Las clases particulares de Pepita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Pepita349.
Las clases particulares de Pepita
Siempre he sido una aficionada de los relatos eróticos y me he decidido a contar mi vida sexual porque creo que puedo aportar algunas cosas a otros lectores como yo.
Hoy en día tengo 58 años y, no sé por qué, cada día me gusta mas el sexo y estoy mas caliente.
Me llamo María José aunque todos me llaman Pepi o Pepita.
No tengo un cuerpo de modelo pero los hombres se vuelven en la calle al verme pasar.
No soy muy alta pero tengo unos buenos pechos y un buen culo, pelo moreno por debajo de los hombros, ojos castaños, labios carnosos (tanto los de la boca como los de mi coño), suelo vestir provocativa porque me gusta sentirme la mas guapa y atraer a los hombres y… a alguna mujer de vez en cuando.
Empecé a desarrollar antes que otras niñas de mi edad, a los 11 años ya tenía unas buenas tetas cuando las demás amigas estaban todavía planas, hoy en día tengo una talla 105 de sujetador.
Siempre he sido un poquito ancha de caderas y con un chochete bastante abultado, cuando me pongo pantalones estrechos se me nota toda la raja y mis labios gruesos sobresalen alrededor de la costura del pantalón.
Cuando tenía 13 años suspendí matemáticas en junio y mis padres decidieron que diera clases particulares ese verano del 72, contrataron a un chico de 17 años de la vecindad que para pagarse los estudios daba clases particulares a niños de primaria.
Mis padres eran dueños de un club nocturno, mas tarde me enteré de que fue el primer local de intercambio de la costa del sol; otras veces funcionaba como night-club o como club de chicas.
Por este motivo, mis padres se levantaban tarde y estaban poco en casa y desde pequeña me crié con Mercedes, una amiga de mis padres que siempre cuidó de mí.
Cuando crecí pasé muchas noches en el club de mis padres, pero eso ya lo contaré mas adelante en otros relatos.
Pedro era el chico que me daba clases particulares, no era demasiado guapo, pero no tenía mal cuerpo ya que practicaba deporte.
Mercedes decía que estaba muy bueno y que le gustaría que le diera clases a ella, en un principio no entendía que quería decir pero mas tarde lo descubrí.
Pedro venía a casa al caer la tarde porque por la mañana tenía otras clases comprometidas y después del almuerzo hacía demasiado calor para estudiar; mis padres acordaron con él que las clases fueran de 7 a 9 de la tarde durante los meses de julio y agosto.
El primer día de clase yo estaba con un bañador blanco ya que había estado toda la tarde en la piscina del chalé donde vivíamos, como ya estaba seca no me cambié y me quedé así; Pedro llevaba un pantalón corto y una camiseta de tirantes.
Nos sentamos en mi habitación delante de mi mesa de escritorio donde estudiaba y hacía los deberes.
Me mandó una serie de ejercicios para ver cuales eran mis mayores deficiencias en matemáticas y de ese modo organizar un plan de estudios.
El bañador que yo llevaba puesto estaba muy usado y tenía cierta holgura, al estar apoyada con los brazos en el escritorio haciendo los ejercicios se combaba un poco por los lados dejando ver parte de mis pechos que ya eran considerables a mis 13 años.
Pedro no me quitaba el ojo de encima mirándome como se medio salían mis tetas del bañador; yo no me daba cuenta pero luego me lo dijo Mercedes que lo pilló mirándome fijamente cuando nos trajo unos refrescos a la habitación, también se dio cuenta del bulto que tenía en su pantalón.
Después de tomarnos los refrescos fui al cuarto de baño y en el pasillo me encontré con Mercedes que me lo contó.
Me dijo que el próximo día me pusiera otra cosa porque el pobre chico no hacía mas que mirarme las tetas tan bonitas que tenía.
Yo le dije que las suyas eran mas bonitas y que yo me había dado cuenta de que Pedro también se fijó en ella cuando nos trajo las bebidas a la habitación.
