Lecciones de Belén, Parte 1
Yo apenas tenía 4 años cuando ella apareció en preescolar, todo cambió con Belén.
Todo cambió cuando yo tendría 4 años, entones yo iba a preescolar, recuerdo que en aula teníamos a dos maestras Susana y María, pues éramos muchos niños y niñas que cuidar y pocas aulas, para ir al servicio había una rutina, tenías que levantar la mano y entonces una de las maestra se te acercaba y te acompañaba hasta el baño.Te ayudaba con la ropa como cualquier madre hubiera hecho, incluso te ayudaba apuntar al urinario pues eran algo altos para nuestra edad, era todo muy inocente sin ningún tipo de connotación. Recuerdo la preocupación y tristeza que sentí cuando nos dijeron Susana la maestra más joven había tenido un accidente con su moto yendo a la escuela, la tuvieron que hospitalizar así que llegó una nueva profesora, Belén.
Recuerdo bien ese día en la que ella llegó, entonces Belén tendría unos 25 años, acaba de empezar hacer sustituciones en diversas escuelas pues aún no tenía plaza fija en ninguna, era delgada y esbelta, con una piel tan clara que se le marcaban las venas como si fuesen mapas de carreteras, su pelo era castaño rizado que siempre solía llevarlo con diversos tipos de recogidos, casi siempre usaba vestidos o faldas largas, y solía reírse siempre con un sonido muy extraño pero que era gracioso y pegadizo
Los días pasaron sin mayores novedades salvo aquella nueva maestra que rondaba en nuestra clase, incluso de preescolar, las rutinas de ir baño eran como siempre nada había cambio tanto María como con Belén nos ayudaban desinteresadamente al final era parte de su trabajo cuidar de nosotros, ese día hacía mucho calor y yo había estado jugando en el patio durante el recreo y había estado bebiendo mucha agua de una fuente de color verde que tenía una cabeza de león que había en una esquina del patio, de la boca del león surgía un caño de acero por la que se vertía un agua transparente y fría, aquel rincón era mi preferido para jugar a las chapas o las canicas con mis amigos.
Cuándo volvimos a clase levanté la mano como siempre pues me urgía la necesidad, Belén se me acercó me dijo:
-vamos te acompaño,
Así que nos dirigimos por ese estrecho pasillo que se me hizo mas largo de lo normal, comencé a dar saltos y apretar los dientes pues necesitaba liberarlo, creía que no iba a poder aguantar , ella me miró y susurró dulcemente
…. tranquilo, tranquilo….
me bajo un poco mis pantaloncitos cortos y mi ropa interior y con dos dedos agarró con mucha delicadeza mi pequeño pene apuntando bien hacia el urinario mientras yo orinaba, en ese momento entró una profesora con otro niño y saludó a Belén mientras ayudaba al otro niño en el urinario del fondo, se pusieron hablar pasando de un tema a otro velozmente, yo ya había terminado de orinar pero Belén aún tenía mi pene agarrado con sus dos dedos; entonces creo que de manera inconsciente como si sus dedos en un acto reflejo hubiesen cobrado vida propia sin que su mente diese ninguna orden, comenzaron a moverse lentamente de adelante hacia atrás, mi pene comenzó a endurecerse y a crecer, una nueva sensación recorría mi cuerpo, yo me agarré a la falda de mi maestra pues creía que mis piernecitas iban a fallarme, ella seguía hablando distraída con la otra maestra mientras se despedían cordialmente pues el otro niño ya había terminado así que se fueron. Los dedos de Belén continuaba con sus quehaceres sobre mi pene, ella parecía estar pensando profundamente en todo lo que habían hablado, mientras sus dedos continuaban meticulosamente su movimiento lento y delicado de hacia delante hacia atrás rítmicamente , mientras yo me agarraba más fuerte a su falda, entonces me miró y me dijo
-¿ ya has terminado?,
fue en eso momento cuando ella se dio cuenta de lo estaba ocurriendo, como si hubiese despertado de un sueño y el tacto de sus dedos le estuvieran enviado la alarma de que aquello que estaban agarrando había cambiado, bajo la mirada y observo como sus dedos aún estaban moviéndose sobre mi pequeño pene erecto, como asustada paró y me miró profundamente a los ojos, y entonces como intentado quitarle importancia me dijo: bueno
-ya has terminado de orinar y la tienes limpia sin ninguna gota pis, te ayudo y volvemos que tienes que terminar la tarea
Volvimos a clase yo aún notaba que una parte de mi cuerpo estaba aprisionada con la ropa interior, aquello aún estaba duro y excitado, Belén me miraba de vez en cuando de reojo creo que para cerciorarse si se me notaba algo o por si iba a decir algo a alguien, sentía que me vigilaba pero creo que algo estaba cambiado en su interior, como si estuviese librando una lucha interna, en un momento dado cuando creía que nadie la miraba, se acercó los dos dedos con los que había sujetado mi pene a su nariz para olerlos, y volvió a mirarme.
