LAS MINIFALDAS DE MAMA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, mi nombre es Rafael, cuando mis padres se divorciaron yo tenía 15 y mi madre 36 años, por aquella época mi madre era bastante recatada en su forma de vestir, pero una vez liberada del compromiso con mi padre cambio su presentación siendo más juvenil, lo cual me gusto, pero uno de los cambios durante estos últimos años fue el uso de minifaldas, pero por la costumbre de verla a diario no percibí nunca la reducción tan importante de ellas, solo vine a caer en cuenta hace unos meses cuando un compañero de estudio mayor que yo dos años, pues ha perdido dos cursos por vago, pues le importa más las fiestas, las novias y pasarla bien, que estudiar, así es que tiene mas mundo que yo.
El se llama Carlos y cuando hicimos un descanso en el estudio me dijo… Oye que bonito cuerpo y piernas más hermosas tiene tu mama.
Hasta ese día yo no me había fijado en eso, pero desde ese momento no solo comencé a observarla a ella sino también a los hombres que la miraban con cierto deseo, igual que lo hizo Carlos ese primer día y las veces siguientes que vino a casa.
De allí en adelante me hice admirador del cuerpo y las piernas de mama y por la etapa de edad que yo atravesaba mis hormonas comenzaron a alborotarse y empecé a cambiar la forma de verla, ya no fue simplemente como mi mama, sino como sensual mujer.
El haber despertado de esa ceguera me hizo comprender como desaparece la ingenuidad en la medida que nos hacemos adultos y nacen nuevos intereses frente a las mujeres.
Con la discreción que exigía la relación con mama, me di cuenta de cosas que antes para mí no existían, apareció cierta malicia al observarla en ciertos momentos, como cuando ella conducía el auto y la falda se le recogía y casi podía ver su tanga, cuando se sentaba en casa descuidadamente y en otras situaciones como el día que fuimos a cine y nos tomamos de la mano como antes pero sin pensarlo mi mano termino sobre su pierna descubierta por su falda recogida y ella con su mano sobre la mía no decía nada, pero cuando percibí la situación, su calor en mi mano produjo en mi miembro una erección de tal forma que me resultaba incomodo ocultarla, aunque la oscuridad del teatro fue mi aliado, pero pensaba que sucedería cuando terminara la función y encendieran las luces.
Y así se repetían a diario situaciones que me excitaban terriblemente, pero un sábado fue extraordinario lo que sucedió, nos sentamos a desayunar y se me cayó al suelo un tenedor y al agacharme a recogerlo, me encontré frente a mama con las piernas separadas y bajo su pijama estaba totalmente desnuda.
Esa fue la primera vez que vi su concha perfectamente depilada y a escasa distancia de mis ojos, por supuesto la erección fue inmediata, después de estos hechos no tenía más opción que masturbarme en su honor para pasar el momento.
Más adelante comencé a admirar también sus pechos medianos, su cintura y sus caderas bien cuidadas.
La obsesión de mi compañero Carlos por visitar con mayor frecuencia mi casa fue increíble, hacia lo que fuera o lo que yo le dijera con tal de venir a estudiar a mi casa, yo percibí claramente su intención de observar a mama y todas las veces que podía trataba de acercarse a ella además de vez en cuando le traía algún detalle, con lo cual mama le fue tomando mucho aprecio, al punto que ella me preguntaba por él cuando pasaban días sin que nos visitara.
Rápidamente Carlos se fue tomando confianza y buscaba directamente que mama lo invitara, sin tener que recurrir a mí.
Cuando mama lo convidaba a cenar, el colaboraba en recoger los platos y vasos y hasta en acomodarlos en los estantes.
Una vez aprovechando su estatura que es de uno con ochenta, se ofreció a acomodar la vajilla en el estante y varias veces lo encontré echándole una ojeada a mama de arriba abajo mientras ella estaba ocupada en otra cosa, además pasaba a sus espaldas y la rozaba descaradamente.