Se sonrió y me preguntó que había visto, yo le conté que cuando ella salía de la habitación él se le quedó mirando el culo porque el bikini que llevaba se le había metido un poco en la raja del culo y se le veían los cachetes; también le conté que Pedro me había preguntado quien era ella y yo le dije que era mi tata, la mujer que cuidaba de mí, que yo te quiero mucho y que eres como mi tía.
El me dijo que eres muy guapa y que tienes un cuerpo muy bonito.
Ella se sonrió y me dijo que volviera a la habitación para seguir con las clases.
Cuando entré en mi habitación Pedro estaba corrigiendo mis ejercicios y yo me senté en el sillón de mi escritorio mirando hacia él.
Subí uno de mis piés al sillón ya que era una de mis posturas favoritas, no me di cuenta que en esa postura se me marcaba toda la rajita del chocho.
El bañador era blanco y se transparentaba un poco de lo gastado que estaba después de muchos lavados.
Cuando Pedro terminó de corregir los ejercicios empezó a decirme en que fallaba y como íbamos a organizar las clases en adelante.
Seguimos charlando y de pronto me di cuenta de que no apartaba la mirada de mi entrepierna, yo bajé un poco la vista y me di cuenta de que se me marcaba la rajita ya que mi coñito era muy abultado.
No quise cambiar de postura para que él no se sintiera incómodo y me quedé tal y como estaba; también me di cuenta del bulto que tenía en el pantalón corto.
Mercedes volvió a entrar en la habitación para preguntarle que tal me había ido con los ejercicios y para que la pusiera al día y así poder comentárselo a mis padres.
Mercedes acercó una silla junto a mí y se sentó en el borde de la silla con las piernas ligeramente separadas.
A Pedro se le notaba algo nervioso y me fijé que por la pernera del pantalón corto le asomaba el glande, era gordo y redondeado, supongo que no hizo nada porque no se dio cuenta o pensaría que daría mucho cante si se la ponía bien por lo que se hizo el distraído.
Disimuladamente miré la entrepierna de Mercedes, a ella también se le notaba la raja del coño en el bikini pues ella también lo tenía carnoso y grande.
Yo la había visto muchas veces desnuda al igual que a mis padres, en casa me eduqué en un ambiente liberal y nudista; mis padres no cerraban la puerta del cuarto de baño cuando se duchaban y muchas veces andaban desnudos por casa o ligeros de ropa, sobre todo en verano.
Mercedes también andaba siempre ligera de ropa y muchas veces nos duchábamos juntas.
Yo no sabía si la erección de pedro era por mi o por Mercedes ya que no me había dado cuenta antes de que llegara Mercedes a mi habitación.
Ella seguía con su bikini y se había estrechado los triángulos de la parte de arriba para que se vieran mejor parte de sus enormes tetas, también se le marcaban los pezones que eran muy grandes y oscuros.
Aunque yo todavía era virgen, había visto muchas veces a mis padres follar pues nunca cerraban la puerta de su habitación y había visto a mi padre empalmado muchas veces, siempre me explicaban todo lo que preguntaba acerca del sexo y sabía perfectamente lo que era una erección; en el colegio algunas veces nos habíamos encerrado en el cuarto de baño un grupo de niños y niñas y habíamos jugado a los médicos y nos tocábamos entre nosotros.
Cuando a Pedro se le bajó la erección se atrevió a levantarse y se despidió diciendo que al día siguiente traería ya confeccionado un plan de estudio y ejercicios para reforzar las partes que tenía mas débiles en matemáticas.
Cuando nos quedamos solas Mercedes me comentó que le había gustado la polla de Pedro, que le parecía grande y hermosa por lo que había visto; medio riéndose me dijo que yo le había puesto caliente, yo le contesté que yo pensaba que había sido ella la que le había puesto cachondo.
Ella me contestó que cuando llegó a la habitación Pedro ya estaba empalmado y yo le respondí que el capullo se le salió cuando ella llegó.