Pasaron varios días, hasta que cierto día volví a levantar la mano, necesitaba ir al baño, María la otra profesora estaba muy ocupada con otros niños, así que esta vez pidió a Belén que me llevase al baño, vi como dudó por un momento pero al final se me acercó
-me dijo sonriendo: vamos jovencito que te acompaño.
Ahí estábamos de nuevo ella ayudándome a bajarme la ropa y yo en ese mismo baño donde todo había pasado, de nuevo agarró con delicadeza mi pene con dos dedos y al sentir sus dedos mi pene comenzó a crecer y ponerse duro, esa parte de mi cuerpo recordaba ese tacto, esa sensación, el placer y respondió espontáneamente al recuerdo, al contacto intimo, como si hubiese perdido la inocencia, ella sonrojada me miró a los ojos como intentado descifrar que pasaba por la mente de aquel niño, agarró mi pene con otro dedo más, esta vez estaba seguro que ella lo estaba haciendo voluntariamente y comenzó a moverlos delicadamente de adelante hacia atrás moviendo mi piel y descubriendo la cabecita de mi pene. Me estudiaba con curiosidad, como intentando grabar lo que veía en su mente, observaba con dulzura como mis labios se apretaban y mi mano se agarraba su falda, como apretaba la nalgas de mi culo por el placer, y mis fosas nasales se contraían y se estiraban rítmicamente, mis tímidos jadeos, ella bajo la otra mano delicadamente recorriéndome la espalda como si de una pluma se tratase y comenzó acariciarme el culo mientas se mordía el labio intentando decidir si continuar con aquello, o si eso estaba bien, ¿era realidad lo que estaba pasando? de repente se detuvo, me miró y me balbuceó….
-Daniel esto…. Esto… bueno ¿esto te gusta? …
yo asentí con la cabeza, entonces. …. Tartamudeando me dijo …
-pues ….. no se lo puedes contar a nadie, tiene que ser nuestro secreto, si eso nuestro, … esto es nuestro secreto,
-yo le contesté: vale,
– ella me replicó: prometelo por las personas que más quieras, si incumples la promesa, se morirán
Por un instante un sentimiento de culpa recorrió mi cuerpo, pero yo iba a guardar el secreto así que le dije:
-lo prometo por las personas que más quiero,
Sonrió y continuo acariciando mi pene con sus tres dedos, comenzó con la otra mano a tocarse por encima de la falda entre sus piernas y comenzó a respirar mas fuerte y gemía junto a mis gemidos, me volvía a tocar el culo y se volvía a tocar, no recuerdo cuanto tiempo pasamos así hasta que de puro placer apreté mis dientes para no gritar mientras me agarraba firmemente a su falda, había llegado a mi primer orgasmo, unos temblores recorriendo mi cuerpo y tuve la sensación de eyacular pero nada salió de mi cuerpo, solo mi pene palpitaba intentado hacer el ritual natural para el que aún no estaba preparado , Belén me sonrío y me beso dulcemente en las mejillas, me arregló y regresamos a clase.
