Las nietas de mi tío
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Resulta que mi tío que llamaré Prudencio, a criado las dos hijas de su hijo, que se volvió a casar después de enviudar y la nueva esposa no se quiso hacer cargo de las anteriores hijas, asi que se las endosó a mi tío, que es el abuelo de ellas, él es viudo y vive solo con ellas dos.
Las nietas son, Sheila la mayor de 12 añitos, ella es alta, delgadita, dos pequeños senos como naranjitas en crecimiento, ella tiene cabello negro y un bello rostro.
Y la menor Wendy de 11 añitos, ella tiene el cabello castaño claro, ojos avellanados claros y tiene un pequeño pero paradito trasero, sus tetitas aún son pequeños triangulitos con pezoncitos carnosos, las dos son una ricuras.
Y yo no las pude pasar por alto.
Yo me mudé con mi tío hace más de un año y las pequeñas dieron lugar, pues son muy promiscuas y yo un soltero en la edad que parecemos un volcan y nos mantenemos cachondos, no pude aguantar la tentación, que luego me daría las satisfacciones sexuales más grandes de mi vida.
Para empezar, mi tío Prudencio, tomaba pastillas para dormir y después que las tomaba, se podía caer la casa que él no se daba cuenta.
Yo noté que las pequeñas me coqueteaban todo el tiempo, en ocasiones se tiraban al suelo para ver la tv, yo sentado atras de ellas y levantaban sus piernas para que yo les viera sus piernas, sus braguitas y sus compactos traseritos.
Una noche, mientras veía tv en la sala, ya era tarde, como las 11:00 de la noche, salió de su habitación Wendy y se sentó a mi lado, llevaba una camisetía, que prensaba sus tetitas y se dibujaban en ella, y un pequeño short, me dijo si podía acompañarme, le dije que ya era tarde, pero que no había problema.
Se pegó a mi y se recostó, luego me dijo que queria poner otra pelicula, si podía, le dije que estaba bien, cambió canal y puso un canal en donde ha esa hora pasan peliculas de tipo erótico, de sexo, no es explícito, pero puso el ambiente muy caliente.
-te gusta ver eso?- le pregunté a Wendy, ella me movió la cabeza en señal que si, -a poco a ti no!- me dijo.
Entonces comencé a abrazarla y a tocarle sus senos encima de su camisetía, ella no ponía resistencia, luego mientras había una escena muy caliente, metí una de mis manos debajo y alcancé uno de sus pezones y lo acaricie, ella no se movía ni decía nada, solo observaba la tv en apariencia.
De uno de sus senos, me pasé al otro y los acariciaba, luego le besé el cuello y ella hizo como que me esquivaba, pero no solo se colocó mejor.
Al rato le dije -colocate aqui sentada entre mis piernas, asi que abrí mis piernas y ella se sentó entre ellas, asi me quedaba ella de espalda y yo podía ahora meter ambas manos debajo de su camisetía y tomar sus senos y acariciar sus pezones, ella daba pequeños gemiditos, luego una de mis manos bajó por su vientre y también entre su short (pantaloncillos cortos) y la nena no llevaba bragas, ella abrió sus muslos un poco para que mis dedos tocaran su chuchita, con poquitos pelitos púbicos, le acaricie delicadamente su coñito, ella se fue recostando en mi hombro y cerraba los ojos cuando yo le tocaba algunas partes que la excitaban de su chuchita, como el botoncito de su clitoris.
La pequeña Wendy comenzó a gemir un poco más fuerte, pero el volumen de la tv lo tapaba, sentí como mis dedos se mojaban con los juguitos de Wendy.
Aún sabiendo que mi tío dormía y era poco probable que se despertará, le dije a la pequeña que nos fueramos a mi recamara, que alli estaríamos más privados.
Ella no dijo nada, pero su silencio otorgó, y la llevé cargada en mis brazos después que apagué la tv, la puse sobre la cama y le busqué los labios para besarla, ella correspondió y no era nada inexperta en besar, pues su lengua y la mía rapidamente entablaron una húmeda batalla.
Le saqué su camiseta y de su boca pasé a mamar sus tetitas, ahora mis manos estaban dentro de su short y acariciaban sus labios vaginales y su clitoris, la pequeña nuevamente comenzó a gimotear, poco a poco iba subiendo de excitación y parecía que chillaba de placer.
Ahora le saqué el short y ella quedó totalmente desnuda en mi cama, de chupar sus pezoncitos fui bajando por su vientre hasta llegar a su chuchita, arremetí contra su coñito con labios y lengua.
Mi lengua pasaba por todos lados y la pequeña chillaba alli en mi cama, parecía que lloraba, pero de gusto.
Enseguida, sentí sus juguitos amargos de su venida y ella me tomó de la cabeza como queriendome arrancar los cabellos, Mientras le chupaba su coñito, inserté un dedo en su rajita, quería saber si la pequeña Wendy era virgen, y resultó que si lo era, rapidamente pude palpar su himen, entonces solo me quedaba hacerle sexo oral, asi que le di otra monumental chupada de chuchita, y la hice venir una segunda vez.
Yo estaba empalado,mi verga ya goteaba y le pedí a la pequeña que me lo mamara, le pregunté si había mamado antes una verga, ella me dijo que no, pero que lo había visto en algunos videos, asi que comenzó a lamerlo y darle besitos, yo la fui guiándo para que se la metiera en su boquita y la mamara, ella fue aprendiendo bien, luego de unos diez o quince minutos con mi verga en su boquita, ya no pude contenerme, le dije que me saldría una especie de lechita por la verga, que no tenía mal sabor y si quería beberla, ella me dijo que estaba bien, asi que aceleré y tomandola de la cabeza se la hundí y comencé a eyacular, fue una buena cantidad la que le eché en su boquita y ella se lo tragó de buena forma.