Las dos nos reímos y me dijo que tendría que haberme visto a mi misma en la postura que tenía en el sillón, yo levanté un pié y me puse como estaba antes; Mercedes me dijo que me mirara la entrepierna y como se me marcaba la raja de mi chochito, yo abrí un poco las piernas y me miré, la verdad es que se me veía un coñito abultado y con toda la raja marcada en el bañador; me pasé un dedo a lo largo de la raja y le dije que se me marcaba mucho en esa postura.
Le conté que no lo había hecho con intención al principio, pero cuando me di cuenta de que se había empalmado me quedé así para excitarlo a propósito.
Mercedes me confesó que ella se había puesto mas pequeña la parte de arriba del bikini para excitarlo y yo le dije que me había dado cuenta; también le dije que estaba muy provocativa con las piernas abiertas sentada en el borde de la silla y que definitivamente eso había sido lo que había hecho que a Pedro se le saliera el capullo.
Adoptando una pose teatral se sentó mas al borde de la silla y exageró abriendo las piernas y poniendo aún mas pequeña su parte de arriba del bikini, con un gesto insinuante se pasó la lengua por los labios y se dio unas palmaditas en el pubis; le dije que se estrechara la braguita del bikini y ella lo hizo de una manera muy excitante, lo hizo poco a poco con las piernas muy abiertas hasta que se le salieron los labios del coño.
Lo tenía completamente depilado y los labios eran gruesos, carnosos y oscuros.
Se los acariciaba con los dedos y de vez en cuando se los pellizcaba.
Yo abrí mas mis piernas y empecé a pasarme los dedos por encima de la rajita, Mercedes me dijo que se me transparentaba el vello del pubis, yo era morena con el pelo negro y ya tenía una buena mata de pelos en el chochito.
Me quité el bañador y Mercedes me dijo que ya estaba hecha una mujercita, me acarició los pechos y me dio un besito en los labios con mucho cariño.
Ella también se quitó el bikini y me dijo que iba a preparar la cena.
Después de cenar nos sentamos las dos en el sofá a ver la televisión pero le bajamos el volumen y empezamos a hablar de hombres y de sexo, esta era una conversación recurrente que solíamos tener casi todas las noches cuando no había nada interesante en la televisión.
De este modo fue como conocí la vida de Mercedes y de mis padres; Ella y mi madre se conocieron en Alemania, las dos eran hijas de inmigrantes, ambas eran las típicas andaluzas guapetonas, morenas con el pelo rizado, grandes pechos con pezones oscuros, caderas rotundas y coños carnosos.
Se conocieron en una fábrica de electrodomésticos y pronto se dieron cuenta que podían ganar en una noche lo que ganaban en la fábrica en un mes; fue en una fiesta en la que fueron invitadas, les propusieron hacer un streap-tease por una cantidad sustancial de dinero y ellas aceptaron con un poco de vergüenza al principio.
Después las contrataron para hacer películas porno y también se acostaban con hombres por dinero.
En el rodaje de una película se conocieron mi padre y mi madre y tras un corto noviazgo se casaron; yo nací en Alemania en el año 1959 y mis padres, con el dinero que ahorraron en el mundo del sexo, volvieron a España cuando yo tenía tres años y compraron el local donde montaron el night-club pero esta es otra historia y me estoy desviando del tema principal.
Entre mi madre y Mercedes me habían enseñado a masturbarme cuando tenía 8 años; habían observado que me tocaba el chochito muy a menudo y me explicaron como lo tenía que hacer.
Poco tiempo después fue mi tata Mercedes quien me comió el coñito por primera vez y, a partir de ahí, empecé a participar en los juegos sexuales de la familia.
Esa noche yo estaba muy caliente después de haber visto la polla de Pedro, sin darme cuenta empecé a tocarme el coñito con la punta de los dedos.
Las dos estábamos desnudas en el sofá; yo me acomodé y abrí mas las piernas quedando enfrente de Mercedes que podía ver perfectamente como me estaba tocando.
Me preguntó que me había puesto cachonda y le dije que me estaba acordando del capullo de Pedro saliendo del pantalón, ella me dijo que para tener 17 años no andaba mal de polla y que a ella también le había excitado.
