LAURA Y SUS INCESTOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Nandincesto45.
LAURA Y SUS INCESTOS
Este atardecer me da nostalgia y libando en la copa del recuerdo me remonto 40 años atrás cuando mi papá compró esta finca alejada de la mano de Dios pues queda a dos horas del pueblo más cercano en coche cuando nos trasladamos a vivir aquí.
Mi padre, Julio muy trabajador alto y guapo de 35 años, Luisa mi madre muy bella y librepensadora maestra de escuela de 33 años, Jairo de 16 años, Rafael de 14 y yo Laura de 7 años.
Mis padres comenzaron a formar la familia siendo muy jóvenes.
La casa solo tenia 2 habitaciones en una dormían mis hermanos pero casi siempre solo estaba Jairo porque Rafa estudiaba y vivía en el pueblo con una tía, y en la otra habitación que solo tenía una cama grande dormíamos mi papá, mi mamá y yo.
El caso es que mis padres esperaban que yo me durmiera para hacer el amor.
Pero una ocasión en medio de un sueño en que yo montaba a caballo sin silla sentía muchas cosquillas en mi cosita desperté y sentí la mano de papá acariciándome y oí a mamá gimiendo, me quede quietecita sintiendo una sensación muy buena cuando papá me hacia masajes.
Por esta época comenzaron las obras de ampliación de la casa, por fin íbamos a tener un cuarto para cada uno, el mío quedaría al lado de mis padres.
Una noche les oí conversando y me hice la dormida
– Julio sorprendí a Jairo haciéndose la paja mirando mi foto y al reprenderlo me dijo “que entonces con quien lo hacia” a no ser con usted mamá.
– Pues Luisa piénsalo y si tú quieres no hay problema, acariciándole la vagina y los pechos.
– Pero es que ese muchacho lo tiene muy grande.
Mi mamá excitada pero con susto, su pecho subía y bajaba agitadamente se resolvió.
– Será ir a calmarle los calores a Jairo y salió dándole un beso a mi padre.
Mi papá se recostó a mi lado, subió su mano desde la rodilla hasta mi coñito, lentamente me quitó las bragas, yo sentí más bueno sus caricias así peladita y me metió un dedo un poquito, no me aguante más y “desperté” gimiendo con temblores en mi cosita y con ganas de orinar.
– Tranquila amorcito que…….
En ese momento oímos a mamá en un gemido “Jairo suave mientras me entraaaaaaaaa” y luego quejidos rítmicos de mamá.
Mi papá se acomodo atrás de mi levantándome una pierna, frotaba su pipi por mi rajita muchas veces haciéndome sentir un cosquilleo en todo mi abdomen y un calorcito por todo mi cuerpo.
– Papi métamelo como a mi mamá.
Me abrió la rajita y sentí como me punteaba suavemente, despacio con deleite, metió solo la cabeza, frenó y empezó a meterlo y sacarlo no aguante más y me orine, de pronto se le puso mas duro y tembloroso, lo metió otro poquito y soltó chorros de semen caliente que inundaron toda mi vagina en eso escuchamos a mi mamá:
– ¡Hijo hágame mas rápido¡…….
asiiiiii, asiiiiii.
– ¿Amorcito le gustó? Me preguntó mi padre.
– Si papito sentí muy rico.
Mientras me limpiaba seguimos escuchando: asiiiiii, maaaaaaas, durooooooo, duroooooooooooo yaaaaaaaaa Jairooooo me vengoooooo.
– Mamaaaaaaaa que ricoooooooooo yo tambieeeeeeeeeeeeeeeeeen.
Al rato oí la ducha entró mi mamita toda contenta y me vio despierta abrazando a mi papá.
– ¿Como te fue?
– Delicioso, contesto mi mamá, metiéndose entre las cobijas y viéndonos desnudos entrepiérnados y la niña.
….
¿Por qué esta desnuda entre tus piernas?
– Mamita, es que mi papito me acaricio muy bueno, respondí yo.
Esa noche me enseñaron el nombre correcto de los órganos sexuales, para que son necesarios y que sensaciones produce cada uno de ellos y mi mamá me chupo los botoncitos del pecho, luego con su lengua termino de limpiarme el semen que me había echado mi papa y al mamarme el clítoris me hizo orinar otra ves.
Desde ese día comencé a acostarme sin braguitas y me le acercaba más a mi mama y le mamaba los pechos cuando mi papá se lo estaba metiendo y abría mis piernitas para que me entrara todo el dedo de mi papá.
Al final mamá gemía como loca “Julio maaaaaas, maaaaaas durooooooo mi amor.
Seguimos en ese jugo durante mucho tiempo y cumplí 8 años.
Muchas veces mi mamá le decía a mi papá:
-Hoy no mijo porque estoy muy cansada, no ve que Jairo cada vez quiere más, hágale a Laura un rato para que se calme y mi papá me lo metía un poquito inundándome la rajita.
En ese entonces ya sentía orgasmos cuando mi papá me metía el dedo.
También terminaron las obras de la casa y mi cuarto quedó muy hermoso con todas las comodidades y estanterías para mis libros y juguetes.
Una tarde de sábado mi mamá se fue para el pueblo con Jairo.
– ¿Quieres dar un paseo a caballo? me dijo mi papá
– Si que bueno pero espera me pongo un pantalón.
– No vente así en minifalda que no nos vamos a demorar.
Me horqueteo en la silla y después se subió él detrás de mí y salimos cabalgando con dirección al río.
Pasamos por la casa de Eladio el mayordomo y administrador de la finca de mi papá, tenia 2 hijas, Aminta la mayor de mi edad y Lola de 6 años, era viudo hacía 4 años, había contratado una señora para los oficios de la casa y para que cuidara las niñas durante el día.
Éramos muy buenas amigas y compartíamos nuestros secretos.
Mi papá lo saludo sin desmontar del caballo y conversaron un rato Eladio con disimulo me miraba las bragas.
Le pregunte por Aminta y Lola, me dijo que estaban dando un paseo.
Continuamos cabalgando y mi papá con una mano sostenía las riendas y con la otra me cogió la vagina acariciándome lo más de bueno al trotar del caballo, yo con las piernas todas abiertas y sintiendo el bulto de su pene parado en mi culito, estaba feliz, llegamos al río y nos bajamos.
– ¿Laura te quieres bañar? me pregunto.
– Si pero tú también
Nos desnudamos y nos metimos al charco, gozando un rato con el agua fresca, nos reímos mucho cuando se puso a enseñarme a nadar, con una mano en el pecho y la otra en mi vagina metiéndome el dedo.
– Vamos al solecito que esta haciendo como frío, dijo mi papá.
Se colocó la camisa y los calzoncillos, tendió una manta en la hierba y nos acostamos a tomar el sol
– ¿Papi a usted porque le gusta tocarme ahí?
– Por muchas cosas que tu no entiendes, por que te amo y quiero que aprendas para que no te hagan daño en el futuro, la carita que pones porque se que te gusta y porque a mi me da emoción en el pene.
– Déjeme ver como es que se le para.
Le dije.
El se lo saco y yo se lo cogí, examinándolo bien por toda parte, entonces su pipi se fue enderezando todo tieso y caliente, le daba brinquitos y las venas se le hincharon.
– ¿Papi si me lo metieras como le haces a mi mamá me cabría en mi vagina todo tu pene?
– Yo creo que si mi amor.
¿Lo intentamos?
– Vale papito, te digo que si porque se que no me harías daño.
Me abrió las piernas y empezó a chuparme la rajita y me mamaba el clítoris, metía la lengua haciéndome sentir una cosa toda rara en el estomago pero con ganas que me hiciera más duro.
¡! Papá empiece a metérmelo ¡!
Se volvió a quitar el calzoncillo, introdujo el pene un poquito, lentamente con suavidad, penetrando mis labios vaginales, mi cuerpo temblando de la emoción al sentir como iba abriendo mis tiernas carnes al entrar por donde tantas veces había pasado su dedo, lo metía y lo sacaba tocándome la telita virginal.
No aguante mas y con un temblor en mis rodillas me orine y él se puso todo contento.
Ahí si me lo empujo duro y me desvirgo.
– ¡Papito espera que me dueleeeeeeeeee!
Esperó un momento y luego me follo hasta que me lo metió todo, lentamente al principio, luego acelero haciéndome sentir cosas que nunca había sentido.
– Haaaa¡ papá ahora me puedes hacer mas duro si quieres, asiiiiii, asiiiiii maaaaaas, maaaaaaaaaas papito lindo, hermoso te quierooooooooooooooo.
A mi papá le dieron convulsiones en el pene y en un gemido largo y profundo, inundo con su semen caliente y espeso mi vagina que desde ese día iba a ser mi goce y el de los hombres de la casa.
Nos metimos al río para lavarnos nuestros sexos y dejar que el agua se llevara la prueba de mi perdida virginidad.
Cuando nos estábamos vistiendo mi papá me dijo: ¿Si le gustó Laurita?
Le di un beso en la boca y luego le susurre al oído * “” Te quiero papá “”*.
(Años después en un evocar de recuerdos, comparándolo con los hombres que habían pasado por mí vida catalogué a mi padre como el mejor amante.
-Respetuoso pero recio, varón sin complejos, siempre respetó nuestro comportamiento, me decía mi hermano Jairo una tarde de relax después de hacer el amor.
)
El lunes cuando íbamos para la escuela Aminta me dice sonriendo: te vi en el río follando con tu papá.
– Si por primera vez me lo metió todo y me gustó mucho ¿Lola también nos vio?
– Si, Lola estaba conmigo.
Mi papá me desvirgo antes de los 7 años y al poquito tiempo fue cuando me empezó a coger don Julio.
– ¿Cuál Julio?
– Pues tu papá.
Me puse a pensar y comprendí que en esa época mi papá me acaricio por primera vez.
CONTINUARA EN LAURA 1
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