Lios de familia (II)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Salvador.
Ese verano mi hermana Claudia y yo acostumbrabamos encontrarnos al caer la tarde en el fondo de la huerta que habia en el patio de la casa y nos dedicabamos a satisfacer nuestras mutuas ansias de sexo. Ella era notablemente fogosa y siempre estaba buscandome para tener nuestros juegos intimos, a los que yo estaba invariablemente dispuesto.
Los veinte años de Claudia y mis dieciocho se complementaban perfectamente en la aventura de descubrir el sexo entre adultos. Y disfrutabamos plenamente de nuestros cuerpos que se entregaban a nuestros jugueteos amorosos con la fogosidad propia de nuestra edad.
Nuestra hermana Teresa, un año mayor que Claudia, parecia no darse cuenta de nuestras escapadas frecuentes al patio de atras y nunca hizo ningun comentario ni vimos una mirada en ella que delatara nuestro secreto. Con nuestra madre no sucedio lo mismo y ello se debio a un error de mi parte.
Al volver despues de una ardiente sesion de sexo, despedi a mi hermana con un apreton a sus nalgas mientras ella se alejaba corriendo, sin percatarme que nuestra madre nos miraba desde el segundo piso de la casa. Sin darnos cuenta, ella empezo a espiar nuestros movimientos y pudo hacerse un itinerario de nuestros encuentros furtivos, por lo que no le fue dificil encontrar un lugar seguro para espiarnos y asi poder pillarnos in fraganti.
Y sucedio una tarde en que el frescor invadia el ambiente cuando nuestra madre se oculto de manera que no pudieramos verla y espero a que aparecieran los hermanos amantes, cosa que sucedio al poco rato. Primero llego mi hermana y tras ella apareci desabrochandome los pantalones que deje tirados en el suelo para desnudarme totalmente y exhibir a mi hermana y a mi madre mi verga en toda su extension.
Mi madre, escondida tras unos arbustos, quedo sorprendida con el tamaño de mi instrumento y la invadio una desazon que recorrio todo su cuerpo. No podia apartar la vista de ese aparato que se exhibia impudico, lleno de venas colmadas de vitalidad, de un tamaño que la sobrecogio, en parte porque mi sexo es mas grande que lo normal y en parte porque hacia muchos años que no veia uno. La curiosidad fue mas fuerte en ella y en lugar de salir a enrostrarnos nuestro proceder siguio callada observando mi herramienta que se aprestaba a trabajar.
Claudia tambien se habia desnudado y tirada en le hierba esperaba a su amado visitante, que no tardo en complacerla hundiendose completamente en su lujuriosa cavidad. Despues de un par de metidas y sacadas, saque mi espada del interior de mi hermana y se la exhibi a la altura de su boca, con la evidente intencion de que ella me pegara una mamada.
Mi madre se sintio poseida por una curiosidad insana ante la presencia de mi trozo de carne y lo que mi hermana le haria con su boca. No era posible que pudiera introducirse todo ese aparato en la boca, que no le cabria. Tal vez si contuviera el aliento y abriera los labios lo suficientemente como para que la cabeza del intruso llegara hasta su laringe se podria lograr, penso.
¿Pero que estaba pensando? Se sorprendio al verse que estaba viendo las posibilidades de lograr meterse la verga de su hijo en la boca, en lugar de Claudia. No era en la boca de Claudia en la que estaba deseando introducir ese pedazo de carne palpitante sino en la suya propia. Cuando se percato del rumbo que estaban tomando sus pensamientos se sobresalto pero le agrado la idea de continuar escondida y ver en que terminaba esto.
Y cuando Claudia tomo mi verga y la llevo a su boca, que se abrio para recibir al visitante, no pudo evitar llevar una mano entre sus piernas, apretando a la altura de su propio sexo.
Tome la cabeza de mi hermana y la atraje a mi, de manera de meter mi verga en su boca hasta donde fuera posible. Cuando ella se revolvio como intentando zafarse de mi aparato, comprendi que habia llegado al limite de su garganta, aunque aun quedaba afuera un buen par de centimetros. Y empece a bombear suavemente mientras mi hermana chupaba mi aparato para apurar el instante de gozo que se avecinaba.
Y cuando el momento llego, Claudia aparto la cara y mi verga comenzo a lanzar semen sobre su pecho y estomago, en grandes cantidades, que ella distribuia con sus dedos en su piel, para finalmente llevar sus dedos empapados de mi liquido seminal a sus labios, donde los saboreo a gusto.
Mi madre habia visto esto con los ojos enormemente abiertos y con su mano hundida bajo el vestido, masajeando su sexo por encima de su braga.
Despues de acabar, me dedique a chupar los senos de mi hermana y de ahi pase a su vulva, en que introduje mi lengua hasta tocar su clitoris. Al solo contacto, su interior estallo en una explosion de gozo y Claudia se derramo en mi boca mientras apretaba mi rostro a su vagina.
Mi madre continuaba con su masaje casi sin darse cuenta, atenta solamente a lo lujurioso de la escena que tenia ante ella e impresionada con las dimensiones de mi pedazo de carne y venas que nuevamente tomaba el tamaño que tanto le llamo la atencion.
Puse a mi hermana en cuatro pies y lentamente le introduje mi espada en la vulva que aun goteaba por mi mamada anterior, para continuar con un un frenetico mete y saca mientras me aferraba a sus senos y los masajeaba fuertemente. Mi hermana se movia de atras hacia delante al compas de mis embestidas y por el deseo de tener dentro de si el mayor pedazo de carne posible.
