Lo que hace la dulce Inocencia – Parte 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Leonanky.
Anteriormente les relaté como mi hija me entregó su virginidad a cambio de un aprendizaje que quedará para siempre. En éste caso la historia será más intensa.
Han pasado ya 5 años desde la primera vez que estuve con mi hija. Actualmente ella tiene 14 años, va para 15. He estado estresado con eso de los preparativos de la fiesta de los 15 años. Mi esposa y sus familiares, más mi familia han contribuido en ello y en verdad que es un alivio.
Ya Oriana es toda una "señorita", por lo que ahora está más desarrollada. Ahora porta un cabello más largo, pestañas largas y sacadas (ahora se la pasa en eso), un rostro con un buen porte, seños grandes (un poco Para su edad, pero sin exagerar), cintura delgada marcando muy decente sus curvas, un culo redono y un poco grande y duro; sin olvidar sus torneadas piernas ya que ella práctica fútbol. Claro, ésto también se debe a que, al perder su virginidad, su cuerpo tuvo un despertar y pudo desarrollarse mejor que el de sus amigas.
Un día como cualquier otro, yo llego del trabajo, me acuesto a descansar y ver la televisión. Al rato llega Oriana, ella viste su uniforme azul con pantalón azul manino. A ella le queda bien, porque se lo puso pito (ajustado) y así le marca perfectamente sus protuberancias. Oriana entra a mi habitación y su acuesta a mi lado.
—Hola mi amor. —Dice ella.
—Hola Cariño. ¿Como te ha ido en el liceo?
—Todo bien papi. Quiero preguntarte algo, ¿tienes un segundo?
—Si, sí. ¿Qué necesitas?
—Bueno… Es que ya sabes que ya voy a cumplir 15, y quería saber si la fiesta va.
—Claro que si mi niña. No te preocupes por eso, déjalo en manos de tu madre y en las mías. Nosotros nos hacemos cargo.
—Otra cosa.
—Por supuesto dime.
Me mira fijamente a los ojos.
—Quiero que me quites la virginidad.
—Pero si eso lo hice hace 5 años, y siempre que podemos lo hacemos.
—Si, yo sé. Pero no me refiero a esa virginidad, sino a la otra.
—¿Quieres que te desvirgue el culo?
—Si. Pero no ahorita.
—Esta bien. ¿Pero cuando
—Quiero que mi regalo de 15 años sea perder mi virginidad añal contigo.
—Sería todo un placer mi niña.
—Vale. Recuerda cumplir tu promesa.
—Lo que tu digas.
En eso se me acerca aún más y me da un fugaz beso en los labios, luego se va para su habitación.
Yo paso la tarde descansado, al rato llega mi esposa. Ella está exhausta, decide saludarme y me dice que se irá a bañar para luego tomar una siesta.
Al rato llega Oriana y entra cuidadosamente en mi habitación. Y me hace seña. Yo voy y ella me invita a su habitación. Yo entro, y ella me señala la cama.
—Ven. Follemos un rato.
—Pero Syntia está aquí.
—Me importa una mierda ella. Te quiero a ti. Ven acá.
Me jala y me lanza un beso, me quita el boxer y saca mi miembro, lo masturba un rato luego se lo mete en la boca y empieza a chuparmelo. Me da besos en la punta del prepucio y me lame las bolas, se lo mete en la boca y repite el proceso un par de veces.
—¡Uf! Tu verga como siempre sabe divina.
—…
—Me encanta devorarme éste pedazo. Me encanta sentirlo. Lástima por mi madre. Tu eres mío.
Realmente no sé que decír.
—Ahora te toca a ti. —Me dice con una mirada desafiante.
Yo la agarro la coloco contra la pared y la empiezo a besar por todas parte, le doy una palmada en la nalga haciéndola sobresaltar. Le quito la chemise azul y el sujestador. Devoro sus tetas lamiendoz y chupando sua pezones duritos, ella jadea ante la excitación que le produce cuando chupo, lajo y tiro de sus pezones. Yo chupo una teta, mientras que con mi mano a la otra le acaricio la teta y aprieto sus pezón. Ella gime del placer, poco después veo que baja su mano, se desabrocha el botón
Y mete su mano en su cosita para acariciarsela mientras la beso por todos lados. Ella gime y jadea, y se entrelaza a mis besos.
Rápidamente le quito la chemise y le bajo en pantalón y la tanga que tiene.
—Ahora vamos con todo.
—Vamos papi. Dame con todo.
Yo rápidamente la volteo rápidamente unto mi mástil con saliva y la ensarto de una. Ella lanza un grito y empieza a hadear. Yo empiezo a tomar mi ritmo natural. Meto y saco mi pene dentro de la vagina de hija. Ella gime y hadea una y otra vez.
—¡Oh! ¡oh! ¡Papiiii! ¡Dame más duro!
—¡Uuuf! ¡Aaaah! ¡Siii!
—¡Aaaah! ¡¡¡Papiiii!!! ¡¡Me corro!!!
—¡Damelo Oriana!
—¡¡Aaaah!!
Oriana
Oriana se viene intensamente, puedo sentir como humece mi pene.
Me detengo y luego me agacho para lamer sus líquidos.
—Uuuf!! ¡Aaay! Aaay! Estoy sensible papi.
—Ya veo.
La penetro como mi lengua, Oriana empieza a ahogar gemidos. Yo introduzco mis dedos índice y medio, y los muevo rápido como si estuviese temblando. Oriana emite Armoniosos jadeos lo que me excita más.
La ayudo a quitarse el pantalón del liceo. Luego la cargo y la penetro, la abrazo y le doy sendas de embestidas.
—¡Aaaah! ¡Aaaah! ¡Aaaah! ¡ Me encanta! ¡Que rico! —Comenta ella por lo extasiada que está.