Le dije que me gustaría tocarle la polla porque era mucho mas grande que la de los niños del colegio.
Mercedes me preguntó que como lo haría y yo le dije que se la cogería con la mano y se la menearía despacio sintiendo como crecía en mi mano como había visto hacer a mi madre con mi padre, yo también le había tocado algunas veces la polla a mi padre cuando se empalmaba en el sofá o en el jardín.
¿Y tu que le harías? Le pregunté a mi tata; ella me dijo que primero se la chuparía para sentir como le crecía dentro de la boca y luego le haría una paja hasta que se corriera encima de sus tetas mientras le veía la cara de vicio que tendría que poner mientras eyaculaba.
Mercedes me cogió la mano y la puso junto a la suya, me dijo que con esa manita de niña cogiendo su polla se correría enseguida, me imaginé mi manita rodeando esa verga y hasta podía sentir el calor de la polla en mi mano, esto me puso mas caliente aún y le dije a mi tata que me tenía que hacer una pajita porque no aguantaba mas.
Mientras me tocaba le dije que me tenía que ayudar a conseguir esa polla, me había imaginado diferentes situaciones, pero no terminaba de visualizar una situación que fuera natural para conseguir mi objetivo.
Ella me dijo que a los hombres hay que calentarlos hasta que no aguanten mas y sean ellos los que den el primer paso.
Le pedí por favor que me dijera como hacerlo, ella se acomodó también en el sofá con las piernas abiertas y empezó a tocarse el coño… es para entrar en ambiente me dijo.
Me contó que como mas caliente se ponen los hombres es enseñándoles poco a poco las tetas o el coño, provocarlos hasta que les duela la polla de estar empalmados mucho rato; siguió contándome que sólo de ver como se marcaban las rajas de las dos se había puesto excitadísimo y que al día siguiente podíamos probar algo mas excitante que le volviera loco de deseo.
Se levantó del sofá y me dijo que esperara un momento, fue a su habitación y volvió con un consolador que yo ya había visto en varias ocasiones; me dijo que para poder fantasear e imaginar había que estar muy caliente, se volvió a acomodar en el otro extremo del sofá con las piernas mas abiertas aún y se empezó a meter el consolador.
Le pregunté si sería conveniente que yo también me depilara el chochito y me respondió que de momento no era necesario y que se me veía muy bonito porque lo tenía muy suave.
Le pedí que nos masturbáramos la una a la otra como habíamos hecho en otras ocasiones y me dijo que me acercara mientras terminaba de clavarse el consolador; Empezó a contarme lo que íbamos a hacer al día siguiente mientras yo movía el consolador dentro de su gran coño y ella me acariciaba la rajita.
Las dos nos corrimos casi al mismo tiempo,, yo me quedé satisfecha, pero mi tata siguió metiéndose el consolador hasta que se corrió por segunda vez.
Después nos fuimos a la cama con el pensamiento de lo que haríamos al día siguiente.
A las 7 en punto Pedro llamó a la puerta, le abrió Mercedes y le dijo que yo estaba ya en mi habitación preparando la mesa de escritorio para la clase de ese día.
Mi tata calzaba unas sandalias de tacón alto y muy fino con unas delgadas tiritas de cuero que le dejaban los piés completamente al aire, se había pintado las uñas de manos y piés de rojo intenso; vestía unos leggins sin ropa interior debajo por lo que se le marcaba todo, encima llevaba una camisa anudada a la altura del ombligo y se apreciaba que tampoco llevaba sujetador.
Se dirigió a mi habitación para mostrarle el camino aunque Pedro ya lo conocía del día anterior, lo hizo para que pudiera observarla por detrás y como se veía su culo casi desnudo con el leggin tan fino y que se le marcaba todo.
Pedro ya está aquí, me dijo mientras se agachaba a recoger del suelo unas zapatillas que había dejado antes a propósito para enseñarle mejor el culo .
Dijo que tenía que salir porque mis padres se habían olvidado las llaves de la casa y se iba a acercar a llevárselas mientras nosotros dábamos clase.
