• Registrate
  • Entrar
ATENCION: Contenido para adultos (+18), si eres menor de edad abandona este sitio.
Sexo Sin Tabues 3.0
  • Inicio
  • Relatos Eróticos
    • Publicar un relato erótico
    • Últimos relatos
    • Categorías de relatos eróticos
    • Buscar relatos
    • Relatos mas leidos
    • Relatos mas votados
    • Relatos favoritos
    • Mis relatos
    • Cómo escribir un relato erótico
  • Publicar Relato
  • Menú Menú
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (1 votos)
Cargando...
Incestos en Familia, Intercambios / Trios, Sexo con Madur@s

Leche y Galletas – Los pequeños Gemelos

Cuando Emma descubre que se olvidó de comprar leche para las galletas de sus pequeños gemelos, decide improvisar y usar sus pechos para alimentar a sus hijos….
El aroma dulce de vainilla y canela inundaba la cocina cuando la bandeja del horno, calientes y crujientes…

-Uff, quedaron perfectas-

Pensó Emma mientras dejaba la última tanda de galletas sobre la encimera. Pequeñas gotas de sudor perlaban su frente por el calor del horno… Se pasó la mano por su corto cabello platinado, sintiendo cómo algunos mechones se le habían pegado en su frente y nuca. La blusa negra escotada se ajustaba a su figura, y los pantalones blancos ceñidos marcaban cada curva de sus caderas y culo…

El calor del horno había hecho su trabajo y lo apagó. Se secó la frente con el dorso de la mano, sintiendo cómo la blusa negra se pegaba ligeramente a su piel por el sudor…
El agua fría corrió por sus manos mientras las lavaba, quitándose los restos de masa y chocolate. Se miró brevemente en el reflejo de la ventana sobre el fregadero

-Los niños van a enloquecer cuando vean esto-

Una sonrisa se dibujó en sus labios al pensar en sus gemelos… Llevaban toda la mañana jugando en la sala, y sus risas y gritos ocasionales llegaban hasta donde estaba ella. Se ajustó la blusa, sintiendo la familiar pesadez y humedad en sus pezones

-Otra vez no…- murmuró

Emma colocó las galletas en un plato grande de cerámica, acomodándolas para que lucieran apetitosas. «Ahora solo falta la leche» pensó mientras se dirigía al refrigerador y abrió la puerta, inclinándose para buscar la leche en el estante inferior…
Sus pechos se balancearon con el movimiento, pesados y llenos, con sus sensibles pezones rozando contra la tela de su sostén…
Frunció el ceño mientras revisaba cada rincón del refrigerador

-Mierda… olvidé comprarla-

Se enderezó y cerró la puerta con un suspiro de frustración. Miró el plato de galletas sobre la mesa y luego hacia la sala, donde escuchaba las voces de los gemelos.
No podía dejarlos sin su leche de siempre… Siempre les servía en sus vasitos favoritos, el azul para Mateo y el rojo para Lucas.
Un dolor punzante la hizo llevarse las manos a sus pechos… La presión era intensa, casi insoportable. Sentía sus tetas hinchadas, pesadas, llenas hasta reventar. La congestión mamaria había llegado en el peor momento… o quizás en el momento perfecto

Se mordió el labio mientras miraba sus propios pechos, notando cómo la blusa negra se tensaba contra ellos…

-Bueno… Tendré que improvisar, son mis hijos… no tiene nada de malo-

Se dijo así misma, sintiendo cómo sus pezones palpitaban dolorosamente contra el sostén empapado… Los gemelos necesitaban su leche con las galletas, y ella necesitaba aliviar esta presión tortuosa…

Ella aunque indecisa sabía que no debería ser algo vergonzoso, ni para ella ni para ellos, apenas tenían 8 años cada pequeño.
Era su madre, los había alimentado así durante años, recordó como les encantaba estar pegados a cada una de sus tetas…
Asintió para sí misma, tomando los dos vasitos favoritos de los gemelos del gabinete.

