Lecciones de Belén Capítulo 6: El planetario
“amor es entregarse sin esperar nada a cambio”.
Belén se agachó hasta quedar su cara a la altura de la mía mientras se vestía, podía oír como mi prima estaba orinando en el baño de fondo cuando se acercó hasta mi oído para susurrarme con un tomo como cuando una madre te va a dar un consejo cariñoso
-Daniel, esto…si hay algo que no quieres hacer debes decírmelo, quiero que te sientas siempre libre, ¿me entiendes?, lo mismo te digo que hagas lo que hagas con otras personas siempre estés seguro de que ambos queréis eso…..
– ¿y cómo lo sabré? Pregunté con mis ojos bien abiertos
– No siempre hace falta hablarlo, de hecho si tienes que preguntar es que algo no va como debería, si estas en ese límite en el que los deseos te puedan superar, siempre respira, cariño mio, cuando alguien no quiere algo respétalo, en el fondo sabes cuando algo esta mal, y lo más importante asegurate que los que estén contigo se sientan libres y todo te irá bien
Me quedé paralizado intentando comprender toda aquella información, mientras sentía como me besaba dulcemente en la mejilla, me dio una pequeña caricia en mi culo mientras se incorporaba para terminar de vestirse, sin perder mas tiempo como intentado aprender la lección comencé a repetir en mi mente la nueva regla
– Regla número 3 del señor de la noche: haz que los que estén contigo siempre se sientan libres, cuando alguien no quiere algo respétalo…
Me pareció por el tono en el que me lo dijo que tenía que ser muy importante no olvidarse de ello así que me imaginé que las grababa en mi mente con luz y letras doradas… así no me olvidaría.
Nos sentamos en el sofá, Silvia se sentó con la piernas cruzadas mientras pasaba los canales sin ver ni si quiera lo que echaban, parecía incómoda como intentado no mirarme, yo también me sentía por alguna razón extraño y triste, en ese momento oímos llegar a nuestras madres y se pusieron hablar con Belén, mi madre nos miraba de reojo como si notase que algo fuese mal, sospechaba que algo nos pasaba, empecé a pensar que me estaba leyendo la mente, así que salté corriendo a su cuello, ella me agarró en el aire
– Te quiero mucho mami… le dije mientras le daba un beso en la mejilla
– ¿y eso? Me dijo sonriendo, mientras me ponía bien la camiseta
Yo me encogí de hombros y le sonreí
– Anda canalla, que no sabes nada gorrión, sigue viendo la tele con tu prima que tenemos cosas que hablar con Belén, ¿vale?, me dijo mientras me bajaba de nuevo al suelo
Yo asentí mientras anotaba en mi mente
Regla número 4 del señor de la noche: no dejes que te lean la mente o lo descubrirán todo…
Yo sabía en el fondo que tal vez dichas reglas no existiesen, que eran producto de mi propia mente pero las necesitaba para estar más tranquilo, tenía que saber como comportarme de alguna forma para retener aquella sombra que crecía junto a mi alma, lo que me llevó a darme cuenta de que mi prima no había hecho aún el juramento, así que me propuse que esa misma noche cuando estuviéramos solos se lo haría jurar….
Llegó el momento de meternos en la cama, mi tía Elena había traído mas ropa para mi prima y ahora llevaba un pijama rosa de princesas, yo no sabía como comenzar la conversación pues la notaba cabizbaja, así que me senté a su lado y le puse mi mano en su hombro, levantó la cabeza y me miró a los ojos
-¿estas bien prima? Le dije
– Si tontorrón, no me pasa nada, no te preocupes… me dijo fingiendo una sonrisa
-Oye..hay una cosas que te quiero decir… continué tartamudeando
y le conté lo del juramento, mientras ellas negaba con la cabeza
– No quiero que les pase nada a nadie por mi culpa, me contestó
yo le intentaba convencer con todo tipo de argumentos pero ella se negaba cada vez con más fuerza, entonces recordé la regla número 3 haz que los que estén contigo se sientan libres, cuando alguien no quiere algo respétalo
-Oye prima, no pasa nada, quiero que te sientas libre cuando estas conmigo eso es todo, sino quieres algo lo respetaré, le dije en el mismo tono que había usado Belén conmigo
Me miró como si unas lagrimas fuesen brotar de sus ojos, como si aquellas palabras hubiesen derribado todas sus defensas, mientras yo me metía en mi cama, ella dio un brinco en su cama y se puso la mano sobre su corazón mientras levantaba la otra
– Yo Silvia Sainz Aguado Sánchez Farrell, prometo guardar el secreto y no decir nada a nadie, sino que le pasé algo a las personas que más quiero
Sin saber muy bien de donde procedía una tristeza invadió mi cuerpo, apagué la luz y dejé que Morfeo me fuera hundiendo en sus largos brazos. Pasamos el fin de semana con nuestras madres sin saber de Belén, nos dijeron que mi tía Elena tenía días libres para arreglar todo antes de trasladarse definitivamente a la nueva casa,mi madre tan bien había pedido días para ayudar a su hermana, Durante esos días poco a poco nuestro sentido del humor fue mejorando conforme la rutina de ir a la escuela, tiranos pedos en el sofá mientras veíamos los dibujos se abría paso entre nosotros con el disimulo que el tiempo todo lo cura,tal vez sólo era eso, el descubrir que en el fondo podíamos volver a comportarnos como antes. Pasaron varios días Belén había vuelto a nuestras vidas, estaba en las tardes con nosotros mientras mi madre trabajaba, mi tía ya se había mudado a su nueva casa, mi prima y yo jugábamos, estudiamos y veíamos la tele como si nunca hubiese sucedido nada, y Belén simplemente lo respetaba e interpretaba su papel de cuidadora, de madre, de amiga.
