Le di verga a mi hermanastra de 12
Me dijo que le gustaba por el culo .
Mi papá vino de estados unidos a México y trajo a su nueva esposa quien tenía 2 hijos morritos. Una niña de 12 años y un niño de 10. La chavita estaba re buenísima ya. Estaba alta pero me llegaba un poco más abajo del hombro, delgada y con unas piernas delgadas pero bien carnosas y un culito bien paradito y redondito. Yo vivía con mis abuelos y esa ocación nos dejaron ahí a los escuincles pues mi papá se iría de viaje con su mujer un par de semanas. Los primeros días m cayeron bien mal porque eran bien fastidiosos, agarraban mis cosas y siempre estaban en mi cuarto pues ahí dormían, el niño en mi cama y Elena en otra camita al lado. Ella era bien descarada y desde luego luego me calentó machin. Siempre traía unos shortsitos bien cortitos que le llegaban a la nalga con las piernotas de fuera y a veces cuando se sentaba se le veía la nalguita casi llegando al ano que le tapaba el calzón rosita. Varias veces le agarre las piernas con el pretexto de mover la de mi cama o de sacudirla cuando jugábamos en el patio y la vdd se me ponía dura y me la jalaba un poco en el baño pensando en ella. Varias veces la vi que se quedaba viendo como se me marcaba la verga en el short y otra veces x el reflejo del cristal veia que me estaba viendo el trasero. Una noche ya para dormir yo estaba acostado en mi cama y ella se quito el short y se quedó en puro calzoncito y se veía bellísima, bien rica, con el culito suavecito bien parado, yo me la empece a jalar despacito pues me puse bien caliente. Se puso un bluson de dormir que le llegaba arriba de la nalguita y se acostó boca abajo y yo le estaba viendo el culazo delicioso con el calzoncito apretando las nalguitas y se le metia en la rayira del culo hasta la panochita. Me baje el calzón y me la jale un rato viéndola. De repente se levantó y escuche que dijo «me aprieta mucho» y volteo a verme y me hice el dormido y cuando se volteo vi que se quito el calzón y le vi sus nalguitas deliciosas bien carnosas redondas. Se volvió a tirar en la cama bocabajo y me la seguí jalando viendo ese culito que se le veía pues el bluson no le llegaba a tapar las nalgas hasta abajo. Quería levantarme para saborearla y tocarla pero me daban nervios. Me quedé dormido y en la madrugada me desperté con mucha sed pues hacía mucho calor y baje a tomar agua, en eso ella también bajo y me dijo que le diera agua. Yo traía un short sin calzones y se me notaba mucho la verga dura que traía parada. Me dijo «te enseño lo mio si tu me enseñas lo tuyo» y le dije que eso era algo malo, que si a ella le gustaba eso y me preguntó cuantos años tenía le dije que 16 y me dijo que tenía un vecino de la misma edad que le hacía cosas bien ricas. Entonces le dije que me enseñará y se alzó el bluson y me enseñó su rayita de enfrente bien chiquita y lampiña, suavecita y le dije que me enseñará el culo y se recargo en una silla y se empino poquito y le alse el bluson y le vi ese delicioso culo suavecito que deseaba mucho. Apenas la iba a tocar cuando escuchamos una puerta así que yo corrí al baño y ella se quedó ahí tomando agua. Resultó ser su hermanito pero yo si me asusté porque pensé que era alguno de mis abuelos. Al día siguiente llegué del fut bol y estaba Elena jugando en el patio con una vecinita que estaba igual de rica que ella. Como siempre he estado muy nalgón mis amigos siempre me las agarraban jugando y me picaban la cola. Y como soy bisexual llegó un momento en que me gustó mucho que me hicieran eso. Ese día después del partido mis amigos en los vestidores me habían estado tocando así que llegué a la casa bien calentote. Aparte sabía que mis abuelos se iban al templo y no llegarían hasta después de las 10 de la noche. Me metí a bañar y cuando salí bajé desnudo a la cocina y me puse en la puerta que daba hacia el patio, abri la puerta y saqué nada más la mitad de mi cuerpo de modo que las dos niñas me vieron que estaba desnudo solo la cadera y la pierna y la panza. Le hablé a Elena y le dije que necesitaba que me diera algo entonces me fui a la sala y la esperé. Cuando escuché que abrieron la puerta me puse muy nervioso pero tenía la verga bien dura y bien caliente. Cuando entró Elena a la sala me puse de espaldas a ella y vi por el espejo como se quedaba viendo mis nalgas desnudas como sorprendida y deseosa. Le dije que ahora le tocaba a ella verme y tocarme entonces se acercó y me empezó a acariciar las nalgas. Lo disfrute muchisimo así que me di la vuelta y le enseñé mi pene que estaba duro y bien caliente. Ya hasta me estaba babeando. Se acercó a mí temblando como nerviosa y con una mano agarró mi pene y con la otra empezó a acariciar mis huevos. Yo sentía la gloria. Sentía que la verga me quería explotar de lo caliente dura que estaba. Sus ojos estaban clavados en mi pene. Yo veía Cómo se mordió los labios mientras frotaba mis huevos y me jalaba suavemente la verga se notaba que la niña lo estaba disfrutando. De repente volteó a ver mi cara y miré sus ojitos verdes tan hermosos y sus labios de corazón bien ricos y carnosos y la empecé a besar. Mientras la besaba sentí un escalofriado en todo mi cuerpo entonces agarré su mano con la que me estaba jalando la verga y la empecé a jalar más fuerte como enseñandole como quería que me la jalara. Mientras me la jalaba y yo la besaba rápido sentí que me quería venir pero quería aguantar más pues estaba disfrutando tanto el momento así que la empecé a acariciar y le bajé el shorcito y el calzoncito Rosita y empecé a agarrar sus nalguitas deliciosas y suavecitas. En eso me agaché para poner mi cara justo frente a esas nalguitas y las empecé a besar suavecito y delicado y entonces las abrí y descubrí ese agujerito chiquito y apretadito color rosita. Me senti aun más caliente y de una le empeze dar unas lambidotas en el mero agujerito y ella empezó a gemir y a decir que rico, entonces le dije que se callara porque nos iba a escuchar florecita, su amiguita. En seguida me levante y empecé a frotar mi verga entre sus nalguitas, ya sentía que me venia pero me aguante. Me dijo que se la metiera pero la verdad veía su colita tan chiquitita y su vaginita tan chiquita que me dio miedo lastimarla así que puse mi verga entre sus piernas y las apreté fuerte y la empecé a frotar. Sentía que le salía babita de su pussy y me mojo más el pitó. Le dije que pusiera su mano en mi cabecita para que la frotara mientras yo lo frotaba entre sus piernas. En eso me vine y eche chorros de mecos que cayeron en su mano. Me sentía morir, y sentía que volaba y sentía mil cosas y deliciosas mientras experimentaba ese orgasmo entre esas piernas deliciosas que apretaban mi verga. Le di rollo para que se limpiara y se fuera a seguir jugando con florecita la vecina y yo me fui a mi cuarto a seguirme jalando porque la verdad me había dejado extremadamente caliente. Luego les cuento como fue que me la cogi y como también su hermanito terminó mamandome la verga.
Woooow, delicioso relato!