Lorena, mi primita, mi angel.
Por dios que ella era un angel, la carita mas hermosa y su vagina olor a rosas..
Vacaciones escolares de 1997-1999
Habían pasado varios años de lo de mi relato de Jaqueline y yo, para ese entonces ya había descubierto la masturbación y con eso sobrevivía, pero como siempre algo en mi exigía satisfacción.
Hasta entonces funcionaba como cualquier puberto, pero todo cambio durante los periodos vacacionales de los años 1997 y 1999 que es lo que abarca este relato.
Tenía yo jugosos 13 años y una verga ansiosa y dura a la mínima provocación. Sucedía que durante las vacaciones escolares acostumbraba a ir donde mis abuelos, un lugar apartado en el campo, donde la gente en ese tiempo aun no tenía tanta maldad, o por lo menos eso aparentaban. Lorena, la protagonista de esta historia tenía entre 5 y 6 años, nos deleitaremos describiéndola con los detalles que para ese tiempo relumbraban a mis pupilas:
Ella piel blanca, carita hecha de porcelana casi como un ángel, pelo lacio negro y brillante pasado de los hombros, una vocecita tierna y ojitos chiquitos, delgadita y sus 120 centímetros de estatura a lo mucho, la inocencia al límite y su olor que pronto sería el mejor recuerdo de ella.
Sucede que no tenía yo ningún pensamiento hacia ella, pero ella se pegaba mucho conmigo, siempre les he caído bien a los niños y ella no era la excepción, uno de esos días estábamos viendo la tv con mis abuelos nada más, la demás familia estaba en la cocina o en otro lado de la casa, solo había 3 sillones disponibles, uno para mi abuelo, otro para mi abuela y otro para mí, en eso llega Lorena y se sienta sobre mí, y no tuve ningún detalle con eso, pero mi verga sí.
Sentir sus nalguitas acomodarse a los pocos segundos comenzó a provocar que se me parara la verga era algo incomodo por la situación, pensé q mis abuelos le dirían que se parara por que se veía mal, pero como escribí unas líneas arriba, la gente de antes no tenía tanta maldad aun y simplemente era la niña sentada sobre su primo viendo la tv.
La cosa se ponía dura y mi verga también, tenía un poco de miedo que ella al sentirla reaccionara de una manera que me pudiera meter en un aprieto, pero fue todo lo contrario, yo me contenía y me acomodaba para que ella no la sintiera, pero fue claro que le gustaba, pues ella se acomodaba para que estuviera entre sus nalguitas, eso me impacto, quien iba a pensar que ver el noticiero vespertino se convertiría en mi primera experiencia incestuosa.
Mis abuelos se pararon y salieron con los demás, quedándonos los dos ahí, la puerta de la entrada al área donde estábamos siempre estaba emparejada y rechinaba al abrirse, así que tendría como 10 segundos para ocultar cualquier cosa antes de que alguien entrara y lo notara, entonces ya no me contuve, mande la mayor cantidad de sangre a mi verga para que se hinchara lo más que pudiera y la pequeña Lorena la sintiera mejor, y bien que la sintió, pero era todo estático, no se movía, pensando en lo anterior la agarre de las caderas y la empecé a mover en círculos sobre mi verga (La cual en este momento al recordar se me está poniendo dura), y ella no decía ni hacia nada, el hecho que siempre llevara un vestidito de una pieza y pantaleta era genial, solo se dibujaba una sonrisa en sus labios, síntoma inequívoco de que le gustaba lo que le estaba haciendo, así la tuve como 30 minutos sin q nadie nos interrumpiera hasta que le grito su mama.
No lo podía creer, le había dado sus tallones a mi prima de 5 años en su culito, esa noche en el baño me hice una paja en honor al acto. En los días siguientes que estuvimos ahí buscaba algún lugar en la casa solo y la llamaba, le mostraba mis álbumes que coleccionaba y nos sentábamos a verlos, y le decía «Siéntate encima de mi para que los veas mejor» y volando se me sentaba, a los pocos segundos los álbumes estaban cerrados en otro lado, era solo mover a esa muñequita sentada sobre mi verga, varias veces al día durante los 15 días que estuve ahí, era hermoso ver como no decía nada y solo me regalaba miraditas rápidas de vez en cuando y su mirada se perdía, amaba separarle a la mitad su cabello y poner mi nariz sobre su nuca y pasarle la lengua en su cuello, ella no decía nada, solo movía su cabeza para facilitarme el trabajo, pero yo quería más, así que el ultimo día hice un avance.
El día que nos veníamos de regreso la llame y estaba ella sentada sobre mí y le pregunte:
Yo: ¿Oye Lori, te gusta sentarte sobre mí?
Lori: Si (sonriendo)
Yo: ¿A mí también me gusta que te sientes sobre mí, sientes lo duro?
Lori: Si.
Yo: ¿Lo quieres agarrar?
Lori: Si.
Me lo saque, me costó sacarlo del cierre del pantalón sin desabrocharlo porque la traía bien dura, la hice a ella a un ladito y no deje que me lo viera, solo que lo tocara con su mano, ella era curiosa y lo toco por todos lados y cuando se me salió un poco de líquido preseminal, pensé que le daría asco, pero solo sintió su textura y viscosidad y siguiendo explorando.
Yo: ¿Te gusta?
Lori: Si, esta grande y tiene pelitos.