Nuestras nueva rutina en el baño se repitió un par de veces más en los días siguientes exactamente de la misma manera, ella me acariciaba con una mano y alternaba la otra para tocarse por encima de su falda y acariciarme la espalda y mi culo, el cual lo apretaba tiernamente, acariciaba lo cachetes, a la vez se acercaba hasta mi ano en el cual dibujaba circulitos lentos, luego regresábamos a clase como si nada.
Al comenzar la semana siguiente de repente se me acercó mientras estaba afanado en colorear un dibujo y me susurró, si te preguntan algo vas a decir que no te encuentras bien, así que me cogió de la mano y me llevó junto a mi otra maestra María, Belén le dijo:
-Daniel me ha dicho que no se encuentra bien, lo voy a llevar a la enfermería,
María me miró alarmada y asintió con la cabeza, así que nos dirigimos por los pasillos, hasta la puerta de la enfermería, pero en vez de entrar en ella, Belén introdujo unas llaves en la puerta que había justo al lado de esta.
Era otra sala de enfermería más vieja, parecía que había estado cerrada desde hacía bastante tiempo, entramos y el fluorescente parpadeó dos veces emitiendo un zumbido agudo, hasta que encendió del todo, ella cerró la puerta desde dentro con llave muy despacito, y se agachó para ponerse a mi altura,
– Bien Daniel … quieres que juguemos a nuestro juego secreto me dijo….
Yo asentí con la cabeza, así que me dio un dulce beso en mis mejillas
– ¿quieres que nos besemos como los novios de la tele?
yo ya había visto esas escenas en que el chico se acerca a la chica y la besa, pero realmente no sabía cómo funcionaba así que le dije mientras me encogía de hombros:
-si pero yo no sé nunca he tenido novia,…
pareció que mi respuesta inocente le hizo gracia así que soltó su risa característica y los dos reímos por un instante,.
– No te preocupes yo te enseño
Así que ella acercó sus labios a los míos y comenzó a besarme, movía su lengua sobre mi pequeños labios temblorosos, aquella sensación era nueva y placentera para mí, me mordisqueaba cuidadosamente los labios mientras intentaba abrirlos para introducir su lengua en mi boca, entonces mi lengua comenzó a jugar con la suya y yo repetí sus movimientos, comencé a acariciar sus labios con mi lengua y la introduje en su boca, sus manos comenzaron a cariar mi cuerpo, me bajó lentamente los pantalones y la ropa interior sin pararme de besar, comenzó a acariciarme el pene como lo había hecho en los baños con sus dedos moviéndose de delante hacia atrás mientras yo me excitaba cada vez más pues esta vez está sintiendo sus besos, en un momento dado me quitó también la camiseta y ella se quitó la blusa y el sujetador, sus pechos eran redondos, con las aureolas no muy grandes y claras con los pezones sobresaliendo como dos gotas rosadas, los pechos caía ligeramente hacia abajo pero luego volvían a erguirse firmes y orgullosos hacia arriba, ella me sonrió y comenzó a besarme por todo el cuerpo, mientras seguía acariciándome el pene y el culo, de repente se detuvo me miró y me alzó sobre la camilla de la enfermería, poniéndome de pie sobre ella, su rostro quedaba ahora enfrente al mío, y continuó con sus besos, recorría con sus labios todo mi cuerpo, hasta que me dijo,
-no puedo más Daniel tengo que probar tu pene, quiero saborearlo, huele tan dulce, le voy a dar besitos a él también, ya verás cómo te gusta
yo estaba ya entregado, ciertamente estaba desde hacía tiempo en sus manos así que no era más que un pasajero de aquella mente, de aquella meretriz, podía hacer lo que quisiera conmigo, era como esas sirenitas que embelesan y embrujan a los marineros con belleza y sus cantos para arrastrarlos a las profundidades de la mar, deslizó sus labios sobre mi pene lentamente, lo chupaba y decía increíble, es tan pequeño y dulce, y lo volvía a relamer, sus manos acariciaba mi cuerpo mientras seguía chupando, cada vez podía sentir como se introducía mi pene en su boca más profundamente, ella se quitó por fin la falda, llevaba una braga blanca con puntillas, la cual la dejó caer y esta se deslizó hacia abajo delicadamente por sus piernas y la apartó con un movimiento rápido, continuó donde lo había dejado mientras yo emitía tímidos gemidos, podía ver como ella con su mano derecha había comenzado acariciarse entre sus piernas, no tenía mucho pelo sobre su pubis, más bien estaba medio afeitado como recortado formado un minúsculo triangulito, así que me pareció que era bonito, en un momento dado ella introdujo todo mi pene y mis testículos en su boca y comenzó a jugar dentro de ella con su lengua, le cabía todo mi sexo en su boca y eso parecía que aún le excitaba amás.