Esto me dio cierto coraje al principio, pero más adelante imagine a Carlos follando con mama y en cambio me produjo excitaciones fenomenales.
Un sábado que mama estaba en casa, Carlos me pidió que lo invitara a estudiar, pero no le dije nada a mama, a cambio me despedí de ella cuando se entraba a bañar y le dije que regresaría hasta la tarde, que no vendría a almorzar.
Eran las nueve de la mañana y Carlos llegaría media hora más tarde.
Yo simule salir cerrando la puerta haciendo ruido para que mama la escuchara, pero en verdad nunca no salí, me devolví y me escondí en un sitio que me daba amplia opción de observar lo que pudiera suceder mas tarde.
En esta espera sucedió algo imprevisto, mama sintiéndose sola en casa salió del baño totalmente desnuda a buscar algo para vestirse y pude admirar su cuerpo hermoso moviéndose con libertad y lentitud, vi sus preciosos senos que aún conservaban su lugar, sus caderas hermosamente delineadas, su concha perfectamente depilada y sus largas piernas que eran mi perdición.
Pasaron apenas unos minutos cuando sonó el timbre y mama en su afán por atender la puerta solo se puso una blusa sin nada debajo, su minifalda y unas sandalias, esto lo confirme después.
Al abrir se encontró con Carlos que la saludo efusivamente, desde luego se deshizo con sus consabidos cumplidos y mama como siempre se los debió haber recibido con una amplia sonrisa.
Mama lo hizo pasar y Carlos pregunto por mí, ella le dijo que había salido y regresaría hasta la tarde e incluso le había avisado que no vendría a almorzar.
Carlos dijo… que mala suerte, y mintiendo le dijo a mama que necesita estudiar en un libro que yo tenía.
Mama le respondió… no hay problema, pasa y lo buscas y estudias lo que necesitas, pero el astutamente le dijo que le daba pena esculcar mis cosas y ella se ofreció a acompañarlo a buscar el libro.
Desde luego no encontraron el tal libro y regresaron a la sala.
Mama le ofreció un refresco y el acepto y los dos se fueron a la cocina, luego regresaron y se sentaron quedando Carlos frente a mam teniendo una visión excelente de ella.
Hablaron de diferentes cosas y de pronto mama menciono un dolor de espalda posiblemente por mala posición en su trabajo, Carlos dijo que el sabia hacer masajes, y en su ratos libres prestaba este servicio para ganar algún dinero y le propuso que si ella quería la podría aliviar del dolor.
Mama acepto y él le pidió que trajera alguna crema o aceite para poder hacerle el masaje, cuando ella lo trajo, él le pidió que se quitara la blusa, pero ella le dijo que no tenía nada debajo, Carlos dijo… eso no es problema, normalmente a las mujeres para poderles dar los masajes en la espalda tienen que quitarse el brasier, y ella accedió a quitarse la blusa y se recostó boca abajo en el sofá y él se sentó a su lado.
Roció un poco de aceite en su mano y después de calentarlo inició el masaje, Carlos deslizaba sus manos a todo lo largo de la espalda de mama, desde el cuello hasta algo más de la cintura, incluso diría que donde comenzaban sus nalgas y por los costados no perdía oportunidad para rozarle los senos.
Ella estaba fascinada con el masaje de Carlos y cuando él le pregunto si no sentía también las piernas cansadas, ella dijo que si, para lo cual él se ofreció a continuar con sus masajes en las piernas.
Mama seguramente no cayó en cuenta que debajo de la falda no tenía nada y cuando Carlos comenzó a darle masajes, el si lo noto igual que yo desde mi escondite y lentamente fue subiendo en sus masajes por las piernas de mama y ella embelesada con las mágicas manos de Carlos no puso objeción y Carlos muy excitado por la vista que tenía al frente empezó a rozar la concha de mama y ella no dijo nada, y él se tomo confianza y descaradamente empezó a masajearle las nalgas y el sexo, mama empezó a gemir suavemente, pero después se fueron acentuando sus gemidos hasta acercarse a un orgasmo, allí fue cuando ella se dio media vuelta, se sentó y tomando a Carlos por los hombros lo acerco y lo beso en la boca.