Me dijo que la acompañara a la cocina para ayudarla con los refrescos que ya tenía preparados, cuando llegamos a la cocina me dio el último vistazo y me dijo que estaba monísima; me pellizcó suavemente los pezones para que se me pusieran duros y se marcaran en el top que llevaba puesto.
Llevamos los refrescos a la habitación y al poner Mercedes la bandeja encima de la mesa se abrió un poco su blusa y Pedro pudo verle uno de los pechos con total claridad, agachándose un poco mas me dio un beso y me dijo que tardaría lo menos posible y que me portara bien, se demoró un poco al darme el beso para que Pedro pudiera verle aún mejor la enorme teta con el pezón grande y oscuro.
Yo sabía que no iba a ir a ningún sitio y que se quedaría escondida en la casa, salió de la habitación balanceando el culo debido a los altos tacones de sus sandalias.
Noté que a Pedro ya se le marcaba un gran paquete en sus pantalones de deporte, ahora era mi turno para ponerlo mas caliente todavía.
Me había puesto un top muy ajustado sin sujetador debajo para que se marcaran bien mis pezones, una falda muy cortita y con vuelo y unos calcetines blancos cortitos, calzaba unos zapatos planos de niña para rematar una imagen infantil e inocente.
Pedro me explicó los ejercicios que tenía que hacer ese día y me puse a la tarea.
De vez en cuando miraba disimuladamente de reojo como Pedro miraba constantemente mis tetas, mis pezones estaban completamente marcados en el top, al igual que mi madre tengo unos pezones grandes y con una gran aureola oscura, incluso con sujetador se me marcan cuando se me ponen duros con el frío o la excitación.
El top que llevaba puesto se anudaba por delante con una cinta que yo había dejado sin anudar a propósito y esto hacía que poco a poco se fuera abriendo con el movimiento de mis brazos al escribir.
Cuando terminé los ejercicios me levanté para llevarme la bandeja de los refrescos que ya nos habíamos tomado mientras él corregía mis ejercicios.
Cuando llegué a la cocina mi tata me preguntó como iba la cosa y le dije que a Pedro se le notaba una gran erección en el pantalón y que iba a pasar ahora a la segunda fase, me volvió a pellizcar ligeramente los pezones y me susurró que estaba guapísima y que podría conseguir lo que quisiera.
Volví a mi habitación y por el pasillo me abrí un poco mas el top para que se vieran a medias mis pechos y me apreté con los dedos los pezones para que se marcaran mas aún.
Cuando llegué a mi cuarto Pedro estaba corrigiendo los ejercicios, al igual que el día anterior, me senté de nuevo en mi sillón y lo giré hacia Pedro, levanté un pié para apoyarlo en el asiento haciéndome la descuidada; cuando Pedro levantó la vista de los folios por poco se le salen los ojos de las órbitas, podía ver claramente mis braguitas blancas caladas y totalmente transparentes.
En cuestión de segundos se le salió la polla por la pernera del pantalón de deporte, contemplaba a una niña que a su vez era una mujer, el tamaño de mis pechos y lo poblado de mi coño le decían que no era una simple niña de 13 años.
Yo me quedé observando como su polla se agitaba y palpitaba y el contemplaba descaradamente como mi coñito se transparentaba a través de las minúsculas braguitas que llevaba debajo de la falda.
Me quité el zapato y el calcetín del pié que tenía en el asiento del sillón, luego lo bajé y subí la otra pierna para hacer la misma operación; le dije que antes de la clase había llegado de la calle y no me había dado tiempo de cambiarme y que tenía mucho calor.
Le pregunté que como había ido mis ejercicios mientras subía al sillón el otro pié por lo que quedé con las piernas encogidas y bastante abiertas, esto hizo que la imagen de mi coñito tapado con una braguita tan transparente fuera mas explícita aún.
Pedro me dijo que no había cometido fallos, pero no me quitaba la vista de encima, observé como le aparecía una gota de semen en la punta de su capullo, por lo que me había dicho Mercedes eso significaba que estaba muy caliente y que podría hacer lo que quisiera con él.
