Lorenita mi primita va a casa, Dia 1.
Ahora ella era quien me visitaba, tenia una semana para saborearla, pero habia problemas que resolver,.
Diciembre de 1997, iniciaban las vacaciones y en casa llegó una visita muy esperada, mi primita de 6 años Lorena.
Ella había pedido permiso a sus padres para ir a nuestra casa y quedarse una semana antes de que nosotros fuéramos al pueblo y logró su objetivo, ya que ella desde el primer día de diciembre dejó de ir a la escuela por sus vacaciones, sus padres, mis tíos la llevaron y ellos se fueron al día siguiente, con el encargo de que la regresaríamos una semana después cuando nosotros fuéramos como cada año a pasar las fiestas allá.
¿Se pueden imaginar mi emoción al ver a mi juguetito sexual en casa?, veníamos de dejar a mis tíos en la terminal de autobuses y ya me estaba imaginando todo lo que le iba a hacer a mi primita Lori. Pero había un detalle, mi casa a diferencia de la de mis abuelos no era tan grande y desde donde estuvieras se podía saber lo que pasaba en otros cuartos, ¡ouch!, complicado el asunto.
Como se acordarán los que leyeron mi relato con Jaqueline, a un lado de mi casa aun existía la casa en obra negra donde tuve mis primeros encuentros sexuales, tristemente ó afortunadamente nuestra casa ya tenía 2 pisos de altura y alguien desde el nivel de arriba fácilmente podría ver toda esa área, ¿Cómo me di cuenta de eso?, porque en cuanto llegamos de la terminal le dije a Lori que le iba a mostrar la “Casa del miedo”, (así bauticé la construcción ehehehe), entonces me baje con ella y yo con toda la confianza le pregunte si quería que le mamara su “cosita” otra vez y me dijo que si, entonces le quite su short y su pantaleta, puse las prendas a un lado, ella de pie abiertita parada sobre unos ladrillos para ajustar la altura perfecta y haciendo honor al nombre de la casa le estaba dando unas mamadas de miedo, estaba disfrutando de esa vagina olor a rosas lamiendo hasta donde mi lengua permitiera cuando en una de esas quiero ver su carita y me doy cuenta que veo las ventanas del segundo nivel de la casa…. ¡¡Por dios!! ¡¡Si alguien estuviera arriba y se asomara me vería haciéndolo y seria mi fin!!, por suerte no había nadie y la vestí de inmediato y le expliqué la situación que ella entendió.
Esta plática la tenía que haber tenido desde la primera vez en el cafetal y no lo hice, yo sabía perfectamente que lo que yo hacía estaba mal, pero ella no lo sabía, no entendía estas cosas aun, así que comenzó el siguiente diálogo entre nosotros:
Yo: Lori, ¿Te gusta que te mame tu cosita?
Lori: Si, mucho, pensé que ya no me la querías mamar.
Yo: hahahahaha, yo te la voy a mamar siempre, pero quisiera preguntarte algo y dime la verdad, ¿Le has contado a alguien lo que hemos hecho?
Se quedó callada mirando al suelo y sentí un frio recorriéndome porque pensé que alguien más ya lo sabía, pero respondió:
Lori: No, a nadie, pero…
Yo: ¿Pero?
Lori: un día mi amiga Vero (la cual después me enteré que tenía 11 años) me dijo que a ella su primo “grande” le decía “te voy a culear” y le hacía lo mismo que tú a mí a la fuerza, y que a ella le dolía mucho y lloraba y que el le pegaba si no lo hacía y que tenía miedo cada vez que el se quedaba solo con ella y que no le gustaba, pero tú a mí me tratas bien (obvio, era mi culito, le daba partes de mis ahorros para que se comprara dulces y si, le llevé la muñeca que le prometí el relato anterior, además nunca la penetre a la fuerza, todo con calma y suavidad como debe ser.) y no me duele cuando me la metes, al contrario me gusta que me lo metas y me mames mi cosita, pero no le dije nada de lo que hacemos tú y yo.
En serio que me sentí descansado por 2 cosas, una era que no había hablado de lo que hacíamos con nadie y la segunda en saber que no era el único que le hacía cosas a sus primitas menores, la diferencia era que naturalmente yo sabía que a la fuerza o sin consentimiento las cosas no iban a terminar bien. Seguimos con el dialogo:
Yo: Esta bien Lori, te creo, pero debes prometerme que jamás le dirás a nadie lo que hacemos, porque nos van a pegar, porque esto que hacemos es malo y nos van a castigar para siempre y ya no nos van a dejar que nos veamos jamás.
Lori: Esta bien, nunca le diré a nadie.
Arreglado el tema pendiente, vamos al que sigue, ¿Cómo me la voy a culear o a mamarle su panocha con ese escenario?, la Respuesta fue la noche.
Con los planes en mi cabeza le dije a Lori “Al rato que te bañes no te pongas short, ponte un vestido o falda”, ella dijo solamente “si”.