Ver mi verga saliendo y entrando de mi hermana que la recibia tan a gusto produjo en mi madre una excitacion increible y apartando su braga metio uno de sus dedos en su vagina y comenzo a meterlo y sacarlo hasta lograr un orgasmo al mismo tiempo nuestro.
Ya calmada, se retiro silenciosamente, sin que nos dieramos cuenta.
En la casa, recostada en su dormitorio, no lograba apartar de su mente la imagen de mi verga entrando y saliendo de la vulva de su hija y no podia dejar de imaginar que podria ser su propia vagina la invadida por tan regio visitante.
A la hora de la cena todo fue normal, por lo que Claudia y yo creimos que todo seguia sin novedades, sin sospechar que nuestra madre habia sido inoculada por un virus peligroso: el virus del sexo. Y ya estaba haciendo sus propios planes conmigo.
Despues de cenar, nos sentamos en la sala a ver television. Mi madre se arrellano en un sillon, con las piernas subidas y apoyada en un costado, en actitud de dormitar. Mis hermanas pronto se aburrieron y fueron a dormir, por lo que quedamos solos los dos viendo la pelicula, cada uno en cada extremo del sillon.
Mi madre se acomoda en su lado y estira una pierna, la que queda al aire mientras la otra sigue recogida. Andaba vestida con un delantal abierto por delante y la posicion en que se encontraba hacia que a traves de las aberturas delanteras, entre boton y boton, se vislumbraran pedazos de piel de uno de sus muslos y del estomago.
Cuando fijo la vista en su vestido me percato que tambien se ve un pedazo de uno de sus senos, pues anda sin sosten. La vista de estos trozos de la piel de mi madre me excito y aunque intentaba ver la pelicula no podia evitar volver la vista a sus piernas y a las pequeñas ventanitas de su vestido.
Mi madre se acuesta en su lado y queda de espalda, aparentando dormir, con sus dos piernas semi abiertas frenta a mi, presagiando un espectaculo lujurioso para mis ojos. Y asi es, pues poco a poco sus piernas se abren y descubren toda la dimension de sus muslos y al fondo de estos su braga que cubre en parte su sexo, mostrando algunos pelos que hacen mas excitante el espectaculo.
Aun cuando pienso que ella esta durmiendo y lo que muestra lo hace sin intencion, no logro apartar mi vista de su braga, sus muslos, sus piernas. Y sin pensarlo mucho, llevo una de mis manos a su pierna y la recorro con suavidad hasta acercarme a la parte superior, cerca de su sexo. La dejo ahi, gozando de la tibieza y blandura de su piel.
Ella se revuelve inquieta, por lo que saco mi mano, asustado.
Saco mi verga y empiezo a masturbarme con la vista fija en la vulva escondida.
¿Te ayudo?
La voz de mi madre me sorprende, pues la creia dormida. Pero ella nunca lo estuvo y lo que habia hecho era manejar la situacion para llegar a este punto. La pregunta misma no daba lugar a dudas. Ella queria jugar este juego y yo tenia el instrumento que ella deseaba.
¿Me permites?
Sin esperar respuesta se apodera de mi verga y empieza una lenta masturbacion, cuyo objetivo es volver a familiarizarse con ese bello objeto, despues de tantos años de abstinencia. Despues de un par de masajes se levanta, se arrodilla frente a mi y se mete todo mi pedazo de carne en la boca, lo que logra sin dificultades. Bueno, de algo le sirvio ver a Claudia intentarlo sin conseguirlo.
Siento que la leche me viene y tomo su cabeza con mis dos manos. Ella siente que me viene el liquido seminal y se apronta a recibirlo. Deja en la boca solamente la cabeza de mi verga y aprieta los labios sobre esta, que expele gran cantidad de semen que ella traga con cierta dificultad.
Despues de esta sensacional acabada, empieza a masturbarme con suavidad y muy pronto mi aparato vuelve a adoptar las dimensiones que tenia antes de su mamada. Se quita el vestido y queda totalmente desnuda ante mi. Se recuesta de espalda en la alfombra, abre sus piernas y me hace señas para que vaya donde esta, orden que no me hago repetir y me coloco entre sus piernas, con mi verga entre las manos y la introduzco en su sexo que presta cierta resistencia. Pero ella no se amilana y pone sus piernas sobre mis espaldas y aprieta mientras su vagina aprisiona mi pedazo de carne hasta lograr que entre totalmente.
"Rico, m´hijito, rico"
Bombeo sobre ella repetidamente, logrando que acabe en dos oportunidades.
"Ayyyyyyy, que rico, que rico"
Siento que viene mi turno y apresuro las metidas y sacada hasta que un torrente de semen inunda la caverna de mi madre, lo que la hace acabar por tercera vez.
"Huuuuuuuy, rrrrrrrricooooooo, rrrrrrrricoooooo"
Y quedamos tendidos en la alfombra, ella completamente desnuda, con mi verga aun metida en su sexo.
Ella me toma el rostro y me regala un beso lleno de pasion. Se levanta y sin decir palabra se viste y se aleja a su habitacion.
¿Que pasara ahora? Eso es otra historia.
Autor: Salvador(demadariaga@hotmail.com)
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