La mujer caminó hacia la sala con el plato de galletas en una mano y los vasitos en la otra… El sonido de las caricaturas sonaba desde la televisión, mezclándose con las risas de sus pequeños…
Mateo y Lucas estaban tirados en la alfombra, apoyados sobre sus codos mientras miraban la televisión. Ambos tenían el mismo cabello castaño ondulado que caía sobre sus frentes, sus mejillas rosadas y narices pequeñas les daban ese aire hermoso que derretía el corazón de Emma cada vez que los veía

-Niños, las galletas están listas! Tengo su leche y galletas-

Los gemelos voltearon al instante, sus ojos idénticos brillaron de emoción

-galletas! Yay!! Mami-

Gritaron al unísono, levantándose de un salto.
Emma dejó los vasos sobre la mesita de centro… Sus pechos palpitaban con más intensidad ahora, como si hubiesen reaccionado al hambre de sus pequeños.
Los niños se acercaron corriendo, pero al ver los vasos vacíos, fruncieron sus ceños con curiosidad…

-¿Mami? -preguntó Mateo, señalando los recipientes-

-¿Dónde está la leche?- Terminó Lucas

Mirando a su madre con esos ojos grandes llenos de inocencia. Emma sintió un nudo en la garganta, pero el dolor en sus pechos la empujó a actuar…

Con movimientos lentos, Emma se llevó las manos al escote bajando su blusa, sus manos también tomó su sostén para revelar por completo sus pechos

-No compré leche, pequeños… Pero mamá tiene mucha lechita calientita para ustedes-

Dijo con una voz suave… Sus pechos cayeron libres pesadamente, los rosados pezones erectos estaban brillantes por las gotas de leche que ya escapaban… Los gemelos parpadearon, sorprendidos pero sin asco, solo con esa curiosidad infantil que todo lo absorbe

-Es la leche de mami!

Exclamó Lucas con esa inocencia pura que solo un niño puede tener…
Mateo asintió, mirando los pechos de su madre con curiosidad más que otra cosa. Emma iba a alcanzar los vasitos para llenarlos, pero se detuvo a medio camino.
«¿Qué sentido tiene?.Sería más fácil y natural así… como antes» pensó ella

-¿Saben qué, mis amores? –

Los niños mordieron sus galletas, las migas cayeron sobre sus camisetas mientras masticaban felices. Emma pasó sus manos lentamente por sus pechos desnudos, sintiendo el calor y la tensión acumulada…
Eran grandes, con venas azuladas apenas visibles bajo su piel pálida. Los gruesos pezones estaban hinchados, erectos y sensibles al tacto, con pequeñas gotas de leche blanca escapando de ellos como perlas que rodaban por la curva inferior de sus tetas…
Apretó suavemente uno de sus pechos y un chorro delgado de leche tibia brotó, cayendo sobre su regazo y manchando sus pantalones, necesitaba vaciarlas…

-Vengan aquí con mami… Pueden tomar directito, como cuando eran más chiquitos-

Los gemelos se miraron entre sí, luego a su madre, procesando la invitación…

-¿En serio, mami? -preguntó uno ya acercándose

-Claro que sí, cariño. Mami tiene mucha leche y ustedes tienen hambre… No es así?-

Emma abrió los brazos, invitándolos a acercarse más. Sus pechos se balancearon ligeramente con el movimiento, y más gotas de leche escaparon de sus pezones…

-Vamos no sean tímidos. Es lo mismo que cuando eran bebés-

Era raro, sí… pero algo en ellos sentía curiosidad, hambre incluso… El aroma dulce de las galletas mezclado con el olor maternal de Emma los atraía sin que pudieran explicarlo.
Lucas fue el primero en dar un paso hacia adelante, con su galleta aún en la mano