Esa tarde cuando vino a la escuela por sorpresa apareció con tres entradas, Mi tía Elena le había comentado que a Silvia le encantaba el planetario, Silvia cuando vio las entradas se puso a saltar y la volvía a ver sonreir emocionada, ya que había estado algo triste desde que su madre tuvo que irse, cuando llegamos el edificio parecía como una gran cúpula blanca como una gran bola de helado de nata derritiéndose, entramos, una gran sala de cine redonda nos recibió majestuosa, no había casi nadie, así que nos acomodamos en las últimas filas tras la insistencia de Silvia, desde allí se veía todo mejor decía insistentemente, apagaron las luces dejando la sala completamente a oscuras, miles de puntos de luz aparecieron como luciérnagas revoloteando entre nosotros, las cuales se alzaron al techo hasta hacernos retorcer nuestros cuellos arrancando una gran ovación, miré a mi izquierda y vi como en los ojos de Belén se reflejaban aquellos puntitos, mientras a mi derecha Silvia se agarraba a la fila de adelante intentando ver toda la escena del techo sin perderse nada, entonces una voz de mujer salió de todas las partes
– Aquel puntito parpadeante es nuestro Sol, dijo la voz mientras un pequeño punto de luz vibraba entre miles de puntos
un gran zoom fue acercándose a ese punto de luz, apareció un gran sol ardiente salpicando llamaras,
– Mercurio es el primer planeta más cerca del sol, su superficie…. Continuaba diciendo la voz mientras podíamos ver como aquel pequeño planeta luchaba por no caerse dentro de esa gigante bola de fuego,
Silvia estaba emocionada con los ojos bien abiertos, y Belén parecía concentrada tan bien en lo que pasaba por aquel techo,
– Venus el gemelo de la tierra, pero algo pasa con venus sus nubes tienen ácido sulfúrico…
continuaba diciendo aquella voz
Noté como Silvia había dejado de mirar al techo y miraba hacia la filas vacías de detrás y miraba hacia los laterales, entonces se me acercó al oído y me susurró
– Sabes a que le llaman tan bien Venus, dijo Silvia despacio como si quisiera grabar aquellas palabras en mi mente
yo me encogí de hombros
– a la vagina de las mujeres se les llama tan bien el monte de Venus, continuó susurrándome mientras cogía mi mano y la llevaba debajo de su falda
Mientras en la pantalla aparecía aquella desolación de Venus, mis dedos palpaba una braga mojada, Silvia comenzó acariciar mi sexo, mientras yo deslizaba mis dedos por la linea húmeda que emergía dividiendo la tela que la tapaban, se dejó caer deslizándose hacia abajo, comenzó a hurgar en la cremallera de mi pantalón hasta sacármela, la comenzó a chupar al mismo tiempo que la tierra con sus océanos aparecía en pantalla, el brillo de aquella luz azulada llegó a los ojos de Belén por un instante, el suficiente para ver como Silvia estaba entretenida lamiendo mi sexo como si estuviese lavando con su boca un cohete listo para despegar,…… Marte decía la voz …., Belén comenzó acariciar el pelo de mi prima mientras su cabeza se movía de arriba a bajo rítmicamente, Silvia se reincorporó dejándole el turno a Belén mientras la cámara pasaba a Saturno, Belén se introdujo todo mi sexo en su boca incluido los testículos con los cuales jugó con su lengua, Silvia agarraba mi mano y restregaba su vagina con ella, yo intentaba no gemir y sentía como mi prima reprimía su placer, Belén seguía succionando con ansias me hacía recordar la primera vez que se la introdujo en su boca en aquella enfermería, notaba como la vagina de mi prima se abría, yo le metí los dedos en los cuales entraron sin resistencia, Silvia comenzó a tocarse el clítoris mientras yo seguía metiéndoselos frenéticamente, notaba como la saliva de Belén se introducía por mi pantalón mojando mi ropa interior, mi polla comenzó a palpitar en aquella boca mientras un orgasmo recorría mi cuerpo, … la vía láctea dijo la voz….. aparecieron millones de estrellas, mientras Silvia se agachaba para susurrarle a Belén que estaba apunto de encender las luces ya que ella ya había estado antes en el planetario, Belén se incorporó, re-introduciéndome el pene dentro de mis pantalones con la habilidad de un mago que oculta su turco ante tus ojos, Silvia se sentó como si nada hubiese pasado alisando su falda.
