorrita muy puta, me excita el cómo me ven todos los calientes, pero ahora soy solo tuya.
tomame ya, hazme las chanchadas que quieras.
Sin mas que decir dimos rienda suelta a esa noche de sexo.
Di vuelta a vannesa y empezó a lamerle las tetotas, ella tomaba mi cabeza y gemía de placer mientras yo me daba gusto devorando sus pezones.
Cuando termine, me levante y me quite la ropa que aun traía puesta, vanne por su parte se desabrocho el moño del pelo dejando sus mechas libres.
Con el cabello suelto, las tetotas al aire y la cara de puta que tenia, ya no podía verse más obscena y deseable.
Me termine por quitar los pantalones al tiempo que vanne levantaba y se tapaba con la cubierta de la cama, la segui y bajo las sabanas desatamos nuestros bajos deseos.
-Papi, hazlo, métemela, dame toda tu verga en mi conchita – me dijo al tiempo que me ponía encima de ella y buscaba su vagina con mi verga.
-la quieres, ¿verdad zorrita? Dime, donde quieres que te meta mi verga, ¿Dónde quieres que la ponga?
-aquí – dijo al tiempo que habría las piernas y levantaba la cintura en un intento para que mi pene se introdujera en ella – en mi vagina, la quiero, amo sentir tu verga follandome, métemela toda.
– aquí la tienes, mi amorcito, siéntela – dije, y de un movimiento la penetre, vannesa dio un aullido por el movimiento, me quede un momento quieto para saborear la sensación de su vagina envolviéndome.
-Ahahah-uuuhhhh.
Ahh papi, que rico, asi sigue, ahh no te quedes quieto- no pares, dame mas, y házmelo fuerte como se lo haces a mi mama – vannesa estaba totalmente extasiada al igual que yo, ya habíamos hecho el amor cientos de veces y sabia cuanto aguantaba la nena en la cama, asi que la penetre con fuerza como le gustaba que le hiciera.
– ¿te gusta, puta? ¿Te gusta cómo te lo hago?-
– ahhha Me encanta, papi.
Me auuuuahh- m-me encanta como me vuelves tuya, hahaha, asi.
–
Mientras la penetraba me apoye sobre mis brazos y levante mi torso para aplicar mas fuerzas encada enculada, vane solo chilla y hacía comentarios obcenos.
-ahh ahha ahaha ay si, que rico, que rico papa, ahah ahaha-
-vanne, me voy a venir, me vengo, me vengo.
– hazlo, papi, vente, vente dentro de mi – ahaha ahaha.
Di un aullido cuando eyacule en aquella posición, luego me deje caer a un lado, vanne resoplaba con los ojos cerrados, y al recupere el aliento miro en mi dirección y sonrió, yo le devolví la sonrisa y le di un beso.
Apenas estábamos comenzando.
En cuanto me recupere empezamos de nuevo.
Puse a vannesa en cuatro y se la metí de a perrito, pasando el brazo por su cintura chiquita para asirla confirmes al darle rápido, con cada penetrada le decía:
-¿quién es mi perrita?, ¿quién es mi perrita? – ella contestaba – yo, yo soy tu perrita, yo – diciendo también woof woof de vez en cuando.
Luego de eso seguimos con ella sobre mí, dando sentones para meterse mi verga.
Ella se sujetaba de mi pecho mientras daba sus saltitos, y el espectáculo de ver sus tetas rebotando eran de las mejores cosas de la vida.
Llevábamos ya un rato cuando volvi a montarme encima de ella, esa era mi posición favorita para terminar.
Le estaba dando varios empujes rapidos cuando vanne abrio los ojos y me miro fijamente, no paraba de gemir por el placer y empezó a hablar.
-haa hahaa papi, te gus-auhh, como se haah ¿cómo se siente mi conchita? –
– Ahah es exquisita, hija.
Es firme y apretadita – le conteste.
– ¿te auuu haa, te gusta mi conchita?
– me fascina, bebe, me la voy a coger siempre –
Vanne alzo la mano buscando la mia, se la tome y la apreté al tiempo que incrementaba la velocidad de las enculadas.
-Ahah ahaha ¿Cuál es mejor, uuuh yy ahha haha mi conchita o la concha de mi mama? – Podía sentir que iba a correrme en cualquier momento, y el que vanne me preguntara si era mejor amante que su madre me hizo penetrarla con más ganas aun.
– Ahaha ahhaa cual se siente mejor papi?¿Mi hahaha mi conchita o la concha demi mama? Empeze a jadear al unisonó con vanne mientras veía sus ojos grandes mirándome fijamente, al final respondi al tiempo que acababa.
– Ahhaah la tuya, mi amorcito, la tuya es mucho mejor que la de tu mamama, me vengo, me vengoooooooOOOO- dije casi gritando, si los muros no hubieran sido tan masisos, habría corrido el riesgo de que todo el hotel me escuchara.
Tras esa última corrida me quede como desmayado encima de vannesa, ambos habíamos quedado rendidos de tanto sexo, y nos costó recuperar el aliento.
Cuando me di cuenta, vanne se recostó sobre mí y apoyo su cabeza sobre mi pecho.
No dijo nada y nos dormimos acostados uno junto al otro.
asi termina (o mas bien empiezan) la primera continuacion de las vivencias de estos 2, espero les guste y aguardo sus comentarios que son los que me motivan a recopilar las vivencias de la chichona vannesa, hasta la siguiente historia
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