-¿No… no es malo, mami? Ya no somos bebés-

-Para nada, cariño. Ustedes siguen siendo mis bebés-

Mateo también se acercó, mirando los pechos de su madre con fascinación

-Se ven muy llenas…-

-Lo están, bebé. Para ustedes-

Emma sonrió con ternura, extendiendo sus brazos para atraerlos contra su pecho desnudo.
Cada niño se colocó a cada lado de Emma, con sus pequeñas cabezas apoyadas contra la cálida y suave carne de sus pechos… Sus ojos estaban fijos en los pezones de su madre, que ahora estaban al nivel de sus bocas… Emma envolvió sus brazos alrededor de sus pequeños hombros, atrayéndolos en un abrazo que los acercó aún más. La mayor podía sentir sus pequeños cuerpos tensos con una mezcla de nerviosismo y anticipación mientras los guiaba

Los niños acercaron sus bocas. El primer toque fue tentativo, una pequeña presión con sus labios contra sus pezones goteantes… Emma inhaló, una sacudida de puro alivio la recorrió cuando comenzaron a succionar. No era la succión exigente de un bebé, fué algo más tierno!La sensación en sus senos, que había sido un dolor, comenzó a disolverse en un placer profundo y palpitante… Para los gemelos, la sensación fue extraña pero reconfortante. El sabor era dulce y caliente, nada parecido a la leche fría del refrigeradorr. Era un sabor exclusivo de su madre. A medida que se volvían más confiados, su succión se hacía más fuerte y un chorro constante de leche comenzó a fluir hacia sus bocas, acompañado por un suave sonido de sorbido y succión que llenó el lugar junto a la respiración la madre… Emma inclinó la cabeza hacia atrás, con los ojos entrecerrados, una mano acariciando el suave cabello de cada uno de sus hijos mientras amamantaban, su cuerpo finalmente encontró la liberación que tan desesperadamente anhelaba

La leche fluía en un chorro constante y abundante, más de la que sus pequeñas bocas podían contener… Se desbordó de las comisuras de sus labios, trazando caminos blancos por sus barbillas y goteando sobre sus camisas y el regazo de Emma… Perdido en la sensación, la pequeña mano de Lucas encontró su camino hacia la cadera de su madre, sus dedos sintieron sus curvas mientras instintivamente intentaba acercarla más. Mateo, por otro lado, imitó las acciones de su hermanito, con la mano apoyada en el muslo de su madre abrazando su pierna acariciandola. Emma sintió sus pequeñas manos sobre su cuerpo, se llenó de un placer maternal mezclado con una satisfacción más profunda… Los abrazó con más fuerza, su cuerpo se relajó por completo cuando la presión en sus senos finalmente comenzó a disminuir, reemplazada por placer que se extendió por todo su pecho…

-Eso es todo, mis amores… beban toda la leche de mami-

Susurró. Sus manos seguían acariciando suavemente sus cabellos, un ritmo calmante que los animó a continuar… Emma sentía un agradable cosquilleo que se centró en sus pezones y se irradió hacia afuera… Los chicos también parecieron sentir el cambio. El sed inicial fue saciada, pero el reconfortante calor y el dulce sabor les hicieron querer más. Sus pequeños cuerpos se presionaron más firmemente contra el de ella. Emma podía sentir su satisfacción en la forma en que se acurrucaban contra ella, con las manos todavía sujetando su cadera y muslo

Emma se mordió el labio para reprimir un gemido más fuerte… Ya no se trataba sólo de alimentarse. Los niños no sólo estaban mamando; estaban empezando a explorar. Sus pequeñas cabezas comenzaron a balancearse, imitando los movimientos de un becerrito, y sus bocas se movían con más insistencia… Luego vino una nueva sensación, la textura húmeda y áspera de sus pequeñas lenguas arremolinándose alrededor de sus pezones, lamiendo la leche que seguía goteando… La respiración de Emma se entrecortó cuando sintió el borde afilado de sus diminutos dientes frontales raspar contra sus sensibles pezones… No fue doloroso, no exactamente, pero envió placer crudo e inesperado directamente a su ser..,

Entonces, a través de la tela de sus pantalones, Emma sintió algo más… Una ligera fricción contra la parte de sus muslos. Se movió ligeramente para ver y la sensación se hizo más clara: dos pequeñas y duras erecciones presionaban contra ella, frotándose con los movimientos inconscientes de sus cuerpos mientras los amamantaba. Eso heló su corazón… pero volvió a calentarse con la velocidad que comenzó a latir Se estaban excitando… con ella.