Se incorporó y se sentó en la camilla junto a mí, con el sabor de mi sexo aún en su boca me besó y volvimos a jugar con nuestras lenguas, yo quería recorrer también su cuerpo, tenía que tocar y besar esos pechos, así que comencé a besarla y acariciar esa piel transparente, fui descubriendo pequeñas pecas sobre su cuerpo, como con mis besos sus pezones respondían y se ponían duros, bajé hasta su ombligo no era como el mío, más bien parecía un botón que sobresalía hacia afuera me pareció supergracioso y bonito a la vez, el cual comencé a besar mientras mi lengua describía círculos alrededor de él, entonces como si ella fuese una directora de orquesta y yo necesitase que me indicasen el camino de esa piel excitada, dejó caer su cuerpo sobre la camilla, así que continué explorando todos los rincones de aquella diosa de marmol que yacía boca arriba junto a mí, tenía curiosidad así que acerqué mis manos hacia el triangulito de pelo que había un poco más abajo y lo comencé a acariciar suavemente, ella arqueó momentáneamente la espalda y separó ligeramente sus piernas dejando al descubierto todo su sexo, yo continué con mis caricias; agarró mi mano y la condujo hasta su clítoris, puso mis deditos en posición y me indicó como lo tenía que hacer así que comencé a hacer aquellos movimientos repetitivos hacia abajo delicadamente con mis dedos, sentía su humedad, pero aquella sustancia no era como un líquido, era mucho más denso, aquello me excitaba de tantas formas que no necesitaba más, esta sensación de esa densidad esa humedad esas sustancia deslizándose por mis dedos el tacto de aquella intimidad, sentir como con mis caricias excitaba aquel cuerpo magico y femenino que tenía delante, como se retorcia de placer con el roce de mis dedos, esa sensación de poder y placer
Un impulso se cruzó en mi mente.. tenía que probarlo … tenía que saber a qué sabía, así que con su flujo escurriéndose por mis dedos me los acerqué a los labios lentamente para saborearlos, sin percatarme que ella me estaba observando, me miró sonriendo y extasiada mientras yo relamía mis dedos probando por primera vez sus fluidos,
me dijo… vamos Daniel, dale besitos como yo te he dado a ti,
Acerque mi cara hasta su pubis para besarlo, ella con sus manos separó lo labios de su vagina, dejando su clítoris al aire y sus agujeritos expuestos, puse la punta de mi lengua lentamente sobre su clítoris casi sin tocarlo, mi aliento rozó aquel punto sagrado, ella respondió con un gemido, pude notar como se le erizaban los pelos casi transparentes de sus brazos, proseguí como si de un rico helado se tratase, besando cada rincón lentamente para no dejarme ninguno, dejaba que mi lengua jugase con cada pliegue que encontraba, comencé a rodear aquel agujero palpitante por el que parecía emanar ese néctar, notaba como temblaba con el roce de mi lengua, hasta en un momento dado introduje la lengua en esa cavidad, ella se agarró fuertemente a la camilla y comenzó a jadear; se incorporó como si su mitad de arriba perteneciese a un robot o fuese de otra persona y se hubiese doblado sola la mitad de su cuerpo de forma innatural, me agarró el pelo y apretó mi cabeza contra su sexo para que yo hiciera más presión sobre toda su vagina como alguien