Le comenté que estaba cansada para seguir con las matemáticas y que hacía mucho calor, le pregunté si le importaba que me pusiera cómoda y sin esperar su respuesta me levanté y me bajé la falda, me di la vuelta para ponerla en el respaldo del sillón y pudo ver como se me salían los cachetes del culo ya que las braguitas por detrás eran muy pequeñas.
Me giré de nuevo hacia él mientras me abría poco a poco el top dejando salir mis tetas, él no sabía donde mirar, a mis grandes pechos o a mis minúsculas braguitas.
La verdad es que las bragas no podían ser mas pequeñas, por detrás no tapaban prácticamente nada, eran estrechas en las caderas y por delante eran muy bajitas por lo que la mitad superior de mi pubis quedaba a la vista.
Mientras me terminaba de quitar el top le conté que antes de la clase había estado jugando con una amiga a los médicos y que sentía mucho calor en todo el cuerpo.
¿Conoces a Sara la hija de los dueños de la tienda que hay a la entrada de la urbanización? Le pregunté como quien no quiere la cosa.
Me dijo que sí la conocía, le conté que con ella jugaba muchas veces a los médicos.
Pedro ya no podía disimular su tremenda erección, ya tenía fuera del pantalón mas de media polla; le dije que hoy había sido yo la doctora y Sara la paciente, se había tumbado encima de unas cajas en la trastienda y se había desnudado por completo.
Sara es una niña rubia muy guapa que tenía un año mas que yo, le conté a Pedro que tenía los pezones rosados y el vello del coñito muy suave.
Mientras le contaba esto me bajaba las bragas muy despacio mirando su polla, le di mis braguitas para que viera como estaban de mojadas debido a la excitación del juego con Sara y el sudor provocado por el calor de esos días de julio.
Pedro olió con deleite mis braguitas y sin pensármelo dos veces alargué la mano y le cogí la polla.
Antes de que reaccionara empecé a meneársela despacio y le pregunté que es lo que mas le había excitado.
Me dijo que todo lo que había ocurrido, ver a Mercedes tan seductora, verle una de sus tetas, como se le marcaba todo el culo en el leggin, ver como se marcaban mis pezones en el top, como me vió las bragas cuando levanté la pierna y como se transparentaba todo mi coñito, que le contara lo que hacía con Sara, que me hubiese desnudado delante de él y que le cogiera la polla pero, sobre todo, que le hubiese dado mis bragas mojadas.
A esa altura yo ya le estaba pajeando muy rápido y su capullo parecía qe iba a reventar de duro que lo tenía, me dijo que parara un momento y se bajó el pantalón de deporte.
Ante mi quedó su polla en todo su esplendor, era grande y gorda y tenía unos huevos enormes que parecían dos pelotas de tenis.
Me dijo que como siguiera moviéndosela así se iba a correr enseguida y me advirtió que cuando se corría soltaba mucha leche, esto me impulsó a movérsela mas rápido todavía.
Me moví un poco hacia atrás tirando ligeramente de su polla hacia mi, me senté en el sillón y su polla quedó a la altura de mi cara.
Le pregunté con voz mimosa si le gustaba sentir mi manita pequeña en su enorme polla y me respondió que eso le excitaba muchísimo.
Acordándome de lo que había dicho Mercedes el día anterior me la acerqué a la boca y empecé a chuparla, dejé de meneársela para que aguantara un poco mas como me había aconsejado mi tata.
Sacándome la polla de la boca le pregunté que le gustaría mas, si correrse encima de mi o follarse a mi tata, él me dijo que las dos cosas eran superexcitantes, pero en ese momento lo que quería era correrse en mis tetas y que si podría ayudarlo a follarse a Mercedes otro día.
Me recosté en el sillón sonriendo y volví a meneársela, le dije que yo podría convencer a mi tata para dejarse follar por él; me dijo que se iba a correr y le pajeé mas rápido, de repente empezó a correrse y a expulsar semen sobre mis tetas y mi barriga, seguí meneándosela y seguía soltando leche encima de mi, yo había visto correrse a mi padre, pero no echaba tanta leche como Pedro.