Su cuerpo respondía a su naturaleza , a la directa a la estimulación de sus pezones y la sensación contra sus muslos. ¿Cómo podría estar enojada o culparlos…? Ella estaba sintiendo lo mismo, ella los había llevado a esto… Su propio cuerpo la estaba traicionando con su excitación. Esos niños simplemente seguían sus instintos, tal como ella. No podía regañarlos por una reacción que ella misma estaba experimentando…

-No paren… a mami también le gusta-

Sus manos, que habían estado acariciando sus cabellos, ahora bajaron hasta las caderas de los chicos

Los pequeños y duros penes se sentían calientes a través de la tela de los shorts de los niños, pulsando y picando a su madre. La mano de Emma, que había estado apoyada en sus caderas, temblaba pues quería tocarlos, sentir ese pequeño y rígido calor en su palma, devolver el placer que le estaban dando… Pero ella dudó, se preguntó si eso los asustaría, si le gustara… La idea era a la vez aterradora y excitante. Sus dedos se acercaron lentamente, tan cerca pero tan lejos de la fuente de esa excitación inocente

Emma dio unos pasos hacia atrás aún con ellos por los brazos, hasta que la parte posterior de sus rodillas tocó el sofá… Se hundió en los suaves cojines, arrastrando a los gemelos con ella. Se acomodaron a cada lado de ella, sus pequeños cuerpos encajaban perfectamente contra el de su madre… Sin perder el ritmo, cada gemelo agarró el pecho más cercano a él con ambas manos, acercándolo a su boca y reanudando su succión… Emma se reclinó, un suave suspiro escapó de sus labios mientras sus manos se deslizaban alrededor de sus pequeños cuerpos, descansando sobre sus caderas por detrás

La peli-blanca ahora podía ver claramente cómo sus pequeñas erecciones apuntaban hacia arriba. Sus manos se movieron desde las caderas de sus hijos hasta sus frentes… Y comenzó a acariciarlos suavemente, sus dedos trazaron a forma de sus pequeños miembros sobre la tela. Los niños instantáneamente dejaron de chupar sus tetas, sus bocas se separaron de sus pezones con un húmedo *pop*… Ambos se congelaron, mirando la mano de su madre en sus entrepiernas… Pero cuando sus dedos comenzaron a moverse en un masaje lento y suave, una ola de placer los invadió.. ellos entendieron. Inmediatamente regresaron a sus pechos, su succión ahora más urgente, más hambrienta, mientras sus caderas comenzaban a empujar la mano de su madre al compás de sus caricias

Emma observó hipnotizada, cómo pequeñas y oscuras manchas de humedad comenzaron a florecer en la tela de sus pantalones, justo donde su mano los acariciaba. Podía sentir una humedad similar empapando sus ajustados pantalones, un calor resbaladizo acumulándose entre sus muslos….

-Eso es todo, mis buenos bebés… ¿Les gusta?-

Susurró, ambos niños asintieron con la cabeza. sintió la necesidad de sentirlos piel con piel… Sus dedos, se engancharon en las cinturillas elásticas de sus pantalones y com un tirón, los bajó, junto con su ropa interior, lo suficiente para liberarlos… Sus penes pequeños y duros surgieron apuntando hacia arriba. Eran idénticos, lisos y pálidos, con grandes de forma perfecta que eran de un tono rosado más intenso y relucían con una gota de líquido transparente en la punta… La respiración de Emma se detuvo ante la vista, su propia excitación aumentó cuando finalmente vio lo que solo había sentido antes