que tomase el control de tu cuerpo y a la vez te estuvieran castigando por algo que has hecho o por algo que no debías hacer, por lo mal que te has portado, por ser tan travieso, no vas a salir de aquí , no te vas a librar de hacer esto, este es tu castigo, continué lamiendo y besando mientras ella gemía y apretaba más mi cara contra su vagina, hasta que pareció darse cuenta que me estaba apretando demasiado y paró, tomó con sus dos manos mi cabecita delicadamente y me apartó de mi castigo, levanté la mirada para mirarla, acercó su cara a la mía y limpió los restos de sus fluidos que salpicaban mi cara y mis labios con la lengua, me dijo jadeante
-no aguanto más, necesito saber que se siente, métemela, mete tu polla dentro de mi,métemela…
Yo estaba desconcertado, no sabía qué hacer, y ella lo notó, así que como buena maestra que era comenzó su lección, me lo agarró, y comenzó a menear mi pequeña polla sobre su clítoris, de arriba abajo repetidamente, mientras esta resbala por toda aquel mar viscoso, húmedo y a la vez caliente
… ooh!! me encanta gritaba, ahora para dentro…
Deslizó sus dedos y lo condujo hasta la entrada, yo podía sentir aquella cavidad aquel flujo resbalando en mi piel, con su mano rodeó mis caderas y agarró los glúteos de mi culo y comenzó a empujarme hacia delante y hacia atrás, así que sin que me tuviese que decir nada más y sin necesidad de más lecciones, comencé a repetirlo, empecé a mover mis caderas hacia dentro hacia fuera, mi pene salía y entraba de su agujero palpitante, ella gemía y se mordía los labios, mientras yo se la metía, Belén comenzó a acariciarse el clítoris ferozmente con una mano, mientras con la otra me tocaba la cara, y me decía
– eres tan pequeño e inocente, hueles tan dulce, eres como un fresco caramelo que se derrite en la boca, más fuerte Daniel empuja más fuerte,
Mi caderas golpean su sexo y podía sentir todos sus fluidos deslizándose por mis piernas, ella se arqueó y gritó y mi cuerpo pareció sentir un orgasmo al unísono que el suyo, como si algo nos hubiese sincronizado y nosotros espasmos se hubieran convertido en uno solo, así que caí rendido con mi cabeza sobre sus pechos, y nos quedamos abrazados un buen rato, aún podía sentir como se escurrían sus fluidos yo al final aún no podía eyacular, pero me sentía bien como si el paraíso fuese esa sensación con mi pene erecto aún dentro de ella sintiendo como ese calor y humedad fruto de nuestros actos se deslizaban por nuestra piel.
Tras eso ella miró el reloj y alarmada nos vestimos y nos dirigimos hacia clase, justo estaban saliendo mis amigos para irse a casa y mi maestra María nos miró, sin que ella dijese nada yo dije… ya me encuentro mejor, ya se me ha pasado … Belén me miró con complicidad… y me fui corriendo escaleras abajo para dirigirme hacia el autobús …..
yo no lo sabía entonces pero aquel despertar me llevaría por caminos que nunca me hubiese imaginado
Continuará……………………
Puffff me metí en el papel de ella…Imaginando la escena y tuve que paje.arme 🔥🔥
Enhorabuena por el relato, temática no habitual. Bien desarrollado, quedamos a la espera de su continuación.
Excelente relato, me encantó. Espero con ansias que sea una larga serie. Felicitaciones!
Barbardad, de verdad excelente