Lecciones de Belén Capítulo 3: lección de Inglés
Cuando deseas que los sueños se hagan realidad pero no quieres abrir los ojos pues si despiertas temes que te des cuenta que sólo estabas soñando.
Pegué el oído a la puerta entreabierta por la que se había ido a toda prisa mi “ama”, mi maestra, ¿cómo era posible que me dejase hacer todo aquello por aquella mente?, me sentía estúpido y tonto, una cosa es hacer aquello cuando estemos solos , pero y si mi prima nos ha oído o visto, se lo dirá a mi madre, además mi mama tiene como superpoderes tiene un sentido arácnido, pensaba mientras terminaba de ponerme bien mi pijama de “spiderman”, siempre se termina enterando de todo, desalumbrado me esforzaba en discernir el murmullo de voces que había al otro lado de la puerta, suspiré profundamente hinchando de aire todo lo que podía mi pecho, y con paso firme y valiente decidí salir del cuarto de mi madre.
Belén estaba de nuevo en la cocina poniendo dos tazones de leche para desayunar y mi prima estaba en el pasillo aún con legañas en los ojos, saludándome con una mano, mientras la otra la tenía metida dentro del pantalón de su pijama azul con la que se rascaba distraídamente el culo, con ese placer diferente al placer sexual, era el puro placer de rascarse el culo por la mañana cuando te pica y te sientes tan cómodo y libre de normas que te atrevés hacerlo delante de los demás o tal vez ni siquiera lo había pensado y había dejado que su cuerpo reaccionase a necesidades básicas, en ese instante entrecerró los ojos y un gran bostezo salío de su boca como si quisiese aspirar todo el aire del apartamento,
– Buenos días primocho!!! ya me ha saludado Belén y ya se ha presentado, parece muy simpática ¿verdad? ¿desayunamos?, dijo Silvia
Nos sentamos en la mesa del salón uno enfrente del otro, en realidad era ya casi un ritual pues yo tenía mi silla de siempre y ella cuando estaba en casa siempre se sentaba enfrente mía.
Belén apareció con dos tazones de leche humeante, mientras yo podía ver como tenía aún sus mejillas sonrojadas, con ese rubor típico de cuando has estando haciendo un esfuerzo físico por algún motivo, ella y yo sabíamos realmente lo que había pasado. Miraba a Silvia a los ojos mientras sorbía con fuerza su tazón de leche, por dios!!… cómo puede beber la leche tan caliente sin quemarse la lengua, pensaba mientras miraba fascinado la escena, Belén me miraba con complicidad, ya sabíamos perfectamente que delante de los demás teníamos que actuar con normalidad, así que lo anoté mentalmente,
Regla número 1 de los señores de la oscuridad: para parecer un humano delante de los demás hay que portarse con normalidad.
En realidad me parecía que era algo evidente, nadie me tenía que enseñar esa regla pero…. más me valía recordarla …. decidí sin mas dilación grabarla en mi mente en el rincón de cosas importantes, Belén sabía que a pesar de mi corta edad mi comportamiento delante de los demás era de lo más normal sólo cambiaba con ella, al menos así pasó aquellos días en los que fue mi maestra de preescolar, sentía que ella tenía plena confianza en mi, lo que me hacía sentir como si yo fuese una persona más mayor, yo quería crecer muy deprisa tal vez porque veía a los otros niños con sus padres y yo no había conocido al mio ya que murió antes de que yo naciera, antes de que se pudiera casar como mi mama, pero mi madre me contaba muchas historias de mi padre, me contaba que el era Italiano, y a veces intentaba imitar su acento mientras una mezcla de alegría y tristeza asomaban en sus ojos, al final siempre me hacía reír y terminábamos haciéndonos cosquillas y pedorretas en la tripa, hacía memoria mientras sorbía mi leche distraídamente, que otra regla sé pensaba intentado estrujarme la mente….