Ella no se detuvo y los masturbó. Eran tan delicados en su agarre, pero tan duros… Comenzó a mover las manos, deslizando el prepucio hacia arriba y hacia abajo sobre sus sensibles cabezas en un ritmo lento y tierno. Los gemidos de los gemelos fueron amortiguados contra sus pezones, las vibraciones enviaron placer directamente a través de su pecho.., sus pequeñas caderas se sacudían en sus manos mientras los acariciaba

Un enorme hambre la invadió. La estaban saboreando, bebiendo de su cuerpo… y ella quería saborearlos de la misma manera. Necesitaba sentirlos en su boca..

-Me toca probarlos-

Dicho esto, Emma se inclinó hacía la izquierda agachándose aún sentada en el sofá, su cabello rozó el vientre de Lucas, sus grandes tetas se balanceaban debajo de ella y su mirada estaba fija en la verga de Lucas…
Ambos gemelos dejaron de succionar mientras miraban a su madre, confundidos y curiosos por ver qué hacía.

Mientras su mano derecha continuaba su ritmo sobre la verga dde Mateo, ella separó los labios y se llevó el pene de Lucas a la boca… Era tan pequeño y suave, la cabeza sedosa contra su lengua, el ligero sabor salado y dulce de su líquido preseminal… Podía sentir el rápido latido de su corazón a través de la delicada carne en su boca. Un gemido retumbó en su propio pecho cuando comenzó a chupar suavemente, su lengua girando alrededor de la punta, explorando cada centímetro de su pequeño hijo… El acto fue tan depravado, tan íntimo! Estaba saboreando a su hijo y era lo más delicioso que jamás había experimentado.

-Ma… Mamá! Ah… Eso se siente bien-

Dijo Lucas sonrojado… Sus pequeñas manos se enredaron en el cabello de su madre, sin empujar, solo aferrándose mientras las sensaciones húmedas lo llenaban… Emma lo saboreó por unos momentos más… Luego, con una última y suave succión, lo soltó. Un fino y brillante hilo de saliva conectó su labio inferior con la punta de su pene antes de romperse… Dirigió su atención a Mateo, cuyos ojos estaban muy abiertos con una mezcla de anticipación y envidia. Sin decir una palabra, volvió a bajar la cabeza, esta vez tomando la verga idéntica de Mateo en su boca, su mano aún sin dejar de acariciar el miembro lleno e saliva de Lucas…

Emma se inclinó aún más, sus tetas se presionaron contra los pequeños muslos de Mateo mientras se concentraba por completo en él… Su culo redondo y firme, vestido con esos ajustados pantalones blancos, se elevó más y se presentó directamente hacia Lucas. Soltó la verga de Lucas, su otra mano ahora libre llegó hasta el pene de Mateo acariciandolo mientras su boca trabajaba en su glande… Lucas miró el trasero de su madre, la forma en que la tela blanca se tensaba sobre sus curvas, la profunda separación entre sus nalgas claramente visible… No entendía por qué, pero sintió una poderosa atracción, un instinto de tocar, de explorar esa parte de ella.

-Ah!!! Mami!!! Mi pene…!-

Los gemidos de Mateo se hicieron más fuertes mientras la boca de su madre chupaba su pequeño pene… Lucas, extendió su mano y la colocó sobre el trasero de su madre… Comenzó a amasar, hundiendo sus pequeños dedos en la suave carne de su culo. Emma sintió sus pequeñas manos explorándola, y una descarga de pura excitación la recorrió. La depravación del momento la golpeó con toda su fuerza!! estaba haciéndole una mamada a uno de sus hijos mientras el otro le manoseaba el trasero… Su succión se intensificó, sus mejillas se ahuecaron mientras tomaba a Mateo más profundamente