Él desde luego le correspondió y ella estando solo con su minifalda enrollada prácticamente en la cintura y sin nada mas encima, hizo que Carlos sin ninguna dificultad comenzara a acariciarle los senos, apretándole los pezones con fuerza y luego bajando una de sus manos le acaricio su concha por dentro y por fuera elevando la excitación de ella, que enloquecida por la fogosidad se levanto, le aflojo el pantalón a Carlos, y le insinuó que se lo quitara.
El obedeció y mama lo invito a que se subiera sobre ella, y acomodándose en medio de sus piernas ella tomo la polla de Carlos la deslizo a todo lo largo de su concha para lubricarla en sus flujos para dejarla luego a la entrada de su concha, con esto, Carlos solo tuvo que empujar y pronto se fue perdiendo dentro de ella.
En el proceso de penetración ella sollozó porque la polla de Carlos era de buen tamaño, pero también al finalizar le confesó que hacía mucho tiempo que ella no tenía relaciones con ningún hombre.
Una vez conectados, Carlos comenzó el mete y saca y mama empezó a gemir y respirar cada vez más fuerte hasta que empezó a decirle, me corro, me corro, uhmmmm, que rico, hazme mas duro, eso, eso, así, mas, mas, uhmmm, uyyyyyy, Carlos vamos, vamos, y el acelero el ritmo y los dos alcanzaron el clímax, dejando Carlos toda su carga dentro de ella.
Luego descansaron y minutos después el se despidió dándose mutuamente las gracias por tan maravilloso momento.
Cuando Carlos salió, mama se fue al baño, yo escuche el ruido de la ducha y aproveche para salir de mi escondite e irme a dar una vuelta.
En esos momentos mi polla estaba que reventaba, pero tenía que salir de casa de inmediato.
Me arrepentí de no haber grabado el encuentro de Carlos con mama, pero ya no había nada que hacer, solo esperar una nueva oportunidad que yo tendría que promover y esta se presento cuando fue mi cumpleaños, mama quería celebrarme una gran fiesta pero al final la convencí de invitar solo a los amigos más cercanos, entre ellos a Carlos.
Esa noche de la fiesta tome algunas copas con los amigos y mama también lo hizo y a la madrugada solo quedamos Carlos, mama y yo.
Yo simule estar cansado, mama dijo que recogería el desorden y Carlos se ofreció a ayudarle.
Ellos empezaron a ordenar la casa, yo me subí a mi habitación y los escuchaba en lo que estaban, de pronto mama subió a mi habitación, yo me hice el dormido, ella salió y cerró la puerta.
Espere unos minutos y me levante y al sentir que ellos estaban en el primer piso me dedique a observarlos.
Cuando terminaron de organizar todo Carlos se fue a despedir pero mama le propuso que se quedara en la habitación de huéspedes que estaba disponible.
El acepto y al acercarse para darle las gracias se abrazaron y comenzó un beso profundo, luego las caricias de Carlos por todo el cuerpo de mama y a continuación se despojaron de la ropa quedando solo con ropa interior.
Mama estaba preciosa y Carlos no perdía espacio para acariciarla.
Excitados como estaban, Carlos le quito la tanga a mama y ella se arrodillo frente a él para quitarle el bóxer y al hacerlo salto la polla erecta de Carlos que ella empezó a acariciar y sorprendiéndome empezó a besarla para al final meterla en su boca y darle una sesión de sexo oral a Carlos que por poco lo hace explotar y no sucedió porque él la retiro y la sentó en el sofá, le abrió las piernas e hizo lo propio en la concha de mama.
Todo esto estaba quedando grabado en mi celular y mi polla estaba que explotaba de excitación.
