los huevos de mi hijo parte4
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
tenia un suculento café con leche, una locura y en el suelo el charquito de mi acabada simultanea.
Gracias mamita, cuanto tardaste en chuparme, ahora te lo hago yo.
Sacamos las sabanas sucias y las cambiamos, las de toalla también me echo de espaldas con las piernas colgando, el se arrodilla n el piso y comienza a mamarme la concha, lo hacia bastante bien, se queja porque chupa algunos pelos, separa los labios y se admira por mi ciruelita, se la come, cuidado hijo esa parte es la mas sensible, a las pocas chupadas comienzo a acabar, le mojo la cara, sigue haciéndolo mete su lengua y hasta su nariz, sigo gozando escucho sus clásicos bufidos, el guacho estaba acabando sobre el piso sin habédsela tocado.
Flor de charco, ahora déjame levantar que voy a mear, no mama ahora meame a mí, y así lo hice, que gloria verlo con que placer la recibía.
Pensé que depravados y felices somos.
Limpiar nos cansaba más que coger.
Así llego mediodía y el pendejo descubriendo mi cuerpo siento que me lambe el ojete.
Temblé de miedo o de gozo, no se.
Me pregunto que pasaba con el culito y me comento que un amiguito se lo hacia por allí a su novia para no embarazarla.
Abrazados me decidí a tener una charla para que sepa de mis complejos y de mi historia.
Nunca había preguntado quien era su padre, se había creído el cuento que de chico le contara mi madre de que el había fallecido en un accidente aéreo.
Le conté mi historia y su origen, estábamos en bolas pero en ningún momento se le paro la pija, de veras lo estaba asumiendo, pobre santo, no sé si fue correcto hacerlo, pero llegue a lo que quería decirle, de como me habían roto el orto y de la operación que tuve para repararlo y reconstruir el esfínter que no retenía durante meses.
Quedo seriamente impactado y me dio vuelta me lo abre y lo llena de besos, pidiéndome perdón.
Me pregunto si ahora cagaba bien. Si, si me constipo me ayudo con una pequeña enema y asunto arreglado, como hace todo el mundo.
Eso me amargo y me dio coraje, le dije que a pesar de ello estaba a su disposición. Que solo si me dolía dejase de hacerlo.
No insistió, pero ahora yo lo deseaba.
Le dije, machazo no pares de chuparlo y atrévete tu madre lo desea.
Mientras lo besaba en el cuello y se le puso durísima.
Tome el pote de su leche y le moje la cabezota y le pedí me mojase con ella el orto.
Me puse en cuatro y le pedí pija, me la metió en la concha, no, en mi culo mi amor.
La saca y apunta, siento su ciruela caliente, le pido que empuje lento y suave, lo hace, siento una agradable sensación, le pido que siga y me dice ya esta toda. Me dio vergüenza.
Fuiste tan suave que he perdido el temor, cojemelo sin contemplaciones, y dame una buena dosis de leche mi amor.
Sentí nuevas sensaciones, allí hubiese querido una pija mas gruesa, pero a estaba a mil, vamos papito que yo estoy por acabar, cuando siento chorros que me llegan hasta el estomago que gloria, que polvazo, que acabada.
Saco su pija, cerré el culo para retener su leche. Así quedamos tendidos.
De repente me levanto y voy al baño con un dolor de tripas tremendo, me asuste, me siento y cago como loca. Es que fue una enema de leche. Los intestinos quedaron totalmente vacios.
El estaba somnoliento le miro la pija sucia de mi mierda, le digo lávate bien, mírate la poronga.
Ya era tarde y no habíamos comido nada pero habíamos hecho de todo.
Ahora era su hembra totalmente además de su mamita.
Se me abrazo y me pidió que no lo deje nunca, ahora que sabes que no eres frígida sino una hermosa y caliente hembra.
Hijo te juro mi amor eterno. Sigo siendo frígida para el resto del mundo.
Pedimos pizza y nos bajamos un litro de buen vino tinto, en pelotas y besándonos como dos chicos enamorados.
Al otro día llegue tarde a casa porque pase por la depiladora, que me dejo con la concha como la de una bebita.
Mi nene estaba inquieto, a pesar de avisarle mi demora.
Cenamos cuando vamos a la cama le presento mi nueva concha.
Estaba recontento y nos mandamos un bruto 69.
Ahora fui yo la quejosa de sus pelos y lo envié a mi depiladora, con la recomendación de que no se la cogiese.
No fue, dijo que temía mostrar sus grandes huevos, que lo afeitase yo.
Menos mal, temía por su fidelidad, sobre todo conociendo a mi depiladora con un pendejo como el mío su disposición.
Somos el matrimonio perfecto, lo único que nos falta es un hijo, pero mis entrañas no están en condiciones para concebir, a los 12 años me quitaron esa posibilidad.
Mi eyaculador precoz ahora aguanta bastante y nuestros polvos son más duraderos, si no al ritmo que veníamos ya estaríamos muertos.
Su leche la he fosilizado, perfumado y pasteurizado, las estoy comercializando entre amigos y amigas que necesitan acrecentar sus medidas y rejuvenecer su piel.
Mi hijito hoy calza 19 por cuatro, con una cabeza libre de frenillo y yo tetas de 98 con chupetes erectos y areolas de seis centímetros, ha! y mi culo ya está en 100, bien parado y con la tripa previamente lavada con una enema de leche para ser cogido a pura lengua.
Fuimos varias veces ala playa y gracias a los bermudas sus huevos no se ven, sino me imagino el alboroto que hubiese causado entre las bañistas y los putos que pululan en las playas en busca de machos.
Ahora vivimos en country tenemos dos autos, yo varias cátedra y me invitan a da conferencias internacionales y mi niñito es el ingeniero jefe de una importante industria.
Nada mas puedo pedirle a la vida, lo tengo a el y lo tengo todo.
Al monoambiente lo conservamos, y cuando queremos rememorar nos vamos allí a pasar unos días de amor desenfrenado.
Ahora domina la libido y acaba cuando se lo pido, no se ……..a veces añoro su eyaculación precoz, quien entiende a las mujeres.
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