Reglá número 2 el juramento: antes de convertirte en un señor de la oscuridad tienes que decir el juramento: Prometo no contárselo a nadie sino que le pase algo a la personas que más quiero
Esta regla tal vez era la que más miedo me daba, pero no pensaba incumplirla nunca, sino no me perdonaría que algo le pasase a mi madre, o a mi tia o a mi prima, no yo no me lo perdonaría. Por ahora no sé que más reglas ahí, pensaba profundamente mientras oía el cotorreo de Silvia y Belén, siempre me fascino la capacidad de hablar tan rápido sin llegar a juntar las palabras que tenía mi prima cuando estaba nerviosa o conocía a alguien por primera vez, así que sin saber como ni en que momento me encontré viendo la tele y cambiado de ropa, miré a mi lado, Silvia tan bien se había cambiado de ropa por una pantalonetas corta y una camiseta fina de flores por la que se marcaban ligeramente sus pequeños pezones, comimos viendo una película y Belén nos increpó y nos hizo ayudar a limpiar la mesa y lavar los platos, yo me hice el remolón pero me dijo con voz autoritaria
– Daniel, las cosas de casas son tan bien cosas de hombres, a los verdaderos hombres no hace falta increparles para que ayuden.. así que levanta tu culo del sofá y ven ayudarnos
Silvia la miraba con los ojos bien abiertos como si en ese momento Belén su hubiese convertido en una gran mujer de tres metros, como a una gran heroína y me lanzó una mirada centelleante, así que de un salto me puse ayudar con las tareas, cuando terminó la película nos volvimos a sentar en la mesa y Belén nos puso hacer la tarea a pesar de nuestras propuestas y un conato de huelga que se disolvió antes ni si quiera de comenzar.
Yo tenía que pintar a animales, mi prima Silvia tenía una hoja con un niño y una niña en bañador, con cuadraditos a diferentes alturas de sus cuerpos tenía que poner las partes del cuerpo en Inglés, Belén dejó caer su cuerpo como si le pesase mil kilos en la silla que estaba junto a mi, mientras miraba atentamente como Silvia mordía su lapicero como si este tuviese las respuestas que buscaba.
Mientras buscaba un color azul para un elefante que estaba dibujando, Belén bajó disimuladamente su mano por debajo de la mesa hasta apoyarla delicadamente en mi entrepierna,un escalofrío recorrió mi cuerpo el cual me paralizó, miré a mi prima, continuaba concretada en su tarea, Belén dejó que sus dedos fueran acariciando muy poco a poco mi entrepierna, su otra mano describía pequeños círculos enredando su dedos en su pelo rizado, mi pene creía de nuevo ahí estaba esos dedos largos y finos que tanto placer le daban, notaba como sus yemas recorría todo mi pene, prestando especial atención cuando se encontraba con el escalón que marcaba el comiendo de la cabecita del mismo, recorrían esa linea rodeándola y haciendo que la cabeza de mi pene se asomara de su funda de piel, comenzó a palpar con mas intensidad haciendo pinza con dos dedos mientras movía a la vez el trozo del pantalón que quedaba encima de la piel de mi pene comenzando hacerme una paja lentamente, el roce suave la tela y la sensación de la presión de sus dedos, hicieron que tuviese que agarrarme firmemente a la patas de la silla para no gemir, las mejillas de Belén volvía a estar enrojecidas de deseo y se mordía los labios mientras miraba a Silvia deseando que no estuviese allí, en se precioso instante en la habitación, si pudiese la hubiese disuelto con la mirada para poder dar rienda suelta a sus profundos deseos de nuevo, en ese instante Silvia alzó la mirada y exclamó
– Terminé!!!
Belén paró su masaje subiendo de nuevo la mano encima de la mesa y yo metí instintivamente la silla mas profundamente contra la mesa para que no se viese nada, mientras carraspeaba simulando algo de tos con el fin de alivar ese instinto que estaba reprimiendo, ese gemido que quería salir, lo cual parece que funcionó de alguna manera, sentí una gota de sudor frio deslizarse por mi espalda mientra alzaba la vista y miraba a mi prima, en cierta manera casi me había olvidado que ella estaba allí y ella no sólo era una cabeza carente de cuerpo concentrada en su tarea. Belén se levantó y miró la tarea de Silvia mientra una de sus cejas se elevaba como si tuviese vida propia, volvio a mirar a Silvia, y como si una parte de su mente hubiese encontrado una idea repentina, exclamó
– Daniel ven aquí vas hacer de sujeto de muestras…