Después que Carlos hizo gemir al límite a mama se levanto y empezó a masajear, besar y chupar los senos de mama y estando sus sexos uno frente al otro, mama le tomo la polla lo acerco y le pidió que la follara tan rico como la vez anterior y Carlos no se hizo esperar y metiendo su polla en la concha de mama empezó sus movimientos de cintura y mama sus gemidos que fueron subiendo de volumen, ella estaba gozando con Carlos mientras yo la observaba y mi excitación crecía.
Seguí grabando hasta que los dos explotaron y entonces regrese a mi habitación, allí empecé a ver el video y me hice una paja en honor de ella.
Pero verlos follar una y otra vez, me fue creando ese deseo de estar con ella y las ultimas veces cuando me metía en su cama hasta tarde viendo alguna película y luego antes de despedirme cuando jugueteábamos, se presentaban roces que terminaban excitándome y después tenía que calmarme solo mi excitación viendo el video de aquella noche y matándome a pajas.
Una noche que regresamos de una fiesta de familia, ella y yo sin ponernos de acuerdo bebimos más de la cuenta y cuando regresamos a casa yo traía una terrible excitación de haberla visto conducir el auto con su falda recogida mostrándome su tanga, Entramos a la casa muy contentos y ella me dijo que estaba muy feliz y no deseaba acabar aun la fiesta esa noche y me invito a que tomáramos una copa mas antes de irnos a dormir y yo desde luego que acepte.
Ella puso música y la copa que íbamos a beber se convirtio en varias copas, yo ya estaba bastante mareado y ella también.
De pronto le dio a ella la amorosa y me pidió que bailáramos y al principio fue cercano pero normal, pero una vez que ella se pego a mi cuerpo no pude contener una erección tremenda.
Ella la tuvo que sentir pero no se separo, seguimos bailando y yo tratando de salir del asunto empecé a hacerle cosquillas y el caso es que termino en un juego de manos en su habitación que se salió de control.
El roce de su cuerpo me excito tanto que no medí consecuencias y me atreví a besarla en la boca y alcance a pensar que se podía enojar, pero todo lo contrario, me dejo continuar adelante y nos besamos por largo rato, me anime mas y empecé a acariciar su cuerpo y mi última carta fue acariciar sus senos y llegue a pensar, si ella me rechaza, hasta aquí llegamos.
Pero todo siguió, así que metí mi mano bajo su falda que ya de por si estaba muy recogida y empecé a buscar su concha y apenas la toque sentí la humedad de su tanga.
La corrí hacia un lado y mis dedos comenzaron a deslizarse dentro y afuera gracias a la formidable lubricación que percibí.
Con esto estuve seguro que podía seguir adelante, y la comencé a desnudar y ella a mí y pronto los dos estábamos en almendra, yo moría por estar dentro de ella, esa era mi meta de esa noche, por eso no espere a que tener sexo oral, sino ir directo a al objetivo.
Me subí sobre ella y sucedió lo mismo que le paso a Carlos, ella tomo mi polla y después de deslizarla a lo largo de su concha la dejo lista a la entrada para que yo la penetrara.
Así estuvimos moviéndonos muchos minutos, yo no quería que esos instantes terminaran.
Nos besábamos, yo le acariciaba todo su cuerpo, en especial sus senos cuando cambiamos de posición y ella estaba sobre mí.
El movimiento de sus caderas metiéndose mi polla hasta la raíz, y luego sacarla y repetir una y otra vez el mismo ejercicio me llevo a sentir que iba a explotar, pero deseaba que ella lo hiciera primero y así fue que comencé a escuchar sus gemidos hasta que alcanzo el orgasmo.
Cambiamos de posición y yo sobre ella me dedique a lograr mi objetivo de dejar toda mi carga dentro de su concha.
Cuando lo alcance, sentí algo extraordinario, era mi primera vez con una mujer y que mujer.
Luego nos quedamos dormidos y a la mañana siguiente cuando desperté antes que ella, comencé a pensar cuál sería su reacción, pero todo fue normal.
No hubo ningún comentario, pero ahora más que antes la sigo mirándola más como mujer, que como mama.
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