Estuvimos un ratito más acostados, reponiendonos y luego se puso su ropita y luego de un besito de labios, se fue a su recamara.
Esa única vez no la penetré.
Las pequeñas estaban de acuerdo.
Dos noches después, salí a ver la tv a la sala, esperando a que Wendy volviera a llegar, pero en vez de ella, fue la pequeña Sheila, la que llegó e hizo exactamente lo que hizo su hermana, cambió canal y puso una película erótica no explícita.
Yo sabía lo que quería ella, seguramente su hermanita le contó lo de hace dos noches.
No perdí tiempo, le dije lo mismo, que se pusiera sentadita entre mis piernas, dándome la espalda.
Metí mis manos debajo de su camiseta y acaricie sus tetitas, que eran un poco más desarrolladas que las de su hermana.
No tardé mucho en apagar la tv y llevarmela a mi habitación, la dejé desnuda y nos comenzamos a besar sobre la cama acostados, le chupé sus tetitas y pezoncitos y al igual que su hermanita comenzó a gimotear muy excitada, para cambiar la rutina, bajé hasta sus pies y le chupé los deditos uno por uno y luego todos juntos metiendolos a mi boca, luego subí a sus muslos, le abrí su entrepierna y comencé a darle sexo oral, la pequeña vaya si tenía su chuchita sensible, pues daba de alaridos, que si mi tío hubiera estado sin sus pastillas, hubiera oído facilmente, regresando al relato, le comí su coñito hasta hacerla llegar a dos orgasmos, le inserté mi dedo en su rajita y nuevamente sentí el himen, pero esta vez yo estaba demasiado cachondo como para razonar y evitar cogerla.
Me puse encima, ensalivé mi verga y poniendola en la entrada de su rajita la fui penetrando, cuando su himen cedió ella me arañó los costados y me dejó marcado, yo la termine de desvirgar empujando con fuerza mi verga y esta fue deslizándose en el interior de su vagina.
Nos quedamos un rato suspendidos, la besé, pero ella al parecer tenía un poco de dolor, le dije que era normal, pero que esa noche se convertiría en mujercita, le chupé sus pezoncitos y poco a poco comencé a bombear mi verga, lentamente, ella me decía que no me moviera, pero yo le decía que se calmara, que pronto iba a quitarsele ese dolorcito.
Segui bombeando mi verga en ese estrechito huequito, apretadito, mojadito, delicioso, calientito, y muy pronto, antes de lo que imaginara, la pequeña Sheila comenzó a gemir y a dar muestras que el placer superaba al dolor, en pocos minutos yo entraba y salía de su rajita, metiendo casi toda mi carne en su vagina, entré en un rico mete-saca profundo y rico, la cogí al poco rato con fuertes embestidas y la oí cuando empezó a gritar y a chillar de gusto, le sobrevenía otro orgasmo, y yo estaba a punto de llegar también, aceleré para potenciar su corrida y antes de eyacular, se la saqué y deposité toda mi eyaculación sobre su vientre y sus tetitas, todavía le restregué mi esperma por toda su piel.
Descansamos un rato, nos besamos diciendonos cosas cariñosas y luego ella se vistió y se fue por la puerta hacia su recamara.
Después de la experiencia de desflorar a Sheila, comencé a tener obsesión por desvirgar a Wendy y terminar el trabajo inconcluso de la noche anterior.
Asi que fui yo quien le dijo a Wendy que llegara que tenía una sorpresa para ella, la pequeña llegó después de que mi tío o sea su abuelo se fuera a dormir.
La metí a mi cama y la desvestí, empecé ahora por pedirle que me chupara la verga y las bolas, lo hizo mejor que la última vez, me dejó la verga mojada y bien empalmada.
Ahora le chupé su rajita con mucha saliva para lubricarla bien, pues se notaba que su chuchita era muy estrechita, la puse en cuatro en la cama y poniendole mi verga en su coñito la fue ensartando lentamente, sentí el choque de mi carne con su delicado himen y bastó un empujon seco para romperselo, ella gritó y se quiso zafar, pero lo evité diciéndole que asi era, que pronto iba a dejar de dolerle, que su hermanita había sido valiente, y ella tenía que ser mejor que Sheila, eso la animó y seguí penetrándola lentamente, después me puse a bombear mi verga, entrando y sacándola, pude ver sangre en el tronco de mi verga, más que lo que sangró Sheila.
Seguí empujando y ella recostó su rostro en la cama y dejó su trasero alzado, alli terminé de follarla y metersela casis toda, luego a gozar, pues la pequeña comenzó al igual que su hermana a chillar de gusto.
La puse en la posición del misionero y la ensarté de nuevo, puse sus pies en mis costados y la bombie duro hasta que la oí llegar a sendos orgasmos, uno detras del otro.
Luego me tocaba a mi y le dije que se lo echaría en la boca, me zafé y fui a su rostro, se la dejé ir en su boquita y sus mejillas.
Luego de eso, fue para mi un festin.
Yo decidía a quien follar la noche que yo quisiera, las dos pequeñas eran un manjar en la cama y como les gustaba el sexo.
En el próximo quiero relatar lo más caliente de eso y como acabé con sus ricos ojetes de sus culitos.
FIN PRIMERA PARTE.
Buenísimo se me paro la verga. Sigue con la segunda parte excelente