Yo no sabía que era eso pero me levanté, me acerqué al otro lado de la mesa donde se encontraban ellas, Belén me agarró firmemente de los hombros, colocándose detrás de mi, mientras alzaba mis brazo poniéndolos en cruz, mi prima también se levantó y se quedó enfrente mía con el lápiz en la boca como si estuviese fumando, yo notaba como a pesar de la falda que llevaba Belén, su sexo húmedo atravesaba la tela, traspasando su humedad y calor a la altura de mi nuca, la cual notaba como se iba erizando y como si estuviesen conectados al mismo sensor reaccionaba los pelos brazos, cerré lo ojos para no pensar más en ello ya que me imaginaba su preciosa vagina goteando ese néctar que me había convertido en un ser de la noche, quería darme la vuelta si pudiese y directamente comenzar a succionar su jugo a través de la falda, dejando que mi aliento y la presión de mis labios hiciesen su trabajo estremeciendo ese cuerpo endiabladamente perfecto y lujurioso gobernado por una mente retorcida y manipuladora que ahora me sujetaba firmemente, Belén como si tuviese en sus manos un títere y yo no tuviese voluntad alguna, cerró mi mano dejando mi dedo índice al aire,
– ¿cómo se dicen en inglés?, le preguntó a Silvia
– “Finger”, respondío con un brillo en los ojos y con ilusión,
– ¿y la mano? Replicó belén
– “Hand”, contestó mientras posaba el lápiz suavemente acariciando mi mano con el,
-¿labios?, dijo Belén,
– Lips, dijo poniendo el lápiz en mis labios, como si les ordenasen silencio
En ese momento noté como el fluido caliente que nacía de la entrepierna de Belén mojaban mi nuca, como si esa escena hubiese incrementado el deseo de la directora de esta obra de teatro en la que estábamos inmersos, Silvia comenzó a decir con nerviosismo varias palabras en inglés veloz, mientras movía su lápiz delicadamente como si estuviese dibujando sobre dicha parte de mi cuerpo la cual se afana en pronunciar correctamente inglés, pasaba el lápiz por mis brazos mientras decía
“arms”, el cual yo comencé a bajar ya que me dolían de tenerlos en cruz, como su lápiz y mi movimiento estuviesen unidos por un hilo mágico, su lápiz descendió con este y fue a parar a mis rodillas, “knees” gritó con júbilo, yo notaba como la vagina de Belén palpitaba de placer detrás mía, como si fuese un corazón que se acelera, podía sentir como su respiración se correspondía con cada oleada de su sexo, el lapicero continuó su camino ascendente, mientras podía oir que pronunciaba “leg”, y entonces como si mi prima blandiese un florete de esgrima en vez de un simple lapicero y fuese a dar una estocada mortal con el, lo posó con un golpe seco pero con cuidado de no lastimarme encima del bulto que tenía entre mis piernas que hacía entender que estaba su dueño excitado, y gritó: “penis, dick, prick, cock…and…. “ comenzó a simular un redoble de tambor mientras giraba la muñeca para dar el golpe final.. “The Balls” colocando el lapicero en el punto exacto en el que estaba mi pequeños testículos.
Alzó la mirada buscando la aprobación de Belén, una risa descontrolada salió de los labios de Belén, Silvia se agarró el estómago y cayó al suelo retorciéndose tan bien de risa, en ese momento la puerta de casa se abrió apareciendo tras ella mi madre y mi tia, Belén se arregló el pelo coquetamente, mi tia intentaba entender que pasaba en aquella habitación que era aquello tan divertido, Silvia se apresuró a decirle que Belén nos estaba enseñado palabras en inglés y que al final nos había hecho mucha gracia la lección, mi tia Elena movía la cabeza en señal de sorpresa y aprobación con orgullo mientras Silvia decía palabras en inglés, mi madre había puesto una cafetera al fuego y sirvió tres tazas de café para que se lo tomase Belén antes de marcharse, elena se sentó también a la mesa y comenzaron las tres a charlar distraídamente del día, cuando estaba terminado el café mi madre llamó con asombro a su hermana
– Elena, Ele… mira en en fondo de la taza del café.. ¿lo ves?
– Sí lo veo Marijose, contesto
– ¿qué dirá mama al verlo? Replico mi madre
– Sin duda vienen tiempos paz y alegría, vienen buenos tiempos pequeñajas, dijo mi tia poniendo voz seria y mucho mas grave
– Serás petarda, mama no hablaba así, ja,ja,jaaaa…es una señal, estoy segura, le dijo mi madre
– ¿Podéis leer los posos de café? Replico Belén estupefacta
Las dos se echaron a reír y mi madre balbuceó
– noooo, son tonterías nada más, mi madre decía que ciertos símbolos traían mensajes de los antepasados, ¿ves este?, Significa prosperidad
Belén puso cara de interesarse por el tema y comenzaron hablar más ello, tras una larga charla nos pusieron la cena, Belén se despidió de nosotros diciéndonos que mañana nos volveríamos a ver, y nos fuimos para la cama.
