Le confesé mi gusto por el BDSM y me sorprendió Parte 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Un día él me descubrió mirando una página de videos de BDSM y me preguntó que era lo que estaba haciendo. Ese día cambió todo para mi.
Le dije que hacia un tiempo me atraia ese mundo y que no se lo dije porque no estaba muy segura de que era lo que me atraía.
Él es mi novio hace 5 años y aveces tenemos sexo fuerte pero no tanto. Normal para nuestra edad (24 los dos) con algunas cuotas de plus diria yo.
EL – Y QUE ES LO QUE MÁS TE LLAMA LA ATENCIÓN?
YO – no se, la sumición, la humillación, tener que cumplir con el deseo del otro. mientras decia eso me quedaba muy ruborizada, y el se daba cuenta.
– TE GUSTARÍA PROBAR HABER SI TE GUSTARIA SER MI SUMISA?
– te parece?
y no me dejó decir una sola palabra más.
Como vivo sola, tengo una cama de una plaza, entonces me tiró sobre la cama me ató las manos a la cabecera y me dijo, de ahora en adelante haras todo lo que te diga y me deberás respeto ENTENDISTE?
– si…
– SI QUE PERRA?
sus palabras me sorprendieron, y me quedé helada, hasta que una bofetada me hizo reaccionar…
– si amo
– ASI ME LLAMARÁS DE AHORA EN ADELANTE.
luego me ató un extremo de una cuerda a un pie, lo cruzó por debajo de la cama y me ató el otro pie dejandomé bien abierta y sin poder hacer nada para evitar lo que vendria.
Trajo una tijera y fue cortando una a una mis prendas hasta deznudarme por completo.
Me miró un rato y me dijo TE VEZ ENCANTADORA.
Yo le dije que estaba loco y que me suelte, aunque era pura actuación, porque me exitaba mucho la situación, pero moría de miedo por lo que me haría. Nunca lo había visto así.
Dijo que lo que vendría me haría gritar y no quería que me oyeran los vecinos, asi que agarró mi tanga y me la puso completa en mi boca y me sello la boca con cinta de embalar para que no pudiera gritar.
Se despojó de toda su ropa y se monto sobre mi. comenzó a zobarme las tetas y me estiraba los pezones de una forma imprecionante.
Me dolia mucho eso, pero me dijo… VEO QUE QUIERES MAS DOLOR. LO VEO EN TUS OJITOS.
Agarró dos broches de esos apreta papeles de metal que había sobre el escritorio que se encuentra en mi cuarto y me los puzo en los pezones. El dolor era impresionante. Pero me exitaba mucho esa sencación.
Bajo su mano hasta mi conchita y la sintió humeda y me dijo que era una puta perrita en celo y que no haberselo dicho antes merecia su castigo.
Tomó un cinto de cuero y me dio 20 correazos en cada teta y 40 en mi conchita. Lo se porque los contó en voz alta para que me atemorice más.
Mi conchita estaba muy hinchada y de mis ojos caian lagrimas.
Con cada correazo me mojaba más aún. Y por supuesto que el lo notó.
Acercó su boca hasta mi clitoris y me lo mordió con fuerza. Al no poder gritar por mi boca obstruida solo caian lagrimas de mis ojos y jugos de mi concha.
Luego fue al baño y trajo crema de dientes, y me la untó por todo mi sexo. Nunca pensé que eso podria arder tanto.
Mientras llorisqueaba por mi concha ya maltratada le ató un cordon a cada broche de mis pezones y los ató bien tirantes a la cabecera de mi cama, para que con cada movimiento que realizaba recuerde con dolor su precencia.
Me dejo un rato retorciendome de dolor, hasta que apareció y me pegó un correazo en mi vientre y el tirón de mi cuerpo hizo que se salgan despedidos los broches con la sensación de que me arrancaban los pezones de un tirón, en eso me hizo correrme como nunca en mi vida, bajo la risa burlona de el.
Pero eso no terminó ahi.
Luego les subo la 2da parte.
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