Los hermanos llaneros
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por oscareduardo.
Dorotea estaba desesperada, la noche anterior no había podido dormir, su hija Susana sufría de una extraña enfermedad, la adolescente de apenas 15 años era de un momento a otro presa de unos ataques que no tenían explicación, empezaba a temblar, luego desesperada se desgarraba sus vestidos y casi desnuda empezaba a frotar su cuerpo con sus propias manos, parecía querer abrazarse a si misma, frotaba su sexo con violencia y acariciaba sus bellos senos emitiendo quejidos y sonidos guturales mientras sus caderas se movían acompasadas con un ritmo que solo ella escuchaba.
Su comadre Ifigenia al escuchar todas esas desgarradoras noticias le aconsejó a su comadre recurrir a unos curanderos que tenían muy buena fama para encontrar soluciones donde la medicina convencional no encontraba remedios efectivos, prometió conseguirle la dirección de unos curanderos que se hacían llamar los “Hermanos llaneros” .
Ifigenia no solo consiguió la dirección sino que sacó una cita para mediados de la semana.
Las dos comadres asistieron puntuales a la cita, cuando les tocó el turno explicaron brevemente los síntomas de la joven, ellos escucharon atentamente y le dijeron a Dorotea que el caso estaba grave y por tanto deberían hacer una consulta personal y con el suficiente tiempo para buscar una sanación, la citaron para el viernes siguiente a las seis de la tarde.
Pero quienes eran los “ Hermanos Llaneros” ? en realidad no eran hermanos sino hermanastros, procedían de los Llanos Orientales y practicaban una medicina natural en donde usaban pócimas, yerbas, baños y otros medicamentos heredados por tradición de sus antepasados.
Jaime era un hombre de unos 45 años, de complexión media, tez morena y mediana estatura, era soltero y sus requerimientos sexuales los obtenía de mujeres de la vida alegre, era muy reservado y poco comunicativo, tenía una adicción por el sexo especialmente por las jóvenes, su preferencia sexual era el sexo oral y su obsesión no satisfecha era el sexo anal …
Ana su hermana tendría unos 40 años, era de complexión media, no era muy agraciada pero si era muy adicta al sexo, aunque no tenía novio tenía relaciones esporádicas con algunos hombres pero no la satisfacían del todo, primero que todo porque le gustaban las vergas grandes y de buen diámetro y segundo porque no la trataban con suavidad, eran muy torpes y sólo deseaban su placer personal sin importar su compañera.
Entre los dos hermanos era poco el trato personal pero entre ellos había una atracción peligrosa, Jaime veía a su hermana como una mujer sexy y estaba enamorado de su culo hermoso, Ana sin querer había visto algunas erecciones matutinas de su hermano y esa verga erecta era precisamente lo que deseaba intensamente.
El viernes Dorotea llevó su hija a los “Hermanos Llaneros” quienes quedaron de inmediato seducidos por la belleza de Susana, Jaime vio en esa doncella una tentación difícil de esquivar, Ana sin querer sintió una atracción inmediata por esa joven, deseaba tenerla en sus brazos para llenarla de caricias y enseñarle muchas cosas.