Lucas utilizó sus dos pequeñas manos para abrir las firmes nalgas de su madre… La tela blanca de sus pantalones se estiró, hundiéndose profundamente hacía adentro revelando la parte húmeda y oscura que se pegaba a su vagina… Comenzó a tocarla allí con un solo dedo, trazando la línea húmeda a través de la tela… No fue un toque profesional, fue la exploración curiosa e inocente de un niño, y eso es lo que más le gustó a Emma… Presionó un poco más fuerte, y a través de los pantalones empapados, Lucas comenzó a sentir el calor del coño de su madre, la forma suave y flexible de sus labios… Emma gimió en el pene de Mateo, la vibración hizo que el niño jadeara y se retorciera… La sensación del dedo de su hijo explorando su lugar más íntimo, combinada con el sabor y la sensación de su hermanito en su boca, era una mezcla embriagadora de depravación y placer….

De repente, la mano de Emma se detuvo en su propio trasero… Lucas se estremeció, apartando la mano como si hubiera hecho algo mal, como si no debía de tocar ahí. Pero en lugar de regañarlo, Emma se los bajó desde la cinturilla de sus pantalones, los bajó, junto con sus bragas, sobre la curva de sus caderas y por sus muslos… Allí estaba… su enorme trasero estaba completamente expuesto para él. La piel, la forma , el tamaño eran impecables… Desde su posición, Lucas podía verlo todo: el contorno de su ano, justo debajo, los brillantes pliegues de su vagina… Se quedó mirando, con la boca ligeramente abierta, su joven mente luchando por procesar la vista. Era la cosa más fascinante y prohibida que había visto nunca. Su pequeño pene, ahora resbaladizo por la saliva de su madre, palpitaba con una nueva e intensa urgencia

-Wow…-

Emma levantó la cabeza del regazo de Mateo, miró por encima del hombro a Lucas, cuyos ojos estaban muy abiertos y fijos en su culo expuesto… Ella le sonrió

-No te detengas, Lucas, puedes tocar… Quiero que lo hagas-

Mateo, con el rostro enrojecido y la respiración entrecortada, miró a su madre

-Mami… no pares, quiero tu boca-

Suplicó, mientras sus pequeñas caderas se elevaban, buscando de nuevo el calor de la boca de su madre.. Emma bajó la cabeza hacia el regazo de Mateo, tomando el pene en su boca una vez más

Lucas volvió a extender la mano… Sus pequeñas manos regresaron a sus nalgas, esta vez sobre la piel desnuda y el extendió otra vez su trasero, esta vez con más confianza… La vista era aún más increíble de cerca. Observó como su ano y los labios húmedos de su vagina se abrían levemente con el movimiento… Con un dedo tocó ligeramente su coño… El calor era intenso, y la textura no se parecía a nada que hubiera sentido alguna vez… Emma gimió,el toque fue torpe pero era suficiente para hacer sentir bien a su madre

Los toques curiosos continuaron, cada uno de los cuales provocó a la mayor. Fue demasiado. Necesitaba algo más que un toque… Se separó del miembro de Mateo y su boca liberó su pene con un sonido húmedo… Se reincorporó sentadose bien en el sofá

-Levántense, mis amores. Los dos-

Los niños obedecieron, con sus pequeñas erecciones apuntándola.. . Luego, Emma se reclinó, enganchando las manos detrás de las rodillas y levantando las piernas hacia arriba y hacia atrás hasta que presionaron contra sus propios hombros. En esta posición, ella estaba completamente abierta y su entrepierna se les presentaba como una ofrenda… Su vagina mojada brillaba con una necesidad enorme de tener a ambos dentro

-Este es el lugar especial de mamá, y necesito que mis chicos me metan sus verguitas aquí…-

-¿Pero como, mamá?-

-Aqui…-

Emma sonrió, extendió una mano y con los dedos abrió bien los labios de su vagina, revelando la húmeda y rosada entrada de su interior

