los huevos de mi hijo parte2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Para dormir yo lo hacia con camisones o pijamas holgados, nada insinuantes y el usaba pijama o solo boxer, si hacia calor.
Una noche se despierta gritando y llorando, había acabado en sueños, se había ido en seco.
Se mojo todo y encharco las sabanas, lo calme y le dije que se fuese a lavar, que no era nada, que se tranquilizara y que se pusiese otro boxer mientras cambiaba la sabana.
Cuando la retiro veo hasta enlechó al colchón, Por poco me da un ataque yo que lo cuido tanto.
Limpio y nos acostamos de nuevo.
Al rato se había dormido y yo me quede pensando en dos cosas, una comprar una tela engomada para poner entre la sabana y el colchón y la otra, de donde saco tanta leche?, seguro de esos grandes huevos, hacia mucho que no veía desde que deje de bañarlo hacia ya cinco años, por allí habían seguido creciendo.
Pasaron como cuatro días y no paso nada.
Un día, curiosa, le pregunte desde cuando le pasaba eso, me dijo que había sido las primera vez, pero que como le había gustado se lo contó a sus compañeritos y ellos hacia tiempo se hacían la paja y lo invitaron a un parque donde se pajeaban con revistas porno y jugaba a quien llegaba con la leche mas lejos.
Estaba orgulloso porque de movida les gano a todos, en distancia y en cantidad.
Mira que lindo juego el de estos pendejos!.
Lo reté, le prohibí hacer eso que era muy chancho, etc., lo que suele decirse.
Parece que me hizo caso porque a las dos noches lo siento suspirar como un burro, enciendo la luz y me lo encuentro secándose con la sabana de su lado.
Me aguanto y lo mando a lavar y cambiarse, sin retarlo y cambio las sabanas de nuevo.
Las observo y la cantidad de leche era mucha.
Al otro día al medico de la familia, en un aparte le explico al doctor lo ocurrido, y riendo me dijo bueno vamos a ver a tu hijo que además de boludo resultó lechudo.
Lo revisa y le manda hacer análisis y estudios.
Cuando va a hacerse el de esperma le dan el frasquito y lo mandan a pajearse, cuando sale entrega el frasco lleno y dice desgraciadamente algo se derramo.
La analista llamo al medico y el a mi. Era un caso.
Era una cantidad muy grande y sus huevos eran cada uno como los de gallina. Inicia un tratamiento para su reducción.
Yo compro sabanas de toalla para usar de su lado, así no arruina las normales.
Comento con otra colega en el laboratorio y se ríe diciéndome, aprovecha que tienes mucha crema de belleza. Me dijo que ella usaba la espema del marido para el cutis de cara, cuello, brazos y piernas y que esta se conservaba tersa y sin arrugas.
Me pareció interesante sobre todo la operación de extracción, raro en mi, cierto?.
El medico seguía diciendo que salvo por la cantidad todo estaba normal.
Comencé a elucubrar como ordeñar a mi hijo.
Cuando regresamos a casa de nuestras ocupaciones antes de hacer la cena le hablo y le digo que por prescripción médica debes hacerte la paja todas las noches luego de cenar y que debo recoger tu lechita para análisis. No se como me atreví a mentir tan descaradamente y sobre tan delicado tema. Es que me estaba invadiendo un deseo desconocido de madre degenerada.
Cenamos, nos higienizamos y nos acostamos, ahora te parece bien, me dice el chico, me hago la indiferente y le pregunto para que?
Para la paja mama, ya te olvidaste?
A claro, comencemos, le bajo el boxer y me encuentro con una pijita de no mas de 5 cm u uno de diámetro, me quera morir se perdía entre los huevazos que tenia.
De repente pensé esto era normal?, ese medico es un inútil.
Comienzo a tocar con cuidado la pijita comienza a crecer llega a endurecerse y medir unos 10 cm y dos de diametro lo que me va tranquilizando, tiene solo 13 años.
Lo pajeo despacito y descubro la cabecita, me dice que le duele, no se me ocurre nada mejor que llevármela la boca y dejarse la cabeza afuera, la largo y le veo su ciruela roja y brillante, siento un leve temblor y me comienzo a chorrear por la concha, algo maravilloso que nunca había sentido, ni escucho a mi hijito que me decía cuanto le gustaba con la boca y que se la estaba estrujando con mi mano, estaba extasiada.
Vuelvo a la realidad y me da un acervo de decencia, le digo que con la boca era solo para que no te doliese la cabecita que la paja seria solo con la mano.
Mientras la iba recorriendo vía la cara de satisfacción del niño y mi ritmo cardiaco iba en aumento, estaba caliente.
Le pido que me avise cuando iría a acabar, cuando me avisa manoteo mi jarro de café de arriba la mesa (estaba vacío), y con grandes bufidos se comienza a descargar, le conté diez chorros y varios estertores finales con su correspondiente goteo.
Yo estaba a mil, no se como me aguante de no chuparlo mientras acababa.
Me dio un fuerte beso y abrazo agradeciéndome el gozo, yo le conteste que era solo terapéutico que no se entusiasmara con ideas raras.
Que cinismo mi concha ardía de ganas, pero había que infundir respeto de madre.
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