Susana fue llevada a un pequeño cuarto para que se alistara para la sesión de sanación…allí siguiendo las indicaciones de los hermanos Dorotea y su comadre la desvistieron completamente y le pusieron encima un camisón blanco anudado a su nuca…esperaron un rato y pasaron al consultorio…allí la esperaban los “hermanos”, estaban ataviados de manera extraña, Jaime lucía un pequeña falda y en su torso ostentaba una serie de collares y cadenas…Ana también tenía una pequeña falda y cubría sus senos con un pequeño top…los “hermanos” le pidieron a Dorotea y su comadre que los dejaran a solas con Susana para realizar el ritual de sanación…apenas se retiraron del consultorio Jaime y Ana se abalanzaron sobre la chica como una jauría hambrienta tras la codiciada presa…Jaime acomodó a Susana en un sofá y empezó a besarla en la boca, sus manos apretaban los exuberantes senos de Susana con una lujuria incontenible , Susana empezó a devolver los candentes besos de Jaime mientras Ana buscaba apartar las piernas de Susana buscando su sexo para satisfacer uno de las cosas que más le gustaban, beber los efluvios de una vagina bien húmeda…Jaime empezó a besar los senos de Susana y a chupar esos pezones erectos que invitaban a morderlos con pasión…las caricias de Jaime incrementaban la lubricación de Susana que brindaba prodiga todos los néctares de su coño anegado para delicia de Ana…Jaime no aguantó más las ganas de penetrar esa virgen y pidiendo permiso a Ana se fue acomodando para iniciar esa anhelada penetración…Ana se quedó admirada de ver la verga de su hermano …cada vez la veía más grande y sobre todo más provocativa…sin querer sintió que su vagina se humedecía rápidamente, sin decir nada fue a su cuarto a traer un enorme dildo para satisfacer ese deseo morboso de sentirse penetrada en lo más íntimo de sus entrañas…Jaime mientras tanto iniciaba una penetración por esas entrañas virginales, sentía como su candente pene era aprisionado por las paredes vaginales de Susana, era una sensación que pocas veces sentía pues las mujeres que le daban sus favores sexuales eran putas de oficio que no tenían nada apretado en sus vaginas…esa sensación le daba más bríos para seguir culeando de manera frenética…Ana mientras tanto ya había traído su juguete preferido, un enorme falo de silicona de unos veinticinco centímetros de color violeta que en sus manos parecía un fetiche de fantasía…mientras Jaime incrementaba el ritmo de penetración Susana empezaba a sentir las emociones que le proporcionaba Jaime y eso se reflejaba en un intenso jadeo, en movimientos cadenciosos de sus caderas, en aullidos que reflejaban el intenso placer que sentía…el ambiente era cada vez más erótico, todos los gestos y movimientos de Susana incrementaban los lujuriosos deseos de Ana que ya había insertado parte del voluminoso dildo …Susana se retorcía de emoción y Jaime acelerando sus movimientos llevaban a la preciosa chiquilla al clímax de la emoción, Susana experimentaba su primer gran orgasmo de su vida…Jaime depositaba en su vagina una porción generosa de semen que lubricaba y refrescaba las candentes entrañas de Susana, y Ana con el inmenso falo metido en su vagina manipulaba desesperadamente su juguete para unirse a ese orgasmo colectivo…
Los tres quedaron desfallecidos pero muy pronto Ana retomó la actividad de esa extraña sanación…abrió las piernas de Susana y se lanzó enceguecida hacia la vagina húmeda de Susana…todavía salían algunos efluvios vaginales mezclados con el semen de su hermano, era una mezcla que tenía para ella un sabor afrodisiaco…una mixtura que combinaba los jugos de la vagina de Susana y el semen de Jaime…su lengua empezó a lamer con fruición todos esos jugos y su lengua empezó a penetrar esa vagina que para ella se presentaba como una fuente de placeres inéditos…Susana no había sentido las bondades de un sexo oral practicado por una mujer, otra vez se sintió transportada al cielo, cada vez que esa lengua recorría su vagina se sentía desmoronar y de un momento a otro empezó a contorsionarse sobre la cama en tal forma que Ana se arrodilló para acercarse más a esa vagina que trataba de escapársele…en esa posición elevó sus caderas permitiendo que su culo quedara frente a los ojos atónitos de Jaime que nunca había tenido la oportunidad de admirar tan bello espectáculo…sintió que su pene se paraba casi de inmediato al ver el culo de su hermana tantas veces deseado en secreto y no pudo aguantar la tentación, fue tras ese ano codiciado…Ana estaba tan concentrada en proporcionar el máximo placer a Susana que no sintió como la verga de Jaime estaba acercándose a su culito virgen…Jaime ensalivando su brillante