-¿Los ven? aquí… dentro. Se sentirá delicioso, lo prometo-

Los niños se acercaron a ella, cada uno tomó su propio pene en la mano, guiándolo hacia adelante… Hicieron contacto al mismo tiempo… Dos cabezas pequeñas y calientes presionaron contra la carne húmeda y sensible de su vagina. Emma gimió y arqueó ligeramente la espalda en el sofá. No entraron en ella, en cambio, comenzaron a frotarse, sus pequeñas erecciones se deslizaban hacia arriba y hacia abajo, alrededor de su cavidad, sobre su clítoris… Estaban tanteando, tratando de encontrar el ángulo correcto, sus pequeños penes chocaban entre sí mientras buscaban la entrada… Para Emma, la sensación era de lo mejor… Era una fricción mojada, torpe, deliciosa… Dos fuentes de calor y dureza explorando su área más íntima, su inocente curiosidad volviéndola loca de placer…

-Mmnngh… Si… Ah!!! Metanmela, ambos… Los quiero a los dos dentro del coño de mamá –

A su orden, ambos avanzaron a la vez. Las dos pequeñas y duras vergas encontraron su entrada, deslizaron dentro de ella… Emma jadeó, poniendo los ojos en blanco al sentir la penetración de sus dos hijos a la vez… No eran miembros grandes, pero la posición y dos penes a la vez la hizo sentir una sensación apretada, un delicioso estiramiento mientras sus paredes se adaptaban a la doble intrusión… Era lo mejor que había sentido en su vida después de darlos a luz

-Muévanse… Muévanse-

Al principio eran tímidos. Pero entonces lo sintieron, el increíble placer que les recorrió la columna vertebral… Su timidez se desvaneció, reemplazada por puro instinto. Empezaron a moverse y sus pequeñas caderas comenzaron a embestirla a un ritmo descoordinado, La estaban follando. El sonido de sus cuerpos golpeando el cuerpo de su madre llenó la sala, mezclado con los fuertes gemidos de Emma

-Sí! Ah…! buenos chicos! Coganse a mami! Así!! Así!!-

-Mmngh… Ah… Mamá, se siente caliente-

Los gemelos, impulsados por el placer que recorría sus cuerpecitos, encontraron el ritmo de hacerlo y sus caderas se movieron al mismo tiempo… Cada empujón empujaba sus vergas más profundamente hacia su madre. Los pechos de Emma rebotaban mientras gotas de leche salían salpicando el lugar

Podía sentir sus pequeños miembros frotándose y chocando entre sí dentro de ella, una nueva capa de sensación que la llrvaba más cerca del límite… La visión de sus rostros inocentes, retorcidos en éxtasis mientras la follaban, fue la cosa más depravada y hermosa que jamás había presenciado…

Las manos de Emma fueron hacia sus propios pechos, sus dedos se hundieron sus tetas. Apretó con fuerza y salieron chorros de leche blancos y espesos, arqueándose en el aire y salpicándole el pecho y el estómago haciendo un desastre húmedo… A ella no le importaba el desorden, ella perseguía más placer, un pico más alto!! La vista de su madre ordeñandose así misma mientras la follaban parecía volver locos a los gemelos… Sus embestidas se volvieron más rápidas

Los pequeños cuerpos de los niños comenzaron a temblar contra ella, sus embestidas se volvieron erráticas y desesperadas… Sus gemidos se hicieron aún más, los sonidos de placer puro e incontrolado… Ella sabía lo que eso significaba. Estaban cerca

Justo cuando sus cuerpos se tensaron, al borde de la liberación, Emma se movió apartandose sacándolos de ella y rápidamente se arrodilló en el suelo ante ellos… Las manos de la mayor tomaron los miembros de sus hijos y los acercó, inclinando la cabeza hacia atrás y abriendo bien la boca, con la lengua colgando para recibirlos…

-Corranse para mami… Denmee toda su leche… Los dos… Ahora!-

-Aah!! Siento que… Mmmngh!!-

Su madre bombeaba sus penes, apuntando ambas puntas directamente a su lengua.
Siguieron la orden de su mami y temblaron de placer… Dos chorros de semen salieron disparados de sus penes, salpicando directamente sobre la lengua de Emma… El sabor era sorprendentemente dulce, un sabor suyo… Se corrieron llenando su boca con su caliente y espesa leche. Emma mantuvo la boca abierta, dejando que le pintaran la lengua y el interior de la boca hasta que sus cuerpos dejaron de temblar y sus pequeñas vergas se agotaron… Luego, cerró la boca y tragó, saboreando hasta la última gota de la primera liberación de sus hijos…

Los dos niños se desplomaron en el sofá respirando con dificultad… Emma los miró con ternura y amor. Una risita pervertida escapó de sus labios al sentarse entre ellos, hundiendo los cojines bajo su peso… Se acomodó, con sus pechos desnudos aún relucientes por una mezcla de leche y sudor, y los pantalones y las bragas aún abultados alrededor de sus tobillos, dejándola completamente expuesta. Los rodeó con un brazo, atrayendo sus cuerpos cansados hacia sí…

Emma se inclinó, sus grandes pechos presionaron contra sus pequeños hombros, y dió un beso en cada una de sus cabezas, inhalando el dulce aroma de su cabello… Se acurrucaron con ella, el lugar quedó en silencio, salvo por su suave respiración….

Entonces ella vió la mesita frente a ellos dónde aún estaba el plato de galletas… Se estiró para tomarlo y lo colocó en su regazo, Lucas y Mateo tomaron cada uno una galleta. Y mientras comían, instintivamente se inclinaban hacia su madre y sus bocas encontraban sus pechos una vez más… Reanudaron su succión

Podía sentir las arenosas migas de galleta contra su sensible areola y pezón mientras bebían… Mezclaban los sabores, mordiendo la galleta y luego bebian leche de mami; sus bocas eran una mezcla cálida y húmeda de saliva, leche y masa de galleta… Emma simplemente suspiró, acariciando su cabello mientras se alimentaban

Emma tomó una galleta y le dio un mordisco… El sabor dulce y mantecoso se mezcló en su boca con el sabor ligeramente salado del semen de sus hijos. Era una combinación deliciosamente prohibida

Apoyó la cabeza en el sofá, con los ojos cerrados, escuchando los suaves sonidos de la succión de sus hijos en sus pechos… Por ahora, todos estaban saciados, solo tocaba disfrutar

FIN

Dónde puedes encontrar arte de esta historia: https://discord.gg/wFDe7sqgc

8 Lecturas/19 diciembre, 2025/0 Comentarios/por ElrincondeFATIMA
Etiquetas: culo, follando, hermanito, hijo, madre, mayor, semen, vagina
Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en X
  • Share on X
  • Compartir en WhatsApp
  • Compartir por correo
Quizás te interese
Mi primera masturbación ????????
Dando el culo a mis 15 en el balneario
MI MACHO RUGBIER
Victor y María 2
Mi madre mi deseo
La guarra de mi novia
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.

Buscar Relatos

Search Search

Categorías

  • Bisexual (1.322)
  • Dominación Hombres (3.972)
  • Dominación Mujeres (2.941)
  • Fantasías / Parodias (3.178)
  • Fetichismo (2.637)
  • Gays (21.857)
  • Heterosexual (8.078)
  • Incestos en Familia (17.916)
  • Infidelidad (4.448)
  • Intercambios / Trios (3.085)
  • Lesbiana (1.140)
  • Masturbacion Femenina (940)
  • Masturbacion Masculina (1.839)
  • Orgias (2.009)
  • Sado Bondage Hombre (446)
  • Sado Bondage Mujer (178)
  • Sexo con Madur@s (4.206)
  • Sexo Virtual (253)
  • Travestis / Transexuales (2.396)
  • Voyeur / Exhibicionismo (2.448)
  • Zoofilia Hombre (2.190)
  • Zoofilia Mujer (1.659)
© Copyright - Sexo Sin Tabues 3.0
  • Aviso Legal
  • Política de privacidad
  • Normas de la Comunidad
  • Contáctanos
Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba