Laurita y Su Primo Expresidiario parte 4
Continúan las aventuras de Laurita ahora con su tío.
Laurita IV Parte.
Laurita continuó teniendo sexo con su primo, durante los siguientes meses; siempre que tenían tiempo.
Lastimosamente no duró mucho, puesto que hubo un enorme problema, cuando el padre de Laurita descubrió a su querida esposa en la cama con Ramón… Sí, Ramón, el primo de Laurita; su propio sobrino. Los padres de Laurita decidieron divorciarse, mientras Laurita por su parte sintió una gran decepción, no sabía si era el hecho de que su primo se metiera con su madre, o que su madre fuera capaz de de ser infiel, y peor aún, con su propio sobrino.
El padre de Laurita se mudó a casa de un hermano mayor suyo que vivía sólo y poco tiempo después detuvieron a Ramón tratando de asaltar una tienda de autoservicio. Obviamente se fue preso de nuevo.
Laurita continuó autocomplaciéndose en la soledad de su habitación, fantaseaba muchas cosas. En su búsqueda de vídeos, relatos e historias parecidas a la de ella, supo que lo que había hecho se llamaba incesto, así que sus búsquedas eran en especial de incesto y de maduros, ella era una niña con cara de ángel pero de una mente que se volvió muy perversa.
Laurita siguió buscando a alguien con quien desahogar sus instintos, pensó en muchos candidatos, en ahora si poner en marcha su plan de seducir a algún trabajador que fuera a su casa, inclusive pensó en su propio hermano. Pero un día en que fue de visita a la casa donde vivía su padre, volvió a ver a su tío, al cuál tenía mucho tiempo sin ver, al escuchar los piropos típicos de los tíos, que el tío de Laurita le decía, cosas como:
– Mira nada más Laura, cuanto haz crecido, la última vez que te vi aún usabas pañales.
que muchachita tan hermosa eres ahora. Hermano ya hueles a suegro, a esta señorita te la van a querer robar pronto, jajaja. – Decía el tío de Laurita mientras la saludaba y Laurita se sonrojaba y en su cabeza despertó otra perversa idea.
El tío de Laurita era ocho años mayor que su padre, ya casi alcanzaba el medio siglo de vida, a diferencia de su hermano; era moreno, de baja estatura, gordo y una pansa que sobresalía; bastante borracho y una forma de ser dicharachera, el tenía un ciber café en su mismo domicilio, el cual era su sustento, a demás de ser jubilado. Laurita comenzó a frecuentar más dicha casa, con el pretexto de ir a ver a su papá, pero con la firme idea de estudiar a su tío para poder seducirlo.
Cada vez que iba a casa de su tío, se iba de ahí con un sentimiento de frustración, pues nunca notaba nada raro en su tío, solamente los alagos acerca de su belleza, de esos típicos de tío a sobrina.
Pasaron los días y todo continuaba igual… No fue hasta que un día Laurita se decidió y en vez de ir a la escuela se dirigió a casa de su tío. Mientras caminabs iba pensando en la excusa que diría al presentarse de la nada a dicha casa, ya que su padre a esa hora de la mañana se encontraría trabajando. Al llegar a la casa Laurita tocó, fuertemente durante varios minutos, el tío no la escuchaba pues se encontraba profundamente dormido. Estaba por marcharse cuando por la ventana se asomó su tío, haciéndole la seña de que en seguida bajaba.
Su tío abrió la puerta y sorprendido, preguntó:
– Hola hija, ¿que haces aquí tan temprano?
– amm, hola tío, lo que pasa es que hoy me toca un trabajo en la escuela y tengo que imprimir varias cosas, y como se descompuso mi impresora, venía a pedirle el favor a usted de dejarme imprimir
– Claro princesa, pasa, pero… ¿no se te hará tarde para la escuela?
– No tío, el día de hoy no tengo las primeras tres clases, así que tengo tiempo
– Está bien, pasate al local y haz lo que vallas a hacer, yo me iré a dormir otro ratito, casi acabo de llegar, anoche me fui de fiesta jejeje
– Está bien, gracias tío – dijo Laurita mientras lo abrasaba y le daba un beso en la mejilla, casi rozando sus labios y pegando su cuerpo fuertemente a su tío, tratando de sentir su bulto y frotando sus tetitas cariñosamente.
Laurita se dirigió a encender una de las computadoras del local, mientras su tío se dirigía a su recámara. Tan solo con imaginarse la situación, Laurita estaba totalmente húmeda de sus pantis color rojas y mientras estaba en la computadora comenzó a tocarse por en cima de su falda de colegio. Estuvo así durante veinte minutos, hasta que se decidió y sigilosamente se dirigió a la recámara de su tío, abrió la puerta cautelosamente para no hacer ruido, al asomarse vio a su tío profundamente dormido, se alcanzaban a escuchar sus fuertes ronquidos, antes de entrar se retiró los zapatos y cuidadosamente se metió a la cama junto a su tío, se metió entre las cobijas y se repegó lo mas que pudo a su tío, su tío al sentir el movimiento se despertó y la vio allí acostada.
– Hija, ¿que haces aquí acostada?
– Es que tengo frío, pensé que no te molestaría
– Claro que no Laurita, solo que me saqué un poco de onda
– Tío… Es que… quiero, sentir tu calor
– ¿A que te refieres con sentir mi calor?
– Si tío el calor de un hombre – diciendo esto, se acercó mas a su tío, subiéndole una de sus piernas, su tío al instante supo que algo no estaba bien en la actitud de Laurita, pero no lograba asimilar que la niña actuara así, así que la volvió a interrogar.
– ¿Como qué el calor de un hombre mijita? yo no soy tu papá, no sé que tipo de calor te puedo dar yo
– Quiero que me abrase tío, quiero sentirlo, quiero estar con usted
– Pues ya estás conmigo mijita, ven. – Le dijo estirando el brazo y atrayéndole hacia el. Laurita lo abrazó fuertemente, su tío se dio cuenta de la agitada respiración de Laurita y no tardó en percatarse de los movimientos pélvicos de su pequeña sobrina. Algo sacado de onda dejó que continuara con los movimientos, mientras luchaba por reprimir la erección que se le manifestaba.
– Tío – decía Laurita con una voz inocente, al mismo tiempo que jadeante.
– ¿Que pasa princesa?
– ¿Me regalas un beso?
– Claro que si mi amor – dicho esto se acercó y le dio un beso en la mejilla.
– ¡bahh, qué beso tan chafa tío!
– ¡Valla mijita, ¿pero porqué chafa?
– Es que ese beso no me gustó
– ¿Entonces como lo quieres?
– Quiero un besito aquí. – dijo mientras con su dedo apuntaba hacia sus labios, haciendo el gesto para recibir un beso.
– Pero mijita, ¿ para qué quieres que te bese los labios?. – El tío ya no podía reprimir su excitación, pero hacía un gran esfuerzo por no dejarse llevar, pues Laurita era una lolita realmente hermosa, el sueño de muchos de su edad, incluso de el mismo, ¿pero como sería capaz? ella era su sobrina.
– Anda tío, besame, no seas malo
– Está bien, pero ya me dejarás dormir. – Diciendo esto se acercó y le besó los labios, Laurita al sentir el roce de los labios de su tío, abrió los labios, sacó su lengua y tomándolo de la nuca lo jaló hacia ella, prolongando ese beso un poco más.
– ¿Pero que te pasa Laurita, porqué hiciste eso?
– Perdón tío, es que tenía muchas ganas de darle un beso, ¿a usted no le gustó?
– Pero mijita, no podemos, yo soy tu tío y te gano por muchos años, mejor ve a terminar tu trabajo de la escuela y dejame dormir
– Está bien tío, pero antes de irme, quiero otro beso, pero quiero que esta vez usted también coopere, ¿apoco no se le antoja?
– Ay mi niña, ya no me tientes por favor, que no sé de qué manera pueda responder. – todos estos diálogos sucedían mientras seguían abrazados. Aprovechándose de eso Laurita comenzó un contoneo de caderas más descarados.
– Anda tiíto, un besito nada más, yo estoy preparada para ver la forma en que usted responda, ya solo falta que usted responda, pues su «amiguito» ya respondió, está durito
– Ay mi niña, que conste que tu me provocaste. – al decir esto, se abalanzó a besar desesperadamente a su sobrina. Laurita lo tomó de la nuca y volteandose, sin dejar de besar a su tío, lo atrajo para que el quedara en cima de ella.
– Mmm, así papacito, así metemela!
– Ay pinche mocosa calenturienta, se que me voy a arrepentir de esto pero estas bien mamacita y ya no me pude aguantar. – Justo en ese momento, el tío sacó de su apretada prisión su pene, que tenía mucho mayor tamaño que el de Ramón, recorriendo con sus dedos la mojada panti de Laurita, la puso en la entrada y con cierta facilidad se la metió y comenzó a coger a Laurita con desesperación y violencia, Laurita apenas comenzaba a entrar en calor cuando su tío eyaculó dentro de ella, para posteriormente, puso cara de pánico, y rápidamente la corrió de su casa.
Este solo es el principio de esta incestuosa relación, tío y sobrina.
Continuará…
Muy buen relato, espero que sigas más con esta historia.
Muy buenos y exitantes relatos sigue con esta saga y las demás por favor… Muy buenas..