Cuando entré en mi cuarto Silvia ya estaba metida en su cama como si fuese una momia hecha un ovillo con sabanas blancas, parecía no tener sueño y comenzó a parlotear rápidamente pasando de un tema a otro, hablando que un chico de su clase le gustaba, que si yo tenía novia que se lo podía contar, yo sólo la miraba mientras me acostaba en mi cama dejando que sus palabras rebotasen en mis oídos como si fuesen un idioma extranjero que no entendiese y de vez en cuando asentía con la cabeza y decía, ¡a já!, apagué la luz pensando que frenaría el parloteo de Silvia, y le dije irónicamente
– continua por favor
ella continuó hablando, yo caí en un sueño profundo mientras ella habla, volvía a ser ese sujeto de muestra, volvía a notar como ese lápiz recorría mi cuerpo acariciándome lentamente la mano, la humedad del sexo de belén volvía a empapar mi nuca, pero esta vez Belén estaba desnuda detrás mía por lo que podía sentir su vagina directamente en mi cuello, mientras los pelos en forma de “V” tan bien dibujado que tenía encima de su pubis se enredaba con el pelo de mi cabeza, el lápiz desapareció convirtiéndose en el dedo indice de mi prima Silvia, yo bajaba la mirada y estaba tan bien desnudo, Silvia continua aleatoriamente con su dedo recorriendo mi cuerpo, mientras con la otra mano se frotaba en su entrepierna, ella estaba tan bien desnuda, pues podía observar sus pequeños pezones marrones intentando sobresalir de su cuerpo, Silvia con sus dedos húmedos comenzó a frotar mis pezones haciendo que estos se endurecieran, Belén apretaba su vagina contra mi cuello, mientras flexionaba y estiraba sus piernas, haciendo que su clítoris rozase rítmicamente contra mi nuca, sus fluidos resbalan por mi espalda haciendo que se erizase mi piel, yo intentaba moverme pero no podía estaba atrapado en aquel cuerpo inmóvil mientras ellas daban rienda suelta a su lujuria, Silvia comenzó primero torpemente pero después como si fuese mi propia maestra a acariciarme el pene el cual palpitaba, podía sentirlo más duro que nunca, se agachó un poco y comenzó a pasar su pequeña lengua por el lateral del mismo, rodeándolo de un lado a otro, yo observaba como mi sexo a pesar de seguir pareciendo algo pequeño para los labios de mi prima, en comparación no lo parecía tanto como cuando estaba en los labios de mi maestra, los labios de mi prima comenzaron a soltar saliva sobre ese falo erecto en la que estaba concentrada en lamer y disfrutar como si hubiese descubierto un nuevo sabor que no conocía y le volvía loca, ponía los labios de lateral mientras movía la piel de este haciendo que se moviese de delante hacia atrás rítmicamente, cada vez baja más mi piel hasta que quedó al aire completamente la cabeza roja como si fuese un faro, Belén bajó sus manos a mis nalgas haciendo que me retorciera de placer, empujó mis glúteos hacia delante, haciendo así que mi polla entrase profundamente en la boca de Silvia, ella empezó a mover la lengua jugando con la cabeza de mi pene mientras lo chupaba profundamente, Belén había tomado posesión de mis caderas las cual obligaba a moverse hacia delante y hacia atrás, provocando que mientras mi prima me la chupaba, mi sexo saliese y entrase frenéticamente de su boca, chorros de saliva salian de sus labios salpicando mi ombligo, entonces como si algo estallase dentro de mi, mi pene explotó de placer como si intentase eyacular sin semen, simplemente palpitaba localmente haciendo que mis testículos se endureciesen y desplazasen hacia arriba ferozmente, en ese momento un ruido nos sorprendió y ellas como si fuese simplemente humo desaparecieron como la bruma de la noche, dejándome allí desnudo e inmovil.
Un rayo de luz me despertó, abrí los ojos y vi que el sol prendía furioso y entraba por la ventana, Silvia no estaba en su cama, así que me levanté, mi pene aún estaba algo erecto por el sueño que había tenido, toqué la cama supletoria donde había dormido mi prima, podía sentir que aún conservaba su olor, la cama aún estaba caliente así que hacía poco que se había levantado, oí la voz de Belén y Silvia resonar dando vida aquel día naciente, así que me cambié de ropa para intentar disimular aquella erección que no quería terminar de bajarse y decidí salir al encuentro de ellas…
Continuará…….
Nota:
He decidido poner nombres a cada parte de “Las lecciones de Belén” para que les sea más fácil seguir la cronológica, a modo de información,
la primera parte la he llamado “Lecciones de Belén Capítulo 1: La nueva Maestra”
la segunda parte es “Lecciones de Belén Capítulo 2: la Familia”
me comentan por favor que les parece la idea
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