Cuando soltó las últimas gotas se separó de mi y se desplomó en su silla, le dije que iba a limpiarme y que volvía en un minuto.
Fui rápido a la cocina y vi a mi tata que tenía la mano dentro del leggin y se estaba masturbando; me dijo que lo había escuchado todo y se había puesto muy caliente.
Se agachó delante de mi y sin sacarse la mano del leggin empezó a lamerme las tetas y la barriga hasta limpiarme por completo de la leche de Pedro, justo cuando acababa de lamerme toda la leche se corrió apretando su cara contra mis tetas para que no se escucharan sus gemidos.
Volví a la habitación feliz y contenta por haber conseguido lo que quería pero todavía me esperaba una sorpresa.
Sin decirme nada Pedro me cogió en volandas y me tumbó encima de mi mesa de escritorio, se sentó en mi sillón y puso mis piés en sus hombros, sin perder un segundo empezó a besar mi coñito, lo olía y lo lamía, unas veces despacio y otras muy rápido, me pasaba la puntita de la lengua a lo largo de mi rajita y luego pasaba toda la lengua entera como si me lamiera un perro.
Me dijo que nunca se abía comido un coñito tan rico, yo tenía las rodíllas totalmente abiertas y me pellizcaba los pezones sintiendo como Pedro me proporcionaba un placer indescriptible.
Me lamió y me lamió hasta que no pude aguantar mas y me corrí en su boca.
Él siguió lamiendo mas despacio y yo notaba como mi coñito palpitaba por dentro.
Noté un movimiento en sus hombros y cuando miré vi que se estaba masturbando.
¡Me pones a cien¡ me dijo sin parar de pajearse, siguió con su cara entre mis piernas oliéndome el chochito; repetía una y otra vez que mi coñito era maravilloso, me preguntó donde quería que me corriera y le dije que si tanto le gustaba mi coño que se corriera encima.
Se puso de pié y cogió mis tobillos para dejarlos en sus hombros, puso su polla encima de mi pubis y siguió pajeándose pero esta vez mas rápido.
Miré hacia la puerta y allí estaba Mercedes con la mano otra vez dentro del leggin, se estaba haciendo otra paja mirando como Pedro se pajeaba encima de mi.
Pedro empezó a gemir cada vez mas fuerte y me dijo que ya le llegaba otro orgasmo, yo le dije que me llenara todo el coño de leche mientras miraba a mi tata como se mordía el labio para no hacer ningún ruido.
De repente noté como me caía toda la leche encima de los pelos de mi coñito, Pedro se estaba corriendo de nuevo de forma brutal, estuvo un buen rato soltando leche y meneándosela sin parar, cuando dejó de soltar semen me pasó la punta de la polla por la rajita arriba y abajo y me dijo que le había encantado y que le gustaría repetir.
Yo le dije que todas las veces que él quisiera y que convencería a Mercedes para dejarse follar por él.
Pedro se vistió y yo me quedé tumbada encima de la mesa de escritorio notando como una gota de leche me corría por la raja del culo hacia abajo.
Se escuchó la puerta de la calle y le dije a Pedro que saliera y entretuviera a mi tata mientras yo me vestía.
Pedro salió y se encontró con Mercedes en el pasillo, le dijo que ya se iba y mi tata le acompañó a la puerta.
Escuché como ella le preguntaba si le ayudaba antes de irse a guardar las cosas de la compra que había hecho, realmente no había salido de casa y las bolsas las tenía preparadas por si tenía que calentarlo un poco mas.
Como él era tan alto le pidió que colocara lo que ella le iba pasando en los muebles de la parte superior de la cocina; al agacharse se le abría la blusa y se le veían las tetas en su totalidad, cuando Pedro miraba hacia arriba para colocar las cosas mi tata se abría cada vez mas la camisa, en uno de los movimientos se le desató el nudo y se le salieron las tetas por completo, ella no le dio importancia y le dijo que de todas formas ella hacía topless en la playa.