Afortunadamente yo dormía en cuarto separado de mis padres y mi hermano en otro cuarto y ¿adivinen en que cuarto quiso dormir Lorenita?, oficialmente ella dormiría en una camita individual y yo en mi colchón matrimonial, se apagaron las luces, pero se encendieron otras.
En unos minutos después de que todo quedó oscuro y en silencio:
Yo: ¡Pssst! Psst! Lori!! ¡¡Pásate a mi cama!!
Lori: ¡¡Voy!!
Ella se acostó en la orilla de mi cama y comenzaron las instrucciones:
Yo: Vamos a hacer esto, arrópate conmigo y quítate la pantaleta.
Ella se la quitó en menos de 2 segundos y me la dio, la puse bajo mi almohada.
Yo: Si escuchas la puerta abrirse solo te bajas bien el vestido y te haces la dormida y si te llegan a despertar solo dices que tenías miedo y te subiste a mi cama, ¿Entendido?.
Lori: Si, ¿Qué me vas a hacer?
Yo: Te voy a mamar tu cosita bajo la sabana y después te voy a meter la verga,
Lori: ¡¡No digas groserías!! se oye feo!! (En efecto, nunca había dicho esa palabra frente a ella).
Yo: Perdón, bueno te la voy a meter después de mamarte tu cosita.
Arropados por la sabana y oscuridad, primero olfatee esa panochita unos minutos, empecé a mamar y pasar mi lengua por sus diminutos y en ese momento saladitos labios, mi verga estaba parada y tenia mucho fluido, sin su consentimiento tome lo que seria a lo mucho 2 gotas y lo embarre en su cabello, estuve ahí unos 10 minutos y me subí a sus pechitos, los cuales no tenían señales de tomar alguna forma aun y Lorenita me volvió a sorprender…. Me tomó la cara y me dio lo que ella podía entender e interpretar como un beso, suavecito y lo esperado en un primer beso, y yo al mil le di muchos besos mas y le dije que jugáramos con nuestras lenguas y le gustó, nos dimos los besos más cochinos y ensalivados que recuerde mientras con la mano izquierda le jugaba su panochita y le metía a lo mucho 1 centímetro de dedo índice, algo me decía que debía de tratar siempre con cuidado esa panochita hermosa.
Decidí volver a mamarle su jugosa vagina, pero esta ves de manera especial, arriesgando un poco, me puse boca arriba y le dije que se sentara sobre mi cara y que pusiera su cosita en mi boca…. se montó como jinete experta y comencé a pasarle mi lengua tan rápido y profundo que ella en un momento me tomó de los cabellos y los jaló tan fuerte que me dolió! Pero comprendí que estaba teniendo un orgasmo, un orgasmo que ahora si sentí en mi boca al contraerse su vaginita en sus paredes, ahí se quedó ella como 2 minutos y nunca dejé de mamar. La bajé y la acosté a mi lado, le di 5 minutos solo acariciando su cara diciéndole lo hermosa que se veía.
Una vez que ella me regresó a ver y salió de su trance, le pedí por segunda vez que me la mamara, pero otra vez no quiso, igualmente no la iba a obligar, ya era hora de metérsela.
Yo: Lori, ahora te la voy a meter, pero será diferente, ya no va a ser de ladito.
Lori: Dime como me pongo (¡La verdad escuchar eso me prendió!).
Yo: Ponte boca abajo y relájate.
Lori: Estoy relajada.
Me puse sobre ella sin dejar caer mucho peso, unté algo de saliva en la punta de la verga, era increíble la sincronización que teníamos pues ni 2 segundos y ya estaban frente a frente la entrada a su culito y la cabeza de mi verga, se la deje ir lentamente hasta que entro toda, yo estaba en el cielo solo con tenerla dentro de ella, así estuve como 2 minutos…
Lori: Métemela y sácamela rápido (traducción: Haz el mete y saca).
Fui de primera a quinta en pocos segundos, ahí comprendí el dicho que dice “Todo cabe en un culito sabiéndolo acomodar”, pues, aunque ella era físicamente mucho mas pequeña que yo, y mi verga, aunque no es la mas grande del mundo si era del tamaño de su cara aproximadamente, le entraba y salía completa sin problemas.
Dato que hacia que me viniera rápido dentro de ella, a diferencia de lo que otros relatan, ella nunca gimió, siempre soltaba risitas o sonrisas, y ella sola se tapaba la boca para que su risa no se escuchara tanto, eso me excitaba muchísimo y pues la llene de leche cuando empezó a hacerlo. Ya estaba preparado con un buen tramo de papel higiénico, se la saqué y la limpie de inmediato, no quería ninguna evidencia en mi cama, le puse la pantaleta, la abrace y me disponía a dormir cuando ella me dijo “Ahora si me llegó hasta adentro”.
Yo: ahahhahaha y ¿te gustó?
Lori: Si, hasta sentí caliente tu pipi.
Yo: No es pipi, llámale leche.
Loris: Ha bueno, lo sentí caliente. ¿Oye y cuando me vas a mamar mi colita?
Eso ya queda para el siguiente relato amigos ya que aun Lorenita estaría varios días en mi casa aun, espero les haya gustado.
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Excelente 👌
Qué delicia de relato!