glande lo lubricó como pudo y empezó a empujarlo por el estrecho esfínter, Ana se sintió tocada pero era tarde su hermano ya la estaba penetrando y un agudo escozor llenó de sensaciones encontradas la zona anal…Jaime enloquecido de pasión y lujuria empujó su pene erecto hasta que quedo clavado en el otrora recto virgen de Ana…Susana ajena a lo que estaba pasando sólo sentía que la lengua de Ana se metía una y otra vez con más ímpetu en su sexo…lo que siguió fue indescriptible…Jaime cabalgando como un loco poseso en el culo de Ana, ésta a su vez taladrando más y más a Susana con su lengua…el orgasmo llegó…fue una sensación de locura extrema…de intensa emoción…un clímax nunca antes sentido y luego una paz difícil de explicar…Jaime le sacó la inmensa verga s u hermana, Ana se paró para reponerse de esa sorpresa con una sensación dual…un dolor intenso y un placer nunca antes sentido…
Mientras Ana se aseaba sus partes íntimas llenas de semen y efluvios Jaime nuevamente buscaba a Susana para saciar sus parafilias ,ya se la había comido por delante ahora tras saborear el culo de su hermana quería coronar el virgo anal de Susana, le dio vuelta y como un loco empezó a meter su lengua en el culito de Susana, éste fue abriéndose para asombro de Jaime que ni corto ni perezoso enfiló su poderoso ariete por el culito de Susana, el estrecho recto de la joven le volvió a dar la sensación a Jaime de estar coronando otro virgo de una joven…arreció su embestida y Susana quedó clavada hasta lo más profundo de sus entrañas…Jaime culeaba desesperadamente, quería extraer el máximo de placer de ese sexo anal que nunca en su vida había experimentado, un delicioso gozo que ni la mejor puta le había dado…estaba inmensamente feliz…Ana miraba a su hermano que montado en esa briosa yegua gozaba al límite y lo lujurioso de la escena le trajo un deseo incestuoso…lubricó su gran dildo y aprovechando la concentración de Jaime se lo empujó por el culo…Jaime sintió un escozor tremendo en su culo y trató de reaccionar pero luego al sentir que la penetración de ese juguete le daba más excitación se limitó a gozar de esa nueva experiencia y mientras arreciaba sus movimientos para alcanzar su gran orgasmo Ana con su falo manejado diestramente terminaba de clavar a su hermano, luego empezó a meter y sacar delicadamente el dildo mientras ella se masturbaba para satisfacer un deseo que se materializó sin querer queriendo…cuando Jaime eyaculó en el culo de Susana dejando una porción generosa de semen en ese recto Ana alcanzaba su orgasmo más fascinante…había alcanzado el clímax del placer haciendo lo que más le encantaba…masturbarse y manejar su juguete preferido…
Todo parecía que había terminado…Susana ya estaba curada de su extraña enfermedad…Jaime había coronado dos virgos que nunca había soñado alcanzar el virgo de la preciosa Susana y el del culito de Ana…pero también él había puesto su cuota de sacrificio había perdido su virgo anal…aunque pensándolo bien había sentido algo muy rico cuando el prominente falo se deslizaba por su recto…y Ana también estaba satisfecha…demasiado satisfecha pues había sentido emociones nunca antes sentidas…
Susana salió del consultorio radiante de la emoción…todos los síntomas de la rara enfermedad habían desaparecido…Dorotea le agradeció a los hermanos y éstos coincidieron que para garantizar una cura total debían repetir la sanación por lo menos cuatro semanas…
Los hermanos se encerraron en su cuarto a descansar, había sido una noche de emociones intensas y querían descansar, ambos se acostaron y se pusieron a pensar en todo lo que habían hecho, lo que habían sentido y las expectativas de esas nuevas sanaciones…Jaime al evocar esas imágenes fue sintiendo una nueva erección, su pene aunque había tenido un gran trajín estaba deseoso de algo más…Ana por su parte estaba en las mismas, un fuego uterino la estaba abrasando internamente, deseaba intensamente culear y culear…pero no con ese falo insípido, quería algo más natural…y el remedio estaba cerca…sin mediar palabra se acostó al lado de Jaime que ya la estaba esperando…era un deseo recíproco que no podían aguantar…y sin mediar palabras se estrecharon el uno con el otro…querían comerse como fuera…Ana acariciaba y chupaba esa verga fraterna…Jaime chupaba y lamía esa vagina de su hermana…y para culminar se trenzaron en una cópula de locos , un deseo quizás por mucho tiempo reprimido se materializaba en el más ardoroso encuentro, un incestuoso monumento al sexo sin límites…el orgasmo más placentero jamás sentido y sobre todo un pacto de unión y hermandad que duraría por mucho tiempo.
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