Yo: ¿Oye y si te bajo la pantaleta y así te lo embarro?
Lori: Si.
No la pude penetrar, el tamaño de mi verga en su vagina o culito la destrozaría y no era el mejor escenario para hacerlo, solo se la talle en sus dos huequitos y la embarre de líquido preseminal, le subí su pantaleta y le dije q ya nos teníamos que ir pues escuche cuando encendieron el carro y me despedí de ella diciéndole que la próxima vez que fuera le llevaría una muñeca.
La verdad después de eso tuve mucho miedo que ella en su inocencia dijera algo y me fuera a ir muy mal a mí, pero el tiempo paso y se llegaron las siguientes vacaciones y allá fui.
Lorena había crecido un poco y ya su habla era más fluida, al bajar del auto tenía miedo de como ella me vería, pero el miedo se fue cuando fui el primero que ella abrazó. Se dio la oportunidad y la misma técnica de los álbumes, pero ahora con un Walkman (dispositivo para escuchar casetes de audio portátiles), ella lo escuchaba sentada en mí y yo jugando las nalgas de mi muñequita en mi verga.
Un día todos se fueron a un bautizo y yo me quedé con Lorena y mis abuelos en la casa, entonces pensé que hoy sería el día, le dije mientras estaba sentada de mi:
Yo: ¿Lori, vamos al cafetal? Alla me la saco para que me la agarres como el otra vez, Quieres?
Lori: ¡Si! ¡Vamos! (ya no fue un «Si» tan seco como anteriormente).
Salimos de la casa y pasamos un pequeño arroyito y llegamos al cafetal, tenía a la muñequita solo para mí, estaba preciosa y toda mía. Me senté y me recargué sobre un árbol enorme que pareciera había crecido y tomado forma para ese momento en la historia porque era como y exacto a mi espalda. No había mamado una panocha desde Jaqueline y traía unas ganas enormes de hacerlo, así que yo sentado en la tierra y recargado en el árbol la puse frente a mi cara que quedaba a la altura perfecta, le subí su vestido y le dije que lo agarrara, le baje su pantaleta y ahí fue el primer encuentro con la vagina más deliciosa con olor a rosas que haya mamado en la vida, no tenía ni tantito remordimiento de lo que hacía, su sabor era dulce y su olor a rosas me tenía ahí pegado, perdí el hecho que ella estaba ahí, solo me dedique a mamársela, hasta que sentí como su vestido callo sobre mi cabeza subiéndola por completo, lo quite por que quería verla y me regalo la postal me hasta la fecha ha provocado alguna de mis mejores pajas, Ella con una mano recargada en el árbol y 3 dedos de la otra mano metidos en su boca con los ojos cerrados y respirando agitado, le acababa de regalar a mi primita de 6 años su primero orgasmo con mi lengua.
Sería la primera vez que mi verga entraría en una mujer, en este caso una niña, yo 14 y ella 6, ahora habría que decidir si por la vagina o por su culito…. me decidí por su culito, ya que sentía que la podía lastimar más por la vagina.
Teníamos todo el tiempo del mundo así que la acosté de ladito y suavemente y como hasta el quinto intento logre meterle la cabecita, le preguntaba continuamente si le dolió y me decía que no, así que muy poco a poco le empujaba hasta que entro toda. Era la primera vez que cogía en términos prácticos así q ya adentro no sabía que hacer, empecé a hacer el mete y saca, pero me dijo que le dolía, así que solo se la tenía adentro, así sin moverme solo sintiendo su calor, ella solita a veces se hacía hacia atrás para clavarse más, así sin movernos, sin ninguna fricción lamiéndome la cara como a los 10 minutos la llené de leche y me empecé a reír y ella sin saber por qué también me acompaño en la risa.
Se la saque, si hubiera tenido un smartphone en esa época le hubiera sacado una foto a su culito bien abierto con lechita saliéndosele, no estaba preparado para eso, así q la lleve al arrollo y ahí la limpie, me dijo que le volviera a mamar si «cosita», lo hice de nuevo disfrutando ese olor.
Ese periodo me lo culie una vez más en el cafetal y una vez en la casa, en el cafetal le pedí que me la mamara, pero no quiso, me daba igual yo si le mamaba su panochita olor a rosas, en la casa por la prisa no se la mame, pero hizo algo que me impacto y me hizo llenarla de leche en menos de 1 minuto, estaba yo sentado y ella parada apuntando su culito hacia mi verga, cuando sentí su culito se la estaba acomodando despacito como las anteriores veces para no lastimarla y….. ho sorpresa!!! Ella se dejó ir hacia mí y se le fue toda…. TODAAAA completa y me agarro las manos y solita se empezó a matar en mi verga…. ósea verlo y sentirlo no aguante, la llene de leche, se se la quería sacar y ella no quería así que hasta que de plano la verga se desinflo terminamos y su pantaleta con la leche y otras cosas más que le salieron quedo hecha un desastre, la lave y así anduvo buena parte de la mañana sin pantaleta, solo vestido hasta que se secó.
Llego el día de irnos a casa, no hubo tiempo de una cuarta cogida, pero sí de darle su última mamada de panocha a la primita.
Bueno el relato se está haciendo muy largo, apenas va la mitad, esperen la segunda parte mientras me voy a hacer una paja con todo esto que me acaban de hacer recordar.
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Dios, pero qué delicioso!