Por último, le pidió que acercara una silla y le ayudara a subirse a ella para colocar bien las cosas, Pedro le ayudó y la agarró por la cintura para que se sintiera mas segura, mi tata se inclinó hacia delante y su culo quedó a la altura de la cara de Pedro, disimuladamente acercó la nariz a su entrepierna por detrás y olió su coño, después de masturbarse dos veces debía de oler bastante fuerte, mi tata se quedó quieta para que él pudiera olerla con tranquilidad, luego se volvió y le pidió que la ayudara a bajar de la silla pues se podía doblar un tobillo con las sandalias de tacón que llevaba.
Antes de bajarse de la silla se demoró unos segundos mirando hacia el techo y diciendo que ya mismo tendrían que pintar el techo de la cocina, Pedro aprovechó para recrearse con la visión tan próxima del coño de Mercedes a dos centímetros de su cara, podía olerlo perfectamente y podía ver como se le marcaban los labios en el leggin.
Mercedes le dijo que la ayudara a bajar de la silla y ya en el suelo se anudó despacio la camisa.
Acompañó a Pedro a la puerta y le dio las gracias por ayudarla.
Cuando Pedro se fue vino corriendo a mi habitación y me vió sobre la mesa con el coño todavía lleno de la leche de Pedro, se sentó en el sillón y empezó a lamerme todo el chochito saboreando el semen de mi profesor de matemáticas.
Me contó lo que había ocurrido en la cocina y me dijo que el día siguiente yo podría ver como Pedro se la follaría.
Le pregunté que como sabía el semen y me dijo que a ella le encantaba, pasó un dedo por mi pubis y lo llevó a mi boca, lamí su dedo y me gustó el sabor; la verdad es que sabía también a chocho pues mi tata me estaba ofreciendo el dedo con el que se había masturbado dos veces.
Yo recogí otro poco de semen para probar su sabor exclusivo y también me gustó.
Mi tata me dijo que en el futuro compartiríamos muchos hombres juntas, se quitó la camisa y el leggin y vestida solo con sus sandalias de tacón me dijo que iba a preparar la cena.
Mientras cocinaba yo fui a su habitación y cogí su consolador, me acerqué por detrás de ella y le dije que no mirara y que abriera un poco las piernas, cuando lo hizo le pasé la mano por su raja y noté que todavía estaba mojada, le metí el consolador de golpe y ella gritó de placer, apagó el fuego y apoyó las manos en la encimera.
Abrió mas las piernas para que la follara mejor y me preguntó como sabía que estaba loca por meterse algo en el coño y me dio las gracias por intuirlo.
Yo le dije que quería hacerla feliz puesto que ella había conseguido que yo tuviera lo que quería.
La follé con fuerza pues la había visto otras veces como ella lo hacía así cuando estaba muy caliente.
Le temblaron las piernas cuando se corrió y pensé que se iba a caer al suelo, cuando se recuperó se dio la vuelta y cogiéndome la cara con las dos manos me dio un beso en la boca, me dijo que abriera ligeramente mis labios y me empezó a meter la lengua, nunca nos habíamos besado así, yo le había dicho alguna vez que quería probarlo al ver que mis padres lo hacían y también lo había visto en la calle cuando los novios se besaban.
Me encantó de que fuera así de repente sin esperarlo.
Mientras nos besábamos de esa manera el consolador se cayó al suelo desde su coño, las dos empezamos a reir y nos dimos otro beso en la boca, me dio una palmada en el culo y me dio el consolador para que lo dejara en su habitación y me diera luego una ducha antes de cenar, desde la puerta de la cocina me volví y mirándola me llevé el consolador a la boca y lo chupé; le dije que así se la había chupado a Pedro y que los dos sabores eran distintos pero los dos me gustaban, mi tata me dijo que a ella también le gustaban los dos sabores, el sabor a polla y el sabor a coño.
Si os ha gustado y quereis contactar conmigo para contarme vuestras fantasías, experiencias y perversiones, estoy en:
Torremolinos349@gmail.com
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