Llegamos a casa, por el camino no habíamos hablado parecía que cada uno estaba en su mundo con sus propios pensamientos, y tal como cerramos la puerta sin tener que decirnos nada nos dirigimos los tres a la habitación de mi madre, dejando caer nuestras ropas por el camino, Belén y Silvia se estaban besando mientras se acariciaban sus culos, yo me subí a la cama, poniéndome detrás de Silvia, comencé acariciarle la espalda mientras continuaba besándose, Belén se tumbó abriendo sus piernas mientras los labios de Silvia bajan por aquella piel blanquecina recorriendo con su lengua cada rincón hasta llegar al monte de Venus, Silvia separó sus piernas colocando su culo en pompa a la altura de mi sexo mientras mis manos recorrían aquel cuerpo, yo comencé a deslizar mi pene por aquellos pequeños labios vaginales que parecía agarrar los laterales de mi pene como si quisieran mamarlo, introduje mi pene en su agujero mientras Silvia gemía y chupaba aquella gran vagina que tenía delante de sus ojos,
– Venus !!! repetía Silvia mientras acariciaba el pequeño triangulo de pelo que había en el pubis de Belén
Belén acariciaba sus pecho y miraba con orgullo como yo empujaba detrás de aquel pequeño culo, Silvia chupaba, lamia y metía sus dedos de forma aleatoria en el sexo de Belén mientras se retorcía de placer, unos oleas de placer comenzaron a emerger, mientras veía como los labios temblorosos de mi prima se negaban a abandonar aquella tarea que se habían autoimpuesto, el cuerpo de Belén comenzó a temblar al mismo ritmo que Silvia, decidí que debía terminar a mi prima de la misma forma que ella estaba haciendo con Belén, así que me deslicé entre sus piernas y levanté mi cabeza para llegar aquellos labios palpitantes, aquella jugosa papaya que tenía mi prima entre sus piernas, veía como su agujero aún estaba abierto como esperando a que mi pene volviese a entrar, así que introduje mi lengua en el mientras mi nariz golpeaba en su clítoris, noté como temblaba con mayor fuerza succionado a la vez como si fuera hacer ventosa en la vagina de Belén, Belén gemía desesperadamente intentado coger aire mientras exclamaba
– Me vais a reventar, no ahora no pares…. Ahora noooo…
y las dos gimieron con un gran grito a la vez, mientras notaba como Silvia se incorporaba, cabalgando mi boca como si buscase los últimos rincones de placer de aquel orgasmo que empezaba a desaparecer, cerro sus piernas sujetando con ellas mi cabeza, para acto seguido volverlas a abrir y separarme de ella, se dejó caer tumbanbase jadeante al lado de Belén con la mano en la frente.
Yo me quedé mirando aquellas dos mujeres temblorosas con sus piernas abiertas, mostrando cada una sus sexos como si esperasen a que decidiese donde iba a terminar, aquel momento se graba en mi mente como si quisiese no olvidarse nunca, de la mezcla del olor de los fluidos de sus sexos, de sus sudores, de sus pieles, de la belleza de sus desnudos, quise grabar sus gemidos en mis recuerdos para no olvidarlos
– Pequeñajo, tu no has llegado, entra en mi si quieres … Me dijo Belén,
-Ya he tenido suficiente en el planetario, le dije mientras me acercaba para besarla
– ¿Pero te vas a quedar así? Me replicó insistiendo Belén
– hoy me he entregado a vosotras como vosotras a mi, para mi es suficiente el haberos visto disfrutar y llegar, le dije mientras me tumbaba entre ellas,
Ambas comenzaron ha acariciar mi cuerpo al unísono, muy despacito como si quisiesen doblegar mi voluntad, mi pene palpitaba pidiendo algo más, Belén se incorporó y dijo
– Mierda …es casi la hora en que tu madre vuelve a casa, hoy ganas tu, pero…
– te debemos una, esto no se queda así dijo Silvia completando la frase de Belén
Continuará ……..
Nota: Gracias a todos por vuestras palabras, he leido vuestros comentarios y ánimos, pensaba cerrar esta historia … pero me habeís dado el empujón para seguir compartiendo con ustedes al menos un par de capítulos más…
Terminar la historia? Pero si recien estamos empezando a disfrutar de tus buenos relatos y como belen conduce por este hermoso camino a estos dos primos llenos de deceos de aprender muy bien de esa bella maestra.
Bro tu relato esta exelen me éxito mucho leerlo de verds te felicito te ánimo a que sigas escribiendo más y Continúes la historia hasta el final xf no te desanimes espero las continuación .
Muy buenos relatos, de lo mejor que hay en este sitio. Bien redactado. Algunos errores de dedo, pero eso es lo normal. Esperaré el siguiente.
Aunque nunca he comentado, quiero decirte que está zaga es única, la forma dé narrar me hace sentir que soy el protagonista, sigue narrando