Pasamos follando así unos 15 minutos, luego me detengo y la abrazo.
—Te amo Oriana.
–Yo te amo más Papi. Me encanta.
—Ven, agárrate. Quiero follarte en la cocina.
—Está bien.
La llevo cargada en la cocina. La monto en el mesón, la acuesto (posición misionero) y la penetro. La tomo tomo por la cintura y empiezo a meter y a sacar, meter y sacar. Oriana hadea como toda una perra. Ells sólo cierra los ojos para recibír consigo todo el placer que le estoy dando (nos estamos dando).
Al cabo de 10 minutos, la volteo de manera que su boca queda frente de mí.
—Ven, quiero follarte esa boquita.
—A que si.
A tomo por la cabeza, y se lo meto en la boca. Como una bestia me follo esa dulce boquita, una y otra vez.
Luego la agarro y la subo, la coloco boca abajo de manera que su boca queda en mi sexo y mi boca al suyo. Realizamos el famoso 69, mientras ella devora mi pene, yo me como a besos y a lamidas esa exquisita vaginita que tiene Oriana.
Al pasar 5 minutos, la acomodo de manera que ella queda de espalda. Yo rápidamente busco un botella con miel, la unto en la cosita de Oriana y un poco adentro de su útero. Y yo también me unto un poco.
—Te follaré dulcemente Oriana.
—Hazme lo que quieras, soy toda mi papi.
La tomo por la cintura y Sin más ni más la embisto como un toro. Establezco un ritmo rápido. Oriana lanza gemidos ahogados y hadeos como una puta. Entre esos hadeos balbucea cosas como "¡oh si, oh si!", "Oh papi que rico me lo haces", "Dame más más". Me recuesto, agarro sus tetas y juegos con sus pezones mientras la follo. Ella gime y hadea sin parar, tan así que ya ha tenido dos orgasmos sucesivos.
—¡Papi! ¡Me estoy corriendo como una loca!
—Sientelo amor, déjate inundar por extasiado ambiente.
—¡Uuuf! ¡Vamos! ¡No pares!
Oriana tiene otro orgasmo y se debilita un poco. Al parecer éste fue mucho más intenso que los dos anteriores, ya que está temblando.
—Si quieres paramos.
—¡Ni se te ocurra! ¡Quiero volverme loca contigo! ¡Follame como una perra!
Vuelvo a establecer mi ritmo rápido, luego de unos 5 minutos siento que me voy a venir.
—Voy… ¡Me voy!
—Toda papi. ¡Damela toda! Quiero que te corras en mi cuquita.
—¡Aaah! ¡aaah! ¡aaah!
—¡Uuuy! ¡Uuuuy! ¡Que rico! ¡Uuuf! Siento que me vengo otra vez.
Oriana se acopla a mi ritmo, de manera que ella también sd mueve. Los dos nos follamos sin cesar. Hasta que no aguantamos más y los dos nos corremos brutalmente, yo inundando toda su interior y ella bañando y lubricando mi pene.
Nos abrazamos y nos quedamos unidos por unos segundos. Luego ella me atrae y me da un suave, lento y delicado beso en la cual yo me dejo llevar.
—Uuuf, papi… ¿Sabes algo?
—Dime mi niña.
—Te amo. Te amo mucho. Te amo demasiado.
—Yo también te amo mucho Oriana.
—Quiero que sepas que yo soy tuya y tu eres mío. Tu y yo contra el mundo. No me importa como tomen ésta relación entre tu y yo. A mi me importa eres tu y nadie más.
Puedo oír que lo que dice es verdad, puesto que desde los nueve, no ha tenido novio. Y nisiquiera la he pillado al lado de un chico.
—Si Princesa. Yo te amo. Pero recuerda guardar el secreto, para así amarnos hasta que nos alcance la vida.
—Si papi.
En eso, yo lamo su vagina y succiono todos sus líquidos más los míos y los de la miel. ¡Hmmm! Sabe ricamente extraño, pero aún así no deja de saber rico.
Oriana se levanta y se agacha para lamer y limpiar mi pene. Ellla se lo mete en la boca, y como siempre ella juega con mi pene a su manera.
—¡Hmmm! Que divino esta tu pene. Me encanta el sabor.
Se traga y chupa, jala de el y se lo mete a la boca. Después de un rato, vuelve a reanimar mi pene. Y decido follarmela por la boca. Oriana se queda quieta mientras me follo su boca, al rededor de los 3 minutos me vengo en su boca, pero no tanto como la primera vez. Ella se traga mi semen y luego vuelve a lamerlo, y lo limpia.
—Buena chica.
—Gracias papi. Tu leche es la mejor del universo.
Ese comentario me hace reír.
—No seas exagerada.
—De verdad. Me encanta.
—Mi dulce niña.
Ella termina de limpiar mi pene, se levanta y me da un beso. Luego nos dirigimos hacia las habitaciones. Al empezar a caminar Oriana colapsa en un desmayo. Yo rápidamente la socorro, pero al darme cuenta del porqué de su desmayo, decido llevarla a su habitación, pero antes; voy y busco su ropa.
Volviendo con su ropa, la cargo y la lleva su habitación. Coloco su ropa a un lado de la cama. La arropo y le doy un beso en la frente, y me voy a mi habitación.
Cuando llego a mi habitación, me acuesto a dormír. Pero al cabo de media hora, mi esposa se despierta y me dice que está caliente, y que desea que le baje la temperatura. Yo con espíritu de guerrero, me armo de valor y fuerza, y me la follo también.
Ésta historia no ha acado. Ahora es que ésto se pone bueno. Si desean saber como le desfloré el culo Oriana en su cumpleaños